En el Chile de los 90 la sociedad intentó avanzar hacia una transición  democrática que re-organizara el consenso político del país. Para ello se entregó a unos cuantos hombres de Estado la legitimidad de la política basada en una orientación técnica neoliberal, que para esos años fue garante de una ingeniería institucional y política. Fue así que sedimentó una voluntad modernizadora basa en la transformación economía y política del país, insertando de forma definitiva a Chile en la globalización (para nosotros el Chile Neoliberal empieza con Pinochet pero se sedimenta con la concertación). Fue así que el Chile de la expertiz de la gestión de la cosa pública, en tanto esa fuera entendida como mercado, fue creando una legitimidad que a la elite y a la sociedad le permitió vivir una apertura que funcionó, como diría Gramsci, como una democratización pasiva desde lo alto. Sin embargo, dicha democratización se sustentaba en  el  mejor  de  los  casos  en  el  voto  con  ocasión  de  elecciones generales, y las promesas de un futuro mejor, que durante los años 90’s se sustentaba en la inserción al comercio mediante el crédito privado. Pero como el mercado responde a lógicas del mercado y no de lo público, bastaba el devenir de una variación (como lo llaman los expertos)  para develar la fragilidad de dicho pacto social.                                                Es este pacto social, que dentro de otras cosas, ha difuminado la separación entre lo público y lo privado provocando fisuras críticas en la estructuración del modelo político y económico. Por esa y otras razones creemos Chile debe avanzar hacia el fin de esta transición política empezada en la década del 2000 y que aún continúa secuestrada por aquellos hombres de Estado que han deslegitimado la cosa pública  y desvirtuado la república para unos pocos. Aprovechar el espacio político que se ha producido por esta suerte de crisis  orgánica del sistema político, donde impera un sentimiento de indignación hacia lo político y desafección  hacia lo colectivo, fuerzas como el Frente amplio si hacen la tarea territorial, comunicacional y orgánica puede llevarlo a erigirse en un tercer actor relevante en el tablero político. Pero no debe ser este su fin, sino su propósito histórico-coyuntural, es decir, que junto con el objetivo de recuperación/saneamiento de la cosa pública, la apuesta debe ser por acabar con el régimen de la transición, expresada en la constitución pinochetista, dominio y mantención de una oligarquía financiera y extractivista amparada por el modelo productivo, la estructura centralizada del Estado y una doble militancia político-empresarial. Es a este modelo de transición contra el cual hay que anteponerle una propuesta ética-estética distinta, construyendo un nuevo pacto social amplio para el periodo histórico de mediano plazo para lograr los objetivos que se pretenda alcanzar. No obstante, esa amplitud no puede llevarnos a la política del transformismo. De llegar a tener éxito el FA y hegemonizar el espacio […]

Un real sistema de seguridad social es aquel que vela por el cumplimiento de una serie de valores en salud, tales como la seguridad, que permita la continuidad del acceso a la salud hasta la muerte de las personas, y la integridad, que apunta a asumir todos los problemas de salud que presente un usuario en su ciclo de vida. La crítica situación de la isapre Masvida ha evidenciado no sólo que el sistema de salud privado chileno, dada su configuración, no logra resguardar en su totalidad los valores básicos en materia de salud para sus afiliados, sino también su tremenda fragilidad. Luego de tres fracasos para intentar vender la aseguradora y la desconfianza del mercado, la Superintendencia de Salud ha decidido la designación de un administrador provisional, que se une al ‘corralito’ transitorio en que se encuentran sus usuarios. Así las cosas es importante reflexionar, más allá de esta isapre en particular, en relación a las debilidades que tiene el sistema de salud privado chileno y que se hace evidente reformar. En los últimos años han habido diversas comisiones, que incluso se tradujeron