La situación del cuerpo de Carabineros de Chile, constantemente cuestionado por violaciones de derechos humanos, fue calificada hoy de caos e ingobernabilidad, por el presidente de la Democracia Cristiana (DC), Fuad Chahin. Las declaraciones del líder de la DC, partido que aunque forma parte de la oposición opositora con demasiada frecuencia se pliega a las posiciones del Gobierno, son ampliamente destacadas por la prensa local, que resalta el cuestionamiento de Chaín al director de Carabineros, general Mario Rozas. Rozas debe renunciar Al respecto consideró insostenible la permanencia de Rozas al frente de la institución policial, sumándose así a las voces que insisten en la renuncia del alto oficial por su responsabilidad en la desmedida represión que ha caracterizado la actuación de la policía tras el estallido social del 18 de octubre. Las críticas a Carabineros, y a Rozas en particular, se multiplicaron en los últimos días tras la muerte de al menos dos jóvenes la semana pasada en hechos en los que se vieron envueltas fuerzas policiales, uno atropellado por un camión de esa institución y otro tras recibir un balazo en el cráneo. Entrevistado por Radio Cooperativa, Chaín dijo que no se sabe si en Carabineros «nadie manda o simplemente nadie obedece. Porque si manda el general Rozas, nadie le obedece, porque tenemos una situación de caos y descoordinación total y absoluta». Agregó que «el caos que hay en Carabineros no da para más». Asimismo Chahín pidió al ministro del Interior, Gonzalo Blúmel, que no respalde más a Rozas «que ha demostrado una incapacidad total para estar al mando de esa institución» y advirtió que con esa actitud el titular «se pone en una situación de responsabilidad política». El Gobierno ha planteado que los problemas de Carabineros requieren de una transformación profunda de esa institución y no dependen solo de sustituir al alto mando. En ello coinciden diferentes sectores políticos, porque Carabineros no solo ha estado afectado por las recientes acusaciones de violaciones de derechos humanos, sino por numerosos escándalos de corrupción destapados en los años recientes. Sin embargo, el presidente de la DC consideró que «un general director que no tiene el liderazgo en la institución, que no es capaz de liderar la situación como ésta, menos va a poder liderar un proceso de transformaciones profundas que requiere esa institución, que no son cosméticas». Santiago de Chile, 6 de febrero 2020 Crónica Digital/PL

 Siete carabineros fueron dados de baja hoy por propinarle una golpiza a un joven de 18 años en esta capital, en una muestra más de la brutalidad que despliegan esas fuerzas contra los manifestantes.   Matías Pérez, estudiante universitario, fue abordado por nueve carabineros, algunos vestidos de civil, el 29 de enero tras participar en una manifestación por la muerte del hincha de Colo Colo Jorge Mora, los cuales lo golpearon salvajemente causándole fracturas en las costillas y múltiples contusiones, y luego escaparon. El hecho fue grabado por una cámara de seguridad de una vivienda y rápidamente reproducido en redes sociales, lo que causó un rechazo generalizado y obligó, ante las evidencias, a que el alto mando de la institución policial tomara medidas. Según declaró el coronel Eduardo Witt, la destitución de los carabineros, entre ellos dos suboficiales, fue ordenada por el jefe de ese cuerpo, general Mario Rozas. El alto oficial dijo a la prensa que lo acontecido ‘se trata de una situación inaceptable e intolerable, fuera de todo protocolo y norma, y al margen de la ley’, por lo que se pondrán todos los antecedentes a disposición de la Fiscalía. Melissa Ramos, madre del joven, dijo a Radio Bío Bío que tiene una fractura costal grave y está inmovilizado totalmente pues si se mueve los huesos astillados pueden perforarle los órganos e incluso provocarle la muerte, y aseguró que ‘si la golpiza hubiese sido un poco más larga, me lo matan’. Numerosos cibernautas denunciaron en las redes sociales que la medida aplicada por el mando obedece a que el video dejó en evidencia la brutalidad policial, pero si no hubiera sido así los victimarios continuarían cometiendo impunemente todo tipo de violaciones. Personalidades, políticos y organizaciones internacionales y locales han denunciado reiteradamente la brutalidad policial, que desde el 18 de octubre de 2019, cuando se inició un amplio movimiento de protestas populares, ha dejado más de tres mil heridos de bala, perdigones y bombas lacrimógenas. Igualmente se contabilizan miles de casos de golpizas, torturas, abusos sexuales, entre otros delitos, tanto en plena calle como al interior de las instalaciones policiales. Santiago de Chile, 3 de febrero 2020 Crónica Digital/PL

