Más de un centenar de vecinos de la comuna de Puente Alto, en esta capital, salieron hoy a las calles con ollas y carteles reclamando a las autoridades la entrega de insumos básicos y alimentos.
En medio de la crisis sanitaria por la Covid-19, muchas familias de bajos recursos ya están pasando hambre por carecer de medios de subsistencia y no poder trabajar durante la cuarentena total vigente en toda la urbe.
La manifestación transcurrió de forma pacífica, solo con algunos incidentes entre carabineros y decenas de vecinos que interrumpieron el tráfico en algunas vías levantando barricadas.
En declaraciones a la prensa una manifestante denunció que en su familia son ocho personas, incluidos tres menores, y no hay nadie trabajando. Criticó que en la cuadra donde vive entregaron cajas de alimentos para cinco hogares, pero residen allí 14 familias, por lo que han tenido que hacer ollas comunes dos veces por semana para poder sobrevivir.
El viernes, con amplio despliegue mediático, el gobierno inició la entrega de 2,5 millones de cajas con alimentos para igual cantidad de familias de todo el país, pero durante el fin de semana se distribuyeron unas 30 mil, por lo que a ese ritmo muchas personas solo recibirán esa ayuda a finales de junio o principios de julio, según denuncian alcaldes.
En declaraciones a una televisora el alcalde de Puente Alto, Germán Codina, aseguró que este lunes se entregarán unas mil cajas en ese territorio, pero las necesidades son mucho mayores, pues miles de familias que dependen de un jornal diario carecen de recursos para comprar los alimentos más esenciales.
Las protestas de este lunes se suman a las ocurridas durante la semana pasada en comunas capitalinas como El Bosque, La Pintana, Cerrillos y Estación Central, algunas de las cuales terminaron con fuertes enfrentamientos entre vecinos y carabineros que los reprimieron con gases lacrimógenos y chorros de agua.
En todas ellas el denominador común es el hambre que comienza a tocar a las puertas de miles de familias, muchos de cuyos integrantes perdieron sus trabajos o vieron mermados sus salarios en medio de la crisis sanitaria, mientras que las ayudas anunciadas por el gobierno no llegan o comienzan a recibirlas con mucho retraso.
Al respecto, el alcalde de la comuna de Recoleta, Daniel Jadue, declaró que la entrega de las canastas de alimentos es una buena iniciativa, pero si su monto se hubiera agregado al reducido ingreso de emergencia que comenzó a entregar el gobierno, las personas podrían emplear ese dinero de acuerdo con sus necesidades.
A esto se suman denuncias este lunes de numerosos casos en que ese ingreso, destinado a ayudar en necesidades básicas, al ser depositado por el gobierno en las cuentas bancarias de los beneficiarios, ha sido desviado automáticamente por los bancos para el cobro de intereses o deudas pendientes, lo que acrecienta aún más el malestar social.
Santiago de Chile, 25 mayo 2020
Crónica Digital/PL