Con Trump las relaciones seguirán siendo complejas, advirtió González en declaraciones exclusivas a Prensa Latina.
Recordó en este sentido la alocución del 16 de junio en la ciudad de Miami, cuando el magnate, rodeado de legisladores y grupos que defienden una estrategia de hostilidad y confrontación hacia la isla, prometió recrudecer la política contra la mayor de las Antillas.
La investigadora precisó que tal postura del gobernante republicano se evidenciaba desde que llegó a la Casa Blanca, e incluso antes, y se refirió al discurso agresivo de Trump en torno a la figura del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro (1926-2016), después de su fallecimiento.
Según la académica, durante el primer año de la administración Trump se formularon acusaciones falsas contra Cuba con el tema de los alegados ataques sónicos, la retirada de personal de la embajada de Washington en La Habana, y la expulsión de miembros de la misión diplomática en Estados Unidos.
Esto afecta la ejecución de los acuerdos firmados entre los dos países y por consiguiente las relaciones bilaterales, restablecidas en julio de 2015, señaló.
Durante la administración del expresidente Barack Obama (2009-2017), ambos gobiernos rubricaron una veintena de acuerdos en materia de prevención y enfrentamiento de los actos terroristas, contra el tráfico ilícito de estupefacientes, asuntos de ciberseguridad, la trata de personas, el tráfico de emigrantes y la cooperación ante derrames de petróleo en el golfo de México, entre otros.
Asimismo, González se refirió a la reciente firma de una orden ejecutiva para mantener abierta la cárcel en la base naval de Guantánamo que Washington mantiene en contra de la voluntad del pueblo y Gobierno de la isla caribeña.
El centro de reclusión, abierto en 2002 y que llegó a albergar unos 800 reos -hoy quedan 41-, es señalado por organismos internacionales como un lugar donde se cometió tortura y sistemáticas violaciones de los derechos humanos contra los prisioneros.
La devolución del territorio ilegalmente ocupado es uno de los elementos que exige Cuba para una verdadera normalización de relaciones entre La Habana y Washington, añadió la experta.
Pese al discurso negativo y las muestras de hostilidad contra la isla caribeña hay que reconocer que permanecen los acuerdos firmados con el gobierno de Obama, reconoció.
O sea, hay hostilidad discursiva y se prevé un período difícil en las relaciones pero los acuerdos se mantienen, aseveró González.
Por Cosset Lazo Pérez
La Habana, 31 enero 2018
Crónica Digital /PL
