El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto a su país fuera de la ley internacional. En una acción brutal acción unilateral , injustificada y violatoria del Derecho Internacional y la Carta de Naciones Unidas, ha atacado a un país soberano, con un pretexto que no resiste análisis ni militar, ni político, ni humano. El bombardeo de la base aérea siria de Shayrat con 60 misiles Tomahawk, lanzados desde los destructores USS Porter y USS Ross , ubicados en el este del Mar Mediterráneo, es un acto tan demencial como elevoso, y constituye un agresión flagrante. La justificación dada por Trump, la supuesta responsabilidad del gobierno del presidente de Siria, Bashar al Assad, en un ataque con armas químicas a una localidad ocupada hasta hace poco por rebeldes antigubernamental no solo no está comprobado, sino que existen fundadas sospechas de que se haya tratado de una provocación montada por los aliados o subordinados de Estados Unidos que actúan , desde hace por lo menos seis años, en la llamada guerra civil en Siria. El ataque de Estados Unidos de este miércoles es una nueva muestra de la injerencia de Washington en ese conflicto, y además una constatación de la realidad y vigencia del concepto de “imperio”, que tanto molesta a algunos “analistas” internacionales y locales. La presencia de agentes militares estadounidenses en calidad de asesores de los diversos grupos insurgentes anti sirios es notoria y constatada por observadores periodísticos y militares. Pero también es un acto que confirma el carácter aventurero y agresivo de la política internacional ya anunciado por Trump durante sus primeros días de gobierno. Incluso en sus explicaciones del bombardeo a territorio de Siria de este miércoles, éste demanda a todos los “países civilizados” a que se subordinen bajo el liderazgo de Estados Unidos, en su estrategia de agresión internacional contra Siria. El hecho de que la agresión se haya ordenado minutos antes de que se reuniera en Florida, en una recepción al presidente de China, Xi Jinping, demuestra el carácter de la política exterior de Estados Unidos y de Trump. Mientras éste alzaba su copa para brindar por su huésped oriental, caían los misiles sobre un país soberano del Medio Oriente. Es de suponer que el presidente chino no habrá considerado estos hechos como una muestra de amistad y cordialidad, sino como lo que es en realidad: una amenaza velada y una notificación de su anfitrión, de que el imperio vuelve por sus fueros de la Gran Potencia dominante y que no tendrá escrúpulos, ni límites morales en su ambición. Lo que pasa además es que aquí no se trata , en realidad de buenos o malos modales, sino de una política imperial que se está poniendo en práctica desde la Casa Blanca, con una nueva división del mundo, entre los países aliados, subordinados , los “civilizados” y los que no lo son: China, Rusia, entre otros. Lo grave no es que este presidente de Estados Unidos sea tosco o grosero, sino que tiene en […]

No cabe dudas de que la situación política en Venezuela es preocupante y que se genera la sensación de que los acontecimientos van “en rumbo de colisión” y que el único camino para enfrentar y resolver la crisis, es que los venezolanos lleguen a la conclusión de que su responsabilidad con el presente y la historia, es el diálogo y la democracia. Por ahora la oposición parece haber llegado a un punto de no retorno y podría en su estrategia de confrontación al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, conducir de manera irrevocable a un “modo venezolano” de desestabilización, conspiración, guerra sucia, sabotaje económico, y cerco internacional, que instale el desabastecimiento, la ingobernabilidad y el caos, y concluya en una salida sediciosa golpista. Y el gobierno del presidente Nicolás Maduro no parece haber encontrado una estrategia y conducta política que desactive el conflicto y garantice efectivamente el libre juego democrático, la paz social y la convivencia nacional. En este sentido en Chile hay suficiente experiencia práctica, trágicamente vivida, de lo que significa no percibir los riesgos de un camino que lleva al precipicio. No es responsable ni decente “mirar para el lado”, o hacerse los inocentes. Por