Por Marcel Garcés Muñoz Más allá del carácter abrumador  de los resultados del proceso electoral de este 7 de mayo -la votación de cada partido o coalición y el número de Consejeros en el Consejo Constitucional- en el que se impuso el Partido Republicano, que lidera el populista José Antonio Kast el cambio de escenario no implica la desaparición de las contradicciones fundamentales entre las fuerzas del cambio y los de la mantención del modelo político y económico y social, implantado por la sangrienta dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Más bien lo confirma, y por lo mismo es un llamado a un examen autocrítico al Gobierno del presidente Gabriel, a su coalición y a cada uno de los partidos políticos que la conforman. Pero además se devela el plan sedicioso en marcha, auspiciado y financiado por la Derecha política y económica y articulada por El Mercurio y una batería de medios de comunicación, centros ideológicos y “académicos”, que aportan la praxis de “la guerra interna”, de la “Doctrina de la Seguridad Nacional”, realizan acelerados cursos de adoctrinamiento para el desarrollo de la estrategia del Terror, de la conspiración y el terrorismo. Por ello y el enfrentamiento de los conspiradores, para el mundo progresista y democrático la agenda presente y futura marca que la única estrategia posible en la compleja  coyuntura es la defensa del gobierno, del presidente Gabriel Boric y del programa de reformas, el impulso a las iniciativas legislativas, en lo social, político, previsional como asuntos centrales. Las prioridades deben ser, recuperar la defensa práctica de la unidad, coherencia, coherencia y disciplina en el discurso, la retórica, tanto como en el accionar político, legislativo y administrativo de la base política del gobierno, y la generación de una política coherente de acuerdos y respeto mutuo con el arco político democrático. Sobre todo, quizás en primer lugar, es urgente desarrollar un esfuerzo estratégico y movilizador en la recuperación de su relación con la ciudadanía, el pueblo, la calle, la base sindical y los trabajadores en general, con las mujeres y la juventud, la clase media y el mundo de las pequeñas y medianas empresas, los intelectuales, el mundo de la cultura y el arte. Como se constata en la experiencia histórica mundial y en la base social, “la lucha continúa”, y no se debe permitir dilación, confusiones, reticencias o francotiradores que hagan el juego a las trampas del populismo, del aventurerismo, la demagogia o el desencanto. Los llamados a “votar nulo” o “en blanco”, que se escucharon respecto de la jornada del domingo 7 de mayo, no solo restaron voluntades a favor del cambio, la defensa de la democracia y la institucionalidad, sino que favorecieron la votación derechista y sembraron la desconfianza, el desinterés, sembrando la llamada “apatía electoral”, que los convirtió en cómplices de una maniobra destinada a dividir y restarle votos al pueblo. El Mercurio de este 8 de mayo explica claramente el significado que le deben dar la Derecha neofacista y populista y la tradicional, y los gremios […]

   Sergei Koshkin, Embajador de Rusia en Chile Con la firma del Acta de rendición incondicional de la Alemania nazi el 8 de mayo de 1945 (hora centroeuropea) o el 9 de mayo (hora de Moscú), se terminó la Segunda Guerra Mundial en Europa y su parte más sangrienta – la Gran Guerra Patria del pueblo soviético. La Gran Guerra Patria duró 3 años, 10 meses y 17 días – 1418 días en total. La Victoria de todo el pueblo soviético – rusos, bielorrusos, ucranianos y muchos otros – llevó a la destrucción de la «máquina de la muerte» del Tercer Reich y sus satélites, la detención del Holocausto y exterminio de los pueblos «no arios», la liberación de Europa del mal de nazismo para siempre – según parecía en aquel entonces. Ha pasado tiempo. Muchos en el mundo occidental ya han olvidado o tratan de olvidar, o por todos los medios hacen que la gente olvide los horrores de la guerra. Los rusos no podemos ni debemos olvidarlos. Para nosotros el Día de la Victoria siempre será la fiesta de «alegría con lágrimas