Estamos en el día siguiente de la nueva asunción de Sebastián Piñera a la Presidencia de la República y se nos ocurre que un escalofrío sacude al país y que son muchos más los que permanecen atónitos por el triunfo de la derecha. Aunque, a decir verdad, más que una victoria, lo que se ha producido realmente es la bochornosa derrota de quienes estuvieron llamados a consolidar democracia,  justicia social y darle reparación a los millones de chilenos abusados por la Dictadura, como por un régimen tildado de neoliberal que ha perpetuado la inequidad y la vulneración de los derechos sociales. Que ha acrecentado también la concentración de la riqueza y entregado a dominio extranjero nuestras reservas naturales y fuentes productivas. En efecto, más que el retorno de Piñera lo que debemos constatar es el fracaso de los gobernantes de la Concertación y de mal llamada Nueva Mayoría. Desgraciadamente, la presencia del Partido Comunista en el gobierno saliente, más que alentar los cambios, terminó consintiendo con la continuidad de la Concertación. Con ese “más de lo mismo” proclamado cínicamente por algunos políticos de la posdictadura, cayendo en las mismas prácticas de quienes se hizo aliado. Esto es, ocupar cargos para justificar muchos despropósitos y permitir que se postergaran o sepultaran muchas promesas. Al precio, incluso,  de divorciarse de lo movimientos sociales y de las organizaciones políticas vanguardistas, con quienes ahora sus dirigentes buscarán afanosamente conciliarse para hacer oposición a los nuevos gobernantes. El legado político lo define siempre el futuro, pero nada podrá borrar en nuestra historia la forma en que los sucesores de Pinochet salvaron a éste de un juicio y condena en el principal Tribunal Internacional. Se podrán celebrar algunos avances y muchas obras de desarrollo en estos años, pero no se puede soslayar que en tres décadas de posdictadura, hoy los ricos sean más ricos, y los pobres continúen esperando oportunidades de trabajo digno, justas remuneraciones y pensiones que les permitan encarar su tercera y  cuarta edad sin mendigarle bonos al Estado, como los que de las dos administraciones de Michelle Bachelet. Al tiempo que los jubilados de las FFAA y de las policías percibían millonarios estipendios y  la “clase política” consolidaba ingresos y prebendas treinta o cuarenta veces por encima de los salarios mínimos y medio. Hasta en materia de Derechos Humanos, quien fuera una detenida y torturada política no tuvo la voluntad de hacer justicia y reparación, si se consideran solamente los miles de chilenos que quedaron sin tener reconocimiento oficial, como el desdén a las más elementales demandas de las organizaciones de los presos, ejecutados y detenidos desaparecidos. Seguramente a la espera de que sigan falleciendo para así procurarle ahorros al erario nacional en materia de reparación. Tal como el Dictador un día reconoció que los cadáveres de los chilenos asesinados eran sepultados de a dos o más por urna con el mismo propósito. Quizás si la única fortaleza demostrada por los últimos gobiernos haya sido la coincidencia de todos éstos en negarle a […]

El beneficio de la duda, la frase de moda en Chile ante la vuelta al poder del multimillonario conservador Sebastián Piñera, domina hoy el ambiente en el país austral en el primer día de trabajo del gobernante. Para algunos no hay dudas de que Piñera, quien ya cumplió un período anterior en el Palacio de La Moneda (2010-2014), responderá a los intereses del mercado y en apego a dos partidos que apoyaron a la dictadura de Augusto Pinochet, UDI y RN. Sin embargo, las propuestas del gobernante, su discurso conciliador, con acento en «el espíritu republicano» y «la unidad de los chilenos por un mejor país», dejaron abiertas las puertas a la espera de los famosos «100 días» de mandato. De hecho, en su discurso desde un balcón de La Moneda y acompañado por su esposa, Cecilia Morel, el jefe de Estado, horas después de asumir su período, convocó a cinco acuerdos nacionales con el concurso de la ciudadanía y en especial de los parlamentarios. Pidió con sentido de urgencia, acuerdos