Lun Oct 10 , 2022
Por Marcel Garcés Muñoz Hemos querido ocupar este espacio habitualmente destinado a intentar buscar y aportar explicaciones sobre temas del acontecer político y social del país, enjuiciar el comportamiento de las elites políticas, los partidos y sus liderazgos e imaginar caminos posibles, o enfatizar en las perspectivas del proceso de democratización soñado, para hablar de un hombre que se convirtió para muchos en un símbolo desde el periodismo y el compromiso político y social, de un comportamiento digno y consecuente en la lucha por la restauración de la democracia , las libertades, la justicia y la verdad histórica en el país. Hablamos del periodista Enrique Martini Araya, quién falleció este jueves 6 de octubre cuando recién había cumplido 91años y a quien sepultamos este domingo 9 de octubre. Advierto que escribo y hablo a través del dolor por la pérdida. Pero su partida no solo duele por la inevitabilidad de su partida. Con él sigue la desaparición de una generación de profesionales de la verdad, la información, la opinión y el compromiso por los Derechos Humanos y Sociales, la vida, la justicia, el progreso, la democracia, la libertad, que las elites políticas, sociales, económicas, que hoy ocupan el escenario comunicacional, no han sabido ni les interesa valorar y mucho menos defender y promover. La biografía personal, humana, periodística y política de Martini, de quien puedo decir en lo personal fue mi primer maestro en lo profesional, hábil consejero en lo político, lo que se une entrañablemente en lo primero, pero sobre todo en lo humano, su solidaridad , y sobre todo su permanente distanciamiento irónico de aquello que enturbiaba el ambiente y molestaba su calidad humana, constituye un acerbo trascendente para las nuevas generaciones de comunicadores que enfrentan los desafíos de los monopolios de la prensa, es decir de la información, de la manipulación de los intereses económicos globales y nacionales, de las maquinarias de desinformación y falsificación, en fin, de la sucia guerra sicológica en marcha Enrique Martini fue un adelantado en ello, por razones objetivas, su consecuencia, su valentía, por el lugar que ocupó, desde su proverbial modestia, pero de manera firme, audaz y comprometida, en la lucha ciudadana, periodística, ideológica y política contra la dictadura de Augusto Pinochet y la Derecha económica y política, y la ingerencia del imperialismo norteamericano. No nos engañemos. En lo personal fue un ser humano excepcional, amable, de un buen humor insuperable, irrebatible en sus sarcasmos contra todos los órdenes establecidos, en la agudeza de sus juicios, pero fue sobre todo un combatiente por la democracia, la libertad y los derechos humanos, pero también un sobreviviente. Habría mucho que decir de su aporte a la resistencia chilena, a la solidaridad internacional con los combatientes en Chile contra el horror de la dictadura de Pinochet, Y de su participación activa en lucha antidictatorial. La historia de esos tiempos que algunos deberán escribir tendrán que reconocer todas sus participaciones en acciones no solo solidarias, sino que heroicas. donde puso en riesgo no solo su […]