Algunos tienen la esperanza de que afronte el tema de los abusos sexuales de la iglesia, otros apuntan al tema mapuche, pero nadie queda indiferente en Chile a la visita del Papa Francisco.   Aquí estudió en 1960 y hasta sintió las réplicas del feroz megaterremoto de Valdivia. Ahora Jorge Mario Bergoglio llega como máxima figura del Vaticano, con un discurso que remeció postulados conservadores del catolicismo. Sin embargo, su proyección social y hasta política estará en examen en Chile. Un comentario hace poco más de un año respecto a las acusaciones al obispo de Osorno, Juan Barros, de silencio ante abusos sexuales de algunos curas, lo dejó en posición incómoda. Un video grabado por un teléfono celular en la Plaza San Pedro de Roma captó las palabras del Pontífice respecto al caso de Osorno, al que calificó de tonteras. En esa ciudad del sur chileno, hay un divorcio de la población con el obispo Barros. En su primera actividad de este martes en el Palacio de La Moneda, donde sostendrá un encuentro con personalidades de la sociedad civil, el Gobierno y el cuerpo diplomático, el Santo Padre recibirá una incómoda carta. Será entregada por el presidente de la Cámara Baja, Fidel Espinoza, a nombre de un grupo laico de Osorno que expone la complicidad de Barros con el ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima, condenado por trasgresiones sexuales. El otro asunto espinoso se refiere al llamado conflicto mapuche. Conocer de esta realidad, Francisco, de nacionalidad argentina, pidió trasladarse el miércoles hasta Temuco, capital de la siempre explosiva región sureña de La Araucanía. Su propósito es oficiar una misa en el aeródromo de Maquehue, pero a todas luces ha expresado interés en conversar con representantes de los pueblos originarios y autoridades de la zona. Antes de viajar a Temuco y tras su exitosa llegada a esta capital, con un recorrido que congregó a multitudes a lo largo de la Alameda Bernardo O´Higgins, cumplirá hoy una intensa y variada agenda. Poco después de la cita en La Moneda, se trasladará al popular parque que también lleva el nombre del Padre de la Patria chileno O´Higgins, donde encabezará una Santa Misa por la Paz y la Justicia, de gran alcance popular. Alrededor de 18 mil efectivos de la policía de Carabineros y del Ejército tienen a su cargo la seguridad de la estancia de Francisco en Chile, a los que se añaden 20 aeronaves y siete drones que velarán por el orden público. Este martes, el papa visitará el Centro Penitenciario Femenino en la periferia de Santiago para acto seguido dirigirse a la Catedral Metropolitana, donde se reunirá con sacerdotes, religiosos, consagrados y seminaristas. Para concluir su segunda jornada en Chile, hará una visita privada al Santuario de San Alberto Hurtado donde hablará con los cursas de la Compañía de Jesús. Enemigos de la visita, por razones diversas, registraron acciones violentas en los últimos días contra templos religiosos en distintos lugares de Chile. Para poner punto final a su visita, antes […]

La votación para la designación de los miembros del Comité de Asignaciones del Congreso era la primera instancia para observar el comportamiento de partidos y bloques políticos. Para algunos, en particular la DC, era el momento de ver señales y gestos concretos sobre los cuales cimentar un nuevo acuerdo en torno a la centro-izquierda. Para otros, esta votación tenía otra lectura. Si bien en el Senado se aprobó la nominación de Zaldívar —pues ya habían acordado apoyar a los candidatos propuestos—, el problema se produjo en el Cámara de Diputados, donde este nombramiento fue rechazado por los diputados PC y la mayoría de los PS, generando una crisis de confianza entre la DC y dichos partidos. Diputados del Frente Amplio manifestaron que estaban votando en contra de la nominación para este comité y no contra personas en particular, por lo que no era en contra de la DC. Otros diputados, que también votaron en contra del cuestionado senador, indicaron por lo hicieron por que él representaba ciertas formas de hacer política, así como la necesidad de renovación de