Plantemos 30.000 árboles para sembrar memoria en homenaje a todos los desaparecidos en la última dictadura argentina, incluyendo a las personas de nacionalidad chilena. Esa fue la idea fuerza con la que, el pasado miércoles 24 de marzo de 2021 se realizaron una gran cantidad de recordatorios del golpe cívico–militar que encabezó el general Rafael Videla. Con diferentes características, se desarrollaron a lo largo de la Argentina, impulsados por Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo e HIJOS, entre otras expresiones del movimiento de derechos humanos. Esta propuesta se elaboró a partir del análisis de que, dada la situación de pandemia que padece la Argentina y el mundo, no era conveniente convocar a la ciudadanía a la tradicional “Marcha del 24”, la que sin exagerar resulta todos los años en una movilización de las más concurridas, en donde confluye una amplia diversidad de sectores políticos e ideológicos, sindicatos, centros barriales, sectores del arte y la cultura y todo tipo de organizaciones no gubernamentales. En verdad, una parte significativa de la población se pone en movimiento para mantener viva la memoria de lo ocurrido en la última dictadura argentina: por ello su masividad y emotividad. En este año se realizaron entonces plantaciones de árboles autóctonos en todo el país, para no olvidar a los 30.000 compañeras y compañeros detenidos desaparecidos, junto con una multiplicidad de iniciativas conmemorativas. Entre las múltiples actividades, destacó el acto en el Museo del Bicentenario, en donde el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, entrego a todas las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo un reconocimiento oficial del Estado argentino. El Mandatario, cuando presentó el premio, dijo que son un “modelo de conducta, de lucha y de compromiso” y expresó que “su tarea es reconocida en el mundo entero”. Por otra parte, la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), plantó un árbol en su predio de Ezeiza, en consistencia con el llamado de las organizaciones de derechos humanos. Era la primera vez que la directiva de la institución realizaba una ceremonia recordatoria de las víctimas del golpe de Estado. Encabezó el acto el presidente de la AFA, Claudio Tapia, quien dijo: “Nunca se había logrado que la dirigencia del fútbol argentino abriera este predio para homenajear la memoria de los desaparecidos por la dictadura, y hoy lo estamos llevando a cabo”. Estuvieron presentes familiares de jugadores desaparecidos y jugadores de futbol que tienen familiares desaparecidos, y demás integrantes de la directiva de la AFA. También se plantaron árboles por la memoria en Boca Juniors, River Plate, Huracán y una gran cantidad de clubes de futbol: más allá de las pasiones por la competencia futbolística, que tanto apasiona al pueblo argentino, en esta ocasión todos actuaron unidos en defensa de la memoria histórica. También fue significativo el acto recordatorio que se realizó en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ex ESMA), el mayor centro clandestino de detención y tortura en la última dictadura. Este recinto […]

La victoria de la iniciativa del tercer retiro del 10% de los fondos en control de las AFP, es también la expresión de una profunda derrota del dogmatismo neoliberal de Miguel Juan Sebastián Piñera, que potencialmente puede convertirse en definitiva y relegarlo al lugar oprobioso de peor gobierno de la historia reciente de Chile. En marzo de 2021, desde las filas de la oposición política se ingresaron en la Cámara Baja tres iniciativas de retiro del 10%, desafiando al Gobierno por la escasa ayuda a las familias durante la pandemia. El primer proyecto fue presentado por los diputados Pamela Jiles y Félix González. El segundo fue patrocinado por Camila Vallejo, Alejandra Sepúlveda, Maya Fernández, Jaime Mulet, Luis Rocafull, Amaro Labra, René Alinco, Patricio Rosas, Esteban Velásquez y Gastón