Cansado de insistir en la necesidad de un diálogo con Chile para resolver de manera bilateral el tema de una salida soberana al mar, el gobierno boliviano decidió presentar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Holanda.
La determinación fue el fruto de una política muy bien meditada del Ejecutivo, con reiteraciones constantes de que apelaría a tribunales internacionales en caso de que no prosperaran los llamados a las conversaciones entre los dos países vecinos.
El 14 de febrero pasado, con motivo de las celebraciones por el Día del Mar, el presidente Evo Morales advirtió que Bolivia jamás cedería en sus intenciones de volver al océano Pacífico con soberanía, aunque tampoco cerró la puerta a un diálogo sobre el tema con el gobierno de Sebastián Piñera.
En esa fecha se conmemoró el 134 aniversario de la invasión chilena de 1879, tras la cual Bolivia perdió 120 mil kilómetros de territorios ricos en minerales, sobre todo en cobre, y 400 kilómetros de costas al referido océano.
Morales dejó claro que su gobierno está dispuesto a ir a la mesa de negociaciones, a pesar de que «Chile tiene voluntad contraria y ha evitado dialogar y presentar una propuesta concreta que permita negociar una salida soberana al mar».
«Hasta ahora el gobierno chileno ha mantenido una actitud soberbia, de un país que vive en el pasado», destacó el primer indígena jefe de Estado en la historia de Bolivia, quien se niega a aceptar que el Tratado de 1904 sea innegociable.
Morales volvió, entonces, a poner el ejemplo del Canal de Panamá, entregado a perpetuidad por los panameños a Estados Unidos y devuelto al país del istmo luego de los acuerdos Torrijos-Carter (Por el nombre de los entonces presidentes Omar Torrijos y James Carter).
«Bolivia nació a la República con acceso libre y soberano al océano Pacífico y en el Tratado de Límites del 10 de agosto de 1876 se reconocieron los límites», recordó en tanto insistió en que «el expansionismo de Chile se inició con la invasión del 14 de febrero de 1879 al puerto boliviano de Antofagasta».
LA DEMANDA
Una vez que tomó la determinación de presentar una moción ante Chile en La Haya, el Ejecutivo nombró al ex presidente Eduardo Rodríguez Veltzé como embajador a cargo de la misma.
Rodríguez Veltzé y el canciller David Choquehuanca encabezaron la delegación boliviana hasta la referida ciudad holandesa, para presentar la demanda marítima el pasado 24 de abril, el primer reclamo de este tipo en la historia de Bolivia.
Luego de entregar los documentos para iniciar el litigio, Choquehuanca declaró la voluntad de Bolivia de continuar el diálogo con el vecino país.
Al mismo tiempo, explicó que «la demanda fue elaborada durante más de dos años de trabajo por la Dirección de Reivindicación Marítima, con la participación de autoridades, organizaciones de la sociedad civil, expertos bolivianos, contando con el concurso de especialistas del derecho internacional», destacó. La queja pide «a la Corte Internacional de Justicia falle y declare que Chile tiene la obligación de negociar de buena fe con Bolivia un acuerdo pronto y efectivo que le otorgue una salida plenamente soberana al océano Pacífico».
«Esta solicitud no se basa en el Tratado de 1904. Bolivia, de conformidad con las normas del derecho internacional, aclara que la presente demanda no es un acto inamistoso contra Chile, y solo busca encontrar una salida definitiva a un centenario problema hemisférico».
Choquehuanca aclaró que «Bolivia acude a esta vía luego de agotar todos los medios de diálogo y debido a las constantes dilaciones de los gobiernos chilenos».
Por otra parte, enfatiza que «Bolivia, como país pacifista, cifra su confianza en la Corte Internacional de Justicia, a la que reconoce como el más alto tribunal establecido por la humanidad para la solución pacífica de las controversias entre estados».
«Bolivia, convencida de que la paz, la amistad, la buena vecindad y la complementariedad deben primar entre las naciones, hace conocer con dignidad, humildad y espíritu integracionista su decisión a toda la comunidad internacional a fin de que acompañe en esta demanda el derecho y la justicia que busca establecer».
CHILE MANTIENE SU POSICIÓN
El gobierno chileno no demoró en manifestar que la demanda boliviana carece de objetividad, y el propio presidente, Sebastián Piñera, dejó claro que el país del altiplano no tendrá una salida al Pacífico, tal como pretende.
Entre otras medidas, Piñera designó al embajador en Estados Unidos, Felipe Bulnes, como agente del país ante la Corte Internacional de Justicia para afrontar la demanda marítima presentada por Bolivia.
Bulnes, con experiencia como ministro de Justicia, tendrá que presentarse el próximo 12 de junio ante el referido tribunal internacional para conocer los plazos de Bolivia, que presentará la llamada memoria.
Sin embargo, movimientos sociales, estudiantes y dirigentes políticos chilenos respaldan la demanda boliviana, la cual consideran justa y bien fundamentada, sobre todo porque reconocen que su país se apropió de una parte importante de territorio del vecino.
La querella boliviana, sin embargo, acaba de comenzar y los procedimientos siguientes pueden demorar de cuatro a cinco años, tras lo cual la referida Corte pedirá a Chile que negocie con Bolivia.
Según analistas, la Corte de La Haya no puede obligar a Chile a nada, y solo insistir en que se siente a dialogar para resolver de una vez por todas el centenario conflicto, y el pedido de Bolivia de tener una salida al Pacífico con soberanía.
Por Héctor Miranda Prensa Latina en Bolivia.
Santiago de Chile 12 de mayo 2013
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