en proyectos de ley que no prosperaron, con el objetivo de mejorar el marco regulatorio respecto del alza de los planes y, muy especialmente, en precisar las coberturas mínimas que debería otorgar un potencial Plan de Salud Universal, sin preexistencias y con un compromiso a lo largo de todo el ciclo vital. La Comisión Asesora Presidencial, constituida en 2014, entregó sus recomendaciones hace más de dos años, las que no se han traducido en iniciativas legales. Esperemos que este caso permita colocar en la agenda la necesidad de priorizar, de verdad, la necesaria reforma al sistema de salud chileno. Por ahora, se requiere emplear con decisión todas las herramientas que la normativa actual entrega a la Superintendencia de Salud para salvaguardar el derecho de acceso a la salud de los usuarios. Por Dr. Patricio Silva Decano de la Facultad de Salud de la Universidad Central Santiago de Chile, 9 de marzo 2017 Crónica Digital

Este 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, en medio de un llamado a marcha nacional contra la violencia y un paro de actividades. Desde la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres afirmaron que el Estado está al debe con las demandas de las mujeres, porque la mayoría de los proyectos reproductivos, laborales y previsionales mantienen un sistema desigual. El 8 de marzo de 1857 un grupo de obreras textiles salió a las calles de Nueva York a protestar por sus miserables condiciones laborales. Luego, en 1910, durante la Segunda Conferencia de Mujeres Trabajadoras Socialistas, celebrada en Dinamarca, se resolvió adoptar esta fecha para promover el derecho a voto femenino y su emancipación política, entre otras reivindicaciones. Así, en una serie de sucesos las mujeres han sido protagonistas de la organización social en demanda de una sociedad igualitaria. Este ocho de marzo es una fecha para repasar estos hechos y posicionarnos desde el escenario actual para evaluar: ¿cuánto hemos avanzado en esas demandas?, ¿se ha logrado efectivamente una sociedad igualitaria?, ¿qué falta para avanzar? O más bien, ¿qué lo ha impedido? Femicidio: el último eslabón de la violencia hacia la mujer Para este miércoles está fijada una marcha nacional contra la violencia hacia las mujeres y también un paro de actividades para exigir mejoras en sus derechos laborales. El cuadro que hace más de un siglo protagonizaron las obreras textiles hoy se observa con demandas como “ninguna mujer muerta por violencia machista”, “no más discriminación en el sistema de AFP”, “no más diferencias salariales por género”, entre muchas otras exigencias. El aumento del 40 por ciento de femicidios en el último año es uno de los temas más complejos para las mujeres. Sin embargo, esto es sólo el “último eslabón” en la escala de violencia. A juicio de la vocera de la coordinadora Ni una Menos, Bárbara Brito, esta violencia se sustenta en un modelo capitalista patriarcal donde la mujer es considerada inferior al hombre y donde la institucionalidad tampoco ha avanzado lo suficiente para cambiar esta estructura. Por ejemplo, promoviendo una educación no sexista desde los colegios, según señaló. “Las causas de esta violencia responden a un sistema capitalista que necesita tener a las mujeres como personas de segunda categoría y así obtener más ganancias y pagarle menos por el mismo trabajo que realizan los hombres. Esto se reafirma en una cultura sexista que por ejemplo define cuáles son las actividades para niños y niñas, cuáles son las carreras propicias de acuerdo al género.”, comentó. Una opinión compartida por la abogada de la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres, Silvana del Valle, quien señaló que la mayor concientización de las mujeres sobre sus derechos ha generado una reacción de la sociedad conservadora que sigue naturalizando la violencia. En la mitad de los casos de femicidios se registran denuncias previas de las mujeres por maltrato o amenazas. Esto refleja, afirmó la abogada, que el sistema de protección judicial no cumple su función. En […]