nacionales para la Infancia, Seguridad Ciudadana, Salud oportuna y de calidad para todos; paz en la Araucanía (la explosiva región de los mapuches); y para alcanzar el desarrollo y derrotar la pobreza. Piñera se impuso con holgura en segunda vuelta de las elecciones en diciembre al senador independiente de centroizquierda Alejandro Guillier, aprovechando la falta de cohesión de sus adversarios políticos. El acaudalado ingeniero comercial de 68 años reiteró su tono conciliador en busca de un consenso nacional, pero para algunas figuras de la izquierda es poco probable que su «luna de miel» y tono atemperado prevalezca en el tiempo. Logró el retorno al máximo poder del país con el espaldarazo de la coalición Chile Vamos, integrada por la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), la centroderechista Renovación Nacional (RN) y dos agrupaciones menores. Pero igualmente necesito de los apoyos del ultraderechista candidato presidencial en primera ronda, José Antonio Kast, férreo detractor del aborto y en contra de la ley de identidad de género. Las dudas precisamente están en si Piñera logra alinear al espectro variopinto de la derecha en el objetivo de una nación que logre fusionarse en la búsqueda del desarrollo acelerado, con oportunidades para todos. Para ello, quizás la promesa más popular es retomar la dinámica del crecimiento económico, impulsar las inversiones, mejorar los empleos y la seguridad pública. De todas formas, deberá lidiar con un Congreso Nacional dividido. Dos socialistas, Maya Fernández, nieta de Salvador Allende, y Carlos Montes, fueron investidos igualmente ayer como presidentes de la Cámara de Diputados y del Senador, respectivamente. Piñera adelantó su decisión de emprender la transición hacia un Chile desarrollado, sin pobreza y con oportunidades para todos, con un gobierno que buscará siempre la unidad entre los chilenos y reemplazará la errónea lógica de la retroexcavadora y el enfrentamiento. Asimismo, declaró una cruzada para hacer retroceder la delincuencia, el narcotráfico y el terrorismo, y avanzar en la seguridad de las familias, la integridad de los jóvenes y la paz en nuestras regiones. Por Fausto Triana Santiago […]

La Presidenta de la República, Michelle Bachelet, ha anunciado el despacho al Congreso de una nueva Constitución, lo hace por cierto, en el ejercicio de sus atribuciones, sin embargo cuesta entender cuáles son las razones o motivaciones existentes para hacerlo de una forma y en un momento tan poco propicio. En especial si lo que realmente se quiere es tener una nueva carta fundamental, nacida en democracia, que recoja los consensos sociales existentes, que avance en  el reconocimiento de nuestros derechos y su adecuada tutela, como asimismo  fortalezca las instituciones de la república, vigorizando en definitiva el sistema democrático. De lo contrario, la otra explicación, francamente absurda, sería querer cumplir con un compromiso de campaña, que en los hechos, a menos de una semana de concluir su mandato, no tendrá viabilidad alguna. Efectivamente el texto constitucional recientemente conocido, tiene aspectos destacables como la eliminación de leyes supra mayoritarias, el término del control preventivo genérico sobre las leyes del Tribunal Constitucional y el mecanismo de integración de sus ministros. Sin embargo, también hay materias que dejan muchas dudas como por ejemplo el establecimiento de acciones judiciales ilimitadas frente a la lesión de cualquier derecho, con apelación ante el Tribunal Constitucional o la iniciativa popular de ley. No obstante, más allá del análisis sobre el contenido mismo de la nueva propuesta, lo cierto es que en un tema de tanta trascendencia, las formas, los tiempos y tal vez lo más importante, el dialogo y la promoción de lo que se quiere anunciar al país, se descuidó absolutamente o lo que es peor se omitió de manera deliberada. Aunque parezca un contrasentido, quienes menos promueven un cambio constitucional, quienes más insisten en argumentar que una nueva constitución es irrelevante para el sentir ciudadano y que hay temas mucho más importantes para el país