El estado de Sao Paulo concentra el mayor número de fallecidos, con mil 307 y de contaminados (14 mil 580). Le sigue Río de Janeiro, con 422 víctimas mortales y cuatro mil 899 contagios.
Pese a estos guarismos, el presidente Jair Bolsonaro afirmó este lunes que espera el término esta semana del aislamiento social, medida decretada por gobernadores para frenar la propagación del patógeno.
‘Espero que esta sea la última semana de esa cuarentena, de esa manera de combatir el virus, con todo el mundo en su casa. La masa no tiene cómo permanecer en su casa, con la nevera vacía’, manifestó el excapitán del Ejército ante simpatizantes al salir del Palacio de Alvorada (residencia oficial de la presidencia) en Brasilia.
El mandatario ultraderechista volvió a citar las medidas de confinamiento como acciones excesivas en algunos estados que ‘no han logrado su objetivo’.
Como ha repetido en los últimos días, Bolsonaro subrayó que el 70 por ciento de la población estará contaminada por el virus y otra vez comentó los efectos de la pandemia en la economía nacional.
‘La situación económica en Brasil está empeorando, cada punto porcentual de disminución para Brasil, o cada punto porcentual de más desempleo, la consecuencia es la violencia, el caos, las muertes, el hambre, la desgracia, todo lo que hay’, expresó el jefe de Estado.
Por tal conducta, el grupo Ingenieros por la Democracia denunció al presidente en el Tribunal Penal Internacional (TPI), con sede en Países Bajos, por genocidio y crímenes contra la humanidad.
El ingeniero José Manoel Pereira Gonçalves, coordinador de la agrupación, presentó la demanda.
A principios de mes, la Asociación Brasileña de Juristas por la Democracia también denunció al exmilitar en la TPI por acciones ‘absolutamente irresponsables’ que ponen en riesgo la vida de los brasileños.
Brasilia, 20 de abril 2020
Crónica Digital /PL