Actualmente los integrantes de ese movimiento permanecen concentrados en 19 zonas y siete puntos transitorios de normalización en los cuales abandonarán el armamento en su poder y se prepararán con vistas a su reintegración en la sociedad.
Lo que sigue es un compromiso de las FARC-EP y del Gobierno Nacional para cumplir con el plazo de 180 días, de manera que las armas sean depositadas en los contenedores, los hombres de esa guerrilla queden certificados (inscritos) y pasen a la vida civil, comentó el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, citado por la emisora nacional.
Durante una visita a Pondores, en La Guajira, el estratega de los diálogos con la insurgencia manifestó que los avances en la habilitación de esa zona son significativos y demuestran que pese a los problemas las partes cumplirán lo pactado.
Estuvimos aquí hace seis semanas para recibir a los miembros del Bloque Caribe y cuando ingresaron no encontraron nada; hoy tenemos el ciento por ciento de las áreas comunes construidas y un avance en el 85 por ciento en los alojamientos, precisó Jaramillo.
No obstante las demoras en la adecuación de sus campamentos temporales, situación por la que responsabilizan al Ejecutivo, las FARC-EP han reiterado su disposición para honrar la palabra empeñada y avanzar en el desarme, el cual podría concluir a finales de mayo en correspondencia con lo proyectado inicialmente.
Después esa organización fundará su partido político.
Un mecanismo tripartito, compuesto por voceros gubernamentales, de las FARC-EP y una misión política de la ONU supervisa los procedimientos desde las zonas y puntos (menores que las primeras).
Bogotá, 22 de marzo 2017
Crónica Digital /PL