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En forma majadera, los medios de comunicación del establishment han querido instalar la idea de que el Partido Comunista de Chile fue la única colectividad política existente que no suscribió el llamado “Pacto por la Paz Social y la Nueva Constitución”, que es el resultado de la “cocina” de la élite política, y que ese acuerdo contaría con un respaldo transversal “desde la derecha al Frente Amplio” y que sólo los comunistas “se autoexcluyeron”. De esta forma, procuran afirmar la legitimidad de la movida que dieron a conocer una madrugada. Ello no es cierto. En verdad, las colectividades políticas constituidas legalmente en el país que no aceptaron suscribir el acuerdo, en particular por el quórum supramayoritario que impone para los acuerdos de un eventual futuro órgano constituyente, son diversos y son los siguientes: Partido Comunista de Chile: Por cierto, es una de las principales fuerzas históricas de la izquierda chilena. Fue fundado el 4 de junio de 1912 como Partido Obrero Socialista (POS) y uno de sus principales articuladores fue Luis Emilio Recabarren, uno de los forjadores del movimiento obrero. Integró los Gobiernos de Pedro Aguirre Cerda y Salvador Allende, fue víctima de la persecución en tiempos de Gabriel González Videla y de la dictadura cívico–militar. Su principal figura en la transición pactada fue Gladys Marín. Integró también el segundo Gobierno de Bachelet. Su presidente es Guillermo Teillier. En las elecciones parlamentarias lograron ocho diputados, entre ellos Camila Vallejo y Karol Cariola. Integra la coalición Unidad por el Cambio. Federación Regionalista Verde Social (FREVS): Se formó oficialmente en el año 2017 como resultado de la fusión de cuatro partidos regionales, conformándose legalmente en las Regiones de Antofagasta, Atacama, Coquimbo, O’Higgins y Aysén. Su presidente es el diputado Jaime Mulet y además cuenta en sus filas con otros dos parlamentarios: Alejandra Sepúlveda y Esteban Velásquez. Sepúlveda y Mulet fueron, asimismo, figuras destacadas de la Democracia Cristiana en las Regiones de Atacama y O’Higgins, y a nivel nacional. Integra la coalición Unidad por el Cambio. Partido Progresista de Chile. Su origen se remonta a la primera candidatura presidencial del ex diputado Marco Enríquez–Ominami en 2009, cuando logró el 20.13 por ciento. En 2018 desarrolló un proceso de fusión legal con el Partido País y al año siguiente sumó a la Izquierda Ciudadana (IC). Su sigla oficial es Los Progresistas y se encuentra constituido en todo el país. Por dos años consecutivos ha sido considerado el partido con mayor cumplimiento en estándares de transparencia. En las elecciones parlamentarias de 2017 lograron elegir una diputada. Integra hoy sus filas el Senador Alejandro Navarro y el ex Ministro Víctor Osorio. Su presidente es el economista Camilo Lagos. Integra la coalición Unidad por el Cambio. Convergencia Social: Es uno de los partidos principales del Frente Amplio. Fue el resultado de la unidad que el año pasado se produjo entre los grupos políticos Movimiento Autonomista, Izquierda Libertaria, Nueva Democracia y Socialismo y Libertad (SOL). Entre sus principales figuras se encontraban el diputado Gabriel Boric y el Alcalde […]

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La declaratoria de Guerra interna del Presidente Sebastián Piñera, a la oposición expresada por las multitudinarias  movilizaciones sociales desarrolladas en el país a partir del 17 de octubre pasado,  constituyen un grave peligro para la democracia recuperada por el país tras la dictadura  de Pinochet )1870-1973), y el modelo institucional totalitario  de los grandes empresarios y la Derecha chilena. El Presidente dijo, el  19 de octubre, tres días de iniciadas las manifestaciones: “Estamos en guerra contra  un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie, que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia, sin ningún límite”. Consecuentemente entregó el control del Orden Público a las Fuerzas Armadas, impuso el Toque de Queda, en el país,  y se alisto para ejercer la represión, buscar culpables del desastre, atacar a la oposición, y fortalecer la actividad de inteligencia- el espionaje, la represión, la tortura y la violación a los Derechos Humanos en el país. Cuando el presidente  afirma que el estallido social, la expresión de la exasperación popular es poco menos que una conspiración contra su gobierno, lo que hace es predicar una política de odio, descalificar el legitimo sentimiento y    contenido de la protesta, satanizar las demandas de justicia social,  y atrincherarse en una legitimidad de origen de su poder relativizada por el ejercicio de una política que desconoce, ignora