Indignados por el incumplimiento del Gobierno, unos 20 mil campesinos colombianos de todas las regiones del país protagonizaron ayer una nueva movilización a la que se sumaron otros sectores sociales para exigir urgentes medidas para el campo.
La popular céntrica carrera séptima fue ocupada por miles de agricultores que con grandes carteles en los que se podía leer frases como «el campo está olvidado», «no a los TLC (Tratados de Libre Comercio)» o «uno no vende la tierra por la que camina su pueblo», exigieron la renuncia del ministro de Agricultura, Ruben Darío Lizarralde.
Desde regiones distantes los manifestantes, los mismos que realizaron una dura protesta social el 19 de agosto pasado, salieron en esta marcha pacífica hasta la Plaza Bolívar a pedirle al presidente Juan Manuel Santos que cumpla con los 72 de los 88 acuerdos con los que se comprometió hace casi cuatro meses.
Los arroceros de Pasto, los caficultores de Pereira o los paperos de Boyacá, los mineros, los sindicalistas, todos unidos gritaron consignas como el pueblo con hambre no tendrá paz en esta manifestación que bautizaron como la «marcha de la dignidad agraria». Los campesinos, que desde hace varios meses vienen dialogando con el Gobierno en busca de alternativas para sacar de la crisis al campo, señalaron que decidieron salir a marchar, cansados de tantas dilaciones del Gobierno y de los pocos resultados en la mesa de negociación.
«Pareciera que al Presidente sólo le preocupara cumplir con el llamado pacto agrario y con la gran minería, los cuales no avalamos. No son una solución real para 12 millones de campesinos», sostuvo en declaraciones difundidas por El Espectador Cesar Pachón, uno de los líderes de la protesta.
Bogotá, 4 de diciembre 2013
PL