los actores. Esto no fue percibido así por la DC, la que consideró que este rechazo implicaba un veto a su partido, suspendiendo toda negociación con sus antiguos socios (y, eventualmente, el FA) para la presidencia de la Cámara y las comisiones. Esta situación debe dar una señal de alerta a los partidos de la centro-izquierda. Si Chile Vamos logra un acuerdo con la mitad de la bancada de la DC en esta materia, sería un primer paso para el controlar el Congreso y, con ello, los tiempos y temáticas legislativas. Además, podría generar espacios para un acuerdo que podría proyectar a la coalición de derecha más hacia el centro, reduciendo las posibilidades de la centro-izquierda de llegar nuevamente a La Moneda. Las lecciones que deben sacar el PS, el PC y el FA sobre este episodio —si es que quieren impulsar una coalición de centro-izquierda—, es la necesidad de que exista una disciplina partidaria, que se respeten los acuerdos, que toda acción tiene una consecuencia y que, en política, los gestos son esenciales para mantener y generar confianzas. Por Dr. Rodrigo España Director Escuela de Ciencia Política, U. Central Santiago de Chile, 16 de enero 2018 Crónica Digital

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En cada obra literaria se vislumbra la posibilidad de crear o reinventar el mundo circundante. Es ahí donde está la esencia de la literatura, su magia. Quisiera ser alquimista, unir las letras milenarias, organizar, construir cimientos de futuro en espacios vacíos, en laberintos sin sentido y valores de hojarascas. En lugares en los que las palabras que ahí moran no dicen nada. Al principio todo era sombra, oscuridad. El verbo trajo la luz, las palabras mueven la vida, son las ruedas de la historia. Siempre que mires con una doble mirada .Toda la historia del hombre podría reducirse a la relaciones entre las palabras y el pensamiento; leyendas, cuentos, tabúes y mitos. En este ensayo me propongo abordar algunos aspectos de la literatura. Aquellos que quizás son los menos conscientes. Porque a veces frecuentamos la realidad sin dejarnos sorprender o interpelar por ella. Quiero desenterrar las palabras sepultadas bajos los restos de las estrellas muertas.* (1) La magia de la literatura En una obra literaria encontramos expresado lo real  y a veces también lo real y lo mágico. Porque en la vida cotidiana de las gentes y de los pueblos lo mágico con lo cotidiano se mezclan. Suceden hechos en los que la frontera que separa lo real de lo fantástico es sutil y difusa. Tan desdibujada que nos hace pensar que la barrera entre estas realidades no existe; que lo real es tan extraordinario y fantástico que puede dar la sensación de irrealidad. La magia de la literatura radica en que nos acompaña desde nuestros primeros años de vida y hasta el último de ellos. Y a través de sus géneros vemos la realidad que nos rodea, o nos transporta a tierras desconocidas, a países remotos, a planetas y sistema solares. Nos lleva a través del tiempo y el espacio a conocer personas del pasado o de del futuro que se vislumbran detrás de las sutiles cortinas de la narración. Experiencias y sensibilidades Que bonita y maravillosa fue en mi infancia, en el pueblo de Canela Baja, cuando vivía en el campo y aprendí a leer. La literatura tuvo la magia de abrir las puertas que me permitieron llegar a otros  sitios. Viajar a lugares remotos que jamás hubiera podido imaginar. Recuerdo como si fuera hoy que sentado bajo las sombras de un árbol, mientras las ovejas y las cabras pacían, yo con un libro en las manos me transportaba a lugares lejanos. La naturaleza, sus colores, olores, sabores, las gentes. Sus vidas, sus trabajos, aparecieron ante mí con un nuevo significado. Mis ojos lo veían de forma diferente, las sentía de otra manera. Ahí está la esencia y la magia de la literatura de hacer ver y sentir la vida, las gentes y la naturaleza con una doble mirada.*(2) El rol social de la palabra escrita La esencia del rol social de la palabra escrita radica en que influye en el ser social,  en la conciencia social, y  en la conciencia política, en relación dialéctica con el mundo […]