en los ojos», será el día cuando recordamos nuestros familiares caídos en el conflicto. En cada familia nuestra los hay. Las pérdidas de nuestro país totalizaron casi 27 millones de personas. De ellos, murieron en combate, o sea militares en el campo de batalla, casi 9 millones. Los demás – la población civil fallecida por diferentes razones causadas por la guerra. La Unión Soviética hizo el aporte decisivo a la derrota de la Alemania nazi y sus satélites. Y al afirmarlo, no me refiero solamente a los enormes sacrificios humanos. El número de días-soldado que Alemania pasó en el frente soviético fue al menos 10 veces mayor que en todos los demás frentes aliados. El frente soviético también fue donde se encontraron 4/5 de los tanques alemanes y cerca de 2/3 de los aviones alemanes. En general, la URSS representó cerca del 3/4 de todos los esfuerzos militares de la coalición anti-Hitler. Durante el período de guerra, el Ejército Rojo acabó con 626 divisiones de las potencias del Eje, de las cuales 508 fueron alemanas. La Victoria de la coalición anti-Hitler también sembró las bases para el orden mundial de posguerra, basado en la cooperación internacional y el respeto mutuo, abrió paso para la institución de la ONU. Estos son los hechos. Asimismo, son las lecciones, lamentablemente, mal aprendidas por el Occidente colectivo. Igual como en los tiempos de la Gran Guerra Patria, las economías de la mayoría de los países de Europa continental trabajaron para el Tercer Reich y sus administraciones participaron en el genocidio desatado por los nazis contra los rusos, los judíos y otros pueblos, también ahora el Occidente colectivo vuelve a ayudar y financiar a los neonazis rusófobos, suministrándoles armamento. En aquel entonces Hitler declaraba claramente que los «infrahombres» (en alemán, der Untermensch) rusos y otras «razas inferiores» que viven en las vastas extensiones de Rusia deben ser borrados de la faz […]

El Partido Republicano de Chile, de extrema derecha, gana las elecciones y elegirá a los 50 consejeros que redactarán una nueva propuesta de Carta Magna. Según el Servicio Electoral de Chile (Servel), con el 99,90 % de votos escrutados, los republicanos han obtenido un 35,42 % de los votos, seguido por Unidad para Chile (izquierda) que cuenta con el apoyo de un 28,57 % de los votantes, y Chile Seguro (derecha tradicional), con un 21,07 %. Al respecto, el presidente Gabriel Boric ha sostenido que Chile busca adelantarse con este proceso electoral y no se trata de ‘vendettas’. “Quiero invitar al Partido Republicano […] a no cometer el mismo error que cometimos nosotros en su momento”, ha declarado. Aniversario del Gobierno: Boric recuerda desafíos que tiene por delante Entretanto, el líder del Partido Republicano y excandidato presidencial, José Antonio Kast, ha sostenido que hoy día no hay nada que celebrar porque Chile no está bien, pues, ha llamado a trabajar unidos y evitar divisiones. “Para unos pocos esta elección parece muy importante, pero para la inmensa mayoría de los chilenos, no”, subrayó mientras que se mostró optimista sobre un futuro mejor para Chile. Nueva Constitución es necesidad urgente para Chile | HISPANTV Una nueva Constitución representa un desafío para quienes quieren convencer al pueblo que el cambio será para tener una mucho más democrática, dice un experto.   Más de 15,1 millones de chilenos fueron convocados a votar el domingo en los comicios en las mesas receptoras habilitadas en todo el país en 2932 locales de votación para participar en los segundos comicios constituyentes en dos años.  La participación era obligatoria y tiene una multa por no asistir entre 31 000 y 189 000 pesos (de 34 a 212 euros). Denuncian que comisión constitucional chilena es excluyente En estas elecciones, los ciudadanos tenían que elegir los 50 consejeros —25 hombres y 25 mujeres)— entre más de 350 candidatos. La propuesta de Carta Magna será sometida a referéndum el 17 de diciembre en un proceso muy similar al del pasado 4 del pasado septiembre cuando fue rechazado en votación un primer borrador constitucional redactado por una clara mayoría progresista. Expertos en Chile buscan elaborar un borrador de nueva Carta Magna La Constitución actual está en vigor desde 1980 y fue aprobada bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1974-1990). La nueva Carta Magna defiende un “Estado social de derechos”, en respuesta a reclamos de los ciudadanos en las masivas marchas de octubre de 2019, además de establecer un nuevo catálogo de derechos sociales en salud, educación y pensiones, con un marcado énfasis medioambiental y de protección de nuevos derechos. Santiago de Chile, 8 de mayo 2023 Crónica Digital/hispantv.com