y desprecia el estado de ánimo, la realidad de la situación del país y sobre todo del pueblo. El problema es que insistir en la misma retórica agresiva y amenazante, en una primitiva concepción maniquea de “buenos y malos”, a más de tres semanas de la explosión social, ya no es un tema de bipolaridad ideológica y política, sino una incapacidad de gestionar e imaginar una sociedad que se aleja del modelo neoliberal fracasado, y que clama por una reforma estructural que ponga realmente en el centro a los ciudadanos, a la justicia, a la equidad. Es una política que, además, por su ineficacia e ineptitud es rechazada incluso por su parte importante de su propio sector político y del empresariado, que entendiendo que las supuestas soluciones propuestas desde La Moneda, solo llevan al precipicio ,a mayores protestas y a una derrota política de proporciones para sus intereses, han reaccionado restándole su confianza y elaborando con premura sus propios programas de salida de la crisis, presionando a los políticos de Derecha y al Gobierno, a sumarse a sus estrategias de salvataje del modelo. En este escenario de confusión en los círculos del poder y del modelo, y de surgimiento de un potente movimiento social que reclama su lugar en le sociedad y en la disputa política,  es donde surge en La Moneda, en los grupos empresariales y en los  círculos políticos de la Derecha, la tentación totalitaria, de violación violenta de la institucionalidad democrática, del ejercicio de una democracia participativa, y de protagonismo del mundo social. La opinión pública no debe dejarse engañar por la palabrería de que La Moneda, el Gobierno, la Derecha, los gremios […]

El ciclo de movilización ciudadana que tuvo su punto de partida en las evasiones al Metro y que desde el viernes 18 de octubre se propagó por todos los rincones de la patria, tiene un origen que procede fuera de nuestras fronteras nacionales. Sin embargo, no se trata del Foro de São Paulo, el Grupo de Puebla o de los Gobiernos de Venezuela, Cuba o Rusia, como se ha sostenido, con indisimulado delirio, desde la derecha y la ultraderecha chilena y extranjera. En Internet han circulado innumerables fake news y “memes” reiterando esa aseveración, incluso con la pretendida develación de los siniestros planes de la izquierda, propagados por las legiones virtuales de bots, haters y trolls fanáticos de la derecha extrema. También fue comentado en el reportaje de “La Tercera” que apuntaba a una “posible vinculación con los servicios secretos” de Cuba y Venezuela en los ataques incendiarios al Metro, que supuestamente era investigada por las autoridades. Ello provocó que se publicara una retractación del medio casi inmediata, luego de que la “información” fue desmentida por el Fiscal preferente de la Zona Oriente de la Región Metropolitana, Omar Mérida. No es todo. Desde Estados Unidos se acusó a Rusia de usar agitadores en las redes sociales para “exacerbar las divisiones” en Chile. “Tenemos indicios de actividades rusas para dar un curso negativo al debate”, dijo a la prensa un funcionario del Departamento de Estado. La Casa Blanca informó que Donald Trump llamó a Sebastián Piñera para expresarle su apoyo y denunció que hay “esfuerzos extranjeros para minar las instituciones” en el país. El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, denunció un “patrón” de desestabilización proveniente de Venezuela y Cuba –que incluiría a Chile–, atribuyéndoles a esos países una responsabilidad en las multitudinarias movilizaciones. Hay un origen extranjero, pero no está en Moscú, en La Habana o Caracas. Más bien hay que rastrearlo en Washington, Chicago y Langley. ¿Cuáles son los ejes principales que han articulado las movilizaciones de la ciudadanía? La indignación con los abusos y la desigualdad, el rechazo a las elites políticas y económicas, por lo que han apuntado al sistema político–institucional, sobre todo a la Constitución, y el modelo económico–social. Allí radica el origen del malestar y de la protesta. Ello puede confirmarse a través de las diversas encuestas de opinión pública conocidas desde el 18 de octubre, pero también por el camino de observar en terreno las demandas que levantan las personas en las calles. Y ese origen efectivamente fue resultado, en gran medida, de la intervención extranjera en Chile. LA ACCIÓN ENCUBIERTA Poco más de tres años después del golpe de Estado en Chile, el 18 de diciembre de 1975, se conoció en Washington el “Informe de la Comisión (del Senado de los Estados Unidos) designada para estudiar las operaciones gubernamentales concernientes a actividades de inteligencia”. La Comisión fue presidida por el senador demócrata Frank Church, por lo cual se le conoce generalmente como el “Informe Church” o la “Comisión Church”, y su propósito […]

