El 15 de Noviembre de 1987, la segunda y quinta compañía del batallón de Lucha Irregular (BLI) Juan Pablo Umanzor (JPU) del Ejército Popular Sandinista acababa de tener un combate con un destacamento de las fuerzas contrarrevolucionarias en las cercanías de Pantasma en el norte de Nicaragua. En este combate sale herido el jefe de Compañía Poveda, a la cual pertenecía el Cachalote. Con él venía operando ya hacia algunos meses y se había ganado su confianza, tanto es así que Poveda le asigno la responsabilidad de llevar consigo los documentos de la compañía, pistola y otros medios de seguridad que él no podía cargar por su herida. Al otro día, 16 de Noviembre de 1987, se da la orden de salir al encuentro de la primera y tercera compañías, para en conjunto seguir tras los contrarrevolucionarios. A eso del mediodía nos encontramos con las otras compañías y por orden del alto mando se decide que la 5ta compañía debido a los heridos tendría que dirigirse al poblado de Pantasma, que es donde se encontraba el puesto de mando del batallón, de esta forma los compas de la 5ta se quedan con mínimas municiones entregando el resto a la 2da y otras compañías que iban a seguir operando, ya que ellos iban de salida y no seguirán la persecución de la contra y una vez en el puesto de mando se podrían reabastecer. A las 7 de la mañana del 17 de Noviembre, la quinta compañía se dirigía al puesto de mando que estaba en Pantasma a no más de unos 6 o 7 kilómetros de donde estábamos, como era de costumbre al operar en la montaña, se enviaba en la avanzada una escuadra de exploración de la compañía para ir alertando de posibles contras. A eso de las 9 llegando a la loma La Brellera, se da la alerta de avistamiento de la contra, que eran alrededor de 30 0 40, se envía un pelotón de refuerzo a la escuadra de avanzada para cerciorarse de la exactitud de los contras, cuando de repente se escuchan disparos y empieza la turquiadera (tiroteo). El pelotón había sido emboscado por más de 300 contras, que nos superaban ampliamente en tropas y medios, nos replegamos y empezamos a defendernos. El Cachalote siempre al lado de Poveda, asistiendo a su jefe herido, el combate era muy duro y nos teníamos que ir replegando una y otra vez, hasta que Poveda da la orden de tomarse una loma adyacente a donde estábamos, ya que tenía un pico más grande y podríamos establecer una mejor defensa. Los cachorros estaban desmoralizados por lo que estaba sucediendo y no hacían caso a las órdenes, hasta que el lanza cohetero y yo decidimos tomarnos la loma, detrás nos siguió el Chico Roberto (también chileno) con el que nos habíamos juntado la noche anterior y cuando llegamos arriba y establecimos la defensa empezó a llegar el resto de la jefatura de la compañía y otros cachorros de los pelotones., pero […]