El engendro constitucional pergeñado por un Parlamento amedrentado ha nacido muerto. El ganador por paliza de la elección del 7 de mayo de 2023 (7-M) fue el único partido que no firmó el acuerdo parlamentario que le dio origen. Los votos nulos aumentaron diez veces, los blancos más de cinco veces y en conjunto alcanzaron la proporción sin precedentes de más de un quinto de los votantes, los que cayeron en medio millón, respecto del plebiscito del 4 de septiembre de 2022 (4-S). La coalición que entonces votó Apruebo mantuvo su porcentaje y sigue siendo la fuerza principal, pero sin lograr el mínimo requerido para imponer una mínima sensatez en la redacción de la constitución en la recién elegida comisión. Nada bueno va a salir de ahí. Sólo cabe rechazar cualquier cosa que resulte de este engendro. Al igual que el 4-S, los resultados del 7-M agudizan la crisis política nacional que el país vive desde el 18-O. El total descrédito del sistema político democrático que éste puso en evidencia se ha agudizado con los resultados de las últimas dos elecciones. El inusitado crecimiento del partido ganador de la última se explica principalmente porque, creando un clima de terror a la delincuencia e inmigración, fue capaz de movilizar a la minoría más conservadora del pueblo que lo percibe acertadamente como enemigo acérrimo del sistema democrático.  Ello es peligroso y para frenarlo la tarea principal de las fuerzas democráticas consiste precisamente en resolver la crisis nacional en curso, lo que significa legitimar nuevamente a la autoridad política democrática.  El acuerdo del 15 de noviembre de 2019 que abrió paso al plebiscito de 2020, que aprobó redactar una nueva constitución mediante una convención constitucional íntegramente elegida, la elección de ésta y el proyecto que elaboró, y la elección del Presidente Gabriel Boric por abrumadora mayoría, fueron pasos importantes que abrían un camino de relegitimación del sistema político democrático. Por el contrario, la causa principal de la reanudada y acelerada deslegitimación de la autoridad en el curso de 2022 ha sido el error estratégico garrafal del gobierno del Presidente Boric. No ha comprendido hasta ahora que su elección, impensada y espectacular que maravilló al mundo, fue un mandato perentorio para enfrentar a los poderosos y hacer las reformas necesarias para terminar con medio siglo de abusos.  El error del gobierno del Presidente Boric y su coalición es haber olvidado los dos hallazgos principales de la ciencia política clásica. El primero, formulado por su fundador Nicolás Maquiavelo en su obra El Príncipe, es que la legitimidad de este se sostiene esencialmente en su capacidad de enfrentarse a los nobles para evitar que abusen del pueblo. De ahí su deber de realizar las reformas necesarias para ponerles coto. El segundo es considerar debida y acertadamente la forma de movimiento de la tensión secular entre el pueblo trabajador y los de arriba, que se manifiesta en periódicas irrupciones masivas de aquel en el espacio político para resolver las constantes pugnas entre fracciones de estos, en favor […]

