Según la Agencia Meteorológica de Japón, el mayor de los movimientos telúricos alcanzó una magnitud de 7,5, y le siguió una serie de réplicas. Un fuerte terremoto sacudió la isla china de Taiwán este miércoles. Su magnitud, según diferentes estimaciones, fue de entre 7,2 y 7,5 y es el temblor más fuerte que ha azotado la isla en al menos 25 años. Le siguieron más de 50 réplicas con magnitudes de entre 3,3 y 6,5. El Departamento de Bomberos taiwanés comunicó que nueve personas fallecieron y al menos 821 resultaron heridas. El sismo provocó una alerta de tsunami para el sur de Japón y Filipinas que luego fue levantada. El epicentro se situó a 25 km al sur-sureste del condado de Hualien, donde el seísmo se sintió con mayor intensidad, informaron los medios locales citando la Administración Meteorológica Central. Al menos 26 edificios se han derrumbado, más de la mitad de ellos en Hualien. Unas 20 personas han quedado atrapadas en los escombros. Actualmente se llevan a cabo trabajos de rescate. El terremoto tuvo una profundidad de 15,5 kilómetros, según la Administración Meteorológica Central de Taiwán. Medios locales estiman que se trata del terremoto más fuerte que azotó la isla desde 1999, cuando un temblor de magnitud 7,6 mató a unas 2.400 personas y destruyó o dañó 50.000 edificios en uno de los peores terremotos registrados en Taiwán. Un edificio quedó gravemente inclinado en Hualien. Otro bloque de apartamentos de ocho plantas se derrumbó parcialmente y también quedó inclinado. Varias grabaciones muestran la ciudad sacudiéndose y grandes estructuras, como puentes, tambaleándose amenazadoramente y en las que había personas. En varias partes de Taiwán se han producido y se siguen produciendo corrimientos de tierra a gran escala.
#terremoto
Al cumplirse 14 años del terremoto de 2010, el segundo más destructivo del país, Chile muestra un sistema de prevención y respuesta ante desastres más fortalecido, coincidieron en señalar las autoridades. El sismo y posterior tsunami del 27 de febrero tuvo una magnitud de 8,8, arrasó ciudades del centro sur desde Valparaíso hasta el Biobío y dejó 525 muertos y dos millones de damnificados. De acuerdo con el Servicio Nacional de Prevención y Respuestas ante Desastres (Senapred), este evento significó un punto de inflexión en la historia que dejó una serie de lecciones aprendidas. Entre los profundos cambios impulsados tras el movimiento telúrico figuran la creación de direcciones regionales de Senapred, con unidades de alerta temprana que funcionan las 24 horas los siete días de la semana. También se desarrolló un trabajo directo con las comunidades a través de programas de prevención, como simulacros de evacuación masiva, talleres de riesgo y la actualización de protocolos para enfrentar amenazas. Ante la posibilidad de tsunamis, fue creado el Sistema Nacional de Alarma de Maremoto, integrado por el Centro Sismológico Nacional, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) y el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres. Chile se encuentra ubicado en el llamado cinturón de fuego del Pacífico, una de las zonas sísmicas y volcánicas más activas del mundo, y el territorio es afectado por periódicos terremotos. El más potente registrado aquí es el ocurrido en 1960 en Valdivia, que tuvo una magnitud de 9,6 y provocó un tsunami con olas superiores a los 10 metros. Santiago de Chile, 28 de febrero 2024 Crónica Digital/PL