Lun Ene 18 , 2021
MANUEL CABIESES DONOSO Los añosos partidos opositores -Radical: 133 años; Comunista: 99; Socialista 88; Demócrata Cristiano: 64; etc.-, curtidos en mil entreveros, deberían ser más astutos -y resueltos en las convicciones que dicen tener-. No obstante, la centro izquierda se comporta como cándida Caperucita Roja, la del cuento de Perrault, confunde al lobo con su abuelita, hace preguntas tontas, se conforma con respuestas cínicas y termina en el vientre de la bestia. Es lo que sucede con la Convención Constitucional. La “oposición” (excepto los partidos Comunista y Humanista) confundió al lobo con la abuelita. El 15 de noviembre del 2019 firmó el Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución que es el acta de su propia defunción. Los duchos políticos “opositores” no pueden alegar que esa madrugada no vieron los colmillos, los ojos legañosos y las enormes orejas del lobo feroz. Sin embargo, los experimentados dirigentes del PS, PR, PPD y DC, duchos en mil cambullones electorales, no fueron embaucados. Ellos consintieron en bajarse los pantalones a fin de conservar lo esencial de un sistema económico-social que les asegura larga vida. Lo mismo hay que decir del Frente Amplio, esa pálida promesa juvenil que murió de temprana tuberculosis sistémica. Sus partidos Liberal, Revolución Democrática, Comunes y el diputado Gabriel Boric, a título personal porque Convergencia Social se negó a último momento, fueron cómplices conscientes del Acta de la Traición. En las mismas andanzas, tejiendo la maniobra para burlar las demandas del pueblo, estuvieron los diputados de RD, Giorgio Jackson y Miguel Crispi que esa noche hicieron buenas migas con la senadora Ena von Baer y el diputado Juan Antonio Coloma, de la UDI. Hasta el nombre de Asamblea Constituyente fue vetado por RN que impuso, sin esfuerzo, el más neutro de “Convención Constitucional”. A esa altura los dirigentes “opositores” ya habían aceptado hasta las más deshonestas imposiciones de la derecha. La peor fue el zapato chino del quórum de dos tercios que deja en la interdicción la soberanía popular de la Convención Constitucional.. Esa madrugada se consumó una traición al pueblo que demandaba -y demanda- una Asamblea Constituyente con todas las potestades para redactar y plebiscitar una nueva Constitución. El “madrugonazo” del 15 de noviembre será -y de hecho, ya lo es- una fuente de graves conflictos. Los más peliagudos ya se vislumbran en el horizonte político y social. El golpe a las expectativas democráticas del pueblo, resulta aún más evidente si se considera que sólo tres días antes 14 partidos “opositores” -encabezados por RD- habían firmado una dura declaración exigiendo una Asamblea Constituyente con todas las de la ley. Plantearon que esa demanda era el “mecanismo más democrático para garantizar una amplia participación popular” (sic). Setenta y dos horas después, sin embargo, se dieron la vuelta de carnero habitual en partidos sin ideología ni vínculos con las fuerzas del cambio. La mayoría “opositora” capituló en forma deshonrosa ante la derecha que los intimidó con la amenaza del derrumbe del estado de derecho y un eventual golpe militar. En […]