Dicen que Javier Milei quedó profundamente deprimido. No quería ver las imágenes del millón de estudiantes y académicos universitarios, acompañados por trabajadores y jubilados, que se movilizaron a lo largo de la Argentina en defensa de la educación pública, amenazada por el régimen de ultraderecha. Las protestas se realizaron desde la mañana del martes 23 de abril en Buenos Aires, Rosario, Mar del Plata, Tucumán, Córdoba y Santiago del Estero, entre otros territorios.
En Buenos Aires, pese al despliegue de la Gendarmería Nacional y la Policía Federal, una multitud se congregó en las proximidades del Congreso y la Plaza de Mayo, luego de arribar en diferentes medios de transporte. Las principales avenidas fueron testigos del gran número de participantes, muchos de los cuales llevan libros en las manos y eran aplaudidos desde los balcones.
La prensa nacional calificó de “histórica” esta jornada que fue convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Federación Universitaria Argentina (la que representa a más de dos millones de alumnos) y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que congrega a las autoridades de 72 instituciones de educación superior.
LOS FUNDAMENTOS DE LA LUCHA
La presidenta de la Federación Universitaria Argentina, Piera Fernández, aseveró hoy que “la educación pública es la base de la democracia y el desarrollo social”. Desde el escenario instalado en la Plaza de Mayo, la dirigente estudiantil se dirigió a los cientos de miles de personas congregadas para denunciar las políticas del régimen de Milei y defender el derecho a una enseñanza gratuita, de calidad y federal.
En este sentido, dio lectura a un comunicado elaborado en forma conjunta por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Federación Universitaria Argentina y el Consejo Interuniversitario Nacional.
“Nuestras universidades sufrieron un fuerte ajuste en términos reales en los gastos de funcionamiento. Llegamos a marzo con un presupuesto con valores de septiembre de 2022. El incremento del 70 por ciento de estas partidas, dispuesto para el mes pasado, más el reciente anuncio de un 70 adicional, constituyen un aliciente aún insuficiente en tanto la inflación fue de un 300 por ciento en el mismo período de tiempo”, señaló.
Agregó el documento que las obras del Programa Nacional de Infraestructura Universitaria se encuentran paralizadas y “no hay certezas ni información respecto a su continuidad”.
También denunció que, en los últimos meses, el salario de los trabajadores del sector perdió el 50 por ciento de su poder adquisitivo. “Ese deterioro se hermana con el del resto de los sectores del mundo laboral. Ello lleva a retomar consignas de hace más de 20 años: ¡Ningún trabajador de las universidades nacionales por debajo de la línea de pobreza!”, afirmó.
“Exigimos paritarias (negociaciones) libres, sin techo, para garantizar sueldos acordes al contexto actual. Sin salarios dignos, la universidad pública es inviable. También es indispensable que se mejore de manera urgente la situación de los jubilados y que se restituya el Fondo de Incentivo Docente”, añadió.
Rechazó la política de ajuste y disciplinamiento impulsada por el Ejecutivo. “Nos organizamos, resistimos y solidarizamos con todos los sectores que hoy atraviesan una situación similar o peor por afrontar despidos masivos”, señaló.
“La educación es un derecho humano fundamental porque se impone sobre el ingrato azar de la desigualdad”, sentenció.
Por otra parte, destacó la importancia de las becas de estudio y alertó sobre un recorte alarmante. “Las decisiones del Gobierno hacen que el desguace de las herramientas conquistadas sea prácticamente total. Se necesitan presupuesto y políticas de bienestar estudiantil para poder estudiar. Ante esto, asumimos la tarea de defender inclaudicablemente el acceso a la educación de las grandes mayorías”, señaló.
“No queremos que nos arrebaten nuestros sueños: nuestro futuro no les pertenece. Somos orgullosos hijos de la universidad argentina, pública, gratuita e irrestricta en el ingreso, de excelencia, con libertad y equidad. Por eso, lucharemos, en una irrenunciable resistencia democrática y pacífica, por la educación que queremos, por el país que anhelamos”, manifestó.
Además, aseguró que creen en “la capacidad igualadora de la enseñanza, en su poder transformador como herramienta de movilidad social ascendente y en el aporte diferencial y sustantivo que la producción científica hace en la sociedad del conocimiento”.
“Todos los problemas que tenemos se resuelven con más educación y universidad pública, más inversión en ciencia y tecnología. Queremos que nuestras instituciones sean el dispositivo que le permita a Argentina desandar las desigualdades estructurales y emprender la senda del desarrollo y la soberanía”, concluyó.