que abordar, sean los que con más entusiasmo hayan recibido el anuncio de una nueva constitución, por cuanto el momento y la forma en que se hace, no hace más que debilitar la viabilidad de avanzar en ello. Tenemos un texto constitucional que es más una reforma a la actual Carta, que una nueva constitución, sin embargo, su destino parece estar ya escrito, ni el gobierno ad portas de asumir, ni el nuevo congreso que tendremos a partir de los próximos días, han expresado mayor interés en avanzar en una nueva constitución, por lo que cabe preguntarse ¿y ahora qué? Por Emilio Oñate Decano Facultad de Derecho, U. Central Santiago de Chile, 9 de marzo 2018 Crónica Digital

Cuando hablamos de emprendimiento femenino, es difícil no pensar en la cantidad de barreras y prejuicios que cada una de ellas debe superar para poder desarrollarse en el ámbito laboral en nuestro país. Si bien, existen avances en lo que a igualdad de género se refiere, en nuestro país el emprendimiento femenino se enfrenta a una gran cantidad de obstáculos. Conseguir el capital económico, tener tiempo para llevar a cabo la crianza de los hijos y la falta de redes de apoyo, son sólo algunos de los inconvenientes. Por esto, para entender la situación que deben resolver miles de emprendedoras, tenemos que enfocarnos en su origen. Inicialmente, el deseo de emprender en los sectores más vulnerables de Chile, proviene de la necesidad de generar otra fuente de ingreso para sus hogares, circunstancias como la separación de la pareja y/o ser madre soltera. Asumir ser “Jefa de Hogar” y por lo tanto,  tener la necesidad de tiempo y libertad de horario para llevar un negocio y la casa, al mismo tiempo, ha convertido las actividades informales (no registradas en el Servicio de Impuestos Internos) en una opción a considerar, alcanzando en el año 2017, un 39,1% del total de la ocupación femenina. Aunque este tipo de trabajo representa una oportunidad de ingreso para el emprendimiento femenino, la tendencia a desarrollar negocios que sean una extensión de las labores del hogar, tales como: artesanía, repostería, pastelería y confección, disminuye las oportunidades de percibir mayores ingresos, en comparación al emprendimiento masculino. Aprovechar las nuevas tecnologías, profesionalizar los emprendimientos, obtener conocimiento de administración del negocio y buscar alternativas de financiamiento, son factores fundamentales para lograr concretar el sueño. Por lo anterior, Fondo Esperanza (FE) se ha hecho cargo de estos importantes pilares, entregando microcréditos, capacitación y redes a las microempresarias que viven en Chile y que ven en sus emprendimientos, la oportunidad para salir adelante. Con un universo de 116 mil emprendedores entre Arica y Chiloé, correspondiendo un 82% a emprendimientos femeninos, existe un importante deber de apoyar el cumplimiento de cada una de las metas que se proponen estas luchadoras. Mujeres que en su mayoría pertenece a sectores vulnerables y que sólo sueñan con lograr que sus hijos vayan a la universidad y sean el primer graduado de su familia. Estas circunstancias nos mueven e impulsan a seguir trabajando por apoyar a muchas más emprendedoras en el país. Por eso, este 8 de marzo queremos invitarlas a seguir desarrollándose íntegramente, a buscar espacios que les permitan avanzar y a seguir soñando y emprendiendo con esperanza. Por Daniela Olfos Gerenta del área de Desarrollo y Servicio de Fondo Esperanza. Santiago de Chile, 8 de marzo 2018 Crónica Digital 

El 10 de diciembre de 2018 se cumplirán setenta años de la adopción por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de la Declaración Universal de Derechos Humanos, documento histórico que proclamó los derechos inalienables inherentes a toda la humanidad, sin importar raza, color, religión, género, idioma, opiniones políticas o de otra índole, ni ninguna otra condición. Producto de su trascendencia, la ONU ha señalado que a lo largo de todo el año se abordará una campaña de cinco aspectos, basados en: la información, en levantar la voz cuando haya violaciones a los derechos humanos de alguien más, en defender