Sin lograr reducir las altas cifras de nuevos contagios y fallecidos por Covid-19, Chile se ubicó esta semana entre los países con peores indicadores en el enfrentamiento a la pandemia.
Hasta el viernes el país contabilizaba cuatro mil 093 fallecidos, tras reportar en la jornada previa otros 253 decesos, la cifra más elevada hasta la fecha sin considerar los más de 500 que fueron agregados tras la corrección de las cifras hecha por las autoridades.
En tanto, según los informes del Ministerio de Salud, el total de enfermos desde que se confirmó el primer caso en el país el 3 de marzo, llega ya a 231 mil 393.
La cantidad de nuevos contagios no baja de los cuatro mil y en algunos días ha sobrepasado ampliamente los seis mil, lo que a la larga tendrá una mayor incidencia sobre la cantidad de ingresados en las unidades de cuidados intensivos y pondrá bajo mayor presión al ya saturado sistema integrado de salud.
La mayoría de los casos sigue concentrándose en la región Metropolitana, pero las estadísticas indican un sistemático aumento de los contagios en otras zonas del país además de la capital, pues por primera vez el reporte diario del viernes entregó una cifra superior a 300 casos nuevos en regiones, mientras otras cinco sobrepasaron los 200.
En este panorama Santiago aparece hoy como la cuarta ciudad con más contagios de Covid-19 a nivel mundial, solo es superada por Nueva York, Moscú y Sao Paulo y en ese mismo indicador a nivel de país, Chile está en el noveno lugar, mientras que en América Latina, ocupa la tercera posición solo superado por Brasil y Perú.
Todas esas cifras se traducen en serias consecuencias económicas y sociales para un número cada vez mayor de familias sobre todo de la clase media y los sectores pobres.
Ante la gravedad de la crisis y luego más de tres meses del inicio de la pandemia finalmente este viernes el Congreso Nacional aprobó un proyecto de ley que modifica la primera legislación del gobierno para entregar un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) para ayudar a las familias a enfrentar la crisis sanitaria y social causada por la Covid-19.
La nueva versión del IFE amplía el monto de 260 mil pesos (unos 320 dólares) a 400 mil pesos (cerca de 500 dólares) para una familia de cuatro personas, por tres meses y sin disminuir, a diferencia de lo planteado en la propuesta inicial del ejecutivo.
Asimismo contempla mayor cobertura, pues beneficiará al 80 por ciento de las familias más pobres, aunque deja fuera a parte de los más pobres y a la golpeada clase media.
Aún así resulta un logro en comparación con la propuesta inicial del gobierno calificada de mezquina en amplios sectores, aunque queda por debajo de lo pedido por la oposición, que tras aprobarla por no tener otra alternativa, asegura que ahora velará para que esa ayuda llegue lo antes posible a quienes realmente la necesitan.
Santiago de Chile, 20 de junio 2020
Crónica Digital/PL