UNA PROTESTA MULTITUDINARIA
La movilización fue respaldada por la Confederación General del Trabajo (CGT), las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), el Partido Justicialista, la Unión Cívica Radical (UCR), la Central de Trabajadores (CTA) y la CTA-Autónoma, entre muchas otras organizaciones. También asistió el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y la iniciativa fue respaldada por los expresidentes Alberto Fernández y Cristina Fernández.
Al comienzo de la movilización, el Vicerrector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Emiliano Yacobitti, aseguró que “será una movilización en paz. Lo único que vamos a hacer es llevar adelante la bandera de la universidad pública. Va a participar gente de todos los sectores, incluso quienes votaron a Milei”.
“La educación pública no solamente es un bien de quienes pasan por ella, sino de la sociedad en general. En el mundo reconocen a nuestras universidades y nosotros no podemos mirar para otro lado cuando el Gobierno Nacional pretende desfinanciarlas a propósito para bajar la calidad de su funcionamiento”, apuntó.
“Defendemos la universidad pública, libre y gratuita, una gran conquista del pueblo argentino a la que no renunciaremos”, aseveró el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. Ante los cientos de miles de manifestantes reunidos en la Plaza de Mayo, el defensor de los derechos humanos envió un abrazo solidario a estudiantes, docentes y trabajadores en general, e instó a continuar con la lucha.
“Ustedes nos dan mucha esperanza en la construcción de un mundo mejor. La educación es el presente y futuro de la patria, es la manera de formar personas libres y no esclavos”, afirmó.
Resaltó la necesidad de preservar el derecho a vivir dignamente, de manifestarse “para que no mueran niños de hambre, no haya más despidos, no paren las obras públicas ni desentiendan la salud”.
Por otra parte, criticó la compra de 24 aviones de combate por la gestión de Javier Milei, mientras recorta el dinero destinado a sectores prioritarios.
“La víspera, presentamos ante la Cámara de Diputados un pedido de juicio político a Milei porque no puede ser que destruya el país y nos convierta en colonia de Estados Unidos e Israel”, aseveró.
Por su parte, la directiva de la Asociación Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, Taty Almeida, expresó su respaldo a los estudiantes y los académicos. “La lucha no termina hoy. Hay que continuarla porque, si bien perdimos una elección, no nos vencieron. No bajen los brazos, tienen que hacer como nosotras desde hace 47 años. La única lucha que se pierde es la que se abandona. Hay que continuar resistiendo. Se lo decimos nosotras, las locas que, a pesar de los bastones y las sillas de ruedas, seguimos de pie”, afirmó.
“Ver a tanta juventud es un aliento porque ustedes son el relevo. Quedamos muy pocas Madres y Abuelas, pero estamos tranquilas porque tenemos una militancia estupenda que significa compromiso, compañerismo, ayudar al otro, como lo hicieron los 30 mil detenidos-desaparecidos durante la dictadura”, aseveró.
Y añadió: “Estoy aquí por mi hijo Alejandro Martínez, quien estaba cursando primer año de Medicina en la universidad pública, y por aquellos que ya no están”.
El secretario general de la Federación de Docentes Universitarios, Carlos de Feo, resaltó la movilización de más de 800 mil ciudadanos en la Plaza de Mayo y más de un millón en toda Argentina en defensa de la enseñanza.
“Estamos orgullosos de nuestra educación pública. Queremos un país con desarrollo, soberanía e inclusión”, afirmó desde el escenario. Añadió que “la universidad pública argentina supo siempre luchar junto al pueblo y sus trabajadores. Lo demostró dando la vida de miles de estudiantes, docentes y no docentes durante la noche negra de la dictadura. Esa universidad hoy está en peligro, al igual que el Estado”.
Asimismo, acusó al Gobierno de Javier Milei de pretender festejar un superávit fiscal logrado sobre la base de generar pobreza, miseria y exclusión.
“Estamos decididos a llevar esta pelea adelante. No es congelando nuestros salarios y achicando los presupuestos que nos van a asustar. Lucharemos hasta la victoria. Estaremos juntos en las calles. Nos vestiremos de negro, de obrero y pueblo”, aseveró.
Por su parte, la secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación, Sonia Alesso, celebró la unidad representada en la marcha celebrada esta jornada y exigió el restablecimiento de fondos y presupuestos en el sector de la educación superior.
A su vez, el representante de la Asociación Gremial de Docentes de la Universidad Tecnológica, Norberto Heyaca, criticó la falta de diálogo y de empatía por parte del Ejecutivo. “La universidad pública no debe verse como parte del problema, sino de la solución”, señaló.
Con información de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina.
Buenos Aires, 24 de abril de 2024.
Crónica Digital.
