Por Marcel Garcés Muñoz La verdad que prácticamente no es posible eludir el abrumador ambiente  comunicacional, levantado por empresas publicitarias  y sus correspondientes intereses comerciales,  en torno a la XXII versión del Mundial de Futbol, quizás el mayor negocio global de la actualidad. Se trata, claro está, de mucho más que de un evento deportivo,  sino de un evento de una compleja telaraña  de intereses  políticos y económicos de un carácter geopolítico y de lucha de campos de influencia y de poder en todo un escenario donde se debaten o confrontan intereses, ganancias, traiciones, corrupción, tráfico de drogas y de personas y operaciones de limpieza de imagen, complicidades con violaciones de derechos humanos y democráticos  o simplemente humanitarios, y diversas formas de  discriminación racial o  de género, confabulados con  una mafia de  traficantes de deportistas, conocidos en los medios como los “representantes”, es decir los que suben y bajan los valores el mercadeo  de ellos, y viven a su costa. Todo ello en un escenario hipócrita, cómplice, de complacencia culpable de la FIFA y otros poderes globales o locales, (políticos, económicos, mediáticos, gubernamentales y hasta familiares), que profitan de los triunfos, la vida familiar, las aventuras, las desventuras y finalmente con  la inevitable declinación de los que por un  momento son los héroes, los modelos y representantes poco menos que del honor nacional. La realidad es que la determinación del 2 de diciembre del 2010, en Zurich elegir a Catar como sede de este Mundial, fue una operación  mafiosa, ya que  de acuerdo a  un informe inicial del grupo evaluador  de la FIFA, presidido por el chileno Harold Mayne- Nicholls era la peor opción para ser sede del evento, por ser de “Alto Riesgo”, ( fue el país peor evaluado como tal) lo que según el ex dirigente  del fútbol profesión nacional, en términos reales,  le costó “siete años de castigo”. (En julio de 2015,  Mayne-Nichollsfue  declarado  culpable,  por la Comisión de Etica de la FIFA de violar 4 artículos sobre  conflictos de intereses al haber recibido regalos y pedir favores  en la Academia Aspire, entidad  pantalla del gobierno Qatarí, solo días después de la visita y cuando aún elaboraba su informe). La historia de la decisión  de designar a Qatar el 2 de diciembre,  como sede de magno evento de esta gran empresa comercial, con un inocultable cariz de acontecimiento político, del llamado “planeta fútbol”, registra la denuncia de millones de dólares en  coimas, abierta corrupción  de nivel planetario, compra de clubes europeos ( el PSG, por ejemplo), un  almuerzo entre el presidente de Francia, Nicolas Zarcozy y el príncipe heredero de Qatar, Tamin Hamad Al Thami, una semana antes de la votación, convenios  energéticos  de Francia con crudos de Catar,  y futuros contratos  del país árabe de la Compañía Airbus con Qatar  Airways y la compra de  jet militares para la Fuerza Aérea Qatarí,  por un monto de  14 millones de dólares y gansteriles  amenazas a quienes han sido testigos y denunciantes, en lo  que  se trasformó  en el FifaGate, el mayor escándalo de la entidad, donde las cifras de millones de dólares abruman por su magnitud y por la impudicia de quienes pretenden imponer un manto de silencio, que en realidad es de complicidad culpable. Otro aspecto no menos trascendente, más allá de las […]

Por Marcel Garcés Muñoz Finalmente la Cámara de Diputados y Diputadas de Chile designó este lunes 7 de noviembre- o eligió, por decirlo en términos formales, a su Presidente, cargo que recayó en el parlamentario, el diputado liberal, Vlado Mirosevic, de la coalición oficialista Socialismo Democrático, poniendo fin así a un episodio deleznable y vergonzante de la historia  parlamentaria contemporánea en que se expusieron desvergonzadamente las carencias éticas del actuar de muchos sectores de la política tradicional chilena y donde hubo negociadores del gobierno (negociadoras, más bien dicho) que lograron poner en orden  el escenario, y llegar a un resultado aceptable al