los derechos de todas las personas, en pedir a los gobiernos que asuman el compromiso, y en incorporar estos derechos a la vida cotidiana. Según la información de la ONU, este documento es el más traducido del mundo, con versiones en quinientos idiomas, y ha permitido establecer bases para un trato más justo a las personas. Pero la realidad local y mundial nos hace plantear que este 2018 y enfrentados a sus setenta años, aún falta mucho para que las promesas que encierra se cumplan plenamente, y se avance en sociedades construidas sobre la igualdad, la justicia y la dignidad humana. Una simple revisión nos muestra que el hambre sigue cobrando la vida de millones de seres humanos, los feminicidios son pan de cada día y los proyectiles siguen arrebatando las vidas de esos que siguen luchando, precisamente por el cumplimiento de estos derechos universales. Por lo mismo esta campaña nos debe llevar a comprender que los derechos humanos no solo se violan por el terrorismo, la represión, los asesinatos, sino también por la existencia de condiciones de extrema pobreza y estructuras económicas injustas que originan las grandes desigualdades. Un aspecto fundamental que señala esta campaña mundial, y que la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi ha asumido desde su creación, es lograr que tanto a nivel individual como colectivo las personas se comprometan con una cultura de Derechos Humanos. Y el aspecto más relevante que se plantea, y que compartimos, es que la ciudadanía, tal como lo ha hecho históricamente en Chile, logre comprometer y hacer avanzar a sus autoridades en favor de los Derechos Humanos. Para ello cabe recordar que el pasado diciembre el gobierno presentó el Plan Nacional de Derechos Humanos 2018 – 2021, una iniciativa que considera más de seiscientas acciones, agrupadas en quince temáticas, que en gran medida deberán ser implementadas por el gobierno entrante, y que, como corporación, junto a otras organizaciones, velaremos por su cumplimiento y promoción. Por Cristián Castillo Vicepresidente Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi. Santiago de Chile, 8 de marzo 2018 Crónica Digital 

Desde siempre se ha visto lo masculino y femenino como algo dicotómico, excluyente, discontinuo y complementario, encontrando diferentes distinciones relativas a lo que se espera de los hombres y de las mujeres, dependiendo de cómo se desarrolla la vida en comunidad. Pero algo que podemos afirmar con certeza es que no existe la mujer separada del hombre. La relación entre los sexos inevitablemente implica una danza conjunta en la que no pueden verse en forma separada el uno del otro, es como la izquierda con la derecha o el anverso y el reverso. No existe uno sin el otro y sólo pueden verse en relación, se es hombre en oposición a ser mujer y se es mujer porque no se es hombre. Pareciera que hombres y mujeres nos relacionamos independientemente de si esa forma de relación sea constitutiva de lo humano o construida a lo largo de un tipo especial de interacción, insertada en la forma que la cultura impone. La forma en que cada uno de nosotros actúa su rol, depende en gran medida, de su identidad personal, pero también del contexto en que la persona se esté desenvolviendo. No existe ‘la mujer’ como tampoco ‘el hombre’. Existen mujeres y varones en diferentes situaciones sociales y culturales, cumpliendo distintos roles y funciones. Las características que les atribuimos a hombres y mujeres en nuestra sociedad, constituyen los ‘estereotipos sociales’. Como tales, estas abstracciones nos facilitan entender la estructuración de un rol determinado. El rol sexual se construye de acuerdo con la prescripción de las conductas que se consideran masculinas o femeninas. Esta tipificación es anónima, abstracta, pero fuertemente adjudicada y normativizada por el estereotipo que la sociedad impone. Tanto ‘rol’ como ‘estereotipo’ son categorías abstractas que encierran un alto grado de generalización, valoración y juicios en sí mismos, no obstante son útiles en el momento de teorizar. Cabe considerar que, aunque el poder en muchos casos implica privilegios, también