¿Qué tienen en común Sebastián Piñera y Mauricio Macri? Ciertamente, no son escasas las coincidencias, aparte del hecho de que ambos gobernantes son grandes empresarios. Lo fundamental es que compartían un proyecto de sociedad común, el modelo neoliberal, el que –según se encargaron de proclamar– era el único capaz de producir crecimiento, empleo y prosperidad general. Además, Macri era un aliado clave para las pretensiones de liderazgo regional de Piñera. Así, hace poco tiempo atrás Piñera aconsejaba a Macri “que no se deje presionar por los cantos de sirena” y que “si es necesario se ponga tampones en los oídos”, una fórmula que ahora pareciera estar operacionalizando sin tapujos para enfrentarse a la ciudadanía chilena que reclama cambios. El desenlace del experimento en Argentina ofrece claves para aprehender la situación en Chile: la contundente derrota de Macri en las elecciones presidenciales ha coincidido con la protesta ciudadana en contra del abuso y la desigualdad, la que ha irrumpido con una persistencia en el tiempo y extensión social y geográfica sin precedentes. Unos tres meses antes de la caída de Macri en el país trasandino y la emergencia de la movilización ciudadana en Chile, Piñera y el gobernante argentino se encontraron al otro lado de la cordillera en un diálogo organizado por el think thank neoliberal Fundación Libertad, titulado “Oportunidades y desafíos para América Latina”, que fue moderado por Gerardo Bongiovanni. El diálogo fue, además, unas pocas semanas antes de las PASO en la Argentina, que mostraron la gigantesca desaprobación de Macri. Bongiovanni es uno de los principales propagandistas del neoliberalismo en la región, en su calidad de presidente de la Fundación Libertad y de la “Red Libertad” de la Argentina, secretario general de la Fundación Internacional para la Libertad (presidida por Mario Vargas Llosa); e integrante de la mesa directiva de la Mont Pelerin Society, por la que han pasado los principales ideólogos neoliberales, como Friedrich Hayek y Milton Friedman, el padre del “modelo chileno” impuesto en tiempos de la tiranía.   El diálogo de estos tres personajes es impresionante e impactante. Por completo, ciegos y sordos frente a la realidad social de Chile y Argentina. Por completo, embriagados con su adscripción dogmática al neoliberalismo, sin disposición de ceder ni un milímetro a las demandas sociales que ya se hacían sentir en forma masiva en el país trasandino y que pronto irrumpirán en territorio chileno. En los mismos momentos en que la economía argentina estaba a unos pasos del colapso de dimensiones apocalípticas, en un estado de bancarrota que golpeaba brutalmente a la clase media y los trabajadores argentinos, Piñera dijo que “todo lo que ha hecho Macri es lo que hay que hacer y los frutos están a la vuelta de la esquina”… Según la transcripción del diálogo que fue divulgada por el Gobierno de Chile, Piñera dijo: “El consejo que yo daría (para que Macri lograra un segundo mandato) es perseverar (…) Yo creo que cualquier personaje que analiza con objetividad (sic) se da cuenta que los cambios que […]

Sergio Micco, director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), pidió a las instituciones del Estado que soliciten un peritaje internacional sobre los elementos empleados por Carabineros en las protestas sociales registradas en Chile en las últimas semanas. Observadores del INDH han comprobado que por la represión de las fuerzas policiales a los manifestantes, 27 personas han resultado heridas por balines, 38 por disparos de bala, 288 por armas de fuego no identificadas y 402 por perdigones. En total son más de 700 las personas con lesiones producto del equipamiento con que cuenta la policía para imponer el control del orden público tras el estallido social del pasado 18 de octubre en contra de las políticas neoliberales del gobierno. En declaraciones a los medios, Micco considero que “lo más responsable es que se pida un peritaje internacional acerca de la composición de los objetos que se lanzan, ya sean balines, perdigones de goma o metálicos”. Ello permitiría también “conocer la composición, potencia, presión y cantidad de pólvora de las bombas lacrimógenas”, explicó. Un informe de los observadores del INDH con datos recogidos hasta el 30 de octubre señala que se han presentado 167 acciones judiciales desde que se iniciaron las protestas hace dos semanas. De ellas, cinco son por homicidio, 120 por torturas, y de estas 18 por violencia sexual, mientras que el personal del INDH ha registrado directamente cuatro mil 271 personas detenidas en comisarías y mil 035 heridas. Santiago, 1 de noviembre de 2019 Crónica Digital / Prensa Latina.

