La investigación sobre el avión accidentado en Chile el 9 de diciembre de 2019 con 38 personas a bordo, se encuentra hoy en una nueva etapa al ser catalogado el siniestro por la Fiscalía de «cuasidelito de homicidio».
El fiscal regional de Magallanes, Eugenio Campos, tomó esa decisión tras conocer un informe de la Fuerza Aerea de Chile (FACh) el cual señala que se detectaron dos desperfectos en la aeronave que terminó perdiéndose en el mar de Drake mientras volaba hacia la Antártica.
Según reportó el diario El Mercurio el documento de la FACh admitió que los desperfectos ocurrieron antes de emprender viaje el avión, el primero en una pieza presente en cada uno de los cuatro motores y que sirve para regular el flujo de aire que pasa por el radiador, y el segundo respondía a una falla en dos estanques de combustibles.
Pero según la notificación de la FACh la nave podía operar aun presentando ambos problemas.
A ello se añade que el Hércules C-130 llevaba dos bultos rotulados como «mercancía peligrosa», con materiales para realizar trabajos en la base Antártica, que incluía recipientes de pintura, catalizadores, anticorrosivo, esmalte sintético entre otras sustancias.
Según medios de prensa el fiscal solicitó a la Policía de Investigaciones interrogar a todos aquellos que conocieron de los desperfectos que estaba presentando la aeronave.
El tema, que volvió a las planas de la prensa local llevó hoy al presidente Sebastián Piñera a expresar en declaraciones desde Uruguay, que el gobierno actuó con transparencia y que toda la información que posee la entregó a la Fiscalía.
La teoría sobre un posible desperfecto en el avión comenzó a tomar fuerza luego que uno de los pasajeros, en un mensaje de voz a sus familiares advirtiera que al parecer el avión presentaba problemas.
Santiago de Chile, 2 de febrero 2020
Crónica Digital /PL