Saavedra. Una tercera iniciativa correspondió a Karin Bianchi. En el curso de su tramitación legislativa, estas mociones fueron refundidas, por el carácter complementario de sus contenidos. En la Cámara de Diputados y el Senado lograron apoyo unánime de la oposición, con la excepción de Pepe Auth, y una parte de los parlamentarios del oficialismo que constataba con angustia, para sus pretensiones electorales, el cada vez más enorme descontento de una población que se percibía abandonada por el Gobierno frente a las inclemencias de las crisis. ¿Cómo reaccionó el Presidente que anunció el 2017 que traería “tiempos mejores” al país? El Gobierno de Piñera se niega a la posibilidad de un tercer retiro, argumentando que, en la eventualidad de un nuevo retiro, no favorecerá a los más vulnerables y que además se verán afectadas las futuras pensiones. Una argumentación ciega a la realidad del país, marcada para la mayoría por la precariedad de la vida, lo que se acrecentó en la pandemia, y por las pensiones miserables que otorgan las AFP y que contrastan con sus obscenas ganancias. Un razonamiento cegado por la convicción casi religiosa de Piñera en el libre mercado, del cual ha sabido usufructuar una y otra vez. Y advirtió, asimismo, que, de prosperar la iniciativa, acudiría al Tribunal Constitucional. Al mismo tiempo, La Moneda presenta un nuevo plan de supuesta ayuda a la clase media, denominado “bono clase media”, a lo que se sumaba un “préstamo solidario”. Otra forma de torcer el destino del nuevo retiro del 10% fue través del candidato presidencial y alcalde Joaquín Lavín que propuso como alternativa que las personas pudieran hacer un retiro de fondos en el seguro de cesantía. Uno y otro conejo que la derecha sacaba del sombrero con el propósito de proteger los intereses de las AFP. Una vez más, como aconteció para la revuelta social, la elite “no lo vio venir”. Tras la unificación de las iniciativas, el tercer retiro avanzó, raudo, en el trámite legislativo. La Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados aprobó el proyecto y el 15 de abril la Sala lo ratificó, con 122 votos a favor, 20 en contra y cuatro abstenciones. El Gobierno de Piñera acudió al Tribunal Constitucional el 20 de abril […]

Javier Márquez y Gonzalo Jiménez se conocieron cuando ambos cursaban el Executive MBA en la Escuela de Negocios de la UAI, (EMBA UAI) y fue en ese entonces, también, que comenzó a nacer en ambos la inquietud de convertirse en emprendedores y por qué no,  en socios. El EMBA de la UAI contempla la realización de un seminario internacional en China (su generación viajó pre-pandemia) y conocer in situ las posibilidades que presenta el futuro fueron determinantes para acelerar sus intenciones. “El viaje a China representó una oportunidad de conocer la potencia asiática más allá de lo que vemos a diario. Si bien por mi experiencia laboral he trabajado con representantes y organizaciones de todos los continentes, China siempre fue una incógnita para mí. Por eso incluso me quedé una semana adicional al viaje propuesto por la universidad. Cuando visitamos un campus tipo “Silicon Valley” de Shangai fue como ir al futuro. La  inteligencia artificial es la tónica. También tuve la oportunidad de conocer a muchas personas clave y empresas tecnológicas. Entonces, si bien la idea inicial era era traer algún negocio a Chile, finalmente toda esa experiencia e ideas me sirvieron para darme cuenta que el mundo está lleno de necesidades no cubiertas y que en Chile tenemos capacidades que podemos explotar,  no siempre recurriendo a la importación,” explica Javier Márquez. Talento, dice, hay en Chile de sobra y por eso, cuando Javier decidió que quería emprender, pensó en una plataforma que ayudara a otros, también, a atreverse. Por eso, junto a su excompañero de MBA Gonzalo Jiménez son los creadores de “Encuentra socio”, una plataforma que permite a los emprendedores encontrar un socio perfecto, el complemento ideal para que el negocio funcione, según explican. El socio indicado Cuando regresó del viaje, ya con mucha información incorporada, Javier concretó la idea de crear un emprendimiento con Gonzalo – experto en marketing-  y como estaban en ese mismo proceso, notaron que muchas personas  se asocian con amigos o familiares, sin que estos sean necesariamente un buen complemento para llevar a cabo el negocio que tienen en mente.  “Se ha demostrado que un factor clave para el éxito de un negocio es el equipo que lo conforma, y en ese sentido vimos una oportunidad de hacer una especie de red social donde las personas puedan encontrar al socio correcto y ampliar así las posibilidades de éxito.” Ellos en lo personal, sumaron a Rodrigo y Bastián “dos desarrolladores que serían el motor de las ideas llevadas a código y comenzamos a utilizar metodología ágil para el proyecto. Dejamos todo el avance documentado para mantener el orden que necesitábamos, además montamos la plataforma en AWS que nos permite una gran arquitectura escalable y robusta a bajo costo.” y ¿Cómo funciona Encuentra Socio? “Es una plataforma que facilita la conexión entre personas que buscan emprender, sin importar si tienen una idea, o un negocio andando.  Los usuarios arman su perfil detallando sus habilidades, ubicación, e intereses, todo de manera rápida, simple y gratuita. Una vez dentro de la plataforma, los miembros de la comunidad podrán conectar […]

Fue el primer y más significativo contacto que establecimos con el mundo cristiano evangélico y protestante. Para los que llegamos a tomar posición en la lucha contra la dictadura cívico–militar, desde una inspiración cristiana de izquierda, la pastora Juana Albornoz Guevara era referente fundamental. Mientras un sector de ese mundo eclesiástico se postraba frente al tirano, ella era incasable defensora de los derechos humanos y protectora de los perseguidos. Ahora ha partido de este mundo y es indispensable recordarlo para rendirle un homenaje merecido, sobre todo frente a tantas renuncias del que prefirió olvidar y también frente a la ignorancia del malvado. La pastora Juanita, como la conocíamos, era una de las impulsoras clave de la Confraternidad Cristiana de Iglesias (CCI), que tomó una categórica postura profética de denuncia de todas las violaciones a los derechos humanos en tiempos del autoritarismo. Se le recuerda por haber promovido la “Carta Abierta” dirigida a Augusto Pinochet el 29 de agosto de 1986, firmada por un grupo de obispos y pastores, y el Consejo Directivo de la CCI. Sus palabras parecieran tener plena dramática vigencia hasta la actualidad. Señalaban: “No necesitamos ser economistas ni manejar estadísticas para darnos cuenta del abismo que existe entre el triste país real, y lo que proyectan generalmente las cifras oficiales o la publicidad televisiva (…) A la luz de nuestra fe cristiana, esta situación es un escándalo, y se contrapone radicalmente a la voluntad de Dios (…) En nombre de este Dios, proclamamos que ningún Estado, y menos aún si pretende inspirarse en los principios cristianos de justicia, puede supeditar la satisfacción de derechos tan vitales, tales como la salud, la educación o la vivienda, al puro ‘libre juego’ de las leyes del mercado”. “La situación antes descrita ha ido generando un creciente descontento popular. Es propio del ser humano reaccionar cuando sus necesidades básicas están insatisfechas. Sin embargo, constatamos en la actual situación del país, una inexistencia total de canales normales, permitidos y respetados, para expresar ese descontento y demandar soluciones. La gente no tiene a quién recurrir, dónde reclamar, dónde participar constructivamente para resolver sus problemas”, añadían. Frente a ello, manifestaban, emergieron las protestas y paralizaciones populares: “Aunque las leyes vigentes proscriban estas manifestaciones, como cristianos las reconocemos como éticamente legítimas y