Vie Mar 17 , 2023
Por Luis Cifuentes Seves ¿Era necesaria una biografía de Víctor Jara a casi medio siglo de su muerte? Leyendo el libro de Mario Amorós me he convencido de que sí lo era, especialmente cuando la tarea la cumple un historiador que al mismo tiempo es periodista y que se ha distinguido por estudiar muy seriamente el devenir chileno de los últimos cinco decenios en torno a las vidas de Allende, Neruda, Miguel Enríquez y Pinochet. En esta reseña voy a exponer una apretada síntesis de los hitos fundamentales de la vida de Víctor, pero debo señalar que el autor desarrolla todos estos temas en gran detalle así como también el trasfondo histórico, acudiendo a una impresionante cantidad de fuentes: archivos, prensa, artículos en publicaciones especializadas y trabajos académicos, capítulos en obras colectivas, libros acerca de Víctor, entrevistas al cantautor y películas documentales. Hitos en la vida de Víctor Nació en Santiago en 1932, pero su infancia transcurrió cerca de Chillán, donde sus padres eran inquilinos. Fue un periodo agridulce, marcado por el amor de su madre, Amanda, que al mismo tiempo lo acostumbró a la música y al dulce sonido de la guitarra, y los maltratos de Manuel, su padre alcohólico y analfabeto, quien terminaría por abandonar a esposa e hijos luego del traslado familiar a Santiago ocurrido en 1942. Víctor conoció la pobreza. Su adolescencia y juventud se caracterizaron por su capacidad de sobrevivir, especialmente gracias a la solidaridad de sus amigos. Inició estudios de contabilidad que abandonó a la muerte de Amanda. Estuvo dos años en un seminario católico, donde tuvo acceso a una buena biblioteca y formó parte de un coro que interpretaba música clásica. Se destacó como alumno y por sus habilidades artísticas. Entre 1952 y 1953 realizó su servicio militar en la rama de Artillería, donde también se hizo notar, finalizando con el grado de sargento de primera. A los veinte años de edad ingresó al Coro de la Universidad de Chile, el que luego participó en el montaje del ballet Carmina Burana. Allí vio actuar por vez primera a la bailarina británica Joan Turner, quien entonces era esposa del bailarín chileno Patricio Bunster con quien tuvo una hija, Manuela. En 1956 Víctor logró pasar los exigentes exámenes de admisión a la Escuela de Teatro Experimental de la Universidad de Chile. Durante este periodo, la universidad le otorgó una modesta beca y careció de un domicilio continuo, durmiendo en casas de amistades y hasta en la misma escuela. Varios de sus cercanos lo invitaban a comer con frecuencia. En 1962, a los treinta años, se graduó como actor y director de teatro. En el intertanto, en 1958 había ingresado al Conjunto Cuncumén, con el que, en 1961 realizó una gira de cinco meses por Europa y la Unión Soviética. También tejió amistad con las folcloristas Violeta Parra y Margot Loyola. Acaso como consecuencia de estas influencias, a fines de los 50 ingresó a las Juventudes Comunistas. En 1960 inició su relación de pareja con Joan […]