Aunque aquí se lo quiera menos que en los otros países de nuestro Continente, no hay duda que el pueblo chileno se volcará masivamente a su paso y concurrirá a sus actos litúrgicos. A expresarle las gracias por la actitud general de Roma, el episcopado y el clero chileno en relación a nuestra última Dictadura Militar. A testimoniarle, además, las numerosas y fecundas obras de esta iglesia en la formación educacional de los chilenos, en la protección de la niñez y ancianidad desvalida. El Papa Francisco estará esta semana en Chile, esto es en el país que menos lo quiere en nuestra región, según una reciente encuesta de Latinobarómetro.  Aunque el 35 por ciento de nuestra población se declara católico, otro porcentaje levemente inferior pertenece a otras iglesias; mientras se registra también un número importante de ateos o agnósticos. De todas maneras, de lo que estamos ciertos es que su visita a Santiago, Temuco e Iquique provocará, con certeza, las mayores movilizaciones sociales que registre nuestra historia, las que serán acrecentadas, además, por cientos de miles de peregrinos que vendrán a saludarlo desde el extranjero, especialmente desde el otro lado de los Andes. A esta altura, se hace nítido que no hay otro líder moral, político o, incluso, cultural o artístico que concite mayor expectación en sus viajes por el mundo. Así sea vaya al Asia o al África donde los fieles cristianos no son muy abundantes. Por lo mismo es que los regímenes del más diverso signo aprecian mucho sus visitas y disponen todos los recursos necesarios para garantizar su seguridad y proximidad con el pueblo. Todo ello confirma que la fe es un valor fundamental de la especie humana y que, en el caso del Catolicismo, pese a todos los históricos despropósitos de su iglesia, continúa en más de veinte siglos ejerciendo una hegemonía sin parangón. En la caída de múltiples referentes ideológicos, que hasta creyeron arrogantemente en el “fin de la historia” en sus conclusiones, prevalece contra viento y marea la voz de la Iglesia Pontificia. Sobre todo ahora cuando manifiesta taxativamente su compromiso con la redención de los pobres y oprimidos, la promoción y defensa de los Derechos Humanos, como su compromiso con la protección del Planeta y nuestro medio ambiente. Aunque aquí se lo quiera menos que en los otros países de nuestro Continente, no hay duda que el pueblo chileno se volcará masivamente a su paso y concurrirá a sus actos litúrgicos. A expresarle la gracias por la actitud general de Roma, el episcopado y el clero chileno en relación a nuestra última Dictadura Militar. A testimoniarle, además, las numerosas y fecundas obras de esta iglesia en la formación educacional de los chilenos, en la protección de la niñez y ancianidad desvalida, como en tantas acciones de bien público. Cuestiones que no pueden ser desmentidas ni por quienes que se encuentran en denodada campaña por menospreciar o desbaratar su gira. Si la ocupación colonial española fue sellada con la Cruz y los estandartes católicos […]

La involución ideológica de la demócrata cristiana se manifiesta muy clara durante el primer Gobierno de la Concertación y su promesa de hacer “justicia solo en la medida de lo posible”, dejar impunes todas las expoliaciones cometidas por el régimen castrense al patrimonio el Estado y, lo peor de todo, sacralizar la Constitución de 1980, aprobada en un espuria consulta. Quienes tuvimos la oportunidad de conocer personalmente a Eduardo Frei Montalva, a Radomiro Tomic y a Bernando Leighton estamos seguros que a los tres les repugnaría que hoy algunos demócrata cristianos postulen el “rol moderador” de su partido. La campaña del primer presidente de la República de esta colectividad prometió la “revolución” en libertad, mientras que Tomic logró imponer dentro de la DC, como condición para ser candidato, la “unidad política y social del pueblo”, esto es con las colectividades marxistas, incluso. Es sabido que el Hermano Bernardo prefirió el exilio y arriesgó un atentado criminal antes que actuar de moderador y hacerse cómplice de