Nueve nombres conforman finalmente la abigarrada lista de candidatos que competirán en primera vuelta el 21 de noviembre próximo por la Presidencia de Chile para los próximos cuatro años, según establecen las actuales disposiciones constitucionales.
Anoche a las 23:59 hora local expiró el plazo dado por el Servicio Electoral (SERVEL) para las inscripciones de las candidaturas presidenciales y también de las listas parlamentarias y de Consejeros Regionales, que igualmente se realizarán en esa fecha.
Ya habían quedado inscritos desde julio, automáticamente, después de imponerse en sus respectivas elecciones primarias legales dos postulantes.
Uno de ellos es el diputado de Convergencia Social Gabriel Boric, por el bloque de izquierda Apruebo Dignidad, quien participó en la primaria como abanderado del Frente Amplio y con un 60,4% de los votos se impuso al precandidato de la convergencia Chile Digno, el alcalde Daniel Jadue (Partido Comunista), que figuraba como uno de los mejor posicionados en las encuestas.
Boric fue presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) en el contexto de las grandes movilizaciones de 2011 y 2012; fue electo diputado el 2013 como independiente por la Región de Magallanes, su tierra natal. Integró el movimiento Izquierda Autónoma y luego continuó en una escisión del grupo llamada Movimiento Autonomista. Fue uno de los principales impulsores de la creación del Frente Amplio.
Por otra parte, Sebastián Sichel es el candidato de la oficialista coalición Chile Vamos, que para la carrera por la Presidencia apareció ahora como “Chile Podemos +”, ensayando un cambio de imagen. Sichel logró en la primaria el 49,1% de los votos, seguido por Joaquín Lavín (UDI), con un 31,3%; y por Ignacio Briones (Evopoli) y Mario Desbordes (RN), ambos con un 9,8% de los sufragios.
En la primaria, Sichel era considerado el candidato privilegiado de la derecha económica y del propio Sebastián Piñera, en cuyo actual Gobierno ejerció como Ministro de Desarrollo Social, presidente de BancoEstado y Vicepresidente Ejecutivo de CORFO.
Tiene sus orígenes políticos en la Democracia Cristiana, con una gran cercanía con Mariana Aylwin. Ese partido lo designó candidato a diputado en 2009, cuando utilizaba el nombre Sebastián Iglesias. En las siguientes elecciones parlamentarias postuló otra vez a la Cámara Baja, en la lista de la Nueva Mayoría, respaldado por el movimiento Fuerza Pública. El 2017 decidió respaldar la candidatura presidencial del empresario Piñera.
Las coaliciones “Apruebo Dignidad” y “Chile Podemos +” inscribieron listas parlamentarias. La derecha presentó una nómina única. En el caso de la alianza de izquierda, fue presentada una lista que agrupa al Frente Amplio y el PC junto a la mayoría de Chile Digno.
Sin embargo, presentaron una lista propia una parte de los sectores que participaron en la primaria desde Chile Digno y que integraron el Frente Amplio hasta que Boric y parte de esa coalición suscribieron el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución en noviembre de 2019. Son los casos del Partido Igualdad y el Movimiento Victoria Popular, los que se unieron con el Partido Humanista y otros colectivos, e inscribieron la lista “Dignidad Ahora”.
La tercera candidata presidencial de las coaliciones con mayor fortaleza electoral es la hasta hoy presidenta del Senado, Yasna Provoste (DC), quien el sábado resultó triunfadora en la consulta efectuada por el bloque de centro–izquierda formado por Unidad Constituyente y el Movimiento Nuevo Trato, que agrupa a disidentes del Frente Amplio. En la consulta, la que no fue regulada legalmente, Provoste obtuvo un 60,8% de los sufragios, mientras que un 26,6% prefirió la socialista Paula Narváez y 12,5% la opción de Carlos Maldonado, que es el timonel del Partido Radical. Será la única mujer en la papeleta de noviembre.
