Por Rafael Calcines Armas
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, presentó una serie de iniciativas para enfrentar la delincuencia en momentos en que crece entre la población la percepción de que hoy la inseguridad en el país es cada vez mayor.
El denominado Plan Calle Segura, persigue, según el mandatario, disminuir los robos con violencia o intimidación, sobre todo de vehículos y mejorar los tiempos de respuesta y recuperación en caso de que el delito ya se haya cometido.
Piñera dijo que su gobierno desde el primer día tomó medidas para asegurar la paz a las familias chilenas, y que esos esfuerzos «están dando resultado», aunque al parecer la percepción generalizada es otra, sobre todo en medio de la pandemia de Covid-19.
Para muchos resulta contradictorio que a pesar de las cuarentenas y del toque de queda, en barrios de esta capital los delincuentes prácticamente campean por su respeto, lo que ha llevado a los vecinos a manifestarse para reclamar mayor presencia policial.
Alcaldes de la capital coinciden en ese criterio y advirtieron de un crecimiento de bandas delincuenciales en medio de la cuarentena decretada para la provincia de Santiago y pidieron al gobierno y a la policía una revisión en sus estrategias.
El alcalde de Pudahuel, Johnny Carrasco, aseguró que los vecinos de esa municipalidad «tienen miedo» hasta de salir a comprar alimentos a causa de balaceras constantes.
Una de las prácticas que cobra fuerza son los narco velorios, en los cuales para «despedir» a algún miembro abatido durante la comisión de un delito o por ajuste de cuentas, las bandas organizan sonados funerales con fuegos artificiales y disparos al aire, muy difundidos en redes sociales.
Por su parte, Gonzalo Durán, alcalde de la comuna de Independencia, aseguró que han detectado la proliferación del microtráfico de drogas.
Vecinos y autoridades denunciaron además que los grupos del narcotráfico incluso se están adelantando a las autoridades en los barrios entregando ayudas de comida y dinero a las familias necesitadas, con lo cual buscan comprar su complicidad y silencio.
El jueves una Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana reveló una caída de 2,1 puntos en la cantidad de hogares donde al menos uno de sus integrantes fue víctima de delitos de mayor connotación social.
Sin embargo, analistas advierten que ese estudio se refiere a la información recogida en 2019 en comparación con el año anterior y aseguran que sobre todo como consecuencia de la crisis sanitaria, económica y social los delitos se han incrementado.
Datos de la Asociación Chilena de Municipalidades de principios de mayo indican que en al menos ocho comunas de Santiago los hechos violentos aumentaron 30 por ciento en abril y aunque se redujeron los homicidios, subieron los asaltos a cualquier hora del día para robar automóviles, en viviendas habitadas o desvalijar a personas en plena vía pública.
En esa etapa se reportaron 63 mil 574 delitos graves, y lo más preocupante es que el 90 por ciento de ellos se perpetraron utilizando armas de fuego, y sobresale que los delincuentes se comportan de forma cada vez más violenta.
Santiago de Chile, 29 de mayo 2020
Crónica Digital/PL