los despropósitos de la Dictadura y de algunos de sus camaradas. Entre ellos, por supuesto, Patricio Aylwin Azocar, quien alentó y justificó por largo tiempo el cometido militar de Augusto Pinochet. La involución ideológica de la demócrata cristiana se manifiesta muy clara durante el primer Gobierno de la Concertación y su promesa de hacer “justicia solo en la medida de lo posible”, dejar impunes todas las expoliaciones cometidas por el régimen castrense al patrimonio el Estado y, lo peor de todo, sacralizar la Constitución de 1980, aprobada en un espuria consulta. Es decir, Aylwin consolidó un gobierno que efectivamente buscó un “rol moderador” con los militares, los más poderosos empresarios y la derecha política y gremial. Varios de cuyos miembros fueron designados como senadores vitalicios y, en la empresa privada, tuvieron la oportunidad de acrecentar sus fortunas en desmedro del ingreso justo o ético de los trabajadores. La interminable transición que ya se prolonga por casi 30 años, puso a las ex expresiones allendistas y de la Unidad Popular a merced de los demócrata cristianos, al grado que los gobiernos de Lagos, Frei Ruiz Tagle y el primero de Bachelet no difirieron sustantivamente del de Aylwin en lo institucional, lo económico y social. No sería posible, por ahora, evaluar el segundo mandato de la actual Presidenta, puesto que sus principales reformas siguen todavía en ascuas en el Congreso Nacional, luego de años y meses de sequedad. A consecuencia, entre otros, del escándalo Caval que tanto la afectó anímicamente. La propia fundación de la Falange Nacional, en la década de los 60, significó una profunda ruptura con el Partido Conservador y buena parte de la Iglesia Católica, pese a que la matriz doctrinaria de los demócrata cristianos se proponía abogar por la Doctrina Social de los pontífices progresistas de los siglos XlX y XX. La Reforma Agraria, la “chilenización” del cobre y la ley de sindicalización campesina hoy, ciertamente, aparecerían muy atrevidas para los que han administrado los gobiernos de la posdictadura. Cuando la propia gratuidad […]

El escenario político chileno que se perfila después de las últimas elecciones, tiene características especiales que vale la pena analizar. La casi nula capacidad de prever los resultados, tanto de la primera como de la segunda vuelta, derivó en sorpresas que demorarán en ser procesadas, aunque existen ciertos elementos que permiten adelantar situaciones y respuestas, a lo menos en el terreno de los intentos y de las posibilidades. Una de esas peculiaridades es que el nuevo sistema electoral proporcional acabó con la división en dos grandes coaliciones, admitiendo a un tercer actor colectivo que complejiza el cuadro, por lo que tanto acuerdos como disensos deberán ser tratados en medio de una geometría variable, sustancialmente distinta a la binominal que primó en los últimos 27 años. Tampoco existe ya un partido de centro hegemónico, pudiendo identificar al centro en la derecha y en la izquierda, fuerzas que están sometidas a desafíos estructurales que determinarán su impronta en los próximos años.  Ante la ausencia de faros ideológicos y con un electorado en parte despolitizado que oscila al ritmo de las demandas del momento, la izquierda, centroizquierda o progresismo, cualquiera sea el nombre con el que se le quiera llamar, requiere fijar las coordenadas sobre las cuales levantar su discurso. El diagnóstico de la derrota y la consiguiente autocrítica, la necesidad de cambios al modelo, la profundidad y velocidad de las transformaciones o todas ellas juntas, son algunas de las interrogantes que deben ser contestadas, lo cual requiere de una reflexión profunda, en un ambiente que acostumbra a ser hostil cuando se está en la oposición y, todavía más, si se encuentra cruzado por tendencias centrífugas. Mientras el gobierno de Sebastián Piñera sale a ofrecer acuerdos y a captar voluntades, la (centro) izquierda necesitará afinar un esquema de plataformas convergentes que reconozca la pluralidad de opciones que existen en sus filas, ordenando su acción en anillos