ello lo que sucede en Venezuela, también nos afecta. La historia de la confrontación al gobierno del presidente Hugo Chávez, con un Golpe de Estado ( el 11 de abril de 2002), que contó con la participación protagónica de políticos, empresarios, algunos militares, los siempre presentes agentes de la CIA, y algunos apoyos de internacionales alineadas en la confrontació0n Este-Oeste, y dispuestas a avalar aventuras de ese tipo, constatan de que el camino de todo proceso de reformas no es fácil, es sometida a fuego cruzado desde muchos flancos. Precisa de nervios firmes y una política que combine el apoyo de masas y una política creadora y previsora, una disposición de alianzas políticas, que aísle a los  enemigos de la democracia y del progreso social. No olvidemos, porque en esto no solo hay similitudes con la estrategia puesta en marcha contra el gobierno de la Unidad Popular y el presidente Salvador Allende, sino que en 2002,  se dio la el apresurado y vergonzoso “reconocimiento“ del Gobierno de Chile al presidente de facto, Pedro Carmona Estanga, nombrado manu militari y por el Departamento de Estado, conocido líder empresarial venezolanas y funcionario internacional. La historia recuerda que el Acta de Constitución del gobierno de Carmona, que solo duró tres días- fue firmada por el cardenal Ignacio Velasco, en representación de la Iglesia católica, por el secretario de Copei(la DC venezolana), José Curiel, algún vicealmirante, un general, un comandante policial y empresarios. La conspiración era conocida- y probablemente digitada- por la CIA, cuya estación en Caracas informó el 6 de abril de 2002, al Departamento de Estado, según documento desclasificado, que “militares disidentes incluyendo a un grupo descontento en el Alto Mando, así como un grupo radical de oficiales de bajo rango están aumentando sus esfuerzos para organizar un golpe de estado contra el presidente Chávez, posiblemente […]

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He adoptado, libre y responsablemente, la decisión de participar en al acto cívico y democrático de firmar por el Partido Comunista en el proceso de refichaje que la legislación vigente  establece para que un partido político tenga existencia legal en el escenario nacional. Es un acto personal, pero que tiene un significado político y ciudadano que ha querido compartir modestamente, para explicar- que en ningún caso se trata de justificar o magnificar un gesto normal, pero que tiene un vínculo afectivo y político con algunas otras cosas que nos han acompañado durante mucho tiempo. Se trata de un acto de reconocimiento al legitimo derecho de este partido de participar en la vida democrática y social del país, un derecho que nace de su origen nacional- en la pampa salitrera, en las llanuras de la  Patagonia chilena, de las minas del carbón, de los puertos, en los claustros universitarios, el mundo de la cultura y el arte, de la canción como de las esperanzas de mucha gente. Se trata de un derecho conquistado a costa de mucho sacrificio y valentía, de mucha tenacidad, incluso de vidas, pero también de una responsabilidad y compromiso con la libertad, la democracia, el progreso social, de los derechos y demandas del pueblo, todo lo cual fue puesto a durísima prueba bajo las condiciones de la dictadura militar- empresarial-derechista de Augusto Pinochet. También  este acto corresponde a la memoria de algunas figuras que en distintos momentos aportaron de manera trascendente a la historia del PC y al progreso y desarrollo económico y social del país, que me influyeron y acogieron y que por diversas y a veces reprochables sinrazones han sido deliberadamente olvidados y desconocido su valioso aporte intelectual, político y humano. He firmado, como lo habría hecho Orlando Millas, Don Américo Zorrilla, Don Luis Corvalán, Luis Figueroa, José González, Oscar Astudillo, Oscar Riquelme, Rodrigo Rojas, José Miguel Varas y otros tantos postergados y caídos. Muy especialmente lo hago también en recuerdo y homenaje a viejos como Luis Gajardo, recientemente fallecido. un hombre sencillo e integro, con el cual, hasta hace poco tuvimos respetuosas  diferencias, pero que me enseñó algo más que el valor práctico y la necesidad de la