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Tras  la legítima alegría ante el hecho  inobjetable de la derrota del gobierno del presidente chileno, Sebastián Piñera y el gobierno de la Derecha política  y política,  a manos de  un pueblo  masivamente en marcha ,  se impone social y políticamente la interrogante sobre el futuro del movimiento ,  de una consecuencia  legitima, pero al mismo tiempo eficaz, de la protesta. Una respuesta ciudadana  ha sido la convocatoria a Cabildos ciudadanos- una fórmula de participación ciudadana, que se vincula a una tradición chilena  e hispana de siglos que ha revivido al calor del entusiasmo de la manifestación,  en centros poblacionales, gremios,  centros de estudio y sindicatos y vecinos, comunas, centros de reflexión política y acción cultural, dando cauce a las demandas de  igualdad,  justicia, respeto y equidad, que inspiran la plataforma  explicitada en las concentraciones en las Plazas Baquedano (Italia) y Ñuñoa y otras comunas de la Región Metropolitana y a lo largo del país. Las demandas de una Nueva Constitución,  plebiscito , fin al Estado de Emergencia ( volver a las Fuerzas  Armadas a sus cuarteles), Salarios Mínimos sobre la línea de la pobreza, Jornada laboral de 40 horas,  congelamiento de las alzas en los servicios  básicos, elevar las pensiones básicas, congelar los proyectos de pensiones y tributaria,  gratuidad de pasajes en la movilización pública de estudiantes y adultos mayores,  gratuidad de la educación, rebaja en los altos sueldos de parlamentarios  y otras autoridades gubernamentales y otros temas de la agenda  nacional, local o sectorial, puesta en el tapete por los manifestantes, son ahora discutidos en los Cabildos, y las primeras informaciones recogidas, constatan el interés, hasta el entusiasmo  y la pasión  de los cabildantes en el análisis, discusiones y  propuestas surgidas. Obviamente no basta  con esa sensación colectiva  de triunfo  de la calle, y de derrota del gobierno en su estrategia de represión  y de perspectiva en un proceso  social  que debe ser considerado en proyección y abierto  a muchas perspectivas. Ello sin duda es un reflejo del cambio de la temperatura política en el país, tras una semana de acción ciudadana, pero también  es una responsabilidad   y  una objetiva  percepción  de participación en los asuntos centrales del momento político y de la perspectiva política e institucional del país. Dos eventos de partidos opositores  al gobierno,  un pleno de la dirigencia máxima del Partido Comunista,  y sendas reuniones de los máximos órganos directivos del Partido Socialista y de la Democracia Cristiana, en estos días, propusieron respuestas  a un desafío que también los interpela, pero hace falta de una toma de conciencia  de sus deberes en la encrucijada. Los desafíos electorales próximos, elecciones de gobernadores y municipales, ponen un sentido de urgencia  a la definición de las políticas  de la oposición chilena, a la exigencia estratégica  de su unidad, y a la formulación de su plataforma estratégica y táctica. Claramente, indican fuentes  disidentes de las posturas oficiales de la oposición, no se puede desaprovechar este momento histórico, y aceptar una nueva frustración de un ejercicio  que participó, también con […]

Los estallidos sociales nunca son espontáneos. Siempre tienen contexto; sentido de la historia; subjetividad; intensas emociones que brotan; sujetos y actores sociales. Sí, pueden ser episódicos. Dejar huellas, pero desvanecerse en la espesura social de un sistema de dominación que, casi por definición, siempre intentará domesticarlo. Nadie puede negar que son millones los que protestan; se movilizan; se expresan en las calles. Nadie puede desconocer que lo hacen porque no soportan condiciones de vida que, no son de unos cuantos meses. Son de años, y de décadas. Nadie puede, a estas alturas, buscar perversas asociaciones entre esas movilizaciones multitudinarias, y las acciones de saqueo, violencia, que también tienen una explicación