Provoste es profesora y fue Ministra de Educación durante el primer Gobierno de Michelle Bachelet, cargo del que fue destituida a raíz de una acusación constitucional presentada por la derecha. Ello le significó la imposibilidad de ejercer o presentarse a cargos públicos, hasta que en 2013 fue electa diputada, siendo electa en la zona de Vallenar, sus tierras natales. Por parte materna, tiene origen indígena diaguita.
Gabriel Boric, una vez conocida la victoria de Provoste, dijo que “más allá de las diferencias no me cabe duda que nos encontraremos para construir un Chile digno, distinto al de Piñera y sus ministros”.
La coalición que participó en la consulta y optó por Yasna Provoste, inscribió una lista única parlamentaria, en el marco de otro cambio de nombre de coalición: “Nuevo Pacto Social”.
Sin embargo, este sector experimentó una deserción con la inscripción de la candidatura a la Presidencia de Marco Enríquez–Ominami, fundador del PRO y el Grupo de Puebla. Esta colectividad estuvo en los orígenes de la Unidad Constituyente, cuando el año pasado se inscribieron primarias legales para las candidaturas a Gobernadores Regionales, y siguió en esa alianza con la llamada “Lista del Apruebo” para la elección en mayo de la Convención Constitucional.
Sin embargo, tomaron la decisión de no participar en la consulta ciudadana y el domingo Enríquez–Ominami anunció su cuarta postulación a La Moneda. Provoste fustigó que “el camino propio (de Enríquez–Ominami) lo único que genera es un subsidio inmerecido a la derecha”.
Uno de los efectos de este hecho fue la caída de la candidatura a la reelección del senador y ex candidato presidencial Alejandro Guillier, quien anunció: “He tomado la decisión de no repostular al Senado de la República. Lo hago ante las dificultades observadas para construir una lista parlamentaria común de la centro–izquierda”. Con todo, el PRO presentó una lista parlamentaria propia.
Se inscribió, también, como candidato presidencial el polémico economista Franco Parisi, nominado por el nuevo Partido de la Gente (PDG), considerado expresión de un populismo de derecha. Tampoco es un improvisado en estas lides electorales puesto que ya compitió en los comicios presidenciales de 2013.
Parisi fue nominado por la colectividad, de la cual es uno de los fundadores, luego de una consulta interna, la que se desarrolló el 18 de agosto vía on line, y en la que hubo otras dos participantes: Katherine Alarcón y Marisol Morales. Según informó la propia colectividad, formada legalmente en mayo pasado, se registró la participación de un 25% de su padrón.
El Partido de la Gente inscribió también una lista parlamentaria propia.
Como independiente presentó su candidatura presidencial el economista Gino Lorenzini, fundador de la controvertida empresa de asesoría financiera “Felices y Forrados”, que este año cerró sus operaciones en medio de denuncias por malos manejos.
Lorenzini fue otro de los fundadores principales del Partido de la Gente, pero recientemente había anunciado que abandonaba esta colectividad, acusando a sus directivos de organizar un proceso de elecciones regionales “truchas” y haber sido víctima de “ataques” por parte de la directiva por denunciar irregularidades. También denunció una “mafia” en el partido, en que participaría Parisi y sus colaboradores, quienes, aseguró, montaron una estructura para recaudar los eventuales dineros por la votación de sus candidatos al Parlamento.
Desde la derecha dura, inscribió su candidatura presidencial José Antonio Kast, líder del denominado Partido Republicano, quien ha sido considerado como “el Bolsonaro chileno” y que en el pasado fue diputado de la UDI. Su eventual inclusión en el pacto de la derecha tradicional –agrupada entonces en Chile Vamos– generó controversia en su interior, pues se sostenía que podía perjudicar al sector más que favorecerlo, a pesar de que concurrieron unidos para la elección de convencionales constituyentes, presentando una lista llamada “Vamos por Chile”.
Sin embargo, en mayo pasado Kast descartó la idea de participar una primaria presidencial en conjunto con Chile Vamos.