autodefensa, para quién la lealtad fue más que absoluta, tanto como su modestia, su compromiso y su pobreza, valores que junto a sus saberes e historias se llevó a la tumba. En su nombre rindo homenaje a decenas de combatientes de la clandestinidad, de la Resistencia, del “frente interno”,  combatientes de las sombras, víctimas de la incomprensión en muchos casos y de la altanería de algunos que pensaron que la historia comenzaba con su aparición impetuosa en el escenario, y que no llegaron al día de hoy para vivir la recuperación democrática y sus vicisitudes, pero que no tenemos ningún derecho a olvidar. Camaradas en todo el sentido épico de la palabra, con quienes algunas veces pusimos nuestros corazones, vidas y emociones en la balanza Porque este Partido también aportó con vida y sangre a la […]

El empresario y político derechista Sebastián Piñera – uno de los empresarios más acaudalados del país,  (ocupa el lugar   en  el ranking de los  séptimo lugar en la lista  de los ricos deChile-según registró este lunes 20  la revista estadounidenses Forbes), anunció la noche de este martes 21 su postulación a la presidencia de Chile, en las elecciones del próximo  19 de noviembre. En una proclamación al más puro estilo Donald Trump, Piñera hizo el anuncio , largamente preparado y anunciado desde el mismo11 de marzo de  2014, cuando dejó la presidencia en manos de Michelle Bachelet, asegurando que durante su eventual gobierno  “alejaría su rol de  de presidente del de empresario”- Esto último en relación  a las  acusaciones  ante tribunales sobre la falsedad de su “fideicomiso ciego” respecto de sus empresas y los negocios en que utilizó a sus empresas de fechada financiera con sus empleados de confianza, cin los que se reunía en La Moneda, incluyendo compra de acciones de pesqueras peruanas, cuando estaba en discusión el reclamo sobre limite marítimo de Perú contra Chile en el Tribunal Internacional de la Haya, y sus intereses en la minera Dominga,  hoy también en entredicho jurídico y moral. Pero quizás el enjuiciamiento más certero al show montado en el espacio de la Quinta Normal, paseo popular desalojado por la policía  horas antes de que partiera el espectáculo, vino de sus propias filas,  de la candidata a diputado de su partido (Renovación Nacional), por el distrito 12, Ximena Ossandón, que criticó “la parafernalia  que montaron tras un lanzamiento de campaña”. La ex directora de la Junta de Jardines Infantiles, bajo la administración Piñera y hermana del también precandidato a la Presidencia de Chile, Manuel José Ossandón, señaló que “acá lo más probable que hubo acarreo, designaciones a dedo y mensajes solo para las cámaras, todo lo que Chile quiere desterrar de sus prácticas”, agregando que “nos aburrimos de mensajes armados, de mentiras, de acomodos y discursos falsos”.   La indignada Ximena Ossandón, enfatizo que “hay bastante inconsecuencia en el mensaje que quiere entregar a nuestro sector. Derroche de recursos, palabras disonantes y una enorme poca empatía a lo que vive y sufre hoy el país. Me da mucha pena que las ideas sean pisoteadas por la plata y la superficialidad. Acá hay un show televisivo montado, cinco cámaras, un director de cine, una puesta en escena que no es del Chile que se vive hoy”.   En lo que respecta a  los cntenidos de zu proclamación Piñera atacó al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet , además de victimarse, indicando que el y su familia son objeto de una campaña “canallesca” al tiempo que aseguró que “no participaré de ninguna empresa a iré aún mas allá de la ley para alejar lo más posible mi rol de presidente de los intereses privados”.   La nota patética y miserable de la puesta en escena fue la utilización del enfermo de síndrome de Down,  Mario Livingstone, de 45 años, “su amigo”, dijo ante […]

