La emulsión fue formulada utilizando nanotecnología y sus principios fitopatógenos previenen la pudrición de la raíz y la marchitez del tomate y una serie de enfermedades fúngicas que afectan a nogales y paltos, cultivos fundamentales en la producción agrícola nacional. Su potencial también radica en que puede servir para desarrollar un controlador eficaz contra algunas infecciones causadas por hongos que afectan al ser humano. Un equipo de científicos liderado por el doctor en Ciencias y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso (UV) Iván Montenegro creó y obtuvo la patente de invención del primer biopesticida contra microorganismos fitopatógenos hecho exclusivamente a base de extractos de plantas medicinales nativas chilenas. Se trata de una emulsión que fue desarrollada utilizando nanotecnología y cuyos principios activos previenen la pudrición de la raíz y la marchitez del tomate provocadas por un extenso género de microhongos filamentosos denominado Fusarium y, también, algunas importantes enfermedades fúngicas que afectan a nogales y paltos, cultivos considerados claves en la producción agrícola nacional. Tanto la fórmula como la tecnología empleados en la fabricación de este biopesticida son resultado de una investigación de dos años -surgida de la adjudicación de un proyecto Fondef IDeA- cuyo objetivo fue crear un controlador de microorganismos patógenos en vegetales hecho exclusivamente con compuestos naturales obtenidos de plantas medicinales autóctonas y no con derivados de otros organismos biológicos o sustancias sintetizadas por ellos. “Este agente de control biológico fue elaborado en base a moléculas extraídas de exudados resinosos, las que posteriormente y mediante una serie de reacciones químicas redujimos al nivel de nanopartículas. Estas últimas, por sí mismas -de manera independiente- no fueron capaces de contrarrestar a todos los patógenos ensayados, pero al mezclarlas entre sí vieron potenciado su efecto antifitopatógeno en ciertos hongos, e incluso en algunas bacterias y oomicetos, cuando lo aplicamos sobre las hojas y flores o directamente en las raíces de las especies escogidas”, explicó el doctor Montenegro. En lo específico, la patente obtenida da cuenta de un método exclusivo para preparar nanoemulsiones antifitopatógenas a base de exudados resinosos extraídos de las partes aéreas de ciertas plantas medicinales que sólo existen en nuestro país cuyo titular es la Universidad de Valparaíso y sus inventores, además de Iván Montenegro, son los científicos Yusser Olguín, Michael Seeger, Alejandro Madrid, Miryam Valenzuela y Alejandra Besoain. Beneficios para la agricultura La creación del primer biopesticida hecho exclusivamente a base de plantas medicinales nativas chilenas aspira a generar un gran impacto en la industria agrícola nacional, toda vez que Chile es hoy el segundo exportador de nueces de nogal sin cáscara, el cuarto de paltas y el 24° de tomates frescos a nivel mundial, con retornos por ventas que bordean los cuatrocientos, trescientos y cien millones de dólares, respectivamente. Además, estos frutos y hortalizas se encuentran entre los más producidos y consumidos del país, por lo que los problemas fitosanitarios a los que se ven expuestos sus cultivos provocan grandes pérdidas económicas a la industria agrícola chilena. “En el caso del […]