En esta ocasión, Kast impulsó una lista parlamentaria denominada “Frente Social Cristiano”, que es fruto del pacto entre el Partido Republicano y el Partido Conservador Cristiano, una colectividad constituida legalmente en cuatro regiones del país, que agrupa a evangélicos de ultraderecha y es presidida por Antaris Varela, quien tuvo su minuto de fama en 2011, cuando interrumpió la ceremonia en que Sebastián Piñera presentaba el Acuerdo de Vida en Pareja. “¡Está legalizando el pecado!”, vociferó.
Con un gran despliegue de sus seguidores en las afueras del SERVEL se sumó a la lista de las candidaturas presidenciales el profesor Eduardo Artés, presentado por la Unión Patriótica de Chile, conglomerado que agrupa a movimientos de izquierda como el MIR y el Partido Comunista Acción Proletaria (PC–AP), entre otros.
Artés se presentó como candidato en las elecciones realizadas en 2017, oportunidad en que contó con el respaldo adicional del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, el grupo Hijos de Mafalda y el Partido Constituyente, entre otros. En 2009 anunciado una precandidatura presidencial, la que no llegó a prosperar.
La Unión Patriótica logró conformarse legalmente en mayo de 2016. Sin embargo, a raíz de sus resultados las elecciones parlamentarias del año siguiente, fue disuelto por el Servicio Electoral. En mayo de 2019 inició un proceso de reinscripción, que culminó exitosamente el 29 de enero del año pasado, cuando el partido fue legalizado nuevamente.
Presentan ahora una lista parlamentaria.
Tras conseguir las firmas requeridas en una carrera contra el tiempo, logró inscribirse Diego Ancalao, independiente de origen mapuche que es respaldado por un sector de la “Lista del Pueblo”, que tomó esa decisión luego de recoger más patrocinios en el SERVEL entre el 12 y 19 de agosto, en un proceso en que compitió con Soledad Mella e Ingrid Conejeros. En el procedimiento se registraron 3.572 personas.
Según se ha informado, Ancalao inició su carrera política como militante de la Democracia Cristiana; fue candidato a diputado por La Araucanía en la lista del Partido Humanista y del Partido Ecologista; postulante a la Cámara Baja por la misma zona en un cupo del Partido Regionalista Independiente (PRI); miembro de la Izquierda Ciudadana, en que ejerció como presidente subrogante, cuando esa colectividad integraba la Nueva Mayoría; y candidato a la Cámara Alta el 2017 en la lista del Frente Amplio. Más tarde, trabajó con la Federación Regionalista Verde.
En medio de una fuerte crisis y de rupturas en la “Lista del Pueblo”, otro sector proclamó la candidatura del líder sindical Cristián Cuevas, que no logró las 33 mil firmas necesarias para inscribir su postulación como independiente.
La “Lista del Pueblo” no presenta una nómina parlamentaria, pues todas sus candidaturas se inscribieron como independientes y existe la imposibilidad legal de que independientes puedan formar un pacto. Otro ingrediente de la crisis de este movimiento fue el anuncio de la emblemática Fabiola Campillai, que se presenta al Senado, y que anunció que se separaba de la “Lista del Pueblo”.
Pese a que había anunciado su candidatura presidencial, Cristián Contreras –alias “Doctor File”– finalmente optó por presentar una postulación al Senado, levantando una lista para las elecciones parlamentarias llamada “Independientes Unidos”, aunque paradójicamente está formada por dos partidos políticos: Centro Unido, constituido en términos legales en nueve regiones y que lidera Contreras, y el Partido Nacional Unido, con existencia en tres regiones y una orientación de extrema derecha.
El “Doctor File” se hizo conocido en la televisión por defender teorías de la conspiración y pseudocientíficas, incluyendo su cuestionamiento de las vacunas, las pruebas PCR y el uso de mascarillas para enfrentar la pandemia de la COVID–19.
Por Iván Gutiérrez Lozano. El autor es periodista y Editor de Crónica Digital.
Santiago, 24 de agosto 2024.
Crónica Digital.