Angel Parra ha partido. Pero su voz, fundida en el alma del pueblo, no muere, perdura. Su sensibilidad y compromiso con la libertad, con la belleza, con el amor, con la  alegría de vivir, con la épica popular, con la inspiración resumida en su sensibilidad y creación artística, pertenece a la historia colectiva de los chilenos y permanece en la memoria. Se nos fue a los 73 años, en París, pero siempre cerca de la Patria, de sus horizontes, de sus circunstancias, de sus alegrías y de sus dolores. Ha sido definido como ”cantautor fundamental”, y fue siempre, desde su primera infancia, expositor de los sueños y demandas populares, un hombre, un compositor, un artista siempre estrechamente vinculado al quehacer político y social de su pueblo. Su compromiso con el arte y una posición política popular y libertaria lo llevo a ser piedra fundacional de la llamada Nueva Canción Chilena, que acompañó e interpretó una época histórica de protagonismo social creciente de la juventud, al los trabajadores, a los campesinos, a la mujer chilena, Al pueblo mapuche. Pero, no llegó al pueblo desde un pedestal o una elite, sino que formaba parte de ese pueblo en marcha, cantaba junto a él y compartía sus sueños y esperanzas. Y compartió también su destino, cuando en 1973 sufrió la prisión y la tortura, los campos de concentración, el exilio en México y en Francia. Pero nunca bajó los brazos y empuño la guitarra como un instrumento  de la lucha contra la dictadura y sus versos como proyectiles implacables contra el crimen y las rejas, la distancia y el olvido. Su voz nunca pudo ser acallada y acompañó la esperanza, la rebeldía, la determinación y la voluntad de la resistencia a la tiranía. Dejó más de 70 discos, seis libros y un recuerdo vivo. Angel Parra compuso, cantó, en los campos de concentración y desde el exilio, inspirando la lucha y resistencia en el país y la solidaridad internacional con los demócratas chilenos. En el campo de concentración de Chacabuco, en el desierto nortino chileno, compuso su Oratorio de Navidad, que montó con sus compañeros de reclusión, los “chacabucanos”- y ofreció un concierto de despedida cuando parte al exilio a México, en 1974, con un “hasta pronto, compañeros”, que cumplió escrup0ulosamente. Pero su inspiración artística, su responsabilidad como creador le acompañó hasta el final: Durante su última visita Chile, hace pocas semanas, lanzó en Santiago dos nuevos libros, ”Mi Nueva Canción Chilena. Al pueblo lo que es del Pueblo” y “Al mundo Niño le Canto”.Estrenó además el mediometraje “Violeta más viva que nunca”, con testimonios de Gastón Soublette, Jodorovsky y Gonzalo Rojas, entre otros. Angel Parra fue generoso también en su apoyo a los artistas de las nuevas generaciones, que hoy toman las guitarras y “versean” en los escenarios con un mensaje de amor profundo. Manuel García lo recordó con especial emoción; “Agradecido de la canción nuestra de cada día que forjó usted  con sus propias manos”, en referencia a “Retrato Iluminado”, tema […]

Por Marcel Garcés Muñoz  Para nadie es un secreto que la Nueva Mayoría enfrenta horas decisivas. El inicio del llamado “año político”- un periodo marcado por las elecciones presidenciales y legislativas del 19 de noviembre de 2017.- se está caracterizando por tensiones internas en la coalición de gobierno, que amenazan su estabilidad y cohesión. Y por cierto su calidad de alternativa efectiva a la amenaza de la regresión que afila sus machetes tras la ofensiva empresarial-derechista que se empeña en restablecer un poder absoluto sobre la sociedad chilena, el país y todos sus instituciones y estamentos de poder. Así, la próxima Junta Nacional del Partido Demócrata Cristiano (PDC), el 11 de marzo, se ha convertido en un hecho crucial, y un campo de batalla político e ideológico interno, tanto como en la escena política general, con efectos que pueden llegar a ser telúricos en la Nueva Mayoría, coalición donde la DC ocupa un lugar relevante. Algo que se veía venir desde hace tiempo por lo demás, y que conforma un escenario donde un sector muy publicitado en la prensa de Derecha de la colectividad de la flecha roja, con la argumentación falaz de rescatar una identidad busca un camino “propio”. O reviviendo confrontaciones políticas bastardas, reviven la imagen del “enemigo” en el Partido Comunista, con argumentos y caricaturas propias de la Guerra Fría,  para dividir a la coalición de Gobierno en procura de hacer méritos para una alianza con la Derecha. Es decir buscan renunciar a sus definiciones programáticas y compromisos, que ubican a la DC en la centroizquierda progresista y democrática, y coquetea con una