Por Teyuné Díaz Díaz El comercio mundial en 2021 tuvo una frágil y heterogénea recuperación pese al avance registrado del 10,8 por ciento, indicador medido a partir de la contracción del 5,3 marcada en 2020 como consecuencia de la pandemia. De acuerdo con el jefe del departamento de Comercio e Integración del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), Faustino Cobarrubia, esa dinámica de expansión comercial se comportó de forma desigual; mientras Asia anotó un alza del 14,4 por ciento, muy por detrás le siguió Europa con un 9,7. Otros elementos significativos sobre el comportamiento global en 2021 fueron el lento crecimiento del turismo, las manufacturas como impulsores del intercambio comercial, la crisis interna en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la continuidad de las medidas proteccionistas adoptadas por algunos países, enumeró el experto. Por todo ello, la recuperación del comercio internacional es frágil, reiteró Cobarrubia. RECONFIGURACIÓN DE LA GLOBALIZACIÓN Ante ese escenario las opiniones de los estudiosos difieren, hay quienes consideran que el comercio mundial afronta un proceso de deslocalización, unos que se trata de una fase de transición y otros hablan de una autarquía entendida como el regreso a los marcos nacionales, abundó. Sin embargo, en opinión del investigador, se aprecia un proceso de reconfiguración de la globalización. Uno de los indicadores, aseguró, es la reorganización de las cadenas globales de valor (CGV) y recordó que inicialmente fueron las protagonistas de la globalización -de 1950 al 2008-, mediante la partición de la producción en diferentes países, método que significó más del 50 por ciento del comercio mundial hasta el 2008. Para establecer esos procesos productivos, rememoró, los empresarios se basaban en el costo de la mano de obra, pero esa realidad cambió ante la fragilidad de las CGV: eventos extremos, inestabilidades y cambios en política. En China, por ejemplo, con la pandemia ocurrió una crisis sanitaria y se cortaron las cadenas de valor, asimismo sucedió con el tsunami que afectó al Japón de 2011, o los cambios políticos que perjudicaron a aquellas empresas que trabajaban en el gigante asiático cuando el expresidente estadounidense Donald Trump (2017-enero, 2021) elevó los aranceles. Por tanto, es necesario evitar esas vulnerabilidades y establecer cadenas de valor resilientes y robustas, es decir, que sean capaces de volver a la normalidad en poco tiempo, adaptarse automáticamente y reincorporarse a sus operaciones, y ante crisis puedan continuar su funcionamiento, aseveró. Una estrategia, subrayó, que apostará por cadenas de valor más regionalizadas y diversificadas. Pero con la regionalización del comercio también ocurren cambios en las relaciones comerciales. Hoy los principales socios de China son los países asiáticos, no la Unión Europea ni Estados Unidos, esclareció el investigador del CIEM. Otro elemento de la reconfiguración de la globalización son los pactos comerciales, como el Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (establecido entre los 10 Estados miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y cinco de Asia y Oceanía con los que la Asean tiene convenios), considerado el mayor acuerdo de libre comercio del […]