incordio generado en una de las entidades supuestamente “claves” de la institucionalidad administrativa del país  y hacer como si nada hubiese pasado y que se volvía a la “normalidad” parlamentaria. Y en definitiva volver a los abrazos, las sonrisas, declaraciones y discursos grandilocuentes, un legislador vociferante con hálito alcohólico mediante y una descalificación de los contrincantes – ajustada a derecho, habría que decirlo- a los que se caracterizó como “jauría”. Lo cierto es que se trata de un episodio como para la vergüenza pero no para el olvido. Culmina una triste maniobra política, de la peor ralea, con un guión miserable y actores inescrupulosos, claro que autoproclamados como “honorables”, algunos que se ufanan de  representantes de la ciudadanía, que escenificaron durante semanas una burda farsa, cuyas consecuencias éticas y morales no serán fácilmente olvidadas. Y que son parte de la crisis de confianza que ofrece la  clase política, – es decir una parte  sustantiva del llamado Poder Legislativo- ante la nación entera, la Opinión Pública, la ciudadanía, que asiste atónita a un espectáculo que se trasmite en TV, y que es financiado por el Erario Nacional. La historia se inicia con el acuerdo comprometido y suscrito en marzo pasado- hace  ocho meses atrás- por los partidos  de Gobierno ( Apruebo Dignidad y  Socialismo Democrático), la Democracias Cristiana y el llamado Partido  de la Gente-, de elegir en la testera de la Cámara de Diputados a la legisladora comunista, Karol Cariola. El acuerdo fue posteriormente- y con diversos argumentos  que no lograron ocultar el anticomunismo, pero sobre todo el desconocimiento de la palabra y el honor empeñado, fue violentado, desconocido y descartado, por parte de la DC y del PDG. Y llevo al PC a  bajar la postulación  de Cariola. Se trata de un episodio  vergonzante que mancha la historia política de sus protagonistas, al ofrecer,  parlamentarios, partidos y medios de comunicación un espectáculo miserable, de falta de pudor, del incumplimiento de un compromiso, de desvergüenza y hasta de miserable puesta a la venta de su conciencia. Pero de pronto surgió la impudicia, el odio político, el clasismo oligárquico, el viejo anticomunismo, y , más que los patéticos prejuicios machistas, una actitud que el pueblo chileno  ha definido siempre con meridiana claridad, y quizás no vale la pena consignar, para no herir sensibilidades ajenas. Pero lo  cierto es que los que firmaron, acordaron  e incluso se felicitaron de ofrecer la presidencia de la Cámara de Diputados, a Karol y al PC y luego ocultaron la mano de […]

Por Marcel Garcés Muñoz Sin duda la filtración en setiembre pasado, de 400 mil documentos del Estado Mayor Conjunto (EMCO) de las Fuerzas Armadas chilenas, con el rótulo de “confidencial”, “secreto” y “ultrasecreto”, constituyó un fuerte golpe a la confiabilidad del organismo que agrupa a los organismos de inteligencia de las Fuerzas Armadas del país y ejerce una coordinación de toda la llamada Comunidad de Inteligencia Nacional. De acuerdo a las informaciones la operación, realizada por un grupo de hackers que se identificaron como “Guacamaya” expuso comunicaciones, mails institucionales, con destalles de la doctrina, tanto dentro del país, de las instituciones y de la política exterior y del accionar  en áreas sensibles de la Defensa Nacional, como la ciberseguridad, el sistema de monitoreo de comunicaciones satelitales en las fronteras, y programas para almacenar datos de inteligencia. El accionar de los hackers abarcó por lo menos cinco años. El daño provocado contempla informes del Comando Conjunto Norte y del Comando Conjunto Austral, además de la labor correspondiente de los Agregados de Defensa chilenos en todo el mundo, cuya magnitud no se ha informado, pero permite suponer el perjuicio. Hasta allí se comprende la alarma y preocupación de los círculos castrenses y del gobierno, porque evidencia una falla grave de la seguridad de la operación y conducta de la inteligencia militar nacional y de su incapacidad e ineptitud en garantizar