social. Es tal la fuerza de todo esto, que hasta el pesado y burocrático sistema de medios hegemónicos de Chile, especialmente los grandes canales de TV, han debido abrir reducidas brechas, no porque tengan cierta simpatía con estas expresiones, sino porque están cuidando su mercantilizada credibilidad de rating. El sistema político y su institucionalidad, fatigado y elitista, también ha sido permeado. La “democracia representativa” muestra sus carencias de forma y fondo. Ante este cuadro, quienes hoy gobiernan el sistema de dominación que, esencialmente surge desde comienzos de la década de los 90 del siglo pasado, se mueven entre “la guerra y el diálogo”, literalmente. Represión; estado de emergencia; toque de queda; disparos; torturas; militares en las calles. Al mismo tiempo, almuerzos en La Moneda, intercambios tensos en el Parlamento; anuncios cosméticos que, simplemente, pasaron de largo. No se puede descartar que la militarización de la sociedad y la política se incremente. Y, muy lamentablemente, que la derecha vuelva, como lo ha hecho en toda la historia de Chile, a profundizar la violencia del estado sobre la sociedad. Varios intentos de la derecha, y su gobierno, por retomar la iniciativa, han tácticamente fracasado. No se puede descartar que esta situación se prolongue en el tiempo. Muchas y muchos, casi atávicamente, hablan y hablan de “la salida”. Pero lo hacen en lo reducidos encuadres del actual sistema institucional, incluso reducido. Sin embargo, en los encuadres democráticos, que siempre son dinámicos, hay un camino, y bastante realista. Que el gobierno, y el Parlamento, asuman su fatiga y desgaste. Y que ayuden a generar los espacios de diálogo en donde las organizaciones sociales; los movimientos sociales; sean protagonista como contraparte legítima y necesaria. Esto, en situaciones de crisis, se ha realizado en diversas partes del mundo. No es ninguna novedad. Sí lo es, en Chile, un país que, hasta ahora, era considerado una especie de taza de leche neoliberal. Pero no era así…y tal vez nunca fue así. De ese diálogo democrático, efectivamente puede surgir un gran Acuerdo Nacional que, por definición, no puede poner límites de contenidos antes de iniciarse ese mismo diálogo. La base del diálogo democrático es partir reconociendo las partes, y su posibilidad de incidencia. En ese proceso, por cierto, los partidos políticos pueden, y deben, jugar un gran papel. Pero asumir que, hoy, es la hora de los movimientos […]

Se rompió el relato del Chile exitoso.  El culto extendido al constructo político económico, elaborado en los inicios de los años 90, llega a su fin.  La tecnocracia clerical conservadora y la vieja Concertación, ven como los íconos edificados en esta larga liturgia, se queda sin feligreses: la democracia protegida, el credo del emprendimiento, la monserga meritocrática, el chorreo que nunca llega, la gran estafa de la capitalización individual, el crecimiento para la estadística. Dicho lo anterior, es el momento de la política en su máxima expresión. No obstante el gobierno ha renunciado a ella. Renuncia cuando decreta una de las facetas del estado de excepción y saca los militares a la calle.   Renuncia, cuando transforma sus vocerías en una descripción de daños y criminaliza la protesta social.  Renuncia, cuando busca espacios de diálogo practicando la exclusión o con invitaciones a regañadientes. Renuncia, cuando el Ministro del Interior nos dice que: “no tengo ninguna responsabilidad política”.  En consecuencia, las detenciones injustificadas, los heridos, los muertos de estos días, la destrucción de la infraestructura pública y privada, se explica en hechos azarosos, cuya responsabilidad es de la ciudadanía que decidió manifestarse en las calles. El señor Piñera, en un resabio de su formación escolar prusiana, ha puesto en el centro de la discusión la vieja máxima de Von Clausewitz “la guerra es la continuación de la política por otros medios”. ¿Se trata entonces de una guerra personal e imaginaria? ¿Se trata de una pataleta social? La explicación proveniente desde la psiquiatría resulta exigua, por momentos irrelevante, al poner a los abusados, los excluidos, los violentados en el diván. Téngase presente que dentro de la estrategia política del gobierno, siempre rondó la idea de un nuevo “acuerdo nacional”.   