justas”, precisaban. “Con tristeza hemos constatado en repetidas oportunidades que vuestro gobierno en vez de procurar escuchar y reconocer las razones del descontento popular, ha concentrado todo su esfuerzo en la incomprensible tarea de inhibir, reprimir, desvirtuar y desconocer toda forma de manifestación popular. Para ello se ha recurrido a los mecanismos jurídicos que el propio gobierno ha creado y sobre todo al recurso de la fuerza, destinando un numeroso contingente armado para la represión directa e indiscriminada de las manifestaciones”, señalaban. Y sentenciaban: “Cuando un gobierno recurre al miedo y a la represión como fundamentos de su estabilidad, está contraviniendo la condición básica de todo buen gobierno”. En este contexto, formulaban un llamado a abrir paso a un proceso de restablecimiento de […]

Son días de encierro y se supone, al menos en teoría, que unos 17 millones de chilenos están en cuarentena. Una cuarentena que, de facto, se desarrolla en condiciones de protección social deficientes, que obligan a miles de personas a salir en busca de sustento, a pesar de las graves consecuencias del COVID–19 en Chile. Son días oscuros. No podríamos negar que en los peores momentos quisiéramos estar muy lejos. Posiblemente nos imaginemos junto al mar, en un bosque, en la naturaleza. Desde tiempos inmemoriales nuestra especie humana ha tenido un inseparable vínculo con ella. La Madre Tierra. Desde los primeros indicios de vida humana, pueblos originarios, tribales, hasta la civilización más actual la reconoce, percibe y es, en efecto, un ente del cual dependemos no sólo romántica, sino que literalmente. La tierra, el agua, el aire, el mar, proveen los recursos de los cuales depende nuestra subsistencia en el planeta. No del supermercado. No, de la naturaleza. Hace unos días inicié la reflexión respecto a la necesidad imperante de declarar la naturaleza como un nuevo sujeto de derecho en Chile. Esto, abordando cuatro aspectos fundamentales:  reconocimiento de su entidad real con intereses propios, naturaleza jurídica como persona jurídica sui generis, con el atributo de la personalidad de patrimonio y, una representación. En Latinoamérica, países como Ecuador y Bolivia cambiaron sus Constituciones, estableciendo y otorgando a la Pacha Mama y la Madre Tierra, respectivamente, derechos tales como el reconocimiento histórico a la comprensión de la relación de igualdad entre los seres vivos Naturaleza–Humanidad, desde la perspectiva histórica indígena del “Sumak Kawsay” o la filosofía del “buen vivir”. Este es el término, en quechua, que se le otorga a una cosmovisión de los pueblos indígenas cordilleranos de Sudamérica. Engloba un estilo de vida con pleno respeto y armonía con la Naturaleza, ya que las personas son parte de ella, debiendo buscar el bienestar social, no individual. Por ende, no se ha de observar una actitud egoísta de acumular riquezas; y lo que debiera ser resuelto han de ser las necesidades presentes, sin depredar los recursos naturales. En la región, Colombia también ha sentado un precedente judicial al fallar, por ejemplo, a favor de los ríos Blanco y Atrato, y de las comunidades indígenas, prohibiendo proyectos mineros por el alto riesgo de afectar los cauces y recursos hídricos, ya que dichas corrientes naturales han sido catalogadas como entidades vivientes que sostienen vida y, por ende, son sujetos de especial protección estatal. Asimismo, Nueva Zelanda también ha establecido acuerdos y legislaciones a favor del pueblo maorí iwi y hapu para proteger ríos, montañas y bosques como sujetos de Derecho. En la misma línea, India también ha marcado un hito al fallar su Tribunal Supremo de Uttarakhand a favor del Río Ganges, reconociéndole derechos como una persona, para establecer así una protección medioambiental más eficaz. Hoy vemos como una posibilidad real una catástrofe ambiental mundial producto del cambio climático. Como país debemos estar preparados para establecer al Medio Ambiente como un Sujeto de Derecho […]