Desde el inicio de las protestas populares en Chile en octubre último, cinco mil 558 personas han presentado denuncias por violaciones de derechos humanos cometidas por agentes del Estado, informó hoy la Fiscalía Nacional. Un informe de esa entidad contabiliza en 31 los fallecidos durante las manifestaciones, de los cuales cuatro corresponden a responsabilidad directa de los uniformados, mientras que dos ocurrieron mientras las víctimas se encontraban bajo custodia en comisarías. Del total de denuncias mil 938 señalan lesiones con armas de fuego, de las cuales 285 denunciaron daños oculares, una práctica que se ha extendido por el lanzamiento de perdigones e incluso bombas lacrimógenas directamente al rostro de las personas. Los datos, aportados por la Unidad Especializada en Derechos Humanos de la Fiscalía Nacional, indican que cuatro mil 170 víctimas culparon directamente a Carabineros, 244 a miembros del Ejército, mientras que la Policía de Investigaciones suma 96, y otras 27 denuncias apuntan a miembros de la Armada. El informe añade que los abusos y agresiones policiales se cometieron contra tres mil 798 personas en plena vía pública,  582 en comisarías, brigadas policiales o recintos militares, mientras que 72 personas denunciaron que los hechos ocurrieron en sus propias viviendas y 202 en el interior de vehículos policiales. Según la Fiscalía hasta el momento 38 agentes del Estado fueron procesados por uno o más delitos, aunque otras entidades como el Instituto Nacional de Derechos Humanos se han quejado de la lentitud en el avance de las causas. Además, entre el total de víctimas, 21 denunciaron discriminación por pertenecer a diversidades sexuales, mientras que en los casos relacionados con delitos de connotación sexual,  192 personas sufrieron desnudamientos y 67 señalaron hechos constitutivos de violación o abuso sexual. El informe detalla que del total de casos, cuatro mil 525 son hombres y mil 031, mujeres, pero entre ellos 834 son niños, niñas o adolescentes. Los datos aportados por la Fiscalía coinciden con la presentación este viernes de un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el cual señala que «la respuesta del Estado frente a la movilización social se caracterizó por la práctica de la represión y un uso desproporcionado de la fuerza». Asimismo señala que las conductas repetitivas de violencia contra manifestantes resultaron en «un número elevado de víctimas de graves violaciones de derechos humanos». Santiago de Chile, 1 de febrero 2020 Crónica Digital/PL

Graves y reiteradas violaciones de derechos humanos fueron denunciadas por la Defensoría Jurídica de la Universidad de Chile en un informe sobre asistencia, monitoreo y observación del tema durante los últimos meses. El texto de 218 páginas presentado la víspera en esta capital, aborda el problema desde los aspectos cualitativo y cuantitativo, al denunciar la gravedad de las violaciones y dar cuenta también de su magnitud a nivel de la sociedad. El análisis abarca desde el 18 de octubre al 30 de noviembre de 2019 y concluye que tras estudiar toda la información recopilada es posible aseverar que «se han cometido graves, generalizadas y sistemáticas violaciones de derechos humanos, imputables a agentes del Estado de Chile«. Añade que se han vulnerado los estándares del derecho internacional respecto al derecho a la protesta social y el uso «necesario, legal y proporcional de la fuerza», lo que ha derivado en una grave crisis de Derechos Humanos en el país. En el período analizado se recibieron dos mil 152 denuncias, de ellas mil 388 por heridas con perdigones, 214 por lesiones de bombas lacrimógenas lanzadas al cuerpo, 176 por golpizas propinadas por carabineros y 50 por el uso de gas pimienta. También se incluyen 28 denuncias por el chorro del carro lanza aguas, siete por atropello con vehículos policiales, 32 por violencia sexual, y 31 detenciones arbitrarias. El documento de la Universidad de Chile concluye que el Estado violó los derechos a la vida, integridad física y psíquica, indemnidad sexual, salud, libertad personal, reunión y libertad de expresión. El informe se suma a otros que han elaborado organismos como la ONU, Human Rights Watch y otras entidades internacionales y locales y que de forma prácticamente unánime han denunciado las violaciones a los derechos humanos cometidas por agentes del Estado durante el transcurso de las protestas populares desde el 18 de octubre. Santiago de Chile, 31 enero 2020 Crónica Digital/PL