la reserva y prevención de daños en un área tan sensible de la Defensa Nacional. Pero hay un aspecto que no ha merecido la atención que se  requiere y que representa una falla grave de la doctrina  y practica que se expone por parte del accionar de los  servicios de inteligencia castrenses y de la Comunidad de Inteligencia en general, en relación a la ciudadanía y sus derechos, a la institucionalidad democrática, y revelan un peligroso comportamiento respecto de la política interna y facultades de los todos los chilenos. De los pocos documentos puestos en conocimiento por los medios de comunicación, llama la atención la mantención como hipótesis de trabajo, y como “objetivos” (o será como “¿enemigos?”) de investigación de la “inteligencia”, de personeros y partidos políticos, sociales, juveniles, líderes de pueblos originarios y otros “sospechosos”. La pregunta es evidente ¿forma parte del accionar de la labor de la Inteligencia Militar considerar una parte de la ciudadanía como “enemigos“  de los marcos de un concepto de “Guerra Interna”?, los mismos conceptos que puso en práctica la dictadura militar derechista, empresarial, neoliberal,  subordinada al Pentágono y la Casa Blanca, de Augusto Pinochet?. ¿Cómo se explica que la Inteligencia militar haya vigilado  incluso el funeral del periodista, poeta y cantautor nacional, escritor, Patricio Manns, fallecido el 2021, y entregado luego al informe correspondiente? ¿Cómo se explica la vigilancia de líderes mapuche en la región  del sur del país, como consta en los informes correspondientes, y lo que dijeron algunos jefes navales de su lucha, e incluso la amenaza del uso de las armas en contra de manifestantes. ¿Es una labor honorable espiar (perseguir) a […]

Por Marcel Garcés Muñoz Hemos querido ocupar este espacio habitualmente  destinado a intentar buscar y aportar explicaciones sobre temas del acontecer político y social del país, enjuiciar el comportamiento  de las elites políticas,  los partidos y sus liderazgos e imaginar  caminos posibles, o enfatizar en las perspectivas  del proceso de democratización soñado, para hablar de un hombre que  se convirtió para muchos  en un símbolo desde el periodismo y el compromiso político y social,  de un comportamiento  digno y consecuente en la lucha por la restauración  de la democracia , las libertades, la justicia y la verdad histórica en el país. Hablamos del periodista Enrique Martini Araya, quién falleció este jueves 6 de octubre cuando recién había cumplido 91años  y a quien sepultamos este domingo 9 de octubre. Advierto que escribo y hablo a través del dolor por la pérdida. Pero su partida no solo duele por la inevitabilidad de su partida. Con él sigue la desaparición de una generación de profesionales de la verdad, la información, la opinión y el compromiso por los Derechos Humanos  y Sociales, la vida, la justicia, el progreso, la democracia, la libertad,  que las elites políticas, sociales,  económicas, que hoy ocupan el escenario comunicacional, no han sabido ni les interesa valorar y mucho menos defender y promover. La biografía personal, humana, periodística y política de Martini, de quien puedo decir en lo personal fue mi primer maestro en lo profesional, hábil consejero en lo político, lo que se une entrañablemente en lo primero, pero sobre todo en lo humano, su solidaridad , y sobre todo su permanente  distanciamiento irónico  de aquello que enturbiaba el ambiente y molestaba su calidad humana, constituye un acerbo trascendente para las nuevas generaciones de comunicadores  que enfrentan los desafíos de los monopolios de la prensa, es decir de la información,  de la manipulación  de los intereses económicos globales y nacionales,  de las maquinarias de desinformación y falsificación, en fin, de la sucia guerra sicológica en marcha Enrique Martini fue un adelantado en ello, por razones objetivas, su consecuencia,  su  valentía, por el lugar que ocupó, desde su proverbial modestia, pero de manera firme, audaz y comprometida, en la lucha ciudadana,  periodística, ideológica y política