La Fundación Cinemateca Nacional de Venezuela acoge a partir de mañana la VII edición del Ciclo de Cine Chileno, con propuestas audiovisuales reconocidas en ese país y el extranjero, informaron hoy fuentes de la institucion.
Según la fundación, el programa tiene como inicio la proyección de la cinta «Carne de Perro», del realizador Fernando Guzzoni.
La trama de esta película se centra en Alejandro Goic, un hombre de 55 años solitario, frágil e impredecible, que vive atormentado por su misterioso pasado.
Su percepción distorsionada de la realidad le impide encontrar una salida, una nueva identidad.
Goic es un antiguo torturador que intenta darle un giro a su existencia, de recomponer su vida, sus lazos con su esposa e hijos, pero sus fantasmas parecen atormentarlo constantemente.
Esta cinta ha obtenido galardones como el Tercer Premio Coral, también, el de Mejor Opera Prima en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana (2012) y el Premio Kutxa Nuevos Directores en el Festival de San Sebastián (2012).
La relación de obras incluye además el Vals de los inútiles (2013), de Edinson Cajas; Raíz (2013), de Matías Rojas; y Pérez (2012), de Álvaro Viguera.
Estas muestras audiovisuales evidencian que el séptimo arte chileno ha ido logrando, poco a poco ser un referente imprescindible del cine
latinoamericano y caribeño, alcanzando en las últimas décadas, un mayor número de seguidores en los circuitos cinematográficos internacionales.
Caracas, 10 de julio 2014
Crónica Digital / PL
Jue Jul 10 , 2014
El Gobierno y la Comisión de Hacienda del Senado han alcanzado un «acuerdo nacional», que por la espalda apuñala el «corazón» de la reforma tributaria. El país tiene motivos para sentirse «desilusionado», como ha declarado el Presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Pablo Lorenzini, quien ha agregado: «Será una reformita. Pasará lo mismo que con la reforma educacional, vamos a terminar abrazados todos». Bernardo Fontaine, experto tributario «transversal» de la derecha, que llevó la voz cantante en la exitosa campaña del empresariado para derribar el pilar principal del programa de la Nueva Mayoría, ha declarado: «‘La tributación por renta percibida es similar a lo actual, solo que cambian los parámetros. Sube de 20% a 27% la tasa corporativa; se aplicará un 65% de crédito para el Global Complementario (GC) en lugar del 100%, y baja de 40% a 35% la tasa marginal máxima del GC. Con ello, los socios que están en este tope terminan pagando cerca de un 44,5%’. Según sus cálculos, es similar a lo que ocurre hoy, porque la mayoría de las empresas está repartiendo utilidades acumuladas de años anteriores, que tuvieron una tasa corporativa más baja de 15%, por lo que su crédito es menor» (El Mercurio. 10 de julio 2014)». A confesión de parte relevo de pruebas. El «Protocolo de Acuerdo«, firmado por el Gobierno y la Comisión de Hacienda del Senado, establece un nuevo mecanismo de tributación, denominado «renta percibida», que según Fontaine es similar al actual. Mantiene además la propuesta inicial de «renta atribuida», y las empresas podrán escoger voluntariamente la más conveniente. El FUT no será eliminado, como se había comprometido en el programa y reiterado hasta el cansancio, afirmando que ese era el «corazón» de esta reforma. Puesto que la mayor parte de las utilidades no distribuidas continuarán postergando sus impuestos, habrá que llevar algún registro contable de las mismas. La única duda es como denominará oficialmente dicho registro la incansable creatividad de los tributaristas. Poco importa, puesto que ya ha sido bautizado como «FUT-sito» por Lorenzini, cuando se retiró indignado de las negociación de este nuevo «acuerdo nacional». Eso lo tiene claro uno de sus artífices, el Senador Carlos Montes, que ha advertido: «Nos preocupa qué va a ocurrir con las utilidades no distribuidas y con los impuestos diferidos de esas utilidades, en qué se podrá invertir, si esos recursos no distribuidos podrán sacarse fuera del país, y cómo será el tratamiento de las pérdidas y el FUT histórico». Puesto que el «acuerdo» vuelve la discusión tributaria a fojas cero, la Nueva Mayoría debe analizarlo en profundidad y hacer nuevas propuestas sobre la base de éste, que consiste en terminar con el sistema de tributación «integrado», que es a su vez el padre del FUT y la base de los principales mecanismos de elusión existentes, gracias a los cuales los verdaderamente ricos terminan pagando menos del 7 por ciento de sus ingresos, según cálculos de El Mercurio. El «acuerdo» establece que los dueños de empresas podrán descontar de sus propios […]