La visita in loco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) es fundamental para la vigencia y garantía de los derechos humanos en Chile, dijo Amnistía Internacional, ante recientes declaraciones de autoridades estatales chilenas que emplazaban a la CIDH respecto de esta visita. “A más de cuatro décadas de la última visita in loco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a Chile, las autoridades estatales no solo deben cooperar plenamente para que pueda llevar a cabo su labor sin ninguna injerencia indebida, e implementar debidamente las recomendaciones que la Comisión haga a partir de la visita. El gobierno del presidente Sebastián Piñera debe honrar sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos”, dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional. “La crisis de derechos humanos que enfrenta Chile pone en evidencia la necesidad de permitir el escrutinio internacional. La visita de la CIDH representa un precedente histórico para la defensa, respeto y cumplimiento de los derechos humanos en el país y es fundamental para garantizar el acceso de las víctimas de violaciones de derechos humanos a los derechos a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición”. Una visita in loco es la visita oficial más importante que la CIDH puede realizar en pleno (con los siete Comisionados y Comisionadas, Relatores Especiales y la Secretaría Ejecutiva) a un estado miembro de la Organización de Estados Americanos, para analizar en profundidad la situación general de los derechos humanos en el territorio. Ésta se da por invitación del estado. El tiempo transcurrido desde la última visita a Chile en 1974, la grave crisis de derechos humanos que enfrenta el país, y la falta de respuesta a los distintos reclamos de la sociedad chilena en materia de derechos humanos en el país, hacían urgente una nueva misión. Santiago de Chile, 30 de enero 2020 Crónica Digital

El sábado 25 de enero de 2020 culminó el Foro Internacional de Derechos Humanos. Fue transmitido por el Canal TV del Senado. En esta oportunidad las diversas comisiones informaron sobre sus deliberaciones y conclusiones. Todo muy bien. Casi todo, diría yo. Y ese casi, que no es un simple detalle, estuvo en el informe sobre la primera comisión entregada por Ligia Gallegos Ríos, profesora de historia y geografía de la Universidad de Concepción, dirigente nacional del Colegio de Profesores, militante socialista. En su intervención, la educadora Gallegos, con toda razón, fustigó enérgicamente el llamado “Acuerdo por la Paz Social y una Nueva Constitución”, firmado el viernes 15 de noviembre de 2019. Pero irresponsablemente, en dos ocasiones, sostuvo que ese pacto había sido “de los partidos políticos”. Al escucharla, una persona no bien informada podrá pensar que todos los partidos chilenos firmaron ese antidemocrático pacto. Y eso no fue así. Es de suponer que la dirigente del Profesorado chileno, que tuvo tan alta responsabilidad en ese Foro, conoce perfectamente cuáles partidos que se dicen de oposición, entre ellos el suyo, complotaron con la derecha para que el proceso constitucional se diera con los amarres impuestos por la UDI, para que en vez de Asamblea Constituyente haya Convención Constitucional. Lo cual no es lo mismo (por algo la UDI fue intransigente en ello). Cada partido político debe responder por sus pecados antidemocráticos y no esconderse bajo el paraguas de Fuenteovejuna. La señora Ligia Gallegos debe saber, suponemos, que hubo partidos y movimientos que mostrando dignidad y visión de futuro no concurrieron a ese pacto infamante. Estos fueron el Partido Comunista, la Federación Regionalista Verde Social, el Partido Progresista, el Partido Humanista, el Partido Ecologista Verde, el Partido Igualdad, Convergencia Social y el Partido Pirata. ¿Por qué la educadora socialista entregó una visión tan falsa de la reciente historia de Chile en un foro latinoamericano? Al final de su exposición la profesora de historia hizo un justo y apasionado llamado a educar a “nuestra gente” –así lo dijo– a contribuir a terminar con el apoliticismo. Totalmente de acuerdo, pero ¿no cree la señora Gallegos que con la afirmación que le criticamos, contribuye precisamente a la campaña pinochetista de la derecha de desprestigiar la política? El viernes 15 de noviembre de 2019 hubo partidos y movimientos políticos que no fueron cómplices de la antidemocracia. Y esto no se puede ocultar. Un educador, un dirigente, debe ser verídico y justo. Una nube negra y pequeña no puede ocultar el hermoso y radiante sol que constituyó el Foro de Derechos Humanos. Pero es tarea del presente barrer con todo tipo de nubes. Es parte de la imprescindible lucha ideológica. Por Iván Ljubetic Vargas. El autor es historiador del ​​​​​Centro de Extensión e Investigación ​​​​​Luis Emilio Recabarren (CEILER) Santiago, 28 de enero 2020. Crónica Digital.

