Leí las 64 propuestas del Informe de la Comisión que abordó el tema infancia (Conocida también como Comisión Sename II). En él están reflejadas ampliamente medidas urgentes y necesarias que buscan cambios de forma y fondo en las políticas de infancia en nuestro país, muchas podrían de esas medidas pueden ser perfectibles y fortalecerse, sin embargo en el ADN del informe está puesto el interés superior de niños, niñas y adolescentes. Temas conversados muchas veces con personas vinculadas directamente a la temática, en su calidad de expertos, conocedores, trabajadores, familias, los propios niños, niñas y adolescentes y la propia experiencia de vida.
Tras el espectáculo con que se contamina este tremendo trabajo realizado, no me cabe duda que la génesis de estas propuestas se han hecho con profundo sentido de responsabilidad, lo ocurrido en congreso no puede enlodar lo realizado, ante ello, simplemente me atrevo a decir:
• No tengan miedo ni vacilen en poner a la infancia en el centro de la construcción de una sociedad digna, igualitaria y de derechos. Nuestro país ha tenido avances que no se pueden desconocer, sin embargo hay brechas que no se condicen con el actual estado de las políticas públicas en esta, materia y arrastramos décadas de déficit que urgen ser abordados en todas sus dimensiones.
• Escuchen a quienes trabajan de manera directa en infancia y adolescencia, Chile cuenta con experiencia, sumemos a ello la experiencia internacional y construyamos nuestro propio modelo, viable y acorde a quienes finalmente está destinado, nuestros niños, niñas y adolescentes.
• No basta solo con avances por sector, la política de infancia debe ser estructuralmente transversal, multidisciplinaria e integral, el Estado debe modernizarse, basta de miradas unilaterales, los niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derechos en tal sentido, son los servicios y programas los que deben adecuarse y no las personas a ellos.
• Avanzar en la profesionalización de quienes trabajan en infancia y adolescencia, en Chile es “fácil tener a cargo vidas”, procesos, y tratamientos, todas las escuelas de pregrado que orientan profesiones en la materia deberían incorporar contenidos acordes al desafío que implica trabajar en niñez y adolescencia. No basta con ser docente, no basta con ser psicólogo, pediatra, trabajador social, educador, médico; la ciencia y la experiencia avanzan y deben replantearse los contenidos asociados a estas profesiones y remirar muchas prácticas y desafectarlas de prejuicio y miradas hiper-idiologizadas o religiosas.
• Es necesario dignificar el trabajo en infancia y adolescencia, no puede haber espacios laborales que minimicen esta función, no puede haber cuotas de cargos por vía política en funciones técnicas, deben considerarse los derechos laborales y las necesidades especiales que requiere el trabajo en infancia y adolescencia más aún si se da en contextos de alta complejidad. No puede desvalorizarse el trabajo con personas, más aún si hay daños e historias de vulneración acumulada.
• Estamos frente a un problema país y que trasciende los gobiernos de turno, nadie duda que hay una historia y una cultura que desde una lógica adultocentrica ha hecho “invisible” a los niños, niñas y adolescentes, nadie duda la historia de déficit y de políticas que si bien intencionan cambios muchas veces han sido implementadas o elaboradas de manera errática. Sin embargo, le toca a este gobierno y a este congreso y a este sociedad hacerse cargo y si no logramos esto, que sean los presidenciables los que de manera clara y concreta comprometan en sus programas, reales y viables, propuestas de cambio en materia de infancia y adolescencia.
• Los niños, niñas y adolescentes no pueden ser objeto de cálculos ni ser utilizados como forma de posicionar otros intereses, por muy legítimos que sean, no podemos utilizar ni el dolor ni la postergación que nos enrostran en plena post modernidad miles de niños y niñas en nuestro país.
• Necesitamos señales concretas, necesitamos un acuerdo país. Si se han creado «leyes de salvataje» para partidos o fines electorales, es posible darle urgencia y prioridad a la niñez y adolescencia. Sé que hay parlamentarios que tienen buenas intenciones, sé que hay quienes están obrando desde la buena voluntad, es imperativo que se pongan de acuerdo para salir de este “zapato chino” que daña y posterga aún más a quienes además de su condición de vulnerabilidad sufren menoscabo a sus derechos, hablamos de vida, de salud y bienestar en todos sus sentidos.
• El problema no es a solo del SENAME, todos los servicios públicos están al debe. El Estado está al debe, la sociedad está al debe, nosotros estamos al debe.
• No hay niños SENAME, son simplemente niños, niñas y adolescentes, sujetos en sí y plenos de desechos.
• Somos muchos los que estamos a disposición para colaborar de forma desinteresada, más allá de cualquier diferencia en esto, no nos podemos perder, todos somos necesarios y todos podemos aportar desde nuestras experiencias.
• Lo ocurrido en el Congreso puede ser una oportunidad para entrar en el fondo de un tema que nos interpela cómo país. La infancia es ahora, no mañana.
• El Estado y sus poderes, el Gobierno, las organizaciones políticas, los organismos privados las ONGs, los parlamentarios, las organizaciones de la civilizad, los propios niños (si creemos realmente en su opinión y en la participación), los trabajadores del Servicio y de los organismos colaboradores, los medios de comunicación, las familias de víctimas, los centros académicos y de investigación, los organismos internacionales en la materia, y por supuesto tú…..!!!
• Tengo la convicción de que podemos hacer más y mejor, si la deuda es histórica, los adultos de hoy tenemos la oportunidad de resarcirla con acciones concretas, eso siempre y cuando nos creamos el slogan “el futuro está en los niños” y que tal si ponemos esto en tiempo presente, qué bien la haría a nuestra sociedad que el futuro se inicie hoy y que los niños, niñas y adolescentes sean realmente una prioridad???
Crisis es oportunidad, atrévanse a dar un paso superior y pónganse de acuerdo….en informe debe ser rescatado, ahí está la responsabilidad histórica de lo que todos podemos hacer.
Confío en la responsabilidad de parlamentarios que sabrán mirar con altura este momento, se que esto es transversal, y debe ponerse por sobre toda pequeñez humana. Hoy es el momento!!!
Manuel Valencia Ch.
Santiago de Chile, 7 de julio 2017
Crónica Digital