contra la dictadura de Augusto Pinochet y la Derecha  económica y política, y la ingerencia del imperialismo norteamericano. No nos engañemos. En lo personal fue un ser humano excepcional, amable, de un buen humor insuperable, irrebatible en sus sarcasmos contra todos los órdenes establecidos, en la agudeza de sus juicios, pero  fue sobre todo un combatiente por la democracia, la libertad y los derechos humanos,  pero también un sobreviviente. Habría mucho que decir de su aporte a la resistencia chilena, a la solidaridad internacional con los combatientes en Chile contra el horror de la dictadura de Pinochet, Y de su participación activa  en lucha antidictatorial. La historia de esos tiempos  que algunos deberán escribir tendrán que reconocer todas  sus participaciones en acciones no solo solidarias, sino que heroicas. donde  puso en riesgo no solo su […]

Por Marcel Garcés Muñoz Se dice con un cierto tono de cinismo, que las derrotas no tienen padres, aparecen como huérfanas de progenitores, cuando es evidente que no bastan las explicaciones, cuando se trata de buscar justificaciones ante la contundencia de los malos resultados. Pero ante la magnitud y consecuencias de la derrota de la opción “Apruebo” el proyecto de nueva Constitución Política para Chile, este domingo 4 de septiembre (61,9 por ciento del electorado por el “Rechazo”, frente a un 38.1 por ciento al que llegó la opción “Apruebo”), no basta con la mera aceptación a regañadientes de un resultado adverso. Tampoco basta con la constatación de la euforia mostrada por el conjunto del variopinto escenario de los que ocuparon las pantallas de la TV, para celebrar mirándose de reojo y sin olvidar sus diferencias y propósitos políticos inmediatos y futuros. Esto era de esperar en un día de celebración, pero también la expresión de sus diferencias y objetivos políticos particulares. Lo que sí se constató es la “mágica” reaparición de la derecha tradicional y de la facción neofascista de la misma, y sus figuras mantenidas deliberadamente ocultas para que no figuraran en la estrategia electoral y mediática de su campaña, que evidenció el populismo rampante  calculado para estimular resentimientos, impulsar temores atávicos, desconfianzas étnicas. desconocimiento de la historia patria y actitudes desembozadas de discriminación política y racismo, odiosidades de clase, y amenazas alevosas. Pero más allá de esto, que podría resultar explicable en la borrachera del triunfo, lo que es evidente son los propósitos  estratégicos –rencorosos y vengativos- de mediano y largo plazo de la derecha- que pretende una especie de “cogobierno”- y que ya a estas horas se – olvidó porque nunca fueron sinceros- en sus invocaciones a “una Constitución hecha con amor”, y a un escenario político de “unidad” y a un hipotético “acuerdo nacional, “diálogo” y “amistad cívica” para “construir un Chile de hermanos”. La pretensión de chantajear y presionar al gobierno y obligarlo a un acuerdo político de gobernabilidad, con una puesta en escena el 11 de septiembre próximo, ideado por la Derecha pinochetista, con el propósito de dividir a la base política del Gobierno Boric, es parte importante de la estrategia además de blanqueamiento de la Dictadura de Pinochet y de la complicidad de la Derecha económica y política con sus crímenes. Objetivamente, lo que se oculta en su palabrería, es el propósito de entrampar al Gobierno del presidente  Gabriel Boric, hacerle imposible  el desarrollo de su política de cambios, boicotearlo política, social, económicamente, nacional e internacionalmente, dividir o por lo menos debilitar su base social y política, erosionar su autoridad y cuestionar su legitimidad. Y sobre todo recuperar el poder. Estima la Derecha, que haber atraído a su redil a personajes políticos antes identificados con la Democracia Cristiana, radicales y algún descolgado de la izquierda tradicional, a   “expertos”, “analistas”, “académicos”, editorialistas mercuriales, “amarillos” en calidad de subordinados a su línea editorial, le permitiría una perspectiva, dentro de  cuatro años, de recuperar el […]

