La Covid-19, medio ambiente y el estrechamiento de los vínculos bilaterales figuraron entre los temas de un encuentro entre los mandatarios de Chile, Sebastián Piñera, y Colombia, Ivan Duque.
Esta tarde Piñera recibió a Duque en el palacio de Cerro Castillo, en Viña del Mar, donde sostuvieron una reunión de trabajo durante unas dos horas y luego brindaron unas breves declaraciones a la prensa.
En la ocasión, el mandatario chileno felicitó por segunda vez al presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, y dijo esperar que el nuevo gobierno «logre pacificar los espíritus y unir al pueblo americano».
Piñera pidió además el aporte y cooperación de la entrante administración demócrata para avanzar en la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climáticos, así como «apoyar el libre comercio en el mundo entero».
Por su parte, Duque también abogó por el fortalecimiento de las relaciones con Estados Unidos, y se refirió además a la posibilidad acelerar el proceso de roaming (itinerancia) compartido con Chile, que según dijo pudiera estar concluido antes de terminar este año, y que definió como una vía más para estrechar las relaciones bilaterales.
Asimismo subrayó el interés expresado por los dos mandatarios de impulsar las inversiones chilenas en Colombia y viceversa.
Uno de los puntos de la agenda de la reunión fue lo concerniente al traspaso de mando en diciembre del denominado Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur) y la Alianza del Pacífico, cuya presidencia pro tempore asumirá Colombia.
Duque viajó en horas de la tarde a Chile procedente de Bolivia, donde asistió a la ceremonia de asunción a la presidencia de Luis Arce.
Santiago de Chile, 9 de noviembre 2020
Crónica Digital/PL
Lun Nov 9 , 2020
Por Marcel Garcés Muñoz Los resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, que expulsaron de la Casa Blanca, al presidente Donald Trump, tienen relevancia para el carácter de la política de Estados Unidos con América Latina, sus gobiernos, y sus realidades políticas, sociales y económicas, y viceversa. El presidente chileno, Sebastián Piñera, que no puede evitar el intento de apropiarse de los triunfos ajenos, o busca sacar provecho político o mediático a coyunturas en las cuales no tiene participación o relevancia alguna, saludó tras largas horas de silencio, el triunfo de Joe Biden y Kamala Harris En un twitter aseguró este sábado 7 de noviembre, que “Chile y EE.UU compartimos valores como la libertad, la defensa de los derechos humanos”, y que con los norteamericanos, “comparte también desafíos como la paz y la protección del medio ambiente”. Vamos viendo. Es costumbre protocolar y de respeto a las buenas maneras que se intercambien saludos en situaciones trascendentes a los países, como estas elecciones históricas en Estados Unidos, que significaron el desalojo de un personaje funesto como Donald Trump, justamente repudiado por la mayoría de los ciudadanos de su país. Los resultados electorales estadounidenses generaron una especie de suspiro de alivio, tanto en el país del norte, como en Europa y el resto del mundo que han vivido cuatro años de incertidumbre, con un individuo cuyo equilibrio mental y conducta merecen serios reparos, que instaló métodos mafiosos, aventureros, irreflexivos e imprevisibles, en sus acciones internas y relaciones internacionales. Ello al mando de un país determinante, política, económica y militarmente en el escenario global y cuya élite política, económica y militar estima que tiene la misión de tutelar, dominar, y controlar. Precisamente, una pregunta obvia, que se ha hecho a nivel internacional es el significado que los resultados de la votación del 3 de noviembre en Estados Unidos, tiene para el resto del mundo, en particular para América Latina y por cierto para Chile. Aquí cabe analizar las orientaciones de nuestra política exterior y la subordinación y compromisos de la “diplomacia” chilena hacia los intereses, órdenes y orientaciones de las políticas de Washington y de su alineamiento entusiasta, aún en casos que violentan las tradiciones nacionales. Varios ejemplos grafican esta postura de subordinación , pero anotaremos uno a manera de ejemplo. 22-23 de febrero de 2019. Localidad de Cúcuta, en la frontera de Colombia con Venezuela. Bajo la tutela de la Casa Blanca, los presidentes de Chile, Sebastián Piñera, de Colombia, Iván Duque, de Paraguay, Mario Abdo, el Secretario de la OEA, Luis Almagro y el autoproclamado “presidente encargado”, de Venezuela, Juan Guaidó, escenificaron el primer acto de un una invasión militar y un golpe de Estado contra Venezuela y su presidente constitucional, Nicolás Maduro. El papel de payaso, lo ocupa el cantante español en decadencia, Miguel Bosé. Al presidente chileno, secundado por su entonces mediocre canciller, Roberto Ampuero, converso de comunista a neoliberal, y mejor escritor, y acompañado por un avión de la Fuerza Aérea, ocupado como transporte de “ayuda humanitaria”, que finalmente fue robada en Cúcuta, se le asignó el rol de […]