Aunque resulta una paradoja, el ultraderechista Partido Republicano (PR), que se opuso al acuerdo para cambiar la Constitución en Chile, ganó las elecciones para escoger a los redactores de un nuevo proyecto de carta magna. Por: Carmen Esquivel Sarría Escrutado el 99,44 por ciento de los votos de los comicios de este 7 de mayo, el PR obtuvo 35,42 puntos porcentuales, seguido por la coalición de izquierda Unidad para Chile, con 28,57, y la alianza de derecha Chile Seguro, con 21,07. Este resultado podría parecer contradictorio si se toma en cuenta que el PR, fundado por el excandidato presidencial José Antonio Kast, es defensor de la ley fundamental impuesta en 1980 por la dictadura de Augusto Pinochet y del actual modelo neoliberal. Para el subdirector del diario Crónica Digital, Omar Cid, lo primero a tener en cuenta es si el proceso constituyente va a seguir según lo pactado porque la fuerza que ahora lo encabezará no firmó el Acuerdo por Chile. Aunque Kast dijo estar dispuesto a dialogar y buscar una salida que sea la mejor para la nación, ese partido va a tratar de instalar en el texto su discurso a favor del orden y contra la inseguridad, dijo. Según el analista político, los republicanos supieron capitalizar el temor de la ciudadanía por el incremento del narcotráfico, la delincuencia y los migrantes, a quienes responsabilizan con los problemas del país. Más de 15 millones de personas fueron convocadas a las urnas para elegir a los 51 miembros del Consejo Constitucional encargado de elaborar el proyecto de ley fundamental que será sometido a referendo el 17 de diciembre. Si bien hubo una alta asistencia de 84,4 por ciento de electores porque el voto era obligatorio, en la jornada se registraron más de dos millones 500 mil boletas anuladas o en blanco, lo cual es una cifra significativa, dijo Cid. “Eso habla de una desafección ciudadana, de una crítica. La gente no cree en lo que se está construyendo”, afirmó. En opinión del también periodista y escritor, la población no ve la solución a sus problemas esenciales que tienen que ver con las bajas pensiones, los sueldos, la seguridad y la vida cotidiana. Además del triunfo en el Consejo Constitucional, los comicios del domingo allanan el camino para las aspiraciones presidenciales de Kast en 2025. El líder ultraderechista, que se opone al aborto y rechaza a los migrantes, disputó la segunda vuelta de las pasadas elecciones con Gabriel Boric, quien se impuso con 55,87 por ciento de los votos frente a 44,13 de Kast. Santiago de Chile, 8 de mayo 2023 Crónica Digital/PL

En Talcahuano, más o menos por el año 86 y con 10 años era de muy baja estatura. Medía un poco menos de 1.30 metros. Mis padres preocupados, a sugerencia de mi pediatra y a fin de estimular mi desarrollo, me inscribieron en basquetbol con la esperanza que diera el estirón. Era el más pequeño y aún recuerdo al entrenador, don Julio Vergara, bromeando por mi pequeño talle. Un buen día tuvimos un partido oficial con nuestros vecinos del Liceo A–27. Era temprano, a eso de las 9:00 horas AM. Y el destino me dio un empujón; como no llegaron todos los convocados, el entrenador me pidió ir de titular. Recuerdo como si fuese ayer el enorme temor, el vértigo, los nervios, la emoción de nunca haber jugado un partido y encontrarme jugando mi primer partido de titular. Hoy nuevamente toca salir de titular. Al principio tuve un flashback de emociones y pensé: la cancha no es pareja, hay muchos baches, las reglas son adversas, los rivales tienen todo y quieren más. Pero no hay excusa, debemos saltar de la banca a la cancha y entregar nuestro mejor esfuerzo. Todo nuestro corazón para lograr un texto que considere y consagre anhelos de justicia, que es el fondo del asunto constitucional, deseado por todos los chilenos. Una Carta Magna que nos permita vivir mejor, más felices y que además nos represente a todos: a esa tarea estamos convocados y la tarea requiere mucha generosidad. Miro a mis hijas, y en ellas a muchos otros hijos del mundo, y acepto el honor y el desafío de ser candidato porque la incertidumbre no es excusa para quedarnos de brazos cruzados. Confiemos, sí, porque podemos crecer con seguridad y en unidad dialogando, escuchando(nos) por un futuro. Por nuestros niños y niñas, nuestro tesoro más preciado; es por y para ellos y ellas, le debemos un mejor futuro. Un mejor Chile. Por Cristian Cartes. El autor es Candidato a Consejero Constitucional por la Región del Bio Bío. Concepción, 4 de mayo 2023. Crónica Digital.

