Cultura

Por Miguel Alvarado Natali, Editor Cultural De tres amigas, una se va a casar, pero las otras dos detestan al novio. Entonces idean todo un plan, para que termine lo que ha sido una relación tóxica por mucho tiempo. “Amiga, date cuenta” es una comedia escrita por Carla Zúñiga y dirigida por Cecilia Guerra, que se está presentando en el teatro Mori del Parque Arauco hasta el 27 de noviembre. Dani (Claudia Pérez) es invitada  a tomar y comer algo con sus amigas, interpretadas por Javiera Contador y María José Bello . Ellas desean de todo  corazón, que su amiga del alma termine ese pololeo en la que se encuentra sumida hace años con  Nelson (Rodrigo Muñoz), quien es un tipo que se ha aprovechado de lo bondadosa y un poco “mamá”  que ha sido Dani con él, ya que es demandante como un niño. Pero a la vez es el estereotipo de hombre flojo y si esto fuera poco, un típico “papito corazón”. Aquí las dos amigas con la ayuda de disfraces, un PowerPoint y la creación de una canción: “Amiga tu pololo vale callampa, callampa, callampa, callampa” y hasta con coreografía, comienzan a convencer a Dani que lo deje, ya que Nelson no trabaja y además recordándole  de todos los numeritos que se ha mandado y las cuarenta y tantas veces que ella ha llorado por la culpa de él. Con una escenografía sencilla pero funcional y una puesta en escena bastante lúdica, dónde fuera de la música y las proyecciones en el telón del escenario, hay una directa interacción con el público que está totalmente enganchado con la obra. Hay una atmósfera bien lograda y todo bien aceptado hasta la callampa humana que sube a escena. Mientras el trabajo de las actrices está perfecto, con buen desplazamiento escénico y que por momentos llegan a un delirio histriónico, que por supuesto en este caso hace reír al público. Hace rato que Javiera Contador, es carta segura en un montaje, recordemos su buena presentación en Viña del Mar, la hemos visto con éxito en “La puerta de al lado” y “Soy un desastre”, ella está muy divertida, son estos papeles que le acomodan muy bien. Su entrada a escena y  diciendo sus primeras líneas, ya son suficientes para sacar inmediatamente carcajadas de las butacas, interpretando a una de estas amigas que prácticamente le hacen una terapia express a la novia. Junto con la actriz María José Bello harán todo lo posible para que Dani termine con Nelson. María José  ha venido desde el 2005 realizando roles secundarios en distintas teleseries, llegando a ser reconocida por  encarnar a una  Lesbiana en “Perdona Nuestros pecados”, ella tiene su encanto natural y su registro es casi el mismo en todos su papeles, pero es siempre creíble. En tanto Claudia Pérez (“Reversible”) es Dani, la tercera amiga que no quiere darse cuenta con la clase de hombre que está. Claudia Pérez es de esas actrices que se las ingenia para que todas sus […]

Por Miguel Alvarado Natali, Editor de Cultura “Cada vez que digo mamá”, es la historia de una madre y una hija que por 20 años solo se conocen a través de cartas que se han enviado desde Chile a Israel. Escrita por el profesor y dramaturgo Daniel Henríquez y dirigida por Jaime Guzmán Brantes. Esta obra se está presentando en la sala del teatro Ictus hasta el 24 de noviembre, proyecto que se fue gestando a partir de la reinterpretación de material de archivo biográfico como cartas, grabaciones y postales que van contando cómo fue el encuentro entre  Esther Scharager y su hija. Madre e hija que intercambiaron cartas por muchos años, tienen un encuentro por primera vez en el aeropuerto de Miami, lugar neutral entre Chile e Israel. Entonces es aquí que se ven las caras  y se cuestionan los hechos que las llevaron a separarse: el rapto de Sara por parte de su padre y  la madre que no hizo mucho por retenerla, dejándole la tarea de la crianza al padre. Interpretada por Shlomit Baytelman, a quién viéramos hace un par de meses en la obra Moscú, aquí es la madre de Sara, con una actuación notable y dulce. Es la madre ausente que a ratos es sarcástica o muy amable. En tanto, Alejandra Díaz en el papel de Sara (“Caracol”,“El Círculo”) está con mucha potencia expresiva y muy concentrada en el peso que tiene su narración. Por su parte, la actriz Carolina Larenas, (“Paren la Música”) es la  mejor amiga de la protagonista y quien  insiste con la  idea de que toda persona debe conocer a su madre, ella mantiene una actuación correcta. Hay que decir que esta puesta en escena no emplea los mecanismos o esquemas tradicionales, ya que  se juega a hacer teatro dentro del teatro, una especie de lectura dramatizada, un recurso utilizado muchas veces, con elementos de radioteatro, que fuera de sacar un par de risas al público, no encaja en ese realismo que debe tener la simple acción de ir a orinar a un baño. Además, poner un músico en escena para tocar un instrumento en vivo, siempre es bien recibido y a veces un gran acierto, pero acá no fue integrado al elenco de actores, salvo cuando le pasa un cigarrillo a la protagonista, se percibe más como un elemento decorativo, que puede ser reemplazado por música envasada. Con una escenografía simple pero que le da funcionalidad al montaje, donde se ocupa un proyector con fotografías de lugares y documentos para darle sentido al relato, incluyendo la aliteración –mi mamá me mima- que aprendimos de niños, esta puesta en escena sale airosa. Y nos hace reflexionar sobre la ausencia de la madre y lo que la sociedad espera de ella, lo convencional, el rol que siempre ha tenido en la historia,  puede ser una mujer una madre ausente? “Cada vez que digo mamá” es en definitiva un encuentro sacado de la vida real, entre madre e hija dando cuenta de una […]