Este 1 de mayo se conmemora, en todo el mundo, el Día del Trabajo. Este significativo día nos sorprende, nuevamente, en medio de la pandemia por COVID-19, crisis sanitaria que se ha extendido más allá del peor de los pronósticos y que ha impactado a millones de trabajadores en el mundo y en nuestro país. Los creadores, artistas y trabajadores del ámbito del arte y la cultura han sido especialmente golpeados en esta pandemia. En Chile, desde hace décadas, quienes trabajan en el mundo del arte se vienen enfrentando a condiciones laborales precarizadas, con falta de contratos, cotizaciones de salud y previsionales esporádicas e inestabilidad laboral. Ante la falta de espacios formales de trabajo, el estado chileno abrió la posibilidad de acceder a fondos concursables que se convirtieron, para muchos, en el salvavidas para sobrevivir año a año, junto con la autogestión y gestión colaborativa para generar recursos. En otras palabras, los artistas tuvieron que transformarse, a la fuerza, en “emprendedores”. Con la crisis sanitaria y, por ende, económica, esta situación de precariedad se agudizó. Al igual que los trabajadores de otros sectores, los del mundo del arte se encontraron con la barrera de la reducción del contacto físico y de encuentros masivos, gatillando el cierre de teatros, salas de exposiciones y centros culturales de muestra de arte al público. El creador artístico debió sumarse a todo el contingente de trabajadores cesantes o que vio reducidos sus ingresos y postular a los bonos ofrecidos por el gobierno, que llegaron tarde o, simplemente, para algunos no llegaron. Por su parte, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, sin la atribución legal necesaria, no fue capaz de realizar asignaciones directas a los trabajadores del arte, sino que generó más fondos, a los cuales los trabajadores debieron concursar y competir con sus pares para su adjudicación. Así, en noviembre de 2020, la ministra de la cartera, Consuelo Valdés, al ser consultada por la falta de apoyo económico del ministerio a los artistas con dificultades, ya identificados a esa altura en un catastro nacional, respondía que “un peso que se coloca en cultura es porque se deja de colocar en otro programa, en otra necesidad de los ciudadanos, del país”, deslizando que este sector era menos prioritario. Sus palabras, como era de esperar, generaron un álgido debate en redes sociales e incluso algunas manifestaciones de agrupaciones artísticas. En unas semanas nuestro país iniciará un proceso político-histórico con la elección de los convencionales constituyentes. El proceso constituyente, que dará vida a una nueva constitución para Chile, tiene el enorme desafío y deber de reposicionar a la cultura, el arte y el patrimonio en el lugar que se merecen. No solo como una actividad económica prioritaria, sino como un área de desarrollo integral fundamental para la vida de los ciudadanos y las ciudadanas de este país, de tal manera de avanzar a convertirnos en una nación más íntegra, humanista y verdaderamente desarrollada. Por José Albuccó, académico de la Universidad Católica Silva Henríquez y […]

Quizás el Presidente, ávido lector isomne, sufre pesadillas con Shakespeare, sus  idus de Marzo y otras  obras de  traiciones de palacio. No tengo memoria de  ningún gobierno en el mundo que haya exigido a sus ministros de confianza, como lo acaba de hacer Piñera, que  firmen un documento público para rendirle prueba de su confianza funcionaria, a su propio gobierno. Redundo  “confianza” para  enfatizar el  contrasentido. Hablan los ministros: “…como ministros de Estado e integrantes del  político que acompaña al Presidente Sebastián Piñera ,  adherimos completamente a la decisión de presentar ante el Tribunal Constitucional un requerimiento por el proyecto que permitiría un tercer retiro de ahorros previsionales”. Más allá de la materia