puede imponer exigencias que se viven con dolor. Por ejemplo, en el proceso de construir su masculinidad, los hombres van suprimiendo una amplia gama de emociones, necesidades y posibilidades, tales como el placer de cuidar de otros, la receptividad, la compasión, las que son experimentadas como inconsistentes con el poder masculino. Este tipo de necesidades y emociones a los hombres no les es permitido expresarlas. Debemos reflexionar sobre estas relaciones que hemos interiorizado y que van formando parte esencial de nuestra vida. Han sido y serán nuestros propios comportamientos los que contribuyan a fortalecer las instituciones y estructuras sociales, ayudando a preservar o a cambiar este sistema patriarcal del que todos formamos parte. Indudablemente ha habido adelantos en comparación con lo que acontecía en los inicios del siglo pasado. Sin embargo, todo no está dicho, ni mucho menos. Estamos iniciando una etapa de transición, que implica revisar los roles femenino-masculino. Pensamos que los jóvenes de hoy son los actores principales del drama de la vida y serán ellos quienes mañana den cuenta, a sus propios descendientes, de la forma como se […]

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer, aquello que partió como un justo reconocimiento a mujeres mártires, hoy puede parecer una forma de discriminación. ¿Hemos tenido que formalizar esta fecha con actividades y eventos que reivindiquen el rol de la mujer en la sociedad, para poder disimular las desigualdades que aún prevalecen? En la práctica, ocurre todo lo contrario: se visibilizan más. Sin duda el mes de marzo ha tomado más fuerza desde el momento en que se le ha reconocido como el mes de la mujer. Aunque los países desarrollados muestran avances significativos en términos de igualdad de género, se puede observar que a veces la presión obtiene mejores resultados que las políticas que se implementen al respecto. Es el caso de Islandia, cuando en 1975, el 90% de las mujeres decidió tomarse las calles para manifestarse por la igualdad. Dicha presión social fue la antesala para concebir una política de equidad de género que, incluso, a inicios de este año se tradujo en la aprobación de una ley de igualdad salarial. Esta situación está ad portas de repetirse, toda vez que España busca convocar a una huelga general por las mujeres con el mismo fin. Si bien es cierto, los movimientos sociales a nivel mundial han desplazado barreras permitiendo alcanzar objetivos impensados en décadas anteriores, se podría presagiar que Chile tomará este tipo de acciones para transitar por la misma ruta en términos de igualdad  de género, tal como ya lo ha hecho por las garantías de derechos sociales fundamentales. Por Catalina Maluk Decana Facultad de Economía y Negocios, U.Central Santiago de Chile, 7 de marzo 2018 Crónica Digital 

El jolgorio vivido por la Derecha en las largas semanas que anteceden al cambio de mando ya tuvo sus primeras tensiones con la explícita molestia que a algunos de sus partidos les provocaran los nombramientos de ministros, subsecretarios y, especialmente, intendentes regionales. “Parece que hemos vuelto a lo mismo”, se comenta: los partidos de aquí o de allá no cambian para nada en su afán de obtener cargos e influencia en la repartija oficial. Los próximos ocupantes de La Moneda están llenos del júbilo propio que sigue a un triunfo electoral, al que suman, ahora,  haber dejado a muy maltraer a sus principales adversarios. Es decir, a la Nueva Mayoría y a Michelle Bachelet, a quien el propio Sebastián Piñera tuvo que cederle la Banda Presidencial hace cuatro años. Cualquier estimación asegura que muy difícilmente el nuevo mandatario pueda correr el riesgo de  devolverle el mando de la nación a quienes están nuevamente de salida. Los partidos de la Concertación están desintegrados y desmoralizados, y las fuerzas centrífugas del sector hacen muy poco probable que puedan volver a articular un referente único y competitivo. Pero ya sabemos que en política nada es descartable, que todos los pactos y las alianzas pueden ser factibles si de lo que se trata es obtener el