El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, convocó a una jornada de oración y remembranza hoy, 22 años después que un atentado terrorista hiciera volar el World Trade Center (Centro de Comercio Mundial) en Nueva York. Por primera vez en su historia Estados Unidos sufría en carne propia el impacto del terrorismo que ha sido, en muchos casos, un arma al servicio del propio Washington contra otras naciones del mundo. El 11 de septiembre de 2001, un grupo de 19 terroristas secuestraron cuatro aviones comerciales; estrellaron dos de ellos contra las torres gemelas del World Trade Center y uno contra el Pentágono en Washington, DC, mientras una cuarta aeronave se desplomó en Pensilvania. Como resultado, perdieron la vida casi tres mil personas procedentes de unas 80 naciones en lo se considera el mayor ataque extremista sufrido por este país en su historia. La semana pasada Biden proclamo el 11 de septiembre de 2023 como Día del Patriota y Día Nacional de Servicio y Recuerdo e hizo un llamado a todos los departamentos, agencias e instituciones para que exhiban este lunes la bandera de Estados Unidos a media asta. Igualmente invitó al pueblo estadounidense a participar en el servicio comunitario en honor a quienes fallecieron ese día y pidió un minuto de silencio a partir de las 8:46 am hora del este para honrar a las víctimas inocentes que perecieron como resultado de los ataques. El viernes, las autoridades de Nueva York confirmaron la identificación de los restos de dos personas, un hombre y una mujer, que fallecieron en el Centro de Comercio, pero se mantuvieron en reserva a petición de los familiares. Más de mil restos humanos de personas que murieron aquel trágico día aún esperan por llevar un nombre y mientras, permanecen guardados en el Museo y Memorial Nacional del 11 de septiembre, erigido sobre lo que fueron las dos torres reducidas a cenizas por los aviones. La noche del 11 de septiembre de 2001, el entonces presidente George W. Bush habló al pueblo estadounidense desde la Oficina Oval en un discurso televisado en el que se refirió a «las imágenes de los aviones que volaban hacia los edificios, los incendios que ardían, el colapso de inmensas estructuras, (que) nos han llenado de incredulidad, de una tristeza terrible y de una ira callada e inquebrantable”. En esa alocución Bush delineó la estrategia de Seguridad Nacional que sería luego la proclamada cruzada mundial o guerra contra el terror que, según Washington, libraría en cualquier rincón del planeta. El 17 de octubre, el gobernante subrayó: «Nuestra será una campaña amplia, combatida en muchos frentes. Es una campaña que será librada de día y de noche, en la luz y en las tinieblas, en batallas que verán y batallas que no verán”. Fue así que -en busca de Osama Bin Laden, cabecilla de la red Al Qaeda, señalado por la autoría de los ataques- Estados Unidos invadió Afganistán en octubre de 2001. Las tropas del Pentágono se mantuvieron por dos décadas en […]