El solemne acto del Juramento a la Bandera de fuerzas militares, en la Plaza de la Ciudadanía, frente al palacio de La Moneda, en Santiago, y en las guarniciones militares de todo el país, y ante decenas de miles de familiares se constituyó en la oportunidad masiva en que el Comandante en Jefe del Ejército, general Humberto Oviedo, hiciera, ante el país y las autoridades, entre ellas la presidenta de la Republica, Michelle Bachelet, un planteo, una demanda, de evidente carácter político y de presión a los Tribunales de Justicia. Su alocución culminó con rechazo y franco reclamo por la demanda de verdad, justicia y castigo a los responsables de violaciones a los Derechos Humanos, bajo la dictadura del general Augusto Pinochet Ugarte. La legítima duda es si trató del habitual ritual castrense o de un mitin político de la llamada “familia militar”. Su arenga culminó con una virtual petición de “dar vuelta la página” sobre la violación de los Derechos Humanos bajo la dictadura militar derechista de Augusto Pinochet, en concordancia con el argumento permanente de dar por superada la historia, de la Derecha política, ciertas agrupaciones de militares en retiro y sus portavoces o de hijos y familiares de condenados por violaciones de Derechos Humanos y crímenes (degollamientos, torturas, asesinatos sumarios, lanzamiento de cuerpos a volcanes, ríos y al océano, sepultaciones en fosas comunes, destrucción de la cuerpos de chilenos con cal.etc.) Dijo el general Oviedo: “Aún subsisten situaciones que continúan provocando tensiones entre el pasado y el futuro, las que de manera recurrente atraen la atención de diversos sectores de nuestra sociedad, a pesar de las acciones de reconocimiento y las reiteradas ocasiones donde la institución ha asumido la responsabilidad que le corresponde, dentro de los marcos que la Constitución y las leyes permiten”. El jefe del Ejército argumentó seguidamente sobre “el profundo sentido del cumplimiento del deber”, entendido, explicó,como “la acción voluntaria y predisposición positiva para cumplir con las obligaciones inherentes al servicio, como consecuencia de un mandato o imposición de un superior jerárquico”. La alocución sigue: “Dicho considerando ha llevado que a lo largo de nuestra historia, no exenta de guerras, crisis, conflictos ,y desencuentros, los actores militares de menor graduación, dentro de los que están subtenientes, cabos y soldados conscriptos, hayan tenido que obedecer y cumplir órdenes de sus superiores, pero que dadas las circunstancias que siempre contextualizan y sobre todo, las más extremas a que se puede enfrentar todo ser humano, se vieron impedidos de objetarlas o representarlas y que, incluso, habiéndolo hecho, fueron obligados a cumplirlas, como lo establece detalladamente el Código de Justicia Militar vigente y que data del años 1944”. El jefe castrense se lamenta que “Hoy esas actuaciones son observadas exclusivamente desde el prisma de nuestro tiempo, sin analizar ni considerar la situación concretas ni el contexto histórico y político en que tuvieron lugar. En la actualidad, muchos de los entonces jóvenes militares comparten junto a sus familias un destino impensado, angustiante y muy doloroso. Y finalmente el general Humberto […]
Editorial
Tras las Primarias del domingo 2 de julio cabe esperar una reflexión que refleje una lectura serena, pero sobre todo responsable y objetiva de la realidad política electoral del país y de la actuación de los ciudadanos. Las dirigencias políticas deben aprender a utilizar los datos- e interpretarlos- con una mirada estratégica, antes de imponer criterios y acomodaticios de la coyuntura, o de la consigna electoralista circunstancial o de los intereses de corto alcance y plazo. Más allá de las cifras de este proceso que sin duda profundiza la participación democrática y el protagonismo ciudadano y que sin duda merecen atención, no parece ser la hora del descorchar el champagne o de las declaraciones triunfalistas o , peor, de las explicaciones que intentan ser ingeniosas y que no pasan de ser en algunos casos, francamente patéticas. Pongamos las cosas en su debida dimensión. Las cifras objetivas no dan razones para la euforia Este domingo hicieron uso de sus derechos cívicos, un millón 811.411 ciudadanos, una cifra más elevada que la supuesta o esperada por los comandos de los pactos participantes y los habituales analistas políticos. Se trata del 12.8 por ciento de los 13.531.583 ciudadanos que a la fecha constituyen el Padrón electoral, y donde 13.032.666 