poder. La propia centro derecha logró el milagro de la unidad para elegir nuevamente a Piñera y reconocerle un liderazgo que por muchos años le cuestionaron. Pero la ventaja que tienen éstos es que en sus fuerzas hay figuras y expresiones nuevas, mientras que los que animaron los gobiernos de Aylwin, Frei, Lagos y de la propia Bachelet están ya demasiado revenidos y desprestigiados. No hay duda que los sectores más jóvenes y promisorios de la política terminaron agrupándose en el Frente Amplio y es este referente el que, por ahora, pudiera constituirse en ser la alternativa o sucesión del piñerismo. El senador Andrés Allamand asegura recién en una entrevista de El Mercurio que la amplia ventaja que le sacó Piñera al candidato oficialista legitima plenamente la acción de su próximo Gobierno. Sin embargo, hace caso omiso de que toda la última contienda presidencial se acotó solo al 50 por ciento del electorado y que la mitad de los ciudadanos no quisieron marcar opción presidencial alguna. Consolidando un abstencionismo que, por lo demás,  tiene muy en cuestión nuestras pretensiones democráticas y obviamente habla de una población que día a día le tiene menos confianza al camino electoral. Sobre todo cuando aprecia que son los mismos los que se repiten en el Gobierno y el Parlamento al ritmo, además,  del mismo régimen institucional heredado de la Dictadura; con una desigualdad social pavorosa y un descontento social que promete agudizarse bajo la próxima administración o el  “gobierno de los gerentes”, como muchos ya lo tildan. Pero el jolgorio vivido por la Derecha en las largas semanas que anteceden al cambio de mando ya tuvo sus primeras tensiones con la explícita molestia que a algunos de sus partidos  les provocaran los […]

El pasado domingo, como pocas veces antes visto, miles de chilenos estaban pendientes de la pantalla de sus televisores. Los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood prometían a Chile una noche de emociones. Primero con la confirmación de la actriz Daniela Vega como presentadora de la ceremonia, primera transexual en los noventa años de historia de los Oscars en subirse al mítico escenario. Demasiado acostumbrados a la irrelevancia de lo nuestro en el campo de las artes internacionales de todo tipo, aquello era un suceso. A su vez, todo Chile esperaba más. Desde los especialistas del The New York Times hasta casas privadas de apuestas daban como ganadora a “Una Mujer Fantástica” desde ya hacía bastante. Iba a paso robusto la opera prima del director Sebastián Lelio, detrás con el brazo financiero de la factoría de los hermanos Larraín, a estas alturas convertidos en verdaderos fabricantes de éxitos comerciales cinematográficos, tanto en el país como en la meca del cine mundial. Y así fue como ese domingo de verano la nonagenaria actriz portorriqueña Rita Moreno anunciaba al mundo el segundo Oscar para Chile en toda su historia, ante la explosión de júbilo de miles de chilenos, sumado a otro tanto de miles de latinoamericanos y la comunidad gay y transgénero del mundo al completo. Tras el veredicto del jurado bastó cuestión de minutos para que Daniela Vega estuviera mencionado en los medios de comunicación de literalmente, el planeta entero. Desde Michelle Bachelet hasta Sebastián Piñera, pasando por prácticamente todos los políticos de la ya casi extinta Nueva Mayoría, varios del conglomerado Chile Vamos y toda la farándula local se volcaron a las redes digitales a expresar sus felicitaciones a Vega, Lelio y los hermanos Larraín. Evidentemente, el triunfo de Chile en la gala de los Oscars reabrió de forma inmediata el debate sobre la Ley de Identidad de Género, ingresada al parlamento el año 2013, actualmente en tercer trámite legislativo en la Comisión de Derechos Humanos del Senado. Dicho proyecto tiene el carácter de suma urgencia desde diciembre del año pasado por parte del gobierno, cuya legislación caerá bajo la responsabilidad del recién electo presidente Sebastián Piñera. El tema ha abierto un debate intenso al interior de Chile Vamos, donde algunos personeros como la actual presidenta de la UDI  Jacqueline Van