Por Marcel Garcés Muñoz
Más allá del carácter abrumador de los resultados del proceso electoral de este 7 de mayo -la votación de cada partido o coalición y el número de Consejeros en el Consejo Constitucional- en el que se impuso el Partido Republicano, que lidera el populista José Antonio Kast el cambio de escenario no implica la desaparición de las contradicciones fundamentales entre las fuerzas del cambio y los de la mantención del modelo político y económico y social, implantado por la sangrienta dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Más bien lo confirma, y por lo mismo es un llamado a un examen autocrítico al Gobierno del presidente Gabriel, a su coalición y a cada uno de los partidos políticos que la conforman.
Pero además se devela el plan sedicioso en marcha, auspiciado y financiado por la Derecha política y económica y articulada por El Mercurio y una batería de medios de comunicación, centros ideológicos y “académicos”, que aportan la praxis de “la guerra interna”, de la “Doctrina de la Seguridad Nacional”, realizan acelerados cursos de adoctrinamiento para el desarrollo de la estrategia del Terror, de la conspiración y el terrorismo.
Por ello y el enfrentamiento de los conspiradores, para el mundo progresista y democrático la agenda presente y futura marca que la única estrategia posible en la compleja coyuntura es la defensa del gobierno, del presidente Gabriel Boric y del programa de reformas, el impulso a las iniciativas legislativas, en lo social, político, previsional como asuntos centrales.
Las prioridades deben ser, recuperar la defensa práctica de la unidad, coherencia, coherencia y disciplina en el discurso, la retórica, tanto como en el accionar político, legislativo y administrativo de la base política del gobierno, y la generación de una política coherente de acuerdos y respeto mutuo con el arco político democrático.
Sobre todo, quizás en primer lugar, es urgente desarrollar un esfuerzo estratégico y movilizador en la recuperación de su relación con la ciudadanía, el pueblo, la calle, la base sindical y los trabajadores en general, con las mujeres y la juventud, la clase media y el mundo de las pequeñas y medianas empresas, los intelectuales, el mundo de la cultura y el arte.
Como se constata en la experiencia histórica mundial y en la base social, “la lucha continúa”, y no se debe permitir dilación, confusiones, reticencias o francotiradores que hagan el juego a las trampas del populismo, del aventurerismo, la demagogia o el desencanto.
Los llamados a “votar nulo” o “en blanco”, que se escucharon respecto de la jornada del domingo 7 de mayo, no solo restaron voluntades a favor del cambio, la defensa de la democracia y la institucionalidad, sino que favorecieron la votación derechista y sembraron la desconfianza, el desinterés, sembrando la llamada “apatía electoral”, que los convirtió en cómplices de una maniobra destinada a dividir y restarle votos al pueblo.
El Mercurio de este 8 de mayo explica claramente el significado que le deben dar la Derecha neofacista y populista y la tradicional, y los gremios empresariales, a los resultados electorales del domingo 7.
Es una “voz de orden”, para aprovechar el impulso desmovilizador, para desatar una estrategia de agitación, acciones terroristas y conspirativas, asonadas peores a las protagonizados por elementos como el alcalde Carter, frente a La Moneda, las de San Pedro, o declaraciones no solo impertinentes, sino francamente agresivas, insolentes e inconstitucionales, como los del señor Chahuán.
En su principal editorial se lee atacando directamente al presidente Boric, que el plebiscito ha sido “un resultado lapidario” para su gobierno, agregando sediciosamente, que “Se equivoca y cae en el voluntarismo sin embargo quien piense que luego de dos fracasos electorales de esta magnitud, la agenda con que esta administración llegó al poder tenga alguna viabilidad, al menos en los términos en que ella lo ha planteado: carece ya de mínimo realismo insistir, por ejemplo en cuestiones como la refundación completa del sistema previsional o una reforma tributaria que ignore los incentivos al crecimiento y la inversión. Si el gobierno busca algo más que quedarse en el testimonio, deberá resignar la pretensión de impulsar transformaciones radicales, y en cambio acercar posturas con la oposición y escuchar lo que los chilenos le han trasmitido”.
Y El Mercurio, transformado por arte de magia, en “portavoz” e intérprete de las aspiraciones del pueblo chileno, anota temas, que ha venido orquestando abrumadoramente desde hace meses, como “la inmigración irregular (estimulada por Piñera en Cúcuta), la violencia y el crimen organizado”, supuestamente como deficiencias del Gobierno, y razón para los resultados electorales del domingo7 de mayo.
Sería bueno recordar a El Mercurio los argumentos esgrimidos para propiciar, estimular y conspirar para ambientar, y darle espacio –editorial, incluso- a la preparación y desarrollo de la guerra sicológica que previa al Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, por ejemplo, el concepto “académico”- como gustan declamar, de “legitimidad de origen”, y “legitimidad de ejercicio”, del gobierno constitucional de Salvador Allende, justo cuando el dueño de El Mercurio, Agustín Edwars conspiraba en Estados Unidos, con Nixon y Kissinger, jefes de la CIA , del Departamento de Estado y del Pentágono, y recibía miles de dólares para distribuir entre los conspiradores y para la “defensa” de la democracia” en Chile. Y el precio que ello tuvo para la democracia, la vida, la libertad de los chilenos.
Claro, cualquier semejanza no es mera coincidencia.
Y los pueblos que olvidan vuelven a repetir sus experiencias traumáticas.
Marcel Marcés Muñoz
Periodista
Director de Crónica Digital
Santiago de Chile, 9 de mayo 2023
Crónica Digital/PL