Por Marcel Garcés Muñoz El próximo domingo 4 de septiembre será un día memorable, una jornada de carácter histórico donde la ciudadanía, por primera vez en la historia del país, será protagonista colectivo en el ejercicio de uno de los derechos fundamentales de la democracia: determinar con su voto, su voluntad el destino del país, de la sociedad en que vive, de sus derechos humanos, en el ejercicio de su soberanía, del tipo de institucionalidad en que desea vivir, convivir y proyectar sus facultades, hacer realidad sus proyectos, sueños en libertad, justicia y plenitud, lo que implica mucho más que un proceso meramente político electoral, sino que marca un hito histórico, que en su esencia es fundacional. Estos anhelos personales, sociales y de objetivos históricos están contemplados y representados en la opción APRUEBO el proyecto de nueva Constitución, elaborado en un proceso social inédito de participación mayoritaria y determinante, que hace eclosión masivamente en octubre de 2019, pero que viene desarrollándose, soñándose, preparándose, desde las barricadas contra la dictadura de Pinochet y sus mandantes de la Derecha política y empresarial nacional e imperial, en un escenario multitudinario, de ejercicio de una democracia participativa. Un camino que maduró en la sociedad, en el pueblo que resistió a la dictadura, en la calle, con el protagonismo de fuerzas políticas, sociales, organizaciones femeninas, juveniles, de artistas, de minorías sexuales, de pueblos originarios, de una sociedad nacional en marcha. El plebiscito de salida, es un paso más de un proceso político de masas que eclosionó con fuerza colectiva en la protesta social de octu8bre de 2019, y que podríamos decir que corresponde a una regularidad histórica, que asombró, sorprendió y asustó a muchos,  pero que es el resultado de años de lucha de masas, de la resistencia y la rebelión popular, y de un proceso de acumulación de fuerzas democráticas en confrontación con la dictadura, sus mandantes y cómplices, y que rompió los límites de los buenos modales reclamados por los oligarcas de siempre y algunos que temen más al ejercicio de las libertades y la democracia, que a los que predican el odio de clase, a los pontífices de una guerra santa contra los que sueñan con un futuro de progreso, justicia, igualdad de oportunidades y derechos fundamentales, seguridad social, salud, educación, trabajo, una pensión digna y al progreso y felicidad del ser humano. El 4 de septiembre próximo, es un momento de confrontación  histórica sin duda, para resolver el dilema entre las fuerzas del cambio y del progreso, de la justicia y de los sueños de futuro y los oscurantistas pinochetistas, los torturadores de la dictadura y sus cómplices, que mantienen hasta hoy sus ansias de sangre del pueblo, y que hoy impúdicamente se presentan- en la propaganda y hasta en el discurso público- distanciados de las violaciones a los derechos humanos de la dictadura y hasta críticos de la Constitución, que les permitió poder y ganancias. Hoy con el descaro del poder mediático y del dinero que reparten a manos llenas […]

Por Marcel Garcés Muñoz Más allá de la determinación ciudadana del 4 de septiembre próximo, el futuro nos muestra un camino a recorrer. Se trata de un nuevo paso fundamental, en que se expresará la voluntad ciudadana, al mismo tiempo que el umbral de un proceso complejo y determinante. Claramente, nos quedan muchas cosas por hacer. Obtener el respaldo ciudadano para la opción “Apruebo” en el Plebiscito del próximo 4 de septiembre, y con ello la legitimación ciudadana del proyecto de nueva Constitución, abrirá por lo mismo el camino del cambio político institucional, del perfeccionamiento del sistema democrático y representativo. El proceso será complejo, lleno de recodos y mucho tendrá que ver con nuestra percepción y comprensión del significado histórico, patriótico y responsable del acto fundacional que hemos emprendido- mas allá de la circunstancia plebiscitaria con la que desafiamos a la