son “Independientes”, es decir, sin afiliación partidista. El candidato derechista, empresario y ex presidente, Sebastián Piñera obtuvo 827.347 votos para un total de la lista de la coalición derechista, Chile Vamos, de 1 millón 471 mil 631 , lo que lo convierte como se esperaba, tras una campaña iniciada en marzo de 2014, en el candidato presidencial de la Derecha para los comicios del 19 de noviembre próximo, en primera vuelta y el 17 de diciembre en la eventual segunda vuelta. Por otro lado la lista del Frente Amplio obtuvo 327.613 votos,, sin responder a sus propias expectativas, quedando como candidata de la coalición para los comicios presidenciales de noviembre próximo, Beatriz Sánchez (221.348 preferencias), y Alberto Mayol (106.265), fuera del juego. El abogado y docente universitario, ex precandidato presidencial en el Partido Socialista, Fernando Atria, en un análisis de los resultados de las primarias en El Mercurio del 3 de julio advierte a este conglomerado que “la votación del Frente Amplio muestra que por sí solo no es una alternativa a la derecha. Esto, por cierto, puede cambiar en el futuro, pero es poco probable que lo haga en los meses que quedan en la magnitud que es necesaria antes de la elección presidencial”. Los comentaristas de la derecha sostienen por su parte que Chile Vamos “convocó a un 74 por ciento más de electores”, que en la primaria entre Pablo Longueira y Andrés Allamand en junio de 2013, mostrando en medio de una campaña caracterizada por la ansiedad y el esfuerzo por conquistar la participación del sector, que los resultados constatan sin duda un techo actual de sus posibilidades de adhesión electoral. En las primarias presidenciales del 1 de julio de 2013 donde votaron 3.007.687 ciudadanos, la Nueva Mayoría obtuvo 2.137.423 votos, […]
La culminación del ejercicio democrático de las elecciones primarias presidenciales, del cual se ausentó por voluntad propia, la Democracia Cristiana, – más bien por un inexcusable error de cálculo y la determinación divisionista y sectaria de algunos de sus líderes – la política nacional vuelve a su cauce normal: La confrontación entre las fuerzas democráticas progresistas y quienes buscan retrotraer la historia hacia el pasado destruyendo lo logrado por Chile en justicia, derechos humanos, derechos sociales y perspectivas de progreso, buscando frustrar y hacer desaparecer las reformas y los avances . A ello se suma, la crisis de confianza de los ciudadanos en las instituciones, en los partidos políticos, el empresariado, instituciones antes bien consideradas como Carabineros, las Fuerzas Armadas, la Iglesia, los Tribunales, los empresarios y el espectáculo de la pelea chica de quienes se supone aliados, y los afanes centrífugos que afectan a algunas de sus principales fuerzas políticas. En la Derecha, donde se parapetan los pinochetistas, junto a las fuerzas empresariales que buscan el poder político para imponer sus intereses, y los integristas y el peso de los poderes fácticos, todos se alinean-algunos con reticencias o refunfuñando-tras el que fuera definido por el columnista de El Mercurio y rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña, como “el político circense”, el ex presidente Sebastián Piñera. Pero en la centroizquierda democrática la situación-parece más compleja, y hay quienes no muestran mayor responsabilidad no tanto por el destino de su sector, sino por el destino del país y de la propia institucionalidad democrática. Desde luego no le será fácil a algunos explicar a los ciudadanos la negativa a participar en el proceso de las Primarias, que mas allá de las dificultades, tropiezos o carencias circunstanciales, constituyó un paso en la profundización del sistema político democrático, un espacio de discusión y de participación ciudadana. Negarse a ese ejercicio fue un síntoma de desconfianza no solo en el instrumento, sino en la capacidad de los chilenos de expresar su responsabilidad y sus opiniones y determinaciones a la hora de ejercer un aspecto crucial de la democracia participativa. Pero, en fin , cada vez se aclara más, el sentido que tenía la estrategia del “camino propio” que llevó a la DC a marginarse de la Nueva Mayoría, suponer que el “enemigo” está en la izquierda, y no en la Derecha, llegándose al descaro de revivir la “Guerra Sucia” y sus operaciones de guerra sicológica, que instaló en los años 60 y 70, la CIA , la Derecha sediciosa y el Mercurio, la dictadura de Pinochet, sus torturadores y asesinos. De acuerdo al El Mercurio, generalmente bien informado de las intimidades de la DC, la falange vive por estos días- un complejo panorama de contraposiciones en torno a los “acercamientos” entre la Democracia Cristiana y algunos representantes de los otros partidos de la Nueva Mayoría, en torno a un eventual acuerdo para las elecciones parlamentarias próximas. Un sector que El Mercurio caracteriza como “los duros” ( es decir los Walker, el Gute y […]