Escándalo nacional, acusación de vulgar y ordinaria por decir sólo algunas cosas, es como se refirieron algunos ‘eruditos’ de la lengua para referirse a la presentación de la comediante Daniela Aguayo (Chiqui) en el festival de Viña del Mar, a quien medio país crucificó por referirse a los órganos sexuales en su presentación. A propósito de esto, cierto cantautor nacional publicó una carta en un medio nacional refiriéndose al humor presentado en el festival como flaite. “Hablan con el mismo vocabulario que se emplea en una pelea de bar de mala muerte, con la vulgaridad que cabría esperar en una cárcel”, dijo el artista que reside en Estados Unidos y apoya abiertamente a un reconocido machista -entre otras cosas- Trump. Cabe preguntarse por qué nos escandalizamos tanto por un tipo de humor recurrente en la rutina de humoristas varones, acostumbrados a chistes ‘sin censura’, humor que se hizo famoso en el país en un canal de TV, donde solamente participan hombres. Una mujer dice la palabra vagina y pene y al otro día se presentan cerca de 200 denuncia en el consejo de tv y el 70% de ellas interpuestas por hombres. A mi parecer esto sólo evidencia que realmente estamos en un país machista e hipócrita, de doble estándar. Desde niños se nos enseña que “las niñas no pueden decir garabatos”, “es feo que las mujeres fumen en la calle”, todo esto es propiedad de una cultura de machos, una identidad que tiene permitida esta clase de acciones, mientras a otra parte de la población se les niega. El problema, como siempre ocurre en nuestra sociedad, se queda en lo más básico, nunca vemos más allá, no profundizamos para no molestar a nadie y las mujeres siguen siendo ciudadanas de segunda clase. Un ejemplo de esto es como en el mes en que se conmemora internacionalmente a la mujer trabajadora, se dan conciertos para “celebrarlas” con un invitado condenado por violación. Eso sí que es vulgar, ordinario y flaite. Cosas como estas nos alejan más de la igualdad de género. Por Marco Antonio Lizama Escuela de Publicidad, Universidad Central Santiago de Chile, 8 de marzo 2017 Crónica Digital / ucentral.cl  

Los intentos del presidente ucraniano, Petro Poroshenko, de mantener hoy la campaña bélica en Donbass y de lidiar con radicales y sus bloqueos de regiones sublevadas solo sumaron caos en la república exsoviética. En los últimos días, la situación cambió vertiginosamente en las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. Los radicales ucranianos bloqueaban desde mediados de enero pasado el paso de vagones con antracita extraída en esas regiones. Las autoridades ucranianas tuvieron la oportunidad desde un principio de suspender el boicot con métodos policiales, y establecer un control sobre las zonas de tránsito entre la región de Donbass (Donetsk y Lugansk) y el resto de Ucrania. Sin embargo, en el fondo parecían compartir los lemas proferidos por los ultranacionalistas organizadores de los cercos y barricadas montados en las líneas de ferrocarril y en carreteras desde y hacia el Donbass. La situación cambió, no solo por el hecho de que la falta del carbón y el coque proveniente del territorio rebelde creó una situación difícil a la economía ucraniana, sino porque los gobiernos de las citadas regiones impusieron sus condiciones. Desde la jefatura de las repúblicas sublevadas se escuchó un ultimátum de que tomarían bajo su control las empresas y minas de carbón en sus territorios, si continuaba el bloqueo. Esa advertencia se materializó el 1 de marzo. El gobierno ucraniano debió dedicarse a cómo salvar la economía nacional de un colapso energético y a aplicar medidas para evitar el cierre de complejos metalúrgicos. Pero en Kiev, más bien lo que se produjo fue una fuerte polémica sobre quién podría estar detrás del bloqueo. Los más culpan en primer lugar a Moscú, pues consideran que el Kremlin lo planificó todo para volver a Ucrania dependiente del carbón ruso. Otros estiman que los propios bloqueadores podrían buscar un beneficio para algunos sectores oligárquicos. Pero lo que sí parece quedar claro es que con la admisión del bloqueo de los radicales, que causa daños económicos considerables a Ucrania, Poroshenko muestra la fragilidad del poder para canalizar problemas