Por Hugo Gutiérrez Gálvez Las traiciones a los pueblos, no parten con el despojo de sus riquezas básicas. Ello, es una de las tantas consecuencias de una traición mayor, consistente en el latrocinio al valor que deriva de personas iguales en dignidad y derechos, dueñas y titulares de la soberanía. Como corolario de lo expuesto, el mayor robo o fraude a los pueblos es el hurto de su potestad constituyente, emanación del derecho a la autodeterminación, mediante sibilinos mecanismos de exclusión que, con engaño, buscan perpetuar un esquema de dominación a través de una falsa o, a lo menos, mezquina democracia En este contexto, la traición se ha enseñoreado con Latinoamérica: Augusto Sandino, Salvador Allende y Emiliano Zapata, son ejemplos mártires de tales felonías.  Zapata, traicionado y asesinado en Morelos, en 1919, sostenía que prefería morir esclavo de los principios y no de los hombres. Pagó el precio de sus convicciones, al igual que Sandino y Allende, regalando, a la posteridad, su consecuencia inmortal. Esta es la historia de la traición de un presidente de la República, Arturo Alessandri Palma, y de un comunista, Manuel Hidalgo Plaza. UN POCO DE CONTEXTO HISTÓRICO La oligarquía de Chile, con la masacre que significó el enfrentamiento de la guerra civil de 1891, llenó los bolsillos, con el salitre nacional, de piratas extranjeros, como John Thomas North. Les entregó el monopolio de tales riquezas, fundando la monarquía económica de quien fuera conocido como el rey del salitre. Soldados extranjeros sirvieron para tal pillaje, como el prusiano Emilio Körner Henze, que entre 1900  y 1910, asumió como inspector general del Ejército, cargo asimilado al actual comandante en jefe. En 1907, otra masacre tiende a reforzar la traición. Nos referimos a los asesinatos de obreros y sus familias en la escuela de Santa María de Iquique, a manos de los sicarios de turno, vestidos por el ejército de Chile, Roberto Silva Renard  y  Sinforoso Ledesma. El parlamentarismo en Chile, iniciado de facto en 1891, se había manchado las manos con sangre trabajadora. EL APODO En una asamblea popular realizada en Iquique en 1915, con motivo de la campaña parlamentaria por Tarapacá, Víctor Domingo Silva, bautizado por los calicheros con el título de “León de Tarapacá”, por su defensa apasionada y ardorosa del pueblo nortino, hace entrega de su apodo al candidato senatorial Alessandri Palma, diciendo: «Desde hoy en adelante, ese glorioso sobrenombre será como un grito de combate cívico por la libertad y la justicia, y sólo tendrá derecho a llevarlo nuestro candidato de hoy y senador de mañana”. De ahí en adelante, Arturo Alessandri Palma sería reconocido como “León de Tarapacá”, quedando en la trastienda de la historia que ese apodo se lo había puesto el pueblo al poeta y no al burgués Alessandri.  DE LAS PROMESAS FALSAS A LA PRESIDENCIA Posteriormente este segundo León de Tarapacá -populista y demagogo -que pagó con ingratitud la generosidad de Víctor Domingo Silva-, emprendió su camino hacia La Moneda, comprometiéndose con la “chusma inconsciente” a darle al país […]

Los chilenos deberán elegir el domingo a los miembros del Consejo Constitucional encargado de elaborar el proyecto de nueva carta magna, en un proceso que –a diferencia del anterior- despierta hoy poco entusiasmo en la ciudadanía. Por: Carmen Esquivel Sarría Más de 15 millones de personas están convocadas a las urnas el 7 de mayo para escoger a 50 consejeros de las cinco listas presentadas por tres coaliciones y dos partidos políticos de diferentes tendencias. Para René Jara, profesor asociado de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), hay menos interés del electorado con respecto al proceso pasado, que concluyó con el plebiscito del 4 de septiembre de 2022. En entrevista concedida a Prensa Latina, el académico mencionó entre los factores la poca difusión acerca de los candidatos, de la oferta de las alianzas y partidos y de la planilla por la cual se debe votar. Si en la anterior convocatoria hubo una gran