Por su interés, Crónica Digital reproduce en forma íntegra el Informe de la Misión Canadiense sobre violaciones a los derechos humanos en Chile: Resultados preliminares de la misión canadiense de observación sobre violaciones a derechos humanos en chile El objetivo principal de esta Misión es documentar las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante los últimos tres meses en Chile para actualizar y complementar los datos de las misiones anteriores. La misión está conformada por delegados de diversas especializaciones y campos de intervención: diputados de los parlamentos del Quebec y de Canadá, representantes sindicales y de la sociedad civil e investigadores: –Sol Zanetti, diputado del Partido Quebec Solidario en la Asamblea Nacional de Quebec –Simon–Pierre Savard–Tremblay, diputado del Partido Bloc Quebequense en el Parlamento de Canadá –Denise Gagnon, representante sindical de la Federación de trabajadores y trabajadoras de Quebec – FTQ y presidente de la Fundación Salvador Allende de Quebec –Luc Allaire, responsable de relaciones internacionales de la Central de sindicatos de Quebec – CSQ –Ricardo Peñafiel, representante sindical del Consejo Central de Montreal Metropolitano de la Central Sindical Nacional y de la Federación Nacional de Docentes de Quebec –Marie–Christine Doran, investigadora de la Escuela de Estudios Políticos, directora del Centro de Investigación en Criminalización de la Protesta Social de la Université d’Ottawa –Isabel Orellana, miembro del directorio del Centro de Investigación en Educación y Formación en Medio Ambiente y Ecociudadanía, especializada en conflictos socioecológicos, de la Université du Québec à Montréal –Marcos Ancelovici, investigador del departamento de ciencia politica, director de la Cátedra de Investigación de Canadá en sociología de los conflictos sociales, de la Université du Québec à Montréal –Pierre Mouterde, ensayista y filósofo del Colegio preuniversitario Limoilou. Esta Misión realizó 65 horas de entrevistas en Santiago, Antofagasta y Valparaíso, entre el 18 y el 26 de enero del presente, con 99 personas de 51 organizaciones entre las que se cuentan: –Organizaciones de la sociedad civil: de apoyo jurídico, de salud y seguimiento psicológico a víctimas y familiares, organismos de derechos humanos, de comunicación social y difusión, de mujeres, organizaciones ambientales y territoriales, indígenas y populares barriales –Centrales sindicales: sectoriales y nacionales, –Federaciones estudiantiles: secundarias y universitarias –Centros universitarios de investigación y defensoría jurídica, de comunicación y periodismo –Colegios profesionales: periodistas y médicos –Parlamentarios y personeros de gobierno –Instituciones estatales especializadas en DDHH: INDH, Alto comisionado ONU en DDHH –Víctimas. De este proceso destacamos los resultados preliminares siguientes que nos parecen particularmente importantes y preocupantes. En primer lugar, señalamos que después de 3 meses desde el inicio del estallido social y a pesar de las recomendaciones de las misiones internacionales y de las organizaciones sociales nacionales, las violaciones a los derechos humanos y la represión continúan en un contexto de intimidación de la población y de criminalización de la protesta social. A pesar de que las cifras del último informe del INDH revelan que las violaciones a los derechos humanos, observadas por este organismo, han bajado comparativamente a las que se produjeron durante el estado de emergencia, se […]

Pasamos por la Plaza de la Dignidad a eso de las tres de la mañana. En penumbras, con el olor irritante de los gases lacrimógenos aún flotando en el ambiente, la imagen parecía la de una ciudad devastada y en ruinas, una que ya lleva tres meses soportando estoica los disparos y las cargas de una fuerza policial que actúa como un cobarde ejército de ocupación. A esas alturas, habíamos tomado ya conocimiento de la dura reacción de la derecha por la presencia de un grupo de jóvenes de la “Primera Línea” en el Foro Internacional de Derechos Humanos. En el silencio sepulcral de la madrugada, apenas roto por un grito o un bocinazo a lo lejos, la escena era como la de un planeta abandonado, uno al que ningún refugio