en debate,  muestra la evidente de  la  pérdida de credibilidad presidencial en la  función de Estado de  su gabinete. Diluye el respeto al Poder Ejecutivo y aumenta el descrédito que afecta otras  instituciones. ¿Será el atávico desprecio clasista de la derecha chilena por el Estado? Chile fue distinto. Por eso me resulta históricamente  doloroso desde la memoria. Al exigir a sus ministros tan improcedente prueba de honestidad, el gobierno pone en duda la integridad del aparato ejecutivo y muestra debilidad de los roles de Estado que respetábamos desde niños. Tengo casi seis años. Escucho que una  radio  dice que  la elección presidencial la ganó don Carlos Ibañez. Mi papá va estar contento porque trabaja para él. Ya sé lo que es votar. Sin palabras, desde 1952, aprendo rápidamente lo que es la lealtad de un Ministro. Por eso ahora, escribo personalizando desde mi profundidad, remecido de modo  desgarrador por el desprestigio institucional vigente. El Presidente Ibañez me lleva de la mano al balcón, miro  la Escuela Militar y en  con-fusión de afectos  siento  que mi papá ministro es hijo del Presidente. Mi respeto a lo púbico es tatuaje de infancia. En mi casa de clase media en Ñuñoa sentí que   la instalación del  carabinero de “punto fijo”, mostraba  una formalidad de algo  que mi inocencia había intuído cuando llegó un Plymouth negro conducido por Juanito Riveros.  Una emoción política de infantil fundamenta mi reflexión. Me golpea que  el presidente Piñera, con incomparables lazos de poder, que no tuvimos en la clase media, con su familia vinculada al mando de la sociedad en varias áreas, heredero de la política,  degrada la función pública exhibiendo  que su gabinete le firmó públicamente lealtad, denigrando su  función de Estado.     ¿Cómo llega un Presidente de la República a pedir reiteración de adhesión escrita de quienes por definición del cargo juraron ser de su confianza? Debe  creerles o  echarlos. Escribo desde una angustia  de Estado, porque me resulta más dolorosa que incomprensible la descomposición republicana del gobierno de Piñera. De inteligencia rápida, práctico, financieramente exitoso, incansablemente trabajador, productivamente asequible, de trato directo, crudo, ajeno los boatos ostentosos del poder, pero tan extremadamente confundido en su función de Estado que ni su ambición de poder lo ilumina. Es un gobierno  ciego frente al  peligroso  descrédito de tantas instituciones, añadiendo  la pérdida  de credibilidad […]

Sebastián Piñera cumplió su amenaza y envió un recurso al Tribunal Constitucional para frenar el proyecto de tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones de las AFPs, que fue aprobado en forma mayoritaria por el Poder Legislativo y contaba con el amplio respaldo de la ciudadanía, en el contexto del completo abandono en que las familias han tenido que enfrentar los impactos de la crisis de la COVID–19. Es un síntoma más de la profunda crisis de representatividad que afecta nuestra democracia. En este país, las decisiones se toman a puertas cerradas, y está clara la razón. Porque esa es la esencia del tipo de la democracia representativa existen en Chile, en donde el pueblo sólo elige representantes, y estos en vez de servirles, como es de esperar, suelen terminar sirviéndose del pueblo. Seamos honestos: en los tiempos que corren, el Presidente, más que “Su Excelencia”, se ha transformado en un pequeño “rey”, que hace lo que se le antoja; y los ministros, más que servidores del Estado, parecen cortesanos de su majestad. ¿Tenemos aún tiempo para solucionar este ad portas de una Nueva Carta Fundamental? ¿Querrá la casta política llegar a un gran acuerdo nacional que le dé poder al pueblo para tomar decisiones sobre su destino? Imagine, amable lector, que usted es el empleador del poder. Sí, como lo lee. Le pondré un ejemplo. Cuando una persona falta dos lunes seguidos al trabajo sin justificación, o dos días seguidos, podría