La movilización de tropas, vehículos y armamentos de China, Estados Unidos y Taiwán cerca de esa isla exacerbó hoy las tensiones en Asia oriental, ante la posible llegada a Taipéi de la legisladora norteamericana Nancy Pelosi. Según los reportes, Beijing envió los portaaviones Liaoning y Shandong al estrecho de Taiwán junto a barcos anfibios, y su Ejército de Liberación Popular podría enviar refuerzos si finalmente esta noche se concreta la visita de la presidenta de la Cámara estadounidense de Representantes. Las fuerzas chinas desde la mañana desarrollan ejercicios a fuego vivo con artillería pesada en los mares Amarillo y Meridional, y en las costas de la provincia de Fujian (cercana a Taiwán), con prohibiciones al paso de naves no involucradas en esas operaciones. Aparte, los aeropuertos de las ciudades de Xiamen, Fuzhou y Quanzhou en esa demarcación cancelaron muchos vuelos debido a “controles del tráfico aéreo”. Por otro lado, el portaaviones estadounidense Ronald Reagan partió desde Filipinas hacia el suroeste de Taiwán para escoltar el recorrido de Pelosi, el buque anfibio de asalto USS Tripoli está cerca de la isla japonesa de Okinawa y su similar USS America llegó a Sasebo, también en el país nipón. Washington igualmente envió desde Anchorage, Alaska, dos aviones HC-130J Combat King II junto a múltiple naves KC-135 Stratotankers a la zona, mientras Taiwán activó un “régimen de preparación para el combate” desde hoy hasta el mediodía del 4 de agosto. Taipéi, además, movilizó cazas en las bases aéreas de Taitung y Mirage. De acuerdo con reportes de prensa, Pelosi llegará esta noche a Taiwán y se alojará en el hotel Grand Hyatt de Taipéi. Sin embargo, se supo que su avión podría modifucar el recorrido e incluso no se descarta que ella cambie de aeronave, ante la actual intensificación de las tensiones. China se opone a todo tipo de intercambio oficial con Taiwán y en los últimos días reafirmó que procederá con acciones decisivas para proteger la soberanía nacional y la integridad territorial. En tanto, los militares de Estados Unidos dijeron que redoblarán las operaciones, el despliegue de personal, la presencia de equipos y vehículos de guerra en la región de Asia-Pacífico, ante temores de un posible ataque de China al avión de la legisladora. Pelosi sería la funcionaria de más alto rango que viaja a Taiwán desde 1997 y el Pentágono prevé medidas adicionales de protección porque cualquier incidente o malentendido pondría en riesgo su seguridad. Beijing, 2 agosto 2022 Crónica Digital/PL
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China reiteró hoy sus advertencias a Estados Unidos sobre la aprobación de medidas fuertes si la presidenta de Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, finalmente realiza una visita pospuesta a Taiwán. El Ministerio de Relaciones Exteriores ratificó la oposición a todo tipo de intercambio oficial con el territorio sureño y exigió a ese órgano legislativo respetar la política de Una sola China. Según acotó, Beijing procederá con acciones decisivas para proteger la soberanía nacional y la integridad territorial, y Estados Unidos asumirá la responsabilidad por todas las consecuencias si Pelosi viaja en agosto a Taiwán como tiene previsto. De igual manera, el Ministerio de Defensa presentó una nota de protesta ante los representantes de Estados Unidos por su contrato con Taipéi que prevé la ventas de armas por un valor de casi 108 millones de dólares. Consideró ese movimiento como una violación grave al principio de Una sola China y los comunicados que sustentan las relaciones bilaterales, así como una interferencia en los asuntos internos del gigante asiático y sus intereses de seguridad. El contrato militar se inserta en un plan anunciado en 2019 por la Casa Blanca para suministrar equipos de guerra a Taipéi por dos mil millones de dólares. La comunidad internacional aprobó con 170 votos una resolución en 1971 que considera a la República Popular China el único representante legítimo ante las Naciones Unidas y reconoce a Taiwán como parte inalienable de esa nación asiática. Para avanzar hacia la completa reunificación del territorio nacional, Beijing defiende también la política de Un país, dos sistemas, aplicado en las regiones administrativas de Hong Kong y Macao. Sin embargo, los dirigentes de Taipéi se niegan a aceptar ese status.