concéntricos, que vayan desde las mayores a las menores coincidencias, junto a pactos puntuales que complementen los objetivos formulados alrededor de ejes estratégicos claros, construidos mediante un diálogo sin exclusiones. La propia naturaleza de este espacio obliga a recuperar una estrecha relación con los movimientos sociales y estimular la generación de nuevos liderazgos, terminar con el clientelismo como núcleo aglutinador de los partidos, impulsar un decidido programa anticorrupción, estimular la democracia interna y renovar prácticas, alentando un proceso sustancial de modernización que pueda enfrentar la crisis de representación que afecta a nuestro sistema político. En medio del descrédito de las instituciones y de una abstención que supera la mitad del electorado, la izquierda debe sostener una arquitectura de articulación realista que le permita mantener una cierta coordinación, mientras maduran los procesos que le permitirán resituarse en la escena nacional, aunque no sepamos todavía sobre la extensión probable del tiempo y del espacio. Por Cristián Fuentes Facultad de Gobierno, U.Central Santiago de Chile, 6 de enero 2018 Crónica Digital 

La oligarquía de la centro izquierda chilena, me hace pensar en   la famosa ley del hierro de Robert Michels [ R. Michels, Sociología de los Partidos Políticos, 1911]. La  obra de éste sociólogo ítalo-alemán es un clásico de la sociología política y fue uno de los primeros en denunciar  el fenómeno partidista, es decir,  las relaciones de poder que emergen al interior de las organizaciones políticas. Concretamente,  demuestra  la presencia de rasgos oligárquicos  en cualquier organización humana. La victoria de Piñera el 17 de diciembre pasado nos dejó anestesiados. Personalmente,  me oponía rotundamente la llegada a la Moneda de  un actor político con tan desprestigiado prontuario. Fue así, como en los días posteriores a la debacle de la Nueva Mayoría, me sumergí en una  reflexión y un análisis profundo para tratar de  comprender a una  ciudadanía que prefirió sacrificar sus derechos  sociales para darle prioridad al trabajo, a un sistema socio económico que lo dicta el mercado y no el Estado. Sin embargo, el giro a la derecha del electorado en segunda vuelta se podría explicar  por los enormes errores de la centro izquierda  durante todo su gobierno. Primero, fue una coalición que demostró con hechos no ser muy distinta a la de Chile vamos —Corrupción, nepotismo, intereses propios, apoderarse del Estado y de la política para vivir de las prebendas de éste— La diferencia es que  la Derecha,  no necesita del Estado ni del Congreso, para vivir ni para tener una influencia política, tienen o están conectado directamente con el —Poder económico y los medios de comunicación— Segundo, fue una coalición sin convicción ni unidad. El proyecto con el cual Bachelet llegó a la Presidencia  fue cambiando gradualmente a medida que avanzaba su gobierno. La  cocina de la reforma tributaria por parte del ex Senador Andrés Zaldívar,  fue el ejemplo más simbólico que las promesas de campaña  fueron netamente publicitarias y no con la convicción de  reformas  necesarias para financiar la  gratuidad de la educación de miles de jóvenes. Posteriormente, nombró  a Jorge Burgos como Ministro del interior, quien desde el cargo más importante del gabinete se dedicó a serruchar las reformas y a contradecir el proyecto Bacheletista. Paralelamente, la Democracia Cristiana fue una piedra en el zapato para el Gobierno, especialmente aquellos que tienen intereses en la educación como accionistas de universidades o dueños de  colegios subvencionados. Tercero, el relato de Michelle Bachelet por más equidad, igualar la cancha se fue cayendo por su error de nombrar a su hijo como Director del Área Sociocultural,  sin importarle que éste no tuviera una auténtica vocación de servicio público. Luego, todos conocemos el desenlace final con el préstamo del Banco Chile— Tráfico de influencias— que fue bien aprovechado por la Derecha  y mantuvo por mucho tiempo  a la presidenta  en un gran letargo en su liderazgo político. Cuarto, la traición es más odiada cuando viene desde aquellos en quien confiamos. En la  actual centro izquierda chilena hay — Impostores y corruptos — también se coludieron con el dinero, muchos políticos de la Nueva Mayoría  fueron financiados por la pesqueras para aprobar la tan famosa ley […]