ser despedido sin derecho a indemnización por años de servicio. Si llega tarde, su empleador podría entregarle una carta de amonestación y, de acumular varias, podrían despedirlo por incumplir las obligaciones del contrato de trabajo. Ahora lleve esto al campo de la política y de los cargos de elección popular. Si el Presidente de la República, los parlamentarios y alcaldes no hacen bien su trabajo, este debiera quedar supeditado al escrutinio y sanción popular. Tal como lo lee: usted tomaría el lugar de “empleador”. Esto no se hace con desorden, sino con un mecanismo institucional llamado referéndum revocatorio. Un referéndum revocatorio constituye un mecanismo de democracia directa que permite la posibilidad de que los votantes convoquen a un plebiscito para revocar el mandato de las autoridades electas por voto popular. En Suiza, por ejemplo, el sistema de referéndum revocatorio se utiliza en 6 de 26 cantones y se necesitan del 2% al 30% de las firmas del electorado para celebrarse. No se apunta a individuos en concreto: si se obtiene una mayoría de votos, se disuelve el órgano y se eligen nuevos miembros hasta que lleguen las elecciones regulares. O sea, por el mal trabajo se van todos. Dato curioso: Suiza tiene este mecanismo en sus cantones desde mediados del siglo XIX. Otras Constituciones europeas que incluyeron la revocación del mandato en su articulado fueron las del Liechtenstein de 1921, de Letonia de 1922 y la Austriaca de 1929. Casos más o casos menos, lo importante es que el referéndum revocatorio se trata de un derecho […]

“Comer el mundo”, y “salvaguardar el mundo”, son metáforas, frecuentes en la boca de líderes indígenas, que cuestionan el paradigma de nuestra civilización, cuya violencia casi ha hecho desaparecer a los indígenas. El virus COVID–19 ha caído como un rayo sobre el paradigma de “comer el mundo”, es decir, explotar ilimitadamente todo lo que existe en la naturaleza, bajo la perspectiva de un crecimiento/enriquecimiento sin fin. El virus ha destruido los mantras que lo sustentan: centralidad del lucro, alcanzado mediante la competencia, la más feroz posible, acumulado privadamente, a costa de la explotación de los recursos naturales. De obedecer estos mantras, estaríamos seguramente en mal camino. Lo que nos está salvando es lo ocultado e invisibilizado en el paradigma de “comer el mundo”: la vida, la solidaridad, la interdependencia entre todos y el cuidado de la naturaleza y de unos a otros. Es el paradigma imperativo de “salvaguardar el mundo”. El paradigma de “comerse el mundo” es muy antiguo. Viene de la Atenas del siglo V a.C., cuando el espíritu crítico irrumpió y permitió percibir la dinámica intrínseca del espíritu que es la ruptura de todos los límites y la búsqueda del infinito. Tal propósito fue pensado por los grandes filósofos, por los artistas, aparece también en las tragedias de Sófocles, Esquilo y Eurípides y es practicado por los políticos. Ya no es el medén ágan del templo de Delfos: “nada en exceso”. Este proyecto de “comer el mundo” tomó forma en la misma Grecia con la creación del imperio de Alejandro Magno (356–323), que con sólo 23 años fundó un imperio que se extendía desde el Adriático hasta el río Indo, en la India. Este “comer el mundo” se profundizó en el vasto Imperio Romano, se fortaleció en la era colonial e industrial moderna y culminó en el mundo contemporáneo con la globalización de la tecnociencia occidental, expandida a todos los rincones del planeta. Es el imperio de lo ilimitado, traducido en el propósito (ilusorio) del capitalismo/neoliberalismo de crecimiento ilimitado hacia el futuro. Basta con poner como ejemplo de esta búsqueda de crecimiento ilimitado el hecho de que en la última generación se quemaron más recursos energéticos que en todas las generaciones anteriores de la humanidad. No hay lugar que no haya sido explotado para la acumulación de bienes. Pero he aquí que ha surgido un límite