historia que no es otra cosa que la coyuntura que el porvenir ha puesto ante nosotros, y que será  el impulso de unas páginas que deberemos imaginar, pero sobre todo, protagonizar, escribir, como un pueblo en marcha. Entiendo que todos sabemos que la historia, como lo estampara en su testamento político y en un trance dramático, Salvador Allende, la escriben los pueblos. Y que las circunstancias presentes nos entregan nuevas responsabilidades, pruebas y nuevos desafíos futuros. Quizás el primero sea hacer el máximo esfuerzo en lograr el triunfo sobre los enemigos de la democracia, que hoy se visten de pacíficas ovejas y predicadores del “amor”, pero que no logran disfrazar su pasado de ejecutores y cómplices de genocidas, torturadores, de criminales, pero sobre todo de violadores de los Derechos Humanos y democráticos de los ciudadanos, del pueblo. Los momentos que se viven en Chile son trascendentes y los desafíos para los demócratas serán muchos y complejos: El camino será  con riesgos, pero la voluntad colectiva debe ser, como llama Machado  ”hacer camino al andar”. Entiendo que en momentos trascendentes como este, lo que se impone es la coherencia, la unidad, la responsabilidad política, la claridad y el compromiso patriótico con los objetivos y demandas ciudadanas, el no solo proclamarlo, sino sentirlo, vivirlo, empaparse del sentimiento popular, de la generosidad, y sobre todo de la honestidad intelectual de reconocerse en el rostro del obrero, del trabajador, de la mujer valiente y esforzada del pueblo , del joven estudiante que enarbola su potencial de sueños y esperanzas, del intelectual que imagina un mundo nuevo, que queremos sea más justo y  creador, terreno, horizontes fértiles para los soñadores de futuros, de las nuevas generaciones pero también de los viejos tercios que lo entregaron todo, pero que siguen en la barricada. Esto es lo que pedimos y exigimos, y no declaraciones que nos retrocedan a épocas de consignas atrasadas o extemporáneas, discursos  que especulan sobre la base de cálculos políticos electorales de la coyuntura o de intereses personales o mezquinas ilusiones de mantenerse pontificando sobre el bien y el mal. Lo de hoy es concreto. Existe un legítimo mandato  nacional, madurado en el […]

Estimados lectores, entregamos a ustedes, el discurso entregado por el periodista Marcel Garcés Muñoz, tras recibir el premio a la Dignidad Periodista Augusto «perro»Olivares, 2022, el pasado viernes 29 de julio.   Estimados amigos, compañeros, camaradas, colegas, combatientes de la Resistencia contra la dictadura,  constructores y soñadores del futuro de ampliación y profundización de la democracia y románticos sin remedio y sin renuncias, hemos querido invitarlos a celebrar estos 17 años, un nuevo aniversario de un camino  de compromiso con nuestros, y vuestros sueños y proyectos. Y también de una épica que hemos  vivido colectivamente como pueblo, con las mismas inquietudes e incertidumbres, pero también de proyectos, esperanzas y sueños que nos han acompañado desde siempre, y que no nos quieren abandonar, y no queremos dejar de lado. “Crónica Digital”, ha sido no solo un proyecto periodístico y político, de una convicción independiente, pero sin duda, de ninguna manera no comprometida con el destino, convicciones  de la democracia, la justicia y el progreso social, la defensa de los derechos humanos, la defensa de la vida, la bandera de la libertad y la esperanza en un mundo mejor, pleno en todos los sentidos y horizontes de nuestra sociedad. “Crónica Digital”, ha querido ser un medio de comunicación y de expresión- en el escenario nacional- del reclamo nacional por una mayor y mejor democracia, ha abierto su espacio informativo a las múltiples expresiones sociales, políticas y valòricas, que han emergido en estos tiempos de surgimientos de nuevas creaciones colectivas ciudadanas, de nuevos liderazgos contestatarios, de nuevas respuestas  a los viejos desafíos de igualdad, libertad, de luchas sociales, políticas y culturales, de expresiones colectivas en etapa de surgimiento