La candidatura presidencial de Alejandro Guillier entró este domingo 11 de junio a una nueva etapa de su diseño estratégico y a un proceso definitorio de elaboración de su programa de gobierno, formalizando su vinculación con los partidos políticos que le apoyan y los vastos sectores sociales e independientes que constituyen su base popular y dando el vamos a su despliegue por todo el territorio nacional. La campaña entra en un camino de despliegue, con el acelerador a fondo, y buscando la adhesión y el rescate de la confianza de la ciudadanía de que nuevamente será el protagonista de una movilización épica, en busca de una mayor y mejor democracia, un potente y amplio futuro de conquistas sociales y progreso haciendo realidad el jingle de la campaña, que a ritmo reggaetonero entrega un mensaje movilizador y esperanzador: “ Guillier da confianza. Guillier te comprende. Guillier gobierna con la gente”. Se trata de un momento largamente esperado, y que corresponde a un proceso de maduración política, de la puesta en marcha de una voluntad unitaria y de elaboración doctrinaria individual y colectiva de las fuerzas políticas que han tenido que recomponer la coalición que sostiene el proyecto de transformaciones iniciado con la recuperación de la democracia, con el liderazgo de la Concertación de Partidos por la Democracia y luego la Nueva Mayoría, proceso al que hoy se suman no solo mayorías electorales sino que pujantes fuerzas sociales del país, que desde otras y a veces contradictorias posiciones políticas en el escenario nacional, se posicionan por los cambios y buscan obtener representatividad . Los procesos políticos tienen su tempo y el paso dado por los partidos Radical, Socialista, Partodido por la Democracia, Partido Comunista, Izquierda Ciudadana y MAS-Región, que entregaron al candidatos sus respectivos proyectos programáticos , confirmando oficialmente su apoyo, abrirá paso a una elaboración ciudadana y nacional del Programa de Gobierno de Guillier. El senador Juan Pablo Letelier, coordinador de la campaña presidencial señaló que comienza la etapa de recorrer el país para “enriquecer el programa con las ideas de la gente, para que refleje fielmente el Chile de hoy y sus inquietudes”. En las propuestas de los partidos, una suerte de insumos para el programa definitivo figuran temas como crecimiento económico con inclusión social, reforma de pensiones, mejor gestión, regionalización, igualdad entre hombres y mujeres, fortalecimiento de las organizaciones de los trabajadores. El presidente del Partido Socialista, Alvaro Elizalde, recalcó que el camino está más claro y ”los chilenos deberán decidir entre el retroceso que representa la candidatura a de la derecha y nuestra propuesta, que significa que el progreso golpee la puerta de todos los chilenos”. El candidato por su parte detalló en su discurso ante un Caupolicán repleto y multicolor, aspectos fundamentales de sus propuestas en el campo de la economía, telecomunicaciones, infraestructura, conectividad,, educación, previsión, género, medioambiente, energía y otras areas de la economía nacional. El acto del Caupolicán congregó no solo al mundo político que está tras la candidatura de Guillier, sino que de manera […]
La presidenta de Chile Michelle Bachelet entregó este jueves 1 de junio, una Cuenta Publica de su gestión de gobierno, que junto a la necesaria enumeración de logros y cumplimiento de los objetivos constituyó un documento de profundo contenido político, de proyección política estratégica, , y que coloca a su figura como una estadista, y a su periodo como una fragua de transformaciones . En el fondo de su discurso de poco más de dos horas se expresó una situación histórica de confrontación política e ideológica, donde se oponen las fuerzas de las transformaciones, del progreso y de la democracia contra los poderes políticos y económicos de la Derecha y de los grandes empresarios, y los intereses conservadores de los poderes fácticos frente a las demandas que la historia ha puesto en la agenda del día. Precisamente la historia de su segundo periodo presidencial , iniciado el 11 de marzo de 10014 estuvo marcado por la tensión entre el impulso a las reformas que Chile requería con urgencia, y la oposición cerrada de la Derecha a los cambios indispensables para fortalecer y profundizar la vida democrática en el país y responder a las demandas ciudadanas. Algunos analistas consideraron que la Cuenta Pública estuvo caracterizado por un sentido histórico y de alguna manera tienen razón. Bachelet es sin duda una figura histórica, siendo la primera mujer presidenta de la República, y reelecta por un segundo periodo, , con un destacado paso como Ministra de Salud y de Defensa y su estatura como funcionaria internacional en un alto rango en Naciones Unidas. Pero lo realmente trascendente es que sus gobiernos se han caracterizado por su convicción y compromiso con los cambios, la democracia, los derechos humanos , el protagonismo social y su respuesta a los urgentes problemas sociales y económicos demandados por la ciudadanía y la realidad objetiva. Precisamente sus convicciones transformadores la pusieron en la mira del odio de la Derecha política y empresarial del país y explican el encono reaccionario, la agresiva, virulenta y permanente guerra (sucia) sicológica desatada en su contra por los medios que responden a las orientaciones reaccionarias. El mensaje presidencial puso el acento en asuntos que aparecen como trascendentales en el escenario político presente y futuro del país, como la mantención y defensa y proyección de las reformas y transformaciones, la profundización y ampliación de la democracia. Hemos enfrentado- dijo “las consecuencias de la ideología de mercado, que le pone precio a todo y que enfrenta a las personas entre sí”. “La política chilena vive un momento difícil. Se ha debilitado la confianza entre los ciudadanos, sus representantes y las instituciones, sean ellos del Estado o privados. Esto tiene fundamento: el abusivo entramado entre política y negocios permitió la corrupción, lesionó la fe pública, el buen nombre del servicio público y la actividad empresarial”, agregó. La presidenta advirtió sobre los riesgos de una involución del proceso apuntando que “nada de lo que hemos logrado está asegurado para siempre. Porque hemos aprendido dolorosamente, que los avances históricos […]
El empresariado chileno, a través de sus principales entidades “gremiales”, su centros de estudio, los medios de comunicación que reflejan sus intereses, y ejecutando políticas que buscan desestabilizar la economía, el clima social del país, buscar imponer su influencia en el proceso político electoral en desarrollo. Pero en realidad sus objetivos son de más largo plazo. Esperan en el mediano plazo, copar todos los estamentos del poder político y social del país. Luego del enjuiciamiento judicial y ciudadano a sus prácticas de financiamiento ilegal de la política, uso de las boletas ideológicamente falsas, colusión y otras prácticas indecentes que pusieron en el banquillo de los acusados a los principales grupos económicos del país y a los partidos políticos de derecha, han pasado a la ofensiva buscando reposicionarse como los poderes determinantes en el escenario político nacional. En una estrategia que se vincula a los esfuerzos electorales de la candidatura del ex presidente, Sebastián Piñera, que se complementa y coordina además, con la exacerbación de una agresiva actividad claramente política, desestabilizadora en contra del gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, pero sobre todo del proceso de reformas en marcha y de la perspectiva que la Nueva Mayoría permanezca en La Moneda, y se mantenga el rumbo. Una breve revisión de titulares de prensa, y declaraciones sw connotados empresarios, reflejan la ofensiva desatada: “El país no resiste más malas reformas”, espetó en la Cuarta Conferencia Internacional de la Industria Aseguradora (16-05-2017) el presidente de la Asociación de AFP, Andrés Santa Cruz, mientras el presidente de la Asociación de Aseguradores,(AAXh), José Manuel Camposano, agregó en la misma oportunidad que “el país no se puede permitir más voluntarismo”. Y ue “aún es tiempo de priorizar el crecimiento por sobre las consignas”. Por su parte el empresario Andrónico Luksic, presidente del Holding Quiñenco, y una de las mayores fortunas del país, se pronuncio en carta a los accionistas, alertó por lo que definió como “los cantos de sirena del populismo” en este año electoral, e instando e encarar la “desconfianza” en los empresarios. Es evidente, enfatizó, que “ha habido errores, malas