La crisis climática y los conflictos armados en el mundo marcaron la agenda de la ONU en este 2022 en las diferentes esferas de trabajo y en sus principales eventos del 77 periodo de sesión de la Asamblea General. Por Amelia Duarte de la Rosa* Desde su apertura en septiembre pasado, el segmento de alto nivel de la Asamblea hizo un llamado a los líderes mundiales a dejar de lado sus diferencias para buscar soluciones a los problemas más urgentes del planeta. Así lo expresó el presidente de ese foro de debate multilateral, Csaba Kőrösi, al reconoer que el orbe enfrenta crecientes incertidumbres y fisuras geopolíticas. “Responder a los desafíos más apremiantes de la humanidad exige que trabajemos juntos y nos concentremos en lo que nos une”, dijo. El diplomático húngaro también señaló que, pese a tornarse más manejable, la pandemia de la Covid-19 continúa causando estragos en todo el mundo, lo que se suma a una aguda inseguridad alimentaria, precios de la energía en alza, alta inflación e interrupciones en la cadena de suministro global. Por su parte, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, mencionó como desafíos presentes los conflictos y el cambio climático, la existencia de un sistema financiero global roto que les falla a los países en desarrollo, así como la persistencia de la pobreza, la desigualdad y el hambre. Cambio climático, de vuelta al centro del debate La cumbre climática (COP27) que tuvo por sede la ciudad egipcia Sharm El Sheikh sesionó del 6 al 20 de noviembre con la prioridad de reducir la emisión de gases contaminantes y cumplir las promesas de financiamiento, en medio de un contexto global marcado por crisis geopolíticas y económicas. Ambos asuntos estuvieron entre los más discutidos en el foro, al igual que un fondo sobre pérdidas y daños causados por el cambio climático, reclamado en la anterior cumbre por los países en vías de desarrollo, pero rechazado por varias potencias, con Estados Unidos a la cabeza. Sin embargo, tras bajar el telón luego de dos semanas de acalorados debates, foros, talleres y exposiciones, la cumbre climática dejó al mundo con un sabor agridulce por los resultados dispares de la cita. Si, por un lado, fue un sonado triunfo la aprobación de un fondo para financiar las pérdidas y daños en los países pobres, por otro el evento fracasó en adoptar medidas más drásticas para enfrentar el flagelo. Es un logro histórico tras 27 años de discusiones y reclamos de las naciones en vías de desarrollo, afirmó el canciller egipcio y presidente del cónclave, Sameh Shoukry, al referirse al primer tema. Adoptada por consenso de las casi 200 delegaciones, la creación del fondo también fue aplaudida por Guterres. El debate sobre el tema fue tan ríspido que la 27 Conferencia tuvo que posponer su cierre durante casi 48 horas debido a las diferencias entre el Norte y el Sur. Los primeros fueron reacios desde el principio a aceptar el proyecto, mientras los segundos […]