y desarrollo, que aportan a una lucha constante, histórica de nuestro pueblo, que le entregan nuevas audacias, que renuevan las voces de la construcción de una nueva historia, pero que no olvida ni mucho menos se distancia de una herencia que es noble, profunda, y entrega una acumulación de experiencia, enseñanzas, que renuevan la fortaleza de un pueblo protagonista histórico y en lucha  permanente, constante. La historia no es para nosotros un texto polvoriento, desechable, sino nos entrega una experiencia vital que alimenta nuestra esperanza y objetivos. Y en eso estamos, hoy, en una coyuntura de la cual somos parte interesada y comprometida. E intentamos ser participantes entusiastas del torrente activo del cambio. Nos sentimos parte de una historia del periodismo patriota que surge con la lucha por la Independencia, con un Camilo Henríquez insurgente y libertario, con la palabra adelantada de Francisco  Bilbao en su prédica de la libertad y de la democracia, del esfuerzo organizativo y político de Luis Emilio Recabarren, que aportó con el rumor de la muchedumbre proletaria y la consigna  organizadora de la clase obrera en “El Despertar de los Trabajadores”, y los precursores de la prensa política roja, rojinegra, anarquista, troskista otra vez insurgente, cristiana, evangélica, contestaría, impertinente, que levantó y dignificó la voz y el discurso político de la democracia y los derechos del pueblo, hasta el periodo […]

Por Marcel Garcés Chile y su pueblo, tuvo muchas razones para celebrar este lunes 4 de julio de 2022. El pueblo, los ciudadanos, abrieron una nueva etapa para Chile, que muestra el camino hacia una sociedad justa, anticipa un porvenir democrático, una institucionalidad paritaria, que respeta la soberanía de todos sus pueblos y ciudadanos, los derechos  de todos sus compatriotas originarios y de la naturaleza. El texto de Nueva Constitución entregado al país, como lo destacó el presidente Gabriel Boric “aborda  muchas de las deudas de nuestro país con la gente”, y en sus 11 capítulos “aborda temas tan importantes para las personas y la democracia” como “los derechos y garantías para las personas, la organización de los poderes del Estado, la relación con la naturaleza y los mecanismos de participación”. El mandatario, aclaró, frente a las tergiversaciones, mentiras y “fake news”, esgrimidas durante todo este año de elaboración del texto presentado a consideración de la ciudadanía, que el presenta “cambios y actualizaciones”, y también “hay muchos elementos de continuidad con nuestra tradición republicana”. Resaltó también -en clara referencia a dichos, mentiras y falsificaciones de la demagogia de la Derecha-, que el documento reafirma “nuestros símbolos republicanos, la bandera, el escudo, el himno”, así como “las instituciones fundamentales y “la definición de Chile como territorio único e indivisible”. No es posible ignorar el significado histórico de esta gesta. Y no reconocer que este es el resultado de años de lucha política y social contra un orden injusto, patriarcal, oligárquico, dictatorial, racista y explotador que hizo crisis terminal. Justo es reconocer rol detonante de los movimientos sociales, juveniles, estudiantiles, populares, feministas, medioambientalistas, de las diversidades sexuales, de la calle en toda su diversidad etárea, profesional, intelectual, que se dieron cita en la Plaza de la Dignidad, en las plazas, calles, poblaciones, centros laborales de todo el país, y que al país y sus estructuras, en todo el proceso de toma de conciencia colectiva de la necesidad de cambios estructurales, que le dieron una dinámica fundacional al movimiento que hizo eclosión en octubre de 20l9 y cambio el rostro al país, pero enraizado en una historia de décadas de maduración, a costa de sacrificios, muertes, represión, genocidios, de terror, de acumulación de fuerzas, voluntades, de generación de un pensamiento rupturista pero de creación de un proyecto de futuro, en el que también se produce el cambio político, el sueño , la esperanza  de un Chile mejor. El