insuperable: la Tierra, limitada como planeta, pequeña, superpoblada, con bienes y servicios limitados, no puede soportar un proyecto ilimitado. Todo tiene límites. El 22 de septiembre de 2020, las ciencias de la Tierra y de la vida lo han identificado como el Día del Sobregiro de la Tierra (The Earth Overshoot Day), es decir, el límite de los bienes y servicios naturales renovables, básicos para mantener la vida. Se han agotado. El consumismo, al no aceptar límites, conduce a la violencia, arrancando a la Madre Tierra lo que ella ya no puede dar. Estamos consumiendo el equivalente a una Tierra y media. Las consecuencias de esta extorsión se manifiestan en la reacción […]

En 1967 se estrenó en el Teatro Antonio Varas de la Universidad de Chile la cantata “Fulgor y Muerte de Joaquín Murieta” con texto de Pablo Neruda, música de Sergio Ortega  (1938 – 2003). Fue dirigida por Pedro Orthus (1917-1974) e interpretada por el elenco del Instituto de Teatro de la Universidad de Chile. Es la única obra de teatro que escribió Neruda, quien para celebrar, hizo una fiesta en su casa de Isla Negra, a la que asistieron los actores y técnicos, intelectuales y artistas de la época. Cinco años después Ignacio Ossa escribió un ensayo donde afirma que “Cuando la humillación es la nueva estrategia para aplastar a estos pueblos, se alzan las figuras que arrastran torrentes de esperanzas, confianza y orientación de las energías populares. Hay todavía pesimistas que suponen difunto a Murieta. Hombres de escaso calibre, habría que responderles: Joaquín se está multiplicando. Neruda se ha desquitado y no lo dejó tranquilo. ¿No recuerdan? !Lo dejó cabalgando!”, señala Ossa en este texto. Empresa poética del rescate: fulgor y muerte de Joaquín Murieta. Por Ignacio Ossa (*) 1 PABLO NERUDA Y EL TEATRO: O MURIETA VISITA A NERUDA EN ISLA NEGRA, A MANERA DE INTRODUCCIÓN ESPECTRAL. No solamente los pétalos del tálamo lirico. Además, el retroceso hacia las caminatas épicas de las espinas populares, la inmersión cotidiana en el pan y la semilla. Es el poeta de antaño devuelto al presente, inserto en los rincones del canto y viajero en los carruajes bélicos de la narración. Conjunción trascendente. Sin embargo, desde los olvidos y escisiones, alguien ordena la expansión de su escritorio; declara, por vez insólita y aún vigente, la indigencia de sus cuartillas blancas. En fin, ese alguien determina esta fórmula ampliada: cantar y contar dramatizando. (1) En el fenómeno teatral, como arte de síntesis, se refunden estos niveles expresionales. Y están la arquitectura en los tinglados, la pintura en los paisajes y cercos del infinito, la danza que aglomera al pueblo y lo convierte en velero o es coro en sus lamentos y protestas, los claroscuros y azules para las sombras y hallazgos del rebelde, y también, especialmente, la música para que el ritmo de los versos incendien las cuartetas amorosas o los pies de cuecas, bailados cuando la muerte refriega el pandero. El teatro, en esta obra nerudiana, detenta su categoría máxima: síntesis de las artes. No son el capricho ni las arbitrariedades del genio los causantes de esta novedosa partitura. Las antecedencias son rastreables y rechazan el epíteto de incursión. En sus poemarios de personajes subyace el origen primero; ellos explotan las mejores energías del poeta. Mencionemos, solamente, su Canto General: Caupolicán, Ercilla, Lautaro, O’Higgins, Bolívar, es decir, las raíces de nuestra nacionalidad y del continente, sorprendidos en la situación exacta del enfrentamiento de las razas, en los preparativos de sus rebeliones, en la acción independentista, en las reivindicaciones sociales (Recabarren). Es el viejo mito de los espectros que intentan la posesión espiritual de los poetas. Desde Elsinor y Verona remonta la historia […]

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Un café en una plaza con historia....

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