El tiro de arrancada de la carrera por la presidencia de México para 2024 no correspondió a los líderes de la oposición política, sino al mandatario, Andrés Manuel López Obrador. Por Luis Manuel Arce Isaac Corresponsal jefe en México Nadie proponía a sus candidatos en los partidos Revolucionarios Institucional (PRI) Acción Nacional (PAN), Revolucionario Democrático (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), el cual aparenta ser ajeno a los otros tres, pero le cuesta trabajo hacerlo creer. López Obrador les tomó la delantera al revelar a sus tres candidatos presidenciales, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López (Morena), y obligar a hacer lo mismo a sus cuatro adversarios al publicar, el 13 de octubre, una lista de 42 aspirantes al Palacio Nacional, del bloque opositor, que no la pudieron desmentir. Desde las gradas lo que se ve son montañas de lodo que cubren a la gran mayoría de los 42 aspirantes, sobre todo los más conocidos por corrupción, insuficiencias, lejanía real y contable de los intereses de las mayorías; mucho déficit moral y espiritual los debilita, y demasiada evidencia de una profunda crisis de liderato. Sanear ese grupo de 42 para hacer potable sus candidaturas es muy difícil con personas tan desacreditas como el periodista Carlos Loret de Mola y el empresario agente de Usaid Claudio X González. O quienes tienen asuntos pendientes con la justicia por evidencias de enriquecimiento ilícito como el líder del PRI Alejandro Moreno, a quien trataron de defenestrar sin logarlo, Miguel Ángel Mancera, Ricardo Anaya, Silvano Aureoles o el exgobernador de Tamaulipas Francisco García, acusado de vínculos con el crimen organizado. Moreno, pieza clave en el fracaso de la coalición Va por México (conformada por PRI, PAN y PRD), que la rompió al maniobrar en la Cámara de Diputados para apoyar la propuesta del gobierno de mantener en labores de seguridad al ejército, encolerizó a sus aliados. Pero busca ahora recomponer, o en su defecto, crear una nueva coalición que hace todavía más borrascoso el ámbito opositor por tantos intereses encontrados, personales y de grupos. El quid del asunto es que Va por México, en los hechos, feneció cuando Alito Moreno dio el puntillazo por beneficios personales relacionados con las acusaciones judiciales que la Fiscalía tiene contra él; y el PAN y el PRD ya formaron otra conocida como Unid@s con la posibilidad de incluir al MC y a la cual aún no han invitado al PRI. DIFÍCIL DERROTAR A MORENA Hay una realidad admitida por todos, y es que si no logran un nuevo tipo de coalición que agrupe los votos en torno a un candidato único, será bastante difícil derrotar a Morena, y es allí donde la borrasca se hace más espesa; al mismo tiempo estiman que es “derrotable” por el simple motivo de que su contendiente no será López Obrador. El discurso es el mismo para el PRI que para el PAN, los mayoritarios de la oposición, convencidos de que, unidos, pudieran torcerle el brazo a Morena en las urnas, y así lo […]