anti–aéreo o anti–nuclear fue capaz de defender. Desde Pío Nono, con sus siluetas apenas distinguibles por la oscuridad, retornaban algunos escasos enfiestados, presurosos por abordar el último bus para el regreso a sus hogares. Eran afortunados, porque en cambio, desperdigados por diversos puntos de la llamada “zona cero”, agotados, hambrientos y sudorosos, estaban los que nada tienen, nada, ni siquiera un lugar al que volver. Eran los cabros de la Primera Línea, no los que estudian Sociología o Derecho en alguna buena universidad ni los que tienen papás con redes apropiadas a las que recurrir “en caso de”. A los cabros de esa noche no los esperaría (ni ayer ni hoy ni nunca, quizás) ninguna cama con sábanas limpias ni ningún plato de comida caliente. Algunos de ellos seguían con la capucha puesta; otros, ya liberados de esa mínima protección, conversaban, fraternos, apurando un pan con algo (o quizás con nada), compartiendo una lata de cerveza que pasaba de mano en mano sin prisas ni cálculos mezquinos. Allí estaban, acompañándose mutuamente, porque muchos sólo se tienen a ellos mismos, a ellos y al compañero de ruta y de afanes que prepara el pan con mortadela y que comparte la noche y sus peligros, en una ciudad hostil llena de pacos, de sapos y de gente “bien” que los desprecia y preferiría no verlos, acechándole las espaldas para restaurar su “normalidad”. Mientras hablábamos (porque era evidente que necesitaban hablar y aún más ser escuchados) algunos se quitaron las capuchas, y al ver sus ojos (cansados, puros, transparentes, todo eso al mismo tiempo), se nos hizo evidente que la pelea que están dando es su épica, su visibiidad, su lugar en el mundo. Un lugar en el mundo que nadie les podrá arrebatar, porque estos cabros, que nada tienen (y que por lo mismo lo entregan todo) algún día serán leyenda, y porque más temprano que tarde (si es de verdad aquello de que Chile cambió), su gesta, que nació de sus propios corazones, desde abajo y sin permiso, protagonizará las páginas de los nuevos textos de historia. Por Juan Azócar Valdés. Periodista, autor de la historia del movimiento estudiantil secundario de los años 80 y otros trabajos de investigación. Santiago, […]

Por su interés, Crónica Digital reproduce la declaración del Colegio de Periodistas de Chile, luego de concluido en la ciudad de Antofagasta su XVII Congreso Nacional: “Por el Derecho a la Comunicación, más medios más democracia”: 1. Condenamos las sistemáticas violaciones de los derechos humanos perpetradas en los últimos meses por Carabineros y agentes del Estado, que han afectado brutalmente a miles de personas, especialmente a comunicadores y periodistas, lesionando el derecho a la información de la ciudadanía. 2. Ante estas graves agresiones a la prensa, las que hemos denunciado a nivel nacional e internacional, ratificamos nuestro compromiso en profundizar la democracia y destrabar los enclaves autoritarios heredados de la dictadura. 3. A través de un voto unánime de este Congreso, ratificamos la necesaria consagración de una Nueva Constitución para Chile, la que debe ser debatida por el soberano en una Asamblea Constituyente, sin imposiciones de quórum y que recoja las miradas y voces de la sociedad chilena, reconociendo su heterogeneidad. 4. La nueva Carta Magna deberá ilustrar una perspectiva garantista que resguarde los derechos humanos y conceptualice el Derecho a la Comunicación como un imperativo ético de toda democracia. 5. El rol que nos impone este proceso constituyente, decisivo para el futuro del país, es fundamental. Por lo mismo, señalamos que el desarrollo de debate solamente será legítimo si incorpora aspectos que ha exigido la sociedad movilizada: paridad de género, incorporación de pueblos originarios y participación plena de ciudadanos y ciudadanas del movimiento social, del que hemos sido parte activa. 6. En el marco de uno de los períodos más trascendentes y reveladores de nuestra historia, hemos decidido como organización, no sólo ser testigos sino verdaderos/as protagonistas de las movilizaciones sociales que esperan cambiar los destinos del país y garantizarle al país un nuevo sistema medial. 