internos con la ultraderecha. Como afirma el politólogo Mijail Pagrebinki, el Ejecutivo ya dejó pasar la oportunidad de resolver el asunto del bloqueo con el uso de la fuerza policial. Hasta de Occidente le recomiendan negociar con los bloqueadores del Donbas. Además, las autoridades de Donetsk y Lugansk aseguraron que ahora serían ellos quienes impondrían un bloqueo a Ucrania por al menos 60 días. En ese lapso, las repúblicas buscarán nuevos mercados para sus productos. Cabe destacar que Ucrania pierde, además del combustible para sus termoeléctricas, las cuales producen una tercera parte de la energía eléctrica, otros nueve mil millones de exportaciones de productos elaborados con el coque obtenido en el Donbass. Para el filósofo y politólogo Serguei Datsiuk, en esta ocasión no estamos frente a un conflicto del Gobierno con los radicales por el tema de los bloqueos, sino entre el poder y la sociedad. Las acciones y decisiones de los ultraderechistas cada vez se tornan más peligrosas para el poder en Kiev, que también […]

Pablo Piacentini, periodista argentino, se fue definitivamente durante el sueño en la primera madrugada de marzo. Seguramente su nombre no dice nada a las actuales generaciones, pero él fue uno de los más notables y destacados profesionales argentinos comprometidos con Chile y el Tercer Mundo. Desde mediados de los años 60 del siglo pasado vino tantas veces a Chile, que se convirtió en amigo entrañable de políticos y periodistas. Mario Dujisín, en ese entonces redactor de la Oficina de Informaciones en la Moneda, recuerda que durante el período de la Unidad Popular sólo había tres periodistas que tenían acceso libre al presidente Allende. Uno de ellos era el argentino. Él participó en la creación de la agencia de noticias del Tercer Mundo, Inter Press Service (IPS). Su fundador y mítico director, Roberto Savio, reconoció en una ocasión que “yo soy la madre de IPS. Piacentini es el verdadero padre de la agencia”. Ello porque la agencia nació en Roma cuando Savio, que había creado en 1961 la agencia Roman Press Service, había lanzado la idea de que el mundo estaba cambiando y que los países del sur tenían derecho a ser tomados en cuenta por el periodismo mundial. Fue entonces que apareció en la capital italiana un joven argentino, estudiante de una maestría de ciencias políticas, que le comunicó a Savio que allí estaba para crear de inmediato la nueva agencia. Él mismo designó a los corresponsales en América Latina y se convirtió en editor de los materiales que poco después comenzaron a llegar. Más tarde, en febrero de 1964, se trasladó a Buenos Aires y Santiago como director de IPS para América Latina. Paralelamente fue contratado como jefe de la sección internacional del influyente diario Clarín de Buenos Aires, junto a un grupo de destacados jóvenes periodistas, como Horacio Verbitski y Luis Guagnini. Verbitsky recuerda que “Clarín trataba de blanquear su historia de complicidad con la dictadura y a nosotros (peronistas) nos venía muy bien para expresar nuestras posiciones en un medio masivo”. Para el golpe de estado en Chile, septiembre de 1973, Piacentini ingresó al país en el primer avión que pudo entrar tras la veda y el toque de queda impuesto por los militares. Y fue entonces cuando conocí otra faceta suya. El me buscó –yo había sido hasta el martes 11 de septiembre jefe de prensa de Radio Magallanes- y me reveló que había visto en el despacho del general que actuaba como intendente de Santiago una lista de “buscados”, y entre ellos estaba mi nombre. Se empeñó entonces en asilarme en la embajada argentina y me hizo entrar al lugar junto a él, mientras yo cargaba su pesada grabadora, y él explicó a los militares que cercaban la embajada, en su mejor tono de porteño, que yo era su imprescindible ayudante. Piacentini estuvo siempre comprometido profesional y personalmente con Chile y los chilenos. La idea que lo llevó a crear IPS y poco después Los Cuadernos del Tercer Mundo, se resume en el desequilibrio informativo […]

