Esta no es una noticia positiva para los astronautas que se desplieguen en un viaje de dos a tres años a Marte, dijo Limoli, profesor de oncología de radiación en la Escuela de Medicina de la universidad californiana.
La exposición a las partículas cargadas de alta energía puede conducir a una serie de posibles complicaciones del sistema nervioso central que pueden ocurrir durante y persistir mucho tiempo después del viaje al espacio: disminución del rendimiento, déficit de memoria, ansiedad, depresión y problemas para la toma de decisiones.
Muchas de estas consecuencias adversas para la cognición pueden continuar durante toda la vida y agravarse, añadió el especialista.
Para el estudio, los roedores fueron sometidos a irradiación de partículas cargadas (oxígeno totalmente ionizado y titanio) en el Laboratorio de Radiación Espacial de la NASA y luego se enviaron al laboratorio de Limoli.
Seis meses después de la exposición, los investigadores todavía se encuentran niveles significativos de la inflamación del cerebro y el daño a las neuronas; el análisis visual reveló que la red neural del cerebro se veía afectada por la reducción de las dendritas y espinas en estas neuronas, que interrumpe la transmisión de señales entre las células del cerebro.
Además, el equipo de Limoli descubrió que la radiación afecta a la ‘extinción del miedo’, un proceso activo en el cual el cerebro suprime asociaciones desagradables y estresantes anteriores, como cuando alguien que casi se ahoga aprende a disfrutar del agua de nuevo.
Los déficits en la ‘extinción del miedo’ podrían hacer que sea más propenso a la ansiedad, dijo Limoli,’algo que podría convertirse en un problema en el transcurso de un viaje de tres años hacia y desde Marte.
Washington, 10 octubre 2016
Crónica Digital /PL