Se trataba, de revalidar los privilegios ya  logrados y extenderlos por cuarenta años más. Así se entiende el plan Araucanía, que era un conjunto de medidas destinadas especialmente al mundo empresarial de la zona, militarizando, criminalizando, persiguiendo, abriendo mesas de diálogo con los dispuestos a aceptar migajas. Del mismo modo, las emprendieron contra los estudiantes durante meses, buscando destruir las comunidades, los espacios democráticos que no aceptaron ni aceptarán la propuesta de “aula segura”. Cubillos y Alessandri, son los espectros destinados a calentar el ambiente hasta lo inaudito. Estábamos con la amenaza a la oposición en la Cámara de Diputados, de acusar inconstitucional en el proyecto de ley de cuarenta horas, donde la derecha pretendía recurrir al cuestionado Tribunal Constitucional.  Estábamos con los intentos de reintegración con saldo favorable al gran privado. Y estallo todo… Bajo esas circunstancias, la élite económica y política, pretende resolver el conflicto que les revienta producto de la desigualdad, el menosprecio y el abuso, recurriendo con rapidez a las Fuerzas Armadas, desplegándolas en principio en Santiago y luego en casi todo el territorio nacional. Detrás del llamado del gobierno al diálogo excluyente, opera la intensión de fraguar un acuerdo entre cuatro paredes, de ahí el conjunto de medidas centradas en pequeñas mejoras económicas, muy lejanas a lo que los […]

Con la convocatoria en la tarde de este viernes a una manifestación, «la más grande de todas» en la Plaza Italia, centro  neurálgico de las concentraciones populares de la capital chilena, se inicia el séptimo día de la protesta nacional, que ha puesto en jaque al Gobierno del presidente Sebastián Piñera. El llamado hecho a través de las redes sociales, enfatiza el carácter pacífico de la movilización y se dirige a las familias chilenas, a los jóvenes, a los trabajadores, a los empleados del Estado, a los artistas y todos los sectores de la población. Los organizadores agregaron que las acciones masivas se repetirán a través de todo el país, marcando el carácter nacional de la iniciativa y su determinación de mantener la protesta. Hasta ahora las movilizaciones se han ido desarrollado en franco crecimiento, llegando a unas 200 mil personas en Santiago, con la característica de un ambiente pacífico y hasta festivo durante el día y expresiones de violencia, saqueos e incendio de comercios por la noche, luego de iniciado el toque de queda, en que el orden queda a cargo de efectivos policiales y militares. La jornada de este viernes fue iniciada por centenares de camioneros transportistas, taxistas y automóviles particulares, que desde las primeras horas han ocupado y bloqueado las carreteras que llegan a Santiago, autopistas urbanas y calles de varias comunas capitalinas. El motivo de la acción es reclamar contra el alza del TAG,(etiqueta de identificación de los vehículos) utilizado para el cobro automático de peaje. Por otro lado, las ONG y diversas nacionales encargadas de la defensa de los Derechos Humanos en el país se preparan para recibir el lunes una misión del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que encabeza la  ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet. La tarea de la llamada «misión de verificación» será examinar la situación de derechos humanos en el país, tras la declaratoria de Estado de Emergencia y toque de queda por el gobierno el pasado 18 de octubre, en respuesta a la masiva protesta nacional, y las denuncias sobre abusos y uso excesivo de la fuerza en la represión a los manifestantes. El grupo de tres expertos enviados por la ONU se entrevistará con altos cargos del Gobierno, representantes de la