Derecha, que tanto los fustiga con el garrote como los intenta seducir con las zanahorias. El objetivo estratégico, que nadie intenta ocultar ni disfrazar, es erosionar la unidad de la Nueva Mayoría, hacer abjurar a algunos de su lealtad con principios y promesas, para devolver el poder a la Derecha empresarial y pinochetista. Por lo demás, la señora Aylwin, los señores Martínez, Walker, Pérez Yoma, y otros “príncipes”, no han ocultado desde el principio del gobierno de la presidente Michelle Bachelet su determinación divisionista en lo interno y su permanente acción fraccional en el seno de la Nueva Mayoría, de franca oposición a los objetivos del programa del gobierno y sabotaje desde el interior a las iniciativas y políticas de La Moneda. A este panorama lamentable de por si se suman expresiones de caudillismo, falta de coherencia orgánica,  sectarismos, desconfianzas mutuas, caricaturas o  prejuicios, en otras colectividades de la NM, que son precisamente lo contrario a una conducta y práctica de coalición política y de responsabilidad histórica. Es por ello que ante las fuerzas democráticas y progresistas, una centroizquierda donde tienen espacio quienes tienen raíces históricas, respetables (la Nueva Mayoría), pero también expresiones de una modernidad (el Frente Amplio y otras sensibilidades) que se instala en el escenario por una objetividad sociológica, por méritos propios y con una vocación de protagonismo que necesita madurar como fuerza objetiva, se plantean tareas urgentes, desafíos y un […]

La situación vivida por el país ante el megaincendio que asoló 467 hectáreas y con un costo de 17 mil millones de pesos, puso en la agenda política nacional el tema de la necesidad de una institucionalidad nacional que sea capaz, y esté destinada a  asumir al desafío país de dar una respuesta oportuna, eficaz, con doctrina y capacidad operativa y de personal, para prevenir las situaciones de emrgencia y encarar el combate y sus consecuencias. El tema de fondo es que una vez más el país ha constatado una inquietante vulnerabilidad ante situaciones de emergencia, que atacan con demasiada cotidianeidad la seguridad del país, su sociedad y agreden a las personas y sus familias, constatando además la precariedad económica y social de una mayoría. Pareciera que en la agenda de Chile están amenazantes y presentes siempre, terremotos, tsunamis, incendios forestales, inundaciones, aludes, que asumen características de catástrofes, afectando gravemente la seguridad nacional, su integridad física, el colapso de su infraestructura, redes de comunicación, de vialidad y energética, además de las condiciones de vida y bienes de sus habitantes, su hábitat, los proyectos económicos, políticos y sociales en desarrollo, y hasta su estabilidad emocional. La loca geografía de Chile de la que hablaba Benjamín Subercaseaux nos pone ante una realidad ineludible y casi cotidiana. Somos un país sísmico, las forestales que han invadido el país con especies- pinos y eucaliptos- especialmente combustibles y deterioradores del medio ambiente, depredadores del agua y de la vegetación nativa, constituyen un riesgo permanente: La falta de respeto por las normas de seguridad y de prevención en los terrenos de cultivo, y la  irresponsabilidad funcionaria y ciudadana por el desarrollo urbanístico, se traducen en una situación de inseguridad. Los caminos se desmoronan, los puentes se caen, los cerros se nos vienen abajo, se construye en zonas de riesgo, los constructores no respetan las normas, los glaciares son meticulosamente destruidos y la sequía avanza. La vulnerabilidad de la seguridad nacional se hace evidente y se asoma la precariedad social, económica e institucional del país. Todo lo cual se suma a factores que ya son parte ineludible del problema: el cambio climático, el desmesurado afán de lucro y la colusión monopólica empresarial, además de la corrupción que ataca a diversos niveles de autoridades y la sociedad. De manera que los desafíos que enfrenta el país, al Estado, a los empresarios, a los poderes ejecutivo y legislativo, a los académicos, son de enorme magnitud. El Gobierno, y el poder legislativo tienen una responsabilidad ineludible en poner a disposición de La ciudadanía un conjunto de ideas e iniciativas, que se transformen en proyectos   que constituyan la estrategia basal de la política de enfrentamiento de las emergencias, que diputados y senadores transformen en leyes, reglamentos y directrices. Una idea, que ronda en muchas propuestas hechas en medio del  Mega Incendio, y antes tras los últimos terremotos, es la necesidad objetiva de una Institucionalidad  con rango de Ministerio para enfrentar las situaciones de emergencia y una estructura regionalizada nacional, que responda […]