La cartografía política se alteró. El sistema binominal como principio ordenador: agoniza. No se equivoquen.  Por petición de quienes se beneficiaron de su armazón por décadas, sigue conectado.   Así permanecerá hasta nuevo aviso. El nuevo escenario, no significa romper con las lógicas y maneras de accionar basadas en la coexistencia de dos grandes bloques.  Lo sorprendente sería que desaparecieran como por encanto.   Lo común: es su subsistencia y acomodo.   De hecho, la llamada “segunda transición” tan difundida por el empresario Sebastián Piñera, supone reivindicar “la partusa VIP” cuyo punto neurálgico –a principios de los noventa- era la exclusión de diversas fuerzas políticas, como de amplias reivindicaciones sociales.  Sin menospreciar, el ejercicio colonial establecido por las sociales socialdemocracias tanto alemana como española, en conjunto con agencias norteamericanas, con la venia de los coludidos, en el país de la “copia feliz del Edén”. El segundo llamado.   Como pueden sospechar.   No obstante su exuberancia.   Carece de novedad.  Lo que no constituye ninguna infracción o falta, solo es penoso, por la pereza intelectual que implica el plagio, porque la llamada segunda transición “madurada” en el laboratorio de ideas del presidente electo, tiene muy poco que la distinga de lo expresado por Mariano Rajoy, actual Presidente de España, hace un par de años atrás. Podría distinguirla tal vez, el tono de cruzada que adquirió al calor de la campaña electoral. Ante el llamado exorcizante de carácter civilizatorio, invitando al progreso y desarrollo basado en el crecimiento económico; por tanto la competencia, las regulaciones mínimas y asignando al Estado un rol de facilitador de negocios entre privados. Como buen relato de sentido poli-religioso, los demonios existen.  Tienen rostro, ubicación geográfica e ideas calificadas como heréticas. En Chile los casos de demonización más recientes y sintomáticos, son los de Maduro (Chávez) en Venezuela y Evo Morales en Bolivia. A esas iconografías, se suma el Estado con sus regulaciones, las organizaciones sociales y políticas en busca de derechos sociales, los pueblos originarios con sus reivindicaciones.   Ante el evangelio de los fluidos monetarios, las llamadas oposiciones de centro e izquierdas: decidirán sus caminos. Los que ayer estuvieron por el pacto de exclusión, no tendrán grandes reparos en buscar los convenios que aseguren sus cuotas de poder.  En ese sentido, los gestos de Ricardo Lagos, las declaraciones de Heraldo Muñoz y Jorge Burgos, como baluartes de la vieja Concertación: no debieran generar revuelo, ni asombro. En lo táctico, la re-articulación parlamentaria producto del nuevo contexto generado por las elecciones, copará la agenda política.   Abundarán las bilaterales, los coqueteos y cruces. Sin embargo, cada uno de esos detalles significativos, a la hora de articular en términos prácticos a la o las oposiciones, puede ocasionar problemas de enfoque, por la tentación de evadir los debates de fondo. Particularmente las izquierdas.   Las inquietas.   Las preocupadas. Se deben a sí mismas una discusión ideológica.  El asunto trae consigo contenidos civilizatorios, ya no se puede seguir evadiendo las discusiones de sentido, con las implicancias prácticas que traen aparejadas. Vendrán las voces que pondrán hincapié, en […]