prácticas e incluso delitos”, llamando a que “no dejemos que sean otros los que hablen por nosotros o de nosotros, desinformando de modo consciente o inconsciente, y caricaturizando lo que los empresarios hacemos en Chile”. Por otro lado la consultora empresarial Corporación para Bienes de Capital, señala en su último catastro que la inversión privada proyectada a cinco años cae 23 por ciento a mínimo desde 2008, siendo los sectores energía, inmobiliario y minería los que explican más de dos tercios de la merma por unos 10.393 millones de dólares respecto del monto quinquenal que estimaba la entidad en su reporte de fines de 2016. El presidente del Banco de Chile (Grupo Luksic), Pablo Granifo,, ha advertido por su lado que “la variable política va a influenciar significativamente a las tasas de crecimiento”, y que “el país debe hacer las modificaciones necesarias para que se pueda llevar adelante las inversiones”. En tanto el presidente […]
La derecha pinochetista y su prensa subordinada creen haber encontrado un filón en la explotación política y mediática sobre las inversiones realizadas por el Partido Socialista con recursos que recibió legítimamente y públicamente del Estado como indemnización por los robos y saqueo que hizo de sus bienes la dictadura militar derechista de Augusto Pinochet. La política de razgadura de vestiduras de las vestales de la UDI, rápidamente estimulada y magnificada por “El Mercurio”, no logra ocultar la pretensión de tender una cortina de humo sobre los escándalos de corrupción propios, el vínculo directo y hasta delictual entre dinero y política, donde aparecen nombres de sus prohombres, como Pablo Longueira o Jovino Novoa, el desaforado senador, Jaime Orpis, o los financistas de los retoños del asesor intelectual de Pinochet, Jaime Guzmán, Carlos Alberto “choclo” Délano y Carlos Eugenio Lavin, amigos del alma de Sebastián Piñera. La teoría del “empate moral”, o el de abrumar con una ofensiva brutal, propio de la guerra sicológica, es un viejo método de la Derecha, de los empresarios, de El Mercurio y del Pinochetismo. Este domingo, 14 de mayo, aunque el ataque mediático había bajado de intensidad debido a la debilidad de los argumentos contra el Partido Socialista, un columnista mercurial, Joaquin García Huidobra mantiene la ofensiva por la vía del insulto y la descalificación “moral”. Epítetos como “cinismo”, “desvergüenza”, “del sentido moral mas corriente”, “corrupción del socialismo”, son utilizados con descaro, e instalando la hipotética como canallesca eventualidad de que los militantes socialistas queden a merced de algún “aventurero capaz de seducirlos”, que pudiera “enriquecerse a la pasada”. Una vieja y sabia sentencia popular señala que “el ladrón cree a todos de su condición. La intención sin duda es obvia, y pretende poner un manto de silencio a los reales escándalos de la corrupción o de ocultamiento de maniobras financieras como la última de Piñera, de `calcular su fortuna en 600 millones de dólares, mientras que la revista económica internacional Fortune, la cifro en 2.700 millones de dólares. De todas formas, queda claro en estos episodios que los temas de financiamiento de los partidos políticos necesitan claridad y transparencia, cuidados en el fondo y en la forma. Porque, como se sabe, una vez que la confianza se pierde, recuperarla es un proceso largo y complejo. Y a eso apunta la artillería pesada de El Mercurio y la Derecha. Pero la “guerra sucia “de la UDI sigue adelante, pretendiendo involucrar al Partido Comunista en esta escalada de ataques, en que actúa como caja de resonancia, la prensa adicta y cuyo objetivo es claramente desacreditar, de trasladar a la izquierda las sospechas que los han tenido a ellos contra las cuerdas. Se trata de una maniobra cuyos efectos sobre la política, las confianzas ciudadanas, y la propia campaña presidencial y parlamentaria en marcha pueden ser demoledores Acusaciones al voleo, y donde los “catones chilensis”, escenifican prédicas desde un púlpito moral que solo se sostiene en un discurso demagógico, sobre manejos financieros, y la instalación de sospechas […]
