Es muy probable que, en las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias se produzcan cambios cualitativos en las tendencias electorales.
Hay varias causas que podrían explicar tal fenómeno.
1) El voto voluntario, que en un contexto más inclusivo y desafiante, como el actual, puede revertir la tendencia a no votar que se expresó en las elecciones municipales, y que significó que el sesenta por ciento de los inscritos no lo hicieron. Todos los estudios y encuestas, transversalmente, muestran ahora que sobre cincuenta por ciento de los inscritos, aproximadamente, votarían en estas elecciones. Hay estudios que proyectan una intención de voto del 60%.
Ya las primarias realizadas a mediados de año mostraron un cambio, y la señal fue significativa, cerca de tres millones votaron, y nadie esperaba y proyectó tal hecho.
En Chile, hay una revalorización de las elecciones, y también es esperable un comportamiento activo en un proceso que tiene mucho de “plebiscitario”, por los contenidos y programas que se confrontan, así como las opciones políticas en juego.
2) Cambio en la tendencia del voto ciudadano del sector medio-bajo. Tradicionalmente definido como el “voto popular”, y que se ubica territorialmente en comunas de alta densidad habitacional. Es en estos territorios que la UDI-POPULAR logró un notable crecimiento electoral en las últimas décadas.
2009 1.5007.701
2005 1.456.430
2001 1.547.209
1997 837.736
1993 816.104
1989 667.369
De acuerdo a los sondeos y estudios, es en este amplio espacio ciudadano en donde se está generando un cambio observable en las tendencias electorales, y el eje está dado principalmente en las candidaturas presidenciales, en particular hacia Michelle Bachelet.
3) Giro en el voto ciudadano del sector social llamado “medio”. También es observable la tendencia en este segmento, el cual muestra una clara adhesión a las demandas de los movimientos sociales que irrumpieron el 2011, y que ha comenzado a buscar alternativas en la izquierda y el llamado “progresismo”. No es casual que las encuestas muestren ese cambio, referido a demandas que, hace muy pocos años, ni siquiera eran consideradas significativamente, como es el caso de la Asamblea Constituyente.
Es muy probable que estas variables se expresen con mayor claridad en las elecciones presidenciales. Sin embargo, no se puede descartar del todo que también incidan en las elecciones parlamentarias. Y por tanto, aumenten las posibilidades de doblajes de la Nueva Mayoría.
Por Juan Andrés Lagos.Consultor Escuela Latinoamericana de Pos Grados,UARCIS.
Santiago de Chile, 17 de noviembre 2013
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