La más reciente encuesta realizada por la firma Ixé, adjudica a ese bloque el liderazgo en las intenciones de voto de cara a los comicios legislativos del próximo 4 de marzo, con el 35,7 por ciento.
A continuación aparecen el Movimiento 5 Estrellas (M5E) con 27,8; la coalición de centro-izquierda encabezada por el Partido Democrático (PD) con 26 y Libres e Iguales con 7,4.
Dentro de la coalición, crece el apoyo a FI, la cual pasó de 13,5 por ciento en julio del pasado año a 17,4; en tanto desciende la Liga, de 14,8 a 11,3; se mantiene relativamente estable HI, de 4,3 a 4,5; y aumenta NcI, de 1,0 a 2,5.
La creciente popularidad de su partido coloca a Berlusconi en una posición dominante en una agrupación de fuerzas políticas convergentes en el interés de retornar al gobierno con propuestas del más riguroso liberalismo en lo económico, aunque con diferencias en aspectos políticos con la Liga y HI más a la derecha.
A pesar de que el veterano dirigente político está inhabilitado para ocupar cargos públicos hasta 2019, tras su condena a cuatro años de cárcel por evasión fiscal, su nombre aparece en el emblema de su organización con el apelativo de primer ministro y como tal se comporta en las apariciones públicas.
En opinión de analistas, durante su estancia de dos días en la capital belga Berlusconi tratará de disipar las preocupaciones ante las conocidas posiciones antieuropeas del Líder de la Liga, Matteo Salvini, las cuales asegurará que mantendrá bajo control.
En ese sentido, reafirmará su compromiso con el proyecto de integración regional, a pesar de sus críticas y propuestas de reformas, al tiempo que dará garantías de estabilidad en las relaciones con la UE.
Esa postura fue rebatida hoy por el primer ministro, Paolo Gentiloni, quien recordó que la última vez, de las tres en las cuales Berlusconi fue jefe de gobierno, FI contaba con el 37,2 por ciento de respaldo popular, por sólo 8,0 la Liga, contexto en el cual funcionaba la idea de domesticarla.
En entrevista concedida al diario Il Foglio, Gentiloni aseveró que ‘hoy las proporciones son incomparables, son prácticamente paritarias’, por lo que en esas circunstancias el líder de FI no podrá controlar a Salvini y su partido, como hizo antes.
Antes de partir hacia Bruselas, el ex primer ministro dijo al diario Corriere della Sera que estaba tan preocupado como la Comisión Europea sobre la posibilidad de que Italia caiga en manos de ‘rebeldes, empobrecedores y justicialistas’, lo cual ‘sería un problema dramático para nosotros y toda Europa’.
Añadió, sin embargo, que sería bueno que los exponentes de las instituciones europeas se abstengan de interferir en la campaña electoral porque ‘los italianos son un pueblo sabio y maduro que sabe muy bien como tomar decisiones responsables por sí mismo, sin necesidad de protección de Bruselas’.
Al responder a la pregunta sobre qué le pediría a la Unión Europea si la coalición que lidera venciese en las elecciones, Berlusconi señaló que ‘vuelva a ser aquel gran espacio de libertad, basado en las raíces greco-romanas y judeo-cristianas, que eran el sueño de los padres fundadores’.
Sentirse orgullosa -afirmó- de su identidad liberal y no sucumbir a las reglas obtusas de la burocracia planificadora que hoy parece tomar muchas decisiones.
En la capital belga Berlusconi se entrevistará con el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, el presidente del Parlamento Europeo y cercano colaborador, Antonio Tajani y el secretario del Partido Popular Europeo, Antonio López.
Además, se reunirá con el jefe de la delegación de la UE para el Brexit, Michel Barnier, y la comisaria para Economía Digital, Marina Gabriel.
Por Frank González
Roma, 22 enero 2018
Crónica Digital /PL