Lo que parece obvio en el escenario político nacional es el final de una coalición , la Nueva Mayoría, en tanto proyecto común y voluntad unitaria, base del sistema institucional democrático, y del proyecto estratégico de darle coherencia a una perspectiva progresista de futuro al país, en beneficio de las mayorías y abrir paso a una acción programática de reformas y progreso, que comprometa a fuerzas que representan historias , fundamentos filosóficas, experiencias políticas , demandas sociales, económicos y hasta culturales diversas, en una experiencia ciudadana de voluntad que se cohesiona dentro de sus legitimas diferencias. Es evidente que la Democracia Cristiana, en su resolución de la Junta Nacional del sábado 29 de abril, no solo echó por tierra una experiencia histórica que resultó enriquecedora y positiva para el país , el pueblo y el fortalecimiento del sistema democrático, tras la dictadura militar derechista y empresarial de 1973 a 1990 , sino que puso fin a una etapa de colaboración y fraternidad política que constituyó una experiencia única de institucionalidad, progreso- y políticas sociales, que aunque compleja y quizás insuficiente, permitieron recuperar la confianza de los ciudadanos en la política y. hasta en el sistema democrático y sus instituciones, tras la tiranía criminal. No es casual que los electores entregaran su confianza y adhesión , primero a la Concertación de Partidos por la Democracia y luego a la Nueva Mayoría , derrotando a las fuerzas oscurantistas de la Derecha pinochetista, tras el traspié del gobierno de empresario populista, Sebastián Piñera, con el cual se impuso la fuerza del dinero, la corrupción, la colusión empresarial y otras malas prácticas. La determinación falangista de separarse, de la Nueva Mayoría y optar agresivamente por el “camino propio”, dividiendo al sector progresista de la sociedad, postulándose en solitario en las primarias presidenciales, es sin duda el fin de la coalición que agrupaba a las fuerzas que recuperaron la democracia en Chile. La afirmación de que el rechazo del Partido Socialista a la postulación de su histórico militante y ex presidente, Ricardo Lagos, en su reunión plenaria del Comité Central, le abrió el camino a la derecha del PDC para lograr éxito en su vieja estrategia de dividir a la Nueva Mayoría, pretender la exclusión del PC, y en general de toda expresión de izquierda, no representa toda la magnitud y consecuencias política del gesto. Lo objetivo, desgraciadamente , es que se perfila en el escenario la materialización de la vieja tentación derechista – ayer por la fuerza de las armas y la barbarie pinochetista, hoy por medio del dominio del dinero en la política y la guerra mediática , de destruir a la izquierda democrática, de criminalizar las demandas populares, las expresiones legítimas de protesta de sectores populares, la búsqueda de profundización de la institucionalidad democrática a través de fortalecer su carácter representativo. Lo sucedido en el escenario de la Nueva Mayoría alerta a sus sectores progresistas sobre las intenciones, de determinados sectores de imponer su aversión a los cambios profundos, democráticos reflejados en […]
No vamos a derramar ni una lágrima por Agustín Edwards Eastman, fallecido este lunes 24 de abril de 2017. No la merece y sería una ofensa a la memoria de las miles de víctimas de su labor conspirativa contra el gobierno democrático y legitimo del presidente Salvador Allende y la Unidad Popular, caídos bajo la bota de los asesinos de la dictadura de Augusto Pinochet, el instrumento de su venganza contra el pueblo, al que aunque despreciaba, le rindió pleitesía por hacer el trabajo sucio que el presidente Nixon y el imperialismo le había encargado. La labor de Agustín Edwards Eastman, al mando de la empresa El Mercurio, constituye una de las etapas más abyectas del periodismo chileno, no solo ni tanto por representar los intereses políticos y de clase de la derecha empresarial chilena, sino por confabularse con una potencia extranjera, Estados Unidos, y sus poderes económicos, políticos y militares, para violentar la democracia en Chile y derrocar a un gobierno legítimo. Edwards y El Mercurio fueron además cómplices de la noche de terror, sangre y dolor que sumergió al país, tras el 11 de septiembre de 1973, y muchos de sus periodistas fueron forzados a convertirse en encubridores, de los montajes con que los esbirros intentaron camuflar sus horrores. La publicación de los bandos militares y partes de guerra de los golpistas, la argumentación de la guerra sucia y de la manipulación psicológica, que buscaban ocultar, disfrazar el exterminio , manipular la realidad para justificar la barbarie , configuran el delito de crímenes contra la humanidad que nos impiden lamentarnos del deceso de uno de los máximos culpables del genocidio. Agustín Edwards es tan culpable como Pinochet, Manuel Contreras , Onofre