Asimismo, ya suman un millón 426 mil 320 los contagiados por el virus, tras registrarse otros 17 mil 684 casos, lo cual confirma a Estados Unidos como el país más golpeado por la crisis sanitaria a nivel internacional.
De acuerdo con el diario The New York Times, casi todos los días en las últimas semanas se han anunciado más de 20 mil nuevos casos y mil decesos adicionales, lo cual mantiene a la nación en una meseta inclinada hacia abajo, en lugar de un descenso brusco de casos que los científicos esperaban.
En varios lugares hay signos localmente alentadores, como en Nueva York, donde los contagios y fallecimientos siguen una tendencia a la baja, y en San Francisco y Nueva Orleans, donde los funcionarios lograron reducir el número de infectados a unas decenas cada día.
Sin embargo, en gran parte de la nación la cantidad de casos sigue siendo alta y la mejora ha sido difícil de alcanzar, advirtió el Times, al señalar que, por ejemplo, en Nebraska las infecciones se han más que duplicado desde el 30 de abril, a la vez que se mantienen muy altas en Los Ángeles y Chicago. Mientras se registran estas cifras, el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud difundió hoy una estimación que indica que para el 4 de agosto se podrían alcanzar 147 mil 40 muertes por Covid-19 en Estados Unidos.
Eso significa un incremento con respecto a proyecciones previas de ese modelo, frecuentemente utilizado por la Casa Blanca, pues la semana pasada la institución sostuvo que la cifra de decesos podría ser de 134 mil para esa misma fecha.
Aun con esos pronósticos, el presidente Donald Trump mantiene sus llamados a reabrir la economía lo antes posible, pese a los criterios de expertos en salud que advierten sobre las nefastas consecuencias de un reapertura apresurada sin contar con la capacidad suficiente para realizar pruebas de diagnósticos y rastrear contactos.
El mandatario republicano, quien buscará la reelección en noviembre, tiene un gran obstáculo no solo en la actual emergencia sanitaria, sino en la crisis económica provocada por la pandemia, ya que las medidas de distanciamiento social adoptadas para hacerle frente han llevado a una paralización de negocios.
Mientras tanto, los miembros del Congreso siguen divididos en líneas partidistas sobre la forma de realizar paquetes adicionales de estímulo, pues los demócratas propusieron un plan de tres billones (millones de millones) de dólares, pero los republicanos expresan preocupación por el reciente déficit del presupuesto federal.
Washington, 13 mayo 2020
Crónica Digital/PL