La entrega desde hoy de cajas de comida a las familias necesitadas en Chile dejará fuera a parte de los más pobres, en medio de la crisis social y económica agudizada por la Covid-19.
La entrega de esas canastas, valoradas en 30 mil pesos cada una (unos 37 dólares) comenzó este viernes en varias municipalidades de esta capital, donde a lo largo de la semana ocurrieron protestas de vecinos en algunas comunas, denunciando la falta de comida y de ayudas anunciadas desde hace semanas por el gobierno.
Según dijo el lunes el presidente Sebastián Piñera, se entregarán 2,5 millones de cajas con comida mediante la campaña Alimentos para Chile, al 70 por ciento de la población.
Hoy Piñera volvió a señalar que serán para todas las familias necesitadas del país y llegarán paulatinamente «a todas y cada una de las comunas del país», y en gesto propagandístico dio la orden de salida desde el palacio de La Moneda a los primeros camiones que repartirán los abastecimientos.
Sin embargo, poco antes, en declaraciones a los medios, el ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, aclaró que las canastas deberán llegar a dos millones 500 mil hogares, que son «más o menos el 70 por ciento del 40 por ciento de los hogares más vulnerables de Chile«.
Ello indica que esa ayuda, que muchas familias reclaman desesperadamente, no estará al alcance de la mayoría de los hogares pobres del país, máxime cuando quienes se suman a los sectores más vulnerables aumentan constantemente por la creciente cifra de personas que están perdiendo sus empleos o recibiendo sueldos más bajos.
El ministro reconoció que el tema de la entrega de las cajas acapara la agenda mediática, pero señaló que lo más importante es la entrega del Ingreso Familiar de Emergencia, que según ha dicho el gobierno deberá llegar a cuatro millones de personas.
Sin embargo, ese ingreso, de unos 65 mil pesos chilenos (cerca de 80 dólares) por tres meses, es calificado por sectores opositores y sociales como insuficiente, puesto que queda muy por debajo del nivel de pobreza y no alcanza para cubrir necesidades básicas.
Incluso, la víspera, parlamentarios de oposición ingresaron al Congreso un proyecto de acuerdo que propone establecer un impuesto de 2,5 por ciento a las fortunas superiores a 10 millones de dólares, con lo cual sería posible crear una Renta Básica de Emergencia para las familias chilenas.
Esta tendría un monto mensual de por lo menos 420 mil pesos chilenos (poco más de 500 dólares) para un grupo familiar promedio de tres personas por seis meses.
Ello va en línea con lo señalado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, que ha propuesto un ingreso básico de emergencia por un monto igual a una línea de pobreza durante seis meses para satisfacer necesidades básicas y sostener el consumo de los hogares que se encontrarán en situación de pobreza en 2020.
Santiago de Chile, 23 de mayo 2020
Crónica Digital /PL