participación de la ciudadanía, ahora es dirigida esencialmente por la cámara de diputados y senadores, afirmó. “Este es un proceso que se ve como lejano, bastante poco ciudadano, más bien formal y no sustantivo”, dijo. A partir de un borrador elaborado por una comisión de 24 expertos, el Consejo Constitucional, que se instalará el 7 de junio, tendrá la responsabilidad de redactar y aprobar la propuesta de carta magna que será sometida a referendo el 17 de diciembre. Jara considera que puede haber menor participación con respecto al plebiscito anterior, donde el voto era obligatorio, al igual que ahora. La imposición de una multa podría no ser un factor disuasivo para que acudan a las urnas todos los electores, opinó. En la contienda del 4 de septiembre la asistencia fue de 85,86 por ciento, la mayor participación registrada en la historia de Chile. Ahora, en una encuesta realizada por la firma Pulso Ciudadano, el 76 por ciento de los empadronados dijeron que acudirían a votar, aunque apenas 26,3 de cada 100 consultados manifestaron estar interesados o muy interesados en el proceso constituyente. Los sondeos de opinión también prevén un resultado favorable para las fuerzas de la oposición, recordó el profesor de la Usach. Afirmó que esos sectores se atribuyeron el rechazo a la anterior propuesta de carta magna como un triunfo de ellos y una desaprobación a las políticas implementadas por el Gobierno. Por otra parte, la derecha logró posicionar la inseguridad como el tema transversal de toda la campaña, incluso del oficialismo, y de los medios de comunicación. Santiago de Chile, 4 de mayo 2023 Crónica Digital/PL

Por Omar Cid* Los relatos sobre revoluciones son siempre apasionados. A partir de ellos, se construyen mitos, fábulas y desvaríos de diversa estirpe. En Chile, algunos sectores de la élite conservadora, incluyendo los “progres” cebados al alero de fundaciones de diverso pelaje: utilizan con mucha facilidad el adjetivo octubristas. No faltan, los que confunden un estallido social, con un proceso revolucionario que, a todas luces es un fenómeno de otra envergadura. La racionalidad de la élite de pretensión caucásica y de todos aquellos asimilados a su cosmovisión eurocentrada, transita en un constante pensar en solitario. En ese diálogo atado al propio ombligo, el otro no existe, de ahí que, las temáticas centrales en torno al estallido sean: la violencia, la destrucción, la alteración del orden [su orden]. Ninguna palabra, sobre los abusos y desigualdades característicos del ciclo neoliberal, instalado desde el golpe de Estado de 1973. Poca crítica y amplia condescendencia, para un sistema de pensiones abusivo que, en la práctica es la picadora de carne de los trabajadores[1].  Ceguera, ante las falencias de un modelo de sociedad incapaz de responder de manera digna, a las exigencias de una pandemia[2]. Nuestros muertos, son el mudo retrato de un fracaso de las políticas neoliberales en salud. Es más, los admiradores del estándar privatizador anglosajón en ese ámbito, debieran tomar en cuenta sus resultados, ante dicha exigencia. Temas tan relevantes como: sueldos bajos, alzas abusivas de precios, endeudamiento, enfermedades mentales y aumento del trabajo informal, son ignorados de manera sistemática: por quienes necesitan instalar en el centro de su relato, la diabólica acción octubrista. Nos encontramos, ante una derecha escasa de ideas, cuyo único motivo de subsistencia es la defensa abierta o soterrada del “pronunciamiento cívico militar” y su arquitectura social y económica. Van a defender con dientes y uñas, el origen de su instalación como élite dominante. De ahí, su necesidad de contar con un sistema político, económico, judicial, educativo, comunicacional y militar: compatible con sus intereses. De ahí, que recurran a su inversión de cincuenta años, para enfrentar el peligro de perder su piso histórico, logrado en la constitución de 1980 y ratificado con tenues modificaciones durante la posdictadura. Se trata de un conservadurismo radicalizado, cuyo discurso ya no convoca a partir de la letanía del final de la historia. Ahora, condena, amenaza e insulta. Su “novedad” se traduce en más privatizaciones, más extractivismo, más libre mercado, más desigualdad. Su rabia radicalizada, la desata contra las instituciones del Estado[3], en su desprecio a los migrantes[4], en las limitaciones a la soberanía popular, en la equivalencia que establece entre bandidos (narcotraficantes) y las legítimas demandas sociales.  