La idea de que todas las personas, independiente de su condición social, deben participar de un sistema educativo, es reciente en comparación con la larga historia de la humanidad. Muchas razones apartaron a diversos tipos de personas de la educación regular: ser de una casta social baja, estar en situación de pobreza, pertenecer a grupos culturales o religiosos discriminados por las autoridades, entre otras causas. Una de las razones que se mantuvo hasta este tiempo, fue contar con la ausencia o disminución de capacidades específicas, como son las habilidades motrices o la capacidad de oír. En el caso de que la persona no contara con su visión, o padeciera alguna enfermedad que lo pusiera en una situación limitante respecto de un desempeño ideal, el sistema educativo lo abandonaba por omisión debido a que no contaba con herramientas para integrarlo. El gran impulso de la educación pública obligatoria integró a múltiples tipos de personas, incluyendo a quienes eran etiquetados como discapacitados y asociados a un padecimiento médico. En esta primera instancia, las personas fueron integradas a la educación regular, sin embargo, con el tiempo se construyeron espacios especializados para educar a grupos con diversidad funcional, buscando que instituciones especializadas respondieran mejor a sus necesidades educativas particulares. En la actualidad, los resultados de la educación especializada fueron cuestionados por generar segregación social y no incluir en los espacios tradicionales a personas etiquetadas como discapacitadas. El resultado de este cuestionamiento es la reintegración de los grupos con diversidad funcional en los establecimientos regulares de educación. Finalmente, la nueva problemática para las autoridades, es que los establecimientos educacionales regulares no cuentan con las herramientas especializadas, para responder a las necesidades particulares de los grupos con diversidad funcional, generando una nueva segregación interna dentro del mismo establecimiento, producto de no contar con profesionales especialistas o programas adecuados. Por Manuel Letzkus Palavecino y David Álvarez Maldonado Académicos del Departamento de Gestión Organizacional UTEM Santiago de Chile, 29 de julio 2022 Crónica Digital

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