Rysselberghe se opone directamente y que significará una prueba de fuego respecto al compromiso con los derechos humanos y ciudadanos para el próximo mandatario. Al día siguiente del triunfo chileno en Hollywood, el MOVILH y la Fundación Iguales no han perdido la oportunidad de presionar nuevamente al gobierno saliente con la Ley de Identidad de Género, respecto a la modificación de documentos legales para las personas transexuales. Mientras tanto, las felicitaciones y el júbilo continúan en torno a la cinta de Lelio y el protagonismo estelar de Vega. Sin embargo, no he tenido aún la posibilidad de leer en ninguna parte ningún perdón a Daniela… El triunfalismo del galardón cinematográfico debería haber derivado de forma […]

Patricio Herman Sobre el asunto tratado originalmente en Ciperchile, ver link http://ciperchile.cl/2018/01/15/nueva-ley-blanquea-permisos-de-edificacion-viciados-y-anula-dictamenes-de-contraloria/ Nueva ley “blanquea” permisos de edificación viciados y … ciperchile.cl A punto de ser promulgada la ley sobre transparencia de mercado del suelo –impulsada por los coletazos del caso CAVAL–, el presidente de la Fundación Defendamos … reprochamos una ingeniosa maniobra del establishment con ocasión de la ley “transparencia del mercado del suelo e incrementos de valor por ampliaciones del límite urbano”, artículo que mereció en ese medio de investigación periodística una respuesta del representante del Minvu y nuestra réplica. Ahora bien, en la edición del 15/02/18 del vespertino La Segunda se publicó la crónica “El polémico artículo que opaca la Ley de Transparencia del Suelo”, con epígrafe “hoy fue publicada en el Diario Oficial”, dando cuenta de la acusación que ha hecho la fundación Defendamos la Ciudad en orden a que el artículo 5º de esa ley es un simple perdonazo para diversos proyectos inmobiliarios cuestionados a través del tiempo por la Contraloría General de la República. Esta legislación empezará a operar en 6 meses más y el artículo 5º cuestionado no tiene nada que ver con el espíritu y texto de la ley, a la que le pusieron la vendedora palabra “transparencia”. Para tal propósito un par de periodistas de ese medio de prensa entrevistaron a 4 personas : al abogado inmobiliario James Channing del estudio jurídico Morales & Besa, al competente e informado arquitecto Guillermo Condemarín, a este columnista y a Enrique Rajevic, abogado asesor del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), quien había sido propuesto por el gobierno de Bachelet para que fuera nominado por el Senado como Contralor General de la Repúblico, lo que finalmente no fue posible. El abogado Channing planteó que le parecía bien la ley pero que, con su implementación, se encarecerán los costos de la actividad de la construcción, teniéndose en cuenta las atribuciones que se le entregan al Servicio de Impuestos Internos (SII) para que valorice los cambios normativos en los terrenos que generarán plusvalías para sus propietarios. El arquitecto Condemarín, como buen conocedor de la regulación urbanística nacional, se explayó sobre los futuros reavalúos de los inmuebles cuando sus dueños los enajenan y dio cuenta de los beneficios constructivos insertos en los planes reguladores comunales, objetados por la Contraloría y que ahora, con esta ley, serán aplicables según lo decidan las distintas municipalidades del país. Quien escribe esta columna insistió en su denuncia, en cuanto a que el artículo 5º de esta ley que fue “cocinada” a última hora en el Senado, tenía como único objetivo establecer un escabroso blanqueo, recordemos que consagra la retroactividad, a unos cuantos titulares de permisos de edificación que ya habían sido declarados como contrarios a derecho por la Contraloría. Últimamente hemos conocido la tramitación de la ley en el Congreso Nacional y con pavor hemos comprobado el resultado, utilizándose para ello el sistema electrónico, de la votación en la Cámara de Diputados : a favor 94 votos, abstenciones 5 votos y una inhabilitación y ¡oh sorpresa! nadie votó en contra. Todos aquellos […]

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