sociedad civil, víctimas, instituciones nacionales de Derechos Humanos y visitará varias ciudades del país. El último balance entregado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) registra 2.890 detenidos y 582 heridos en tras la represión del día jueves  este jueves 24 de octubre. El detalle del registro  establece que de los 2.890 detenidos 294 son mujeres, 1.182, hombres y 225, niños, niñas, y adolescentes. Las personas heridas por armas de fuego, son 295, y en tanto a los recursos judiciales presentados por la entidad, 14 son amparo, cinco querellas por homicidio, 12 por violencia sexual (desnudamientos, amenazas de violación y tocaciones) y 36 querellas sin definir. Por Marcel Garcés Muñoz Periodista Director de Crónica Digital Santiago de Chile, 25 de octubre 2019 Crónica Digital

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No estaba en el listado oficial de fallecidos del Gobierno, pero finalmente el Subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, debió terminar confirmando que Alex Andrés Núñez Sandoval fue asesinado producto de una violenta golpiza por carabineros durante la madrugada del martes 22 de octubre. Era Técnico en Mecánica, dueño de un pequeño taller en su casa y padre de tres hijos. El próximo 10 de noviembre iba a cumplir 40 años. Habría estado durante la noche del domingo en Estación Del Sol de Maipú, ubicada en la tradicional Avenida Pajaritos, en el centro del nudo vial formado por la Autopista del Sol y Américo Vespucio, a muy corta distancia de “la Plaza”, como denominan los maipucinos al centro de la histórica comuna. Sus familiares cuentan que participó pacíficamente en la protesta ciudadana hasta que lo sorprendió el toque de queda. De acuerdo a los reportes que ha recogido la prensa, luego de la llegada de un piquete de Fuerzas Especiales de Carabineros el grupo que estaba protestando se dividió en dos para escapar. Núñez habría sido alcanzado por un primer lumazo en la cabeza. Luego habría sido rematado mientras se encontraba en el suelo. Su pareja, Natalia Pérez, contó al diario “La Tercera” que tres carabineros “le pegaron lumazos en las piernas y patadas en la cabeza”. Al día siguiente, no despertó. Vomitaba sangre. Se llamó al SAMU. Lo trasladaron hasta la Posta Central, de madrugada, por edema cerebral, TEC cerrado y fractura de cráneo. Alex murió durante la madrugada del martes en las dependencias del Hospital de Urgencia Asistencia Pública (HUAP). “Según testigos y la propia familia, la víctima habría fallecido producto de golpes provocados por Carabineros. El Ministerio Público iniciará una investigación del caso para esclarecer los hechos”, afirmó el Subsecretario del Interior. La Fiscalía Metropolitana Occidente abrió una causa penal por su asesinato, para investigar las circunstancias que provocaron su deceso. Según Radio Bío Bío, el Fiscal Jefe de Maipú, Luis Pablo Cortés, informó que “los antecedentes que tenemos de inicio es que efectivamente se trata de una muerte a consecuencia de politraumatismos diversos, en varios lugares del cuerpo y de distintas formas, es decir una persona que recibió muchos golpes simultáneamente de fuentes diversas”. “Quiero que se haga justicia, dejaron a una madre sin su hijo, a tres niños sin su papa. ¿Por qué golpearlo hasta la muerte?”, clamaba Natalia, la viuda. “Hay una campaña de terror asquerosa. No se callen”, fue su mensaje. Mientras estos dolorosos hechos ocurrían, en las redes sociales personas muy cristianas y amantes de la vida se regocijaban con la ocupación policiaco–militar del territorio. Decían que así se aseguraba el orden y la tranquilidad frente a la violencia. Otros tantos deliraban con supuestas conspiraciones del Foro de São Paulo e incluso de los alienígenas. Pero al maipucino Alex Núñez le arrancaron la vida a golpes sin haber cometido más delito que hacer uso de su legítimo derecho a protestar y sin tener más certezas que el reconocimiento del abuso y la injusticia […]

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