Jarpa, Cubillos, y otros criminales, en el drama vivido por Chile con el Golpe de Estado de 1973 y refleja la gran “Santa Alianza” de la clase empresarial y la derecha chilena, en contubernio con sus mentores internacionales (incluida la CIA, la ITT, el Pentágono, la inteligencia militar de Estados Unidos. La periodista y escritora, Nancy Guzmán J. apuntó en su libro “Los Agustines. El Clan Edwards y la Conspiración Permanente ”( Editorial Ceibo) : “Sin el trabajo de El Mercurio y La Tercera para sembrar el odio, inducir a la intolerancia, mentir para justificar hechos, aceptar las ejecuciones sumarias existiendo Tribunales de Justicia, generar temores infundados para justificar la existencia de organismos criminales como la DINA e injuriar personas que no podían defenderse , los servicios de inteligencia de la dictadura no hubiesen podido desatar la acción criminal con absoluta impunidad . Fue la prensa de la época la que creó la tolerancia generalizada a los crímenes masivos y luego festinó con ellos”. Nancy Guzmán, reproduce un editorial de El Mercurio que señalaba el 5 de octubre de 1973 , “Los allanamientos militares y operativos policiales no se están efectuando sin motivo. Muy por el contrario los continuos hallazgos de arsenales y demás elementos destinados a una larga lucha de guerrilla o a la formación de […]
La finalización del proceso de refichaje establecido por la legislación electoral vigente para la existencia legal de los partidos políticos y la eventualidad de que no se realicen elecciones primarias para elegir el candidato presidencial de la Nueva Mayoría, ( tentación que se observa también en la Derecha) han marcado la agenda política de los últimos días, tras el forzado retiro del ex presidente Ricardo Lagos de la contienda, luego que el Comité Central del Partido Socialista lo rechazara como precandidato de la que fuera su colectividad desde 1978, prefiriendo por abrumadora mayoría al independiente y ya candidato del Partido Radical, senador Alejandro Guillier. En el primer punto de este esquema, el Partido Comunista encabeza la lista que recibe la mayor cantidad de afiliaciones – 65 mil 612- lo que corresponde sin duda, a un significativo grado de confianza de los ciudadanos en la colectividad y constituye una adhesión a su línea y conducta política. En conjunto la participación de los chilenos en este proceso, es además un mentíz a un supuesto rechazo a la política y a los partidos, en general, sin eludir que en las encuestas de opinión pública, tanto como en el discurso interesado y manipulador de algunos medios, analistas pontificadores y políticos antidemocráticos, existe una caricatura y una desacreditación deliberada, de la política, sobre todo cuando enjuicia a los clanes empresariales, al pinochetismo y a la derecha cómplice de la dictadura. En segundo lugar de los partidos que reciben la mayor adhesión ciudadana está el Partido Socialista (35.471 personas), que también tiene una trayectoria democrática y popular y que recoge como herencia la figura, los sueños, las realizaciones y el sacrificio heroico del presidente Salvador Allende. Completan la lista entregada por el Servicio Electoral el Partido Radical, con 27.534 registros, el Partido por la Democracia, con 27.880, el Partido Demócrata Cristiano, con 25.842 afiliados, todos partidos de la Nueva Mayoría En la Derecha Renovación Nacional registra 25.126 adherentes y el neoderechista Evopoli, 20.089, en tanto que quienes han presumido hasta ahora ser el partido mayor de la derecha –pinochetista, principal protagonista de la colusión y la corrupta subordinación de la política a los intereses empresariales, nostálgico de la dictadura y su modelo económica, la Unión Demócrata Independiente, UDI, aseguró su supervivencia con 29.237 afiliados, aunque le restan dos regiones (Arica y Tarapacá) para tener presencia en todo el país, situación similar al PRI, con 19.064 adhesiones. Por otro lado, Marco Enríquez-Ominami, se mantiene como la figura emergente del escenario político nacional, y su partido PRO, recibió 22.253 adhesiones. La lista se completa con el Partido Humanista con 16.768 militantes y seis regiones, entre ellas tres contiguas, lo mismo con el Partido Igualdad con 15.182 afiliados, con la misma cantidad de zonas. Una situación más complicada experimentan el Partido Ecologista Verde con 7.958 adherentes y el MAS con 3.749, los cuales no han logrado la meta en ninguna región. En cuanto a Revolución Democrática, que lidera el llamado Frente Amplio, le faltan 8 mil […]