La economía mundial en su conjunto está experimentando un giro positivo hacia un mayor crecimiento, lo cual impacta positivamente en el precio de los commodities. Obviamente, en el caso chileno el efecto es positivo en el precio de la libra de cobre. Hay analistas que previenen sobe la persistencia de la recuperación, sin embargo, hasta la fecha el fenómeno se ha mostrado consistente. Las proyecciones en ese sentido se han ido alineando, augurando que podríamos estar al inicio de un ciclo de crecimiento económico mundial; de ser así el precio del cobre podría mantenerse elevado durante el año 2018 La gran pregunta es si el valor del dólar debería continuar a la baja en la medida que el cobre continúe cotizándose al alza. Efectivamente, la abundancia relativa de la moneda dólar determina el fortalecimiento del peso, por lo que es previsible que éste se mantenga en sus valores actuales. No obstante, de prolongarse esta situación en el tiempo, la prevención responsable que debe hacerse es respecto del impacto en las exportaciones.  Ello debido a que con esta relación de cambio estamos siendo más caros afuera y todos sabemos qué ocurre cuando eso sucede. Por Manuel Rivera Académico Facultad de Economía y Negocios, U. Central Santiago de Chile, 2 de enero 2018 Crónica Digital

Si es verdad que las “campañas del terror” pueden explicar la inclinación electoral de cientos de miles de chilenos, podemos deducir que se pronunció a favor de Piñera, también, un electorado “blando”; esto es influido por una falacia tan absurda como aquella de que una eventual la victoria de Alejandro Guillier nos conduciría a una situación como la de Venezuela. Voto irracional e ignorante que no augura, ciertamente, que pueda mantenerse muy leal a la gestión presidencial. La principal vocera del presidente electo Sebastián Piñera atribuye su consistente triunfo en la segunda vuelta electoral a las virtudes propias del Candidato, más que al apoyo recibido de su ex contrincante José Antonio Kast o de uno de sus más atrevidos fustigadores, Manuel José Ossandón. Minuciosos estudios publicados en los últimos días ratifican que una buena parte del electorado demócrata cristiano terminó votando por Piñera e incluso también un porcentaje de los que habían respaldado a Beatriz Sánchez y Marco Enríquez Ominami. El candidato de la Derecha obtuvo un apoyo inferior al 40 por ciento en la primera ronda, por lo que debemos suponer que los votos añadidos para llegar posteriormente al casi al 55 no son de electores químicamente piñeristas, por lo que es posible que su actitud varíe con el correr de los meses o los primeros pasos del nuevo Mandatario. A lo anterior, debemos agregar que la mitad de los ciudadanos del país no manifestaron adhesión a ninguno de los ocho candidatos presidenciales originales, por lo que el apoyo real al nuevo gobernante efectivamente es porcentualmente solo la mitad del que le asignaron los votos “válidamente emitidos”. Es evidente, sin embargo, que los partidos que apoyaron desde un comienzo a Piñera se mantienen con una alta fidelidad hacia el triunfador de las elecciones. Sin embargo, esta adhesión podría perfectamente resquebrajarse desde el momento mismo que el nuevo morador de La Moneda empiece a definir sus equipos de gobierno y deba hacer opciones que pudieran irritar a los dirigentes de estos partidos,  siempre ansiosos por asegurarle cupos a sus militantes en la gran repartija de cargos que sucede a cualquier elección presidencial. Si es verdad que las “campañas del terror” pueden explicar la inclinación electoral de cientos de miles de chilenos, podemos deducir que se pronunció a favor de Piñera, también, un electorado “blando”; esto es influido por una falacia tan absurda como aquella de que una eventual la victoria de Alejandro Guillier nos conduciría a una situación como la de Venezuela. Voto irracional e ignorante que no augura, ciertamente, que pueda mantenerse muy leal a la gestión presidencial que tenemos por delante. Será muy determinante, entonces, lo que haga próximamente Piñera para develar si será capaz de mantener la genuina alegría y tranquilidad que ha producido su elección. Pero lo que es más obvio que esto, todavía, es que es muy difícil que una gestión de centro derecha y de continuidad con el modelo neoliberal pueda capturar más simpatizantes, cuando sabemos que las organizaciones sociales y estudiantiles se preparan […]

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Un café en una plaza con historia....

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