Se trata de un liberalismo autoritario, señorial y subordinado a los intereses del Comando Sur[5]. Llama la atención, la superficialidad con la que se aborda un acontecimiento de la magnitud del 18 de octubre del 2019. Hay excepciones[6], voces que de modo veloz son desechadas por la reivindicación de la codicia. El Chile conservador del pos-estallido, ese que suspira viendo crecer sus utilidades al fragor […]

El economista y ex ministro de Hacienda y candidato del Partido Colorado de Paraguay, Santiago Peña, quien se convirtió en el presidente electo de la nación sudamericano, al derrotar con amplio margen a su rival más cercano Efraín Alegre, candidato de la opositora Concertación Nacional, tendrá el desafío de gobernar sin tutelajes. Durante la jornada del domingo, un electorado de 4.782.940 votantes acudió a las urnas para elegir a quien asumirá el cargo el próximo 15 de agosto hasta el año 2028, en sustitución del actual presidente, Mario Abdo Benítez. El desafío primordial del joven economista en el plano político será desmarcarse de su mentor, el ex presidente Horacio Cartes (2013-2018), quien fue calificado el año anterior por EE. UU. como corrupto y sobre quien pesan varias denuncias por presunto lavado de dinero y narcotráfico. Peña tendrá la difícil misión de lograr un Gobierno independiente, sanear las instituciones públicas y los organismos de justicia de los poderes políticos, a fin de llegar a un Estado más eficiente y a la justicia social que tanto reclama la ciudadanía. En el ámbito económico, su principal desafío será llevar a Paraguay al grado de inversión, aumentar la presencia de fondos extranjeros, lograr el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y disminuir la inflación. En declaraciones a Xinhua el día de las elecciones, Peña aseguró que su objetivo primordial será generar empleo, ya que esa es la mejor política social y «le da dignidad al pueblo, sin descuidar otros ámbitos sensibles como la salud pública, la educación y la modernización del Estado». «El Estado tiene que servirle al ciudadano y creo que eso es un cambio más que nada cultural, es una conducta, es un día a día, son pequeñas decisiones que se toman y que finalmente te permiten que los ciudadanos se puedan reconciliar con sus instituciones y con sus autoridades, ya que realmente hay un gran descrédito y yo de alguna manera también formaba parte de esa generación de paraguayos que estaba frustrado con la clase política y por eso tomé la decisión de involucrarme», expresó. En cuanto a las relaciones internacionales, refirió que buscará insertar a Paraguay en el concierto mundial y que el país sudamericano sea reconocido no sólo como exportador de productos alimenticios sino por sus buenas políticas de Estado y su poder de decisión ante organismos internacionales. «El Paraguay, como decía Augusto Roa Bastos (escritor premio Cervantes 1989), por mucho tiempo fue una isla rodeada de tierra. Hoy necesitamos que se integre al mundo, se integre económicamente, comercialmente, que se integre políticamente, que los paraguayos podamos hacer escuchar la voz del Paraguay», manifestó. Afirmó además que como país integrante de un bloque regional como el Mercado Común del Sur (Mercosur), tiene el gran desafío de integración tanto política como comercial. «Yo quiero ser la voz, no quiero ser solamente una persona que va a defender al Paraguay sino que va a defender a toda la región de América Latina que tiene que integrarse. Obviamente, desde el Mercosur también […]

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