Las fuerzas armadas de Venezuela movilizan medios de combate hacia lugares estratégicos del país ante los planes de agresión del gobierno de Estados Unidos, informó el presidente, Nicolás Maduro.
En medio de la mayor catástrofe sanitaria mundial del actual siglo por la pandemia de Covid-19, la administración estadounidense de Donald Trump ordenó esta semana incrementar la presencia de efectivos militares en la región latinoamericana, especialmente el Caribe oriental, bajo el pretexto de reforzar la lucha contra el narcotráfico.
Maduro reiteró este viernes la existencia de grupos financiados desde Colombia y Estados Unidos que pretenden generar acciones violentas para atentar contra la paz y la estabilidad de Venezuela, en un escenario marcado por el enfrentamiento a la propagación del coronavirus SARS-CoV-2.
En declaraciones desde el Palacio de Miraflores, el jefe de Estado ordenó el despliegue de piezas de artillería en lugares estratégicos, como parte de los Ejercicios Militares Escudo Bolivariano 2020.
El mandatario precisó que las maniobras comenzarán en las próximas horas con la intención de «prepararnos para la defensa de la paz», subrayó.
Maduro llamó a todos los sectores adversos a la Revolución bolivariana a dejar de lado las diferencias políticas e ideológicas y sellar un acuerdo humanitario nacional para trabajar en unidad por la erradicación de la amenaza sanitaria.
En tal sentido, el presidente de Venezuela destacó el llamado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de un alto el fuego global, con el fin de centrar todos los esfuerzos en la verdadera batalla que libra hoy la humanidad contra la pandemia de Covid-19.
Mientras las autoridades venezolanas contienen la propagación del coronavirus -153 contagios y solo siete fallecidos- con estrictas medidas de aislamiento y labores de pesquisaje masivo, enfrentan además el recrudecimiento de la hostilidad de Washington, en complicidad con gobiernos de la región y sectores radicales de la oposición.
La supuesta operación antinarcóticos de Estados Unidos siguió al montaje judicial de las falsas acusaciones promovidas por la administración Trump contra Nicolás Maduro y otros altos dirigentes de la nación sudamericana, en forma de cargos por presuntos delitos de narcotráfico.
«Estamos ante la versión de armas de destrucción masiva que usaron para invadir Irak en el 2003 pero ahora en versión narcotraficante y racista», aseveró el embajador de Venezuela en la ONU, Samuel Moncada.
El diplomático recordó que desde agosto de 2019 las autoridades de Caracas denunciaron ante el organismo multilateral las pretensiones de Estados Unidos de imponer un bloqueo naval contra la nación sudamericana, como parte de las acciones para generar un cambio de régimen por vías anticonstitucionales.
En un comunicado oficial, el Ejecutivo bolivariano aseveró que la administración estadounidense pretende agredir a Venezuela a partir de infamias y amenazas, en un intento por desviar la atención de la situación humanitaria existente en ese país «como consecuencia del errático manejo de sus autoridades ante la Covid-19».
Asimismo, el gobierno estadounidense ratificó su marcada postura injerencista al proponer la instauración de un gobierno de transición -sin Maduro ni Guaidó- que convoque a elecciones presidenciales en un plazo de seis a 12 meses a cambio del levantamiento de las medidas coercitivas implementadas por la Casa Blanca.
«Venezuela es un país libre, soberano, independiente y democrático, que no acepta ni aceptará jamás tutelaje alguno de ningún gobierno extranjero», subrayó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado de rechazo a la propuesta injerencista.
Caracas, 4 de abril 2020
Crónica Digital/PL