La humanidad no sería una, ni sus derechos podrían ser proclamados o exigidos, si los países no intervinieran efectivamente en los asuntos de los otros estados. La universalidad de las ideologías y de las religiones tampoco habría sido posible si sus creadores se hubieran acotado a las fronteras artificiales entre las naciones. Hasta la misma lucha por salvar al Planeta de una hecatombe medioambiental podría considerarse una injerencia indebida en los asuntos de los otros estados, de los que viven en otros continentes o, incluso,  al lado nuestro. Claro: tampoco podrían explicarse las constantes guerras y las incursiones de los más poderosos en los territorios de los más débiles. De la misma forma como, también, la acción de misioneros y revolucionarios más allá de sus naciones sería considerado una grave transgresión. Un atropello a la “libre determinación de los pueblos”. Por algo existen las Naciones Unidas y su Carta Universal de los Derechos Humanos, principios que le dan fuero a este organismo multinacional para velar e intervenir por la suerte de todos los habitantes del Orbe. De no ser así, el propio Pontífice romano tendría que ser considerado un imperialista y ser confinado dentro de los pocos kilómetros cuadrados de El Vaticano. En la práctica, abogar por la NO injerencia en los asuntos de los otros países le da carta blanca a los tiranos y a sus regímenes totalitarios, así como justificaría que un gobernante tan atrabiliario como Donald Trump cierre sus fronteras y desbarate todos los acuerdos y tratados suscritos por su país con el mundo. Particularmente interesante nos parece la  entrevista que el diputado Guillermo Teillier le acaba de conceder a El Mercurio para justificar la posición de su colectividad respecto del frustrado viaje del secretario general de la OEA y de otros varios dirigentes políticos del Continente a Cuba. Sin embargo, en ella afirma que la diferencia del  Partido Comunista con la Democracia Cristiana es que su referente político “no se mete en las cuestiones internas de los otros países…”. Sin duda una falaz declaración que contradice valores como el del “internacionalismo proletario” y hasta podría desacreditar el testimonio de un Che Guevara en Bolivia, como la de todos los que se trasladaron al África para combatir, entre otros, la discriminación racial y la hambruna. Sería una pasión inútil e intrusa la de aquellos líderes y combatientes que se enrolaron en las luchas de liberación de los pueblos oprimidos, así como hoy múltiples organizaciones de bien llegan a asistir a las víctimas de los conflictos y la intolerancia. En relación a Cuba, Venezuela y otras naciones, ciertamente es muy legítimo adoptar distintas posiciones sobre lo que allí ocurre, así como defender o fustigar libremente a tales regímenes. De la misma forma como tantos apelamos (comunistas, sobre todo) a la acción de todo el mundo en solidaridad con la disidencia chilena durante la dictadura de Pinochet.  Demandando, incluso, el envío de armas desde el extranjero  para oponernos al propósito de Pinochet de perpetuarse en el Gobierno. O justificando, […]

Estudios realizados por ONU-Mujeres revelan que uno de los principales obstáculos para lograr el empoderamiento laboral femenino es el tiempo (más del triple) que ellas dedican al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados. Estimaciones de esa organización refieren que superar las brechas de género en el mercado laboral podría incrementar en 14 por ciento el Producto Interno Bruto per cápita en la región. Sin embargo, la tasa de participación laboral femenina es 26 por ciento inferior a la masculina y el desempleo, 50 por ciento mayor, al tiempo que ganan como promedio 19 por ciento menos que los hombres, diferencias que suelen ser superiores entre las jóvenes, afrodescendientes e indígenas. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, cerca del 10 por ciento de la población de la región es indígena y, junto con los afrodescendientes, presentan los peores indicadores sociales y económicos como muestra la alta mortalidad materna. Ante esta realidad, el Parlamento Latinoamericano y Caribeño, con sede en la capital panameña, acogió recientemente el foro regional que sobre el empoderamiento económico de las féminas sesionó previo a la 61 Comisión Jurídica y Social de la Mujer, que tendrá lugar del 13 al 24 de marzo en Naciones Unidas, Nueva York. Entre los temas más debatidos durante el proceso de negociación sobresalen los relacionados con los derechos sexuales y reproductivos, diversidad sexual e identidad de género, pues no en todos los países de la región se manejan de igual forma y su enfoque depende de los sistemas políticos y avances en esta materia. No obstante, ‘se logró entender la necesidad que tiene la región de avanzar en los temas que nos unen como países y en lo que resulta importante hacer desde el Estado y el Gobierno para impulsar más la participación femenina’, aseguró Yanira Kuper, secretaria de la esfera de Relaciones Exteriores de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). En entrevista con Prensa Latina, la miembro del Secretariado Nacional de la organización femenina, elogió la posición común alcanzada en un contexto tan adverso, donde contribuir a la consolidación de esta unidad desde la visión de las mujeres y de género, de cara a las políticas imperiales de dominación, resulta una necesidad en la región. El encuentro, además, permitió intercambiar experiencias para ver cómo en América Latina y el Caribe ‘logramos que el empoderamiento de la mujer responda a los intereses, necesidades y derechos de estas como seres humanos plenos’, precisó. La funcionaria resaltó que el documento final, cuyo contenido forma parte de las conclusiones, también reconoció los acuerdos y la declaración especial sobre el empoderamiento de la mujer, adoptada en enero último durante la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, celebrada en República Dominicana. Otro de los asuntos ampliamente debatidos fue el trabajo doméstico, la corresponsabilidad de las tareas al interior de la familia, la necesidad de distribuir adecuadamente los roles entre hombres y mujeres para que estas tengan más posibilidad de trabajar y acceder a diferentes niveles de toma […]

Las recientes revelaciones sobre el “incremento patrimonial relevante e injustificado” del coronel Sergio Vásquez, reflotaron los cuestionamientos hacia los pobres controles y fiscalizaciones de parte de las instituciones civiles sobre las FF.AA., especialmente en lo relativo a sus finanzas: “No es posible que un funcionario se enriquezca de manera ilegal sin que salten alarmas con anticipación”, señaló el diputado Jaime Pilowsky. Como preocupante y una muestra más de la necesidad de mejorar la fiscalización y controles a las finanzas de las FFAA, calificaron parlamentarios las revelaciones conocidas sobre la investigación que lleva adelante el ministro Omar Astudillo en contra del coronel Sergio Vásquez Undurraga ex jefe de Finanzas de la Comandancia en Jefe del Ejército, por “incremento patrimonial relevante e injustificado” Este caso se suma a las acusaciones hechas al ex comandante en jefe del Ejército Juan Miguel Fuente-Alba por similares irregularidades y al llamado caso “Milicogate”, sobre el fraude realizado con les recursos de la Ley Reservada del Cobre, lo que ha planteado entre algunos parlamentarios y expertos la necesidad de regular esta eventual autonomía de la que gozan las FFAA en materia financiera. El diputado de la DC Jaime Pilowsky, quien presidiera la comisión investigadora del fraude en el Ejército recordó que una de las conclusiones emanadas de la instancia fue “la falta de un sistema de control, eficiente y seguro, que permitiera tener un control respecto de lo que se estaba realizando y cómo se estaba ejecutando y administrando los recursos de los fondos de la Ley Reservada del Cobre”, y apuntó a una serie de instituciones que tienen responsabilidad en estos hechos. “Uno, el Ejército, particularmente el Comando de Apoyo de la Fuerza, en su momento, respecto de los fondos que ellos administraban de la Ley Reservada del Ejército, la Contraloría del Ejército y también dos instituciones del ámbito civil: la Contraloría General de la República que tiene que tener un control y auditoría potente en esta materia, con personal especializado, y también el Ministerio de Defensa (…) Hubo una falta de control, también por parte de los organismos que deben supervisar la correcta ejecución de los recursos fiscales”. “Lo que sí veo es que en materia de recursos, fundamentalmente los vinculados a la Ley Reservada que, lógicamente, por ser de naturaleza reservada en cuanto a su ejecución, hay mayores probabilidades de cometer algunas irregularidades”, agregó. Pilowsky señaló que “resulta preocupante”, que quien ejerciera como jefe de Finanzas de la Comandancia en Jefe del Ejército se vea involucrado en este tipo de delito, lo que revelaría las fallas de control al interior de la institución: “No es posible que un funcionario se enriquezca de manera ilegal sin que salten alarmas con anticipación”, concluyó. El diputado de Amplitud Pedro Browne, ex integrante de la citada comisión, señaló que no es bueno para el Ejército el hecho que “vayan apareciendo sistemáticamente distintos casos”, por lo que plantea que es necesario hacer “una revisión por parte de las contralorías y las auditorías internas del Ejército de manera mucho más […]

La Organización de Naciones Unidas (ONU) tiene en sus metas de Desarrollo Sostenible para 2030 a la mujer rural como ente fundamental para contribuir a erradicar el hambre que padecen 795 millones de personas de todo el mundo. Apenas 13 años restan para la meta y lo primero y más importante para colocarlas en plena capacidad para librar esa batalla es liberarlas de los obstáculos que frenan su desarrollo como ser social, incluso hasta como fuerza de trabajo. Ellas solo necesitan ser convocadas y tenidas en cuenta para revolucionar su entorno y una década puede ser suficiente para asumir el reto de eliminar desigualdades, llevar bienestar a la mesa, prosperidad en la familia, armonía y paz en las comunidades. ‘Alcanzar la igualdad de género y empoderar a las mujeres no solo es lo correcto; es un ingrediente crucial en la lucha contra la pobreza y el hambre’, definió José Graziano da Silva, director general de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La propia FAO en sus estudios concluye que la migración a los centros urbanos, incluso los conflictos militares y de otra índole, provocan un rápido aumento del número de familias rurales cuyo jefe de hogar es de facto una mujer. Empero, en su inmensa mayoría carecen de poder social como madres solteras, viudas, divorciadas, esposas de trabajadores migrantes, ancianas y enfermas. En general están impedidas de tomar decisiones y en el peor de los casos tampoco disponen de representación en el gobierno de las comunidades, además de que cada vez tienen menos seguridad individual en el marco de la legislación tradicional. Con demasiada frecuencia, los derechos que pueda tener una mujer quedan a merced de la voluntad de los familiares varones. Si son solteras, divorciadas o viudas terminan muchas veces dependiendo de parientes lejanos. Según la FAO las mujeres campesinas, en particular, son las responsables de la mitad de la producción alimentaria mundial y generan entre el 60 y el 80 por ciento de los alimentos en la mayor parte de los países en desarrollo. En esas naciones ellas representan cerca del 43 por ciento de la mano de obra agraria, encargadas no solo de la cadena de valor agrícola de sus comunidades, sino también de producir, procesar y preparar los alimentos que se llevan a la mesa en sus hogares. Por ejemplo, añade el ente de la ONU, en el África Subsahariana y en el Caribe, ellas producen hasta el 80 por ciento de los alimentos básicos, mientras en Asia, entre el 50 y el 90 por ciento del trabajo en los arrozales es realizado por mujeres. Tras la cosecha, las féminas agrícolas de las naciones en desarrollo son casi las únicas encargadas de las actividades de almacenamiento, manipulación, comercialización y elaboración. En resumen, las mujeres rurales, granjeras y trabajadoras agrícolas, horticultoras, comerciantes en los mercados, empresarias y líderes de sus comunidades constituyen más de una cuarta parte de la población mundial. Además, rodean, abrigan y le dan vida a las otras tres cuartas partes […]

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