Dom Nov 21 , 2021
Por Luis Beatón* La Habana, (Prensa Latina) El cerrojo informativo sobre el asesinato del trigésimoquinto presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, impede que el pueblo estadounidense conozca la verdad sobre los sucesos de Dallas, Texas, y amenaza con prolongarse en el tiempo. A 58 años del suceso, la Casa Blanca mantiene el velo que cubre la información sobre quienes conmocionaron al mundo al protagonizar ese hecho y en especial de los estadounidenses, pese a la promesa de la actual administración de desclasificar la información que está bajo varios “candados” en el Archivo Nacional. El 21 de enero de 1961, Kennedy, con 43 años de edad, se convirtió en el candidato a la presidencia más joven de la historia de Estados Unidos y arrastró tras de sí a una entusiasmada mayoría de estadounidenses. Sin embargo, el 22 de noviembre de 1963, el mandatario demócrata fue abatido por disparos que la versión oficial achacó a Lee Harvey Oswald, algo puesto en dudas por otras investigaciones que sugieren una conspiración con connotaciones insospechables, entre ellas la CIA, Israel, los grupos terroristas cubanoamericanos de Florida y la mafia, entre otros. En octubre, el presidente Joe Biden mantuvo a buen recaudo los archivos sobre el asesinato y volvió a retrasar la publicación de miles de secretos gubernamentales que podrían arrojar luz sobre el hecho. «El aplazamiento temporal es necesario para proteger la defensa militar, las operaciones de inteligencia, la aplicación de la ley o la conducción de las relaciones exteriores, de tal gravedad que supera el interés público de la divulgación inmediata», escribió Biden en un memorando presidencial. La decisión significa que los académicos y el público tendrán que esperar aún más tiempo para aceder a los archivos del gobierno sobre uno de los mayores misterios políticos del siglo XX. Un comité especial de la Cámara de Representantes concluyó en 1978, «sobre la base de las pruebas disponibles, que el 35 mandatario fue probablemente asesinado como resultado de una conspiración», y muchos se sienten engañados con la afirmación de que el autor material fue Lee Harvey Oswald. Cuando el presidente Biden aceptó publicar los registros del 11-S, dijo que 20 años eran suficientes. ¿Qué tal 58 años?, preguntó el diario Politico en referencia al cerrojo informativo. Varias elucubraciones durante años originaron nuevas sospechas de la existencia de um complot del “poder profundo” en Estados Unidos, donde la CIA, terroristas del exilio cubano en Florida, agentes israelíes- luego devenidos en primeros ministros- en particular, Menachem Begin, un especialista en terrorismo de falsa bandera-, estuvieron detrás de los disparos mortales. El rastro israelí en el asesinato de Kennedy fue sofocado y quienquiera que lo mencionó fue inmediatamente excluido. Empero, de todas las teorias conspirativas esa conexión sigue siendo una de las más intrigantes. Se supo que el ultimado mandatario quiso frenar el proyecto de desarrollo nuclear de Tel Aviv y cometió el pecado de amenazar con cortar el multimillonario apoyo de Washington al sionismo. Su asesinato es uno de los secretos mejor guardados en Estados […]