triunfo de la candidatura presidencial encarnada en Gabriel Boric y su coalición progresista, sin duda es parte de este proceso, que no todos, mucho menos la oligarquía pinochetista y algunos secuaces de última hora han podido percibir, y mucho menos aceptar, es parte de este proceso creador colectivo, que algunos pueden llamar refundacionista, pero que en realidad es revolucionario, profundamente democrático, liberador, y cuya necesidad es ineludible. Son días históricos sin duda. Circunstancias decisivas, momentos de compromiso determinantes. Un triunfo de la voluntad democrática, que impulsó el proceso constituyente, boicoteado por la oligarquía derechista política y los clanes  económicos. […]

El fallecimiento este jueves 12 de mayo de Francisca Sandoval, periodista popular, asesinada por un rufián el 1 de mayo en el marco de las manifestaciones del Día Internacional de los Trabajadores, en el barrio Meiggs enluta no solo la conmemoración de una fecha histórica para los trabajadores y su lucha por la democracia, sino que es una constatación dramática de la violencia institucional, laboral y delictiva contra la verdad, contra el derecho de los chilenos a una información veraz, oportuna, comprometida con su destino y sus demandas. Al mismo tiempo es una acusación al ambiente de inseguridad que los enemigos de la democracia buscan imponer en el escenario político y social del país, al ver amenazados sus privilegios, el poder que detentado durante décadas en la institucionalidad política, económica y social, mediante la manipulación de la verdad de los derechos políticos y sociales de las mayorías nacionales y su rechazo violento de las demandas democráticas colectivas. Pero las circunstancias del ataque armado contra Francisca, cuyas últimas imágenes en el lugar la muestran premunida de un teléfono, reporteando los incidentes y baleos desatados por paramilitares que actuaban como  matones encargados de seguridad de comerciantes ilegales constatan el vínculo cómplice de  están bandas con fuerzas de Carabineros, entre ellos un oficial, que momentos antes del criminal asesinato, con el que dialogaba amigablemente, el autor de los disparos contra la periodista herida de muerte, quizás podría suponerse, para coordinar su accionar represivo contra los manifestantes y repartirse los roles de la acción represiva que tuvo tan trágicas consecuencias. Cabe recordar que en Chile la constitución de “guardias” armados para custodiar establecimientos, empresas, comercios y residencias privadas, están a cargo de Carabineros  y deben cumplir determinados condiciones de seguridad, de manejo de armas, de conducta social, de antecedentes y obviamente no se puede tratar de delincuentes prontuariados, ni tampoco elementos extranjeros, cuyos antecedentes no pueden ser comprobados. Carabineros tiene la misión, la obligación de controlar la composición de esas formaciones armados, al servicio de civiles, conocer sus antecedentes y sus arsenales, métodos de entrenamiento, sus recursos técnicos y su equilibrio psicológico, su metodología y equipamiento, en resguardo de la seguridad de los que resulten “objetivos” de sus  acciones. Fácilmente se puede especular que el “blanco” elegido vigilar en una manifestación masiva calificada como de “alto riesgo”, y conocida la preparación ideológica de algunos  elementos policiales, sobre todo los preparados en Estados Unidos, o Colombia  o Brasil, se basan en las doctrinas de la “Guerra Interna”, o la “lucha antisubversiva”, pudo haber sido una “molesta chica” con un teléfono celular o “cámara fotográfica” que pudiera testimoniar las fechorías de los uniformados o sus secuaces. El hechor del disparo es Marcelo Naranjo (41 años), alias “el pestaña”) y vive a pocas cuadras de la casa de  Francisca Sandoval, en la Población La Victoria, lo que agrega otro elemento  sospechoso al hecho. Y que a pesar de su prontuario de condenado por tráfico de drogas, y  ser conocido como traficante de ermas, bien podría haberse convertido […]

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