7. Por lo mismo y dada la importancia de este proceso en el país, interpelamos a los medios de comunicación a proveer a la sociedad chilena de los espacios necesarios para el debate de este nuevo proceso constituyente en el que todos los sectores sociales deben estar presentes. Los medios de comunicación deben generar información plural, veraz y oportuna, sin criminalizar el movimiento social, para garantizar a la ciudadanía el acceso a información relevante. 8. Hacemos un llamado particular a la responsabilidad que recae sobre el único medio de comunicación de carácter público del país, Televisión Nacional de Chile, cuya misión central es alojar la diversidad de perspectivas y voces de nuestra sociedad. 9. A la vez, corresponde al Consejo Nacional de Televisión garantizar el pluralismo informativo, con la presencia de la ciudadanía en este debate. Además, instamos a las audiencias a tener un rol activo y fiscalizador de la información que entregan los medios. 10. A raíz de las graves violaciones a los derechos humanos y a la disconformidad que tenemos como Colegio de Periodista respecto de los Fondos de Medios, hemos tomado la decisión de suspender nuestra participación en la convocatoria 2020, en tanto miembros de ese Fondo, según lo estipula […]

Estela de Carlotto, cuya hija Laura la dictadura argentina hizo desaparecer, parecía encontrar algo ese sábado de enero en Santiago de Chile. Le acomodaron una silla frente a mí y, cuando me miró, una sonrisa se nos dibujó al unísono. A su lado, Buscarita Roa, la única abuela que es parte de las Abuelas de Plaza de Mayo, la entidad que encabeza Estela. Era cerca del mediodía y se desarrollaba una de las comisiones del Foro Internacional de Derechos Humanos, la que se refería a los “Desafíos actuales para la plena vigencia de los derechos humanos a 70 años de la Declaración Universal”. Estaban familiares de las víctimas del Terrorismo de Estado, tales como Ernesto Lejderman de Argentina, cuyos padres desaparecieron en Chile en 1973, y Manuel Guerrero, hijo del profesor de igual nombre degollado en 1985 en Santiago. Los acompañaban Víctor Osorio, director ejecutivo de la Fundación Progresa; Doris Solís Carrión, congresista de la Asamblea Nacional del Ecuador y coordinadora del Grupo Parlamentario de Promoción de los Derechos Humanos; la reconocida dirigenta de Pudahuel Mónica Sánchez, presidenta de la Corporación Participación y Solidaridad; y el abogado y académico Claudio Nash. Este continente latinoamericano está ubicado en la esquina sur del mundo que acostumbraba ser pacífica hasta que el terror terminó con los sueños de más justicia de los pueblos. Luego se gritó que “nunca más”, pero pareciera que fue una ilusión. Así se conversaba en la comisión y en los pasillos del ex Congreso Nacional donde se realizó el Foro. Hoy nos quieren quitar la paz otra vez, y la paz nace de la justicia social como expresión democrática. Este Foro propuso repensar los derechos humanos en el momento constituyente que en Chile vive la ciudadanía. Se miró al pasado y también al futuro, como expresó Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos en España, en circunstancias que el fascismo no tiene más que el hoy. Se puso en práctica la resiliencia para no solo dejar testimonio de lo desastroso que ha sido la administración del Estado en Chile sino que contextualizar los derechos humanos a partir de la brutal experiencia de las víctimas, y a partir de la consideración de que ellos son integrales e interdependientes. Padres acompañando a sus hijos de ojos arrebatados llegaban al salón del ex Congreso para gritarle al mundo la intensidad con que reprimieron en Chile. Un padre y un abuelo de apellido Catrillanca nos acompañaron para dejar testimonio de que la causa del pueblo mapuche no la detuvo el colonialismo y no la detendrá el fuego de los cañones del capital. Fue la expresión de un pueblo que no tolerará más impunidad y que recibió con emoción y orgullo a Baltasar Garzón. La “primera línea” también hizo que su voz retumbara en el Salón de Honor del ex Congreso, en un momento épico: la idea que ha pretendido instalar el Gobierno de que son unos violentistas quedó en entredicho en su declamación en que gritaron que su lucha es por la paz. Esa […]

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