En realidad el dantesco mega incendio que asoló a medio Chile se inició hace siglos.   Y los esfuerzos políticos y mediáticos de criminalizar a determinados sectores: mapuches, terroristas, conspiradores  encapuchados sin identificar, no hace sino, además de atacar al Gobierno, intentar ocultar las verdaderas raíces históricas y económicas del desastre.   Y dicho sea de paso, la pretensión de que creamos que “los almirantes no mienten”, como con altanería profirió el ex senador UDI, Jorge Patricio Arancibia Reyes, para justificar sus atrevidos dichos de que el gobierno “sabe quienes son y donde están”, quienes desataron los incendios, no resiste el menor análisis. Por lo menos en la historia reciente tenemos innumerables casos de generales y almirantes, que no solo mienten, sino que asesinan… pero no es el objetivo de esta nota, ahondar en sus turbios prontuarios.   En realidad lo que único que cabe entender es que “la inteligencia” no es precisamente el origen de sus afirmaciones. Por ello tuvo que reconocer que se trata de sus elucubraciones tendenciosas, sobre la base de “fuentes abiertas”, es decir los recortes que trabajosamente ha estado tijereteando de la prensa. O que- lo que sería más grave, aunque irrisorio- ha obtenido mañosamente de “los servicios” correspondientes.   Destacados científicos y profesionales defensores del medioambiente, desde un terreno más serio y con mayor responsabilidad metodológica y ciudadana, han detallado en estos días los antecedentes del estado actual del bosque chileno, denunciado a los depredadores que a través de la historia han destruido su valor intrínseco, su rol ecológico, su carácter de reserva de la naturaleza y herencia para las nuevas generaciones. Y que lo han hecho por medio del fuego, además del saqueo, la corrupción y el descaro.   El desastre de los incendios de esta temporada 2017 pone así en relieve una política que viene históricamente desde el Estado, de una sociedad, y los intereses económicos, que a través de la historia han convertido gran parte del territorio nacional en cenizas, en extensiones deforestadas, tierras  estériles, en desiertos, para luego “forestarla”, con apoyo financiero del propio Estado.   El mega incendio de los bosques chilenos se inició desde la llegada de los españoles al Wallmapu, en 1541 en los tiempos de la genocidio inicial del pueblo mapuche y el fin de la autonomía de sus territorios, la ocupación de sus campos por parte de los colonizadores, la destrucción de los bosques que les daban sustento, de sus cosechas, de sus ganados, la ocupación para abrir paso a la cruz y la espada, instalando fuertes y avanzadas invasoras.   Prosiguió en la época de la Guerra del Pacífico, cuando el Estado premio a sus oficiales triunfadores en el desierto con extensos territorios en el sur, a costa, por supuesto de los indígenas, víctimas de un segundo genocidio, la llamada Pacificación de la Araucanía, genocidio perpetrado por la República, y encabezada por el general Cornelio Saavedra, comandante en jefe del ejército de operaciones en territorio mapuche, en 1867, con la misión de ocuparlo y […]

Para algunos individuos la batalla que da hoy Chile contra el peor incendio de su historia no parece ser contra el fuego, sino contra el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, contra “los políticos” o contra “los terroristas”. Alcaldes derechistas de las zonas afectadas persisten contra todo evidencia, o sin prueba alguna, en hablar de la “intencionalidad” de los incendios, y en teorizar sobre el desarrollo del fuego y su esparcimiento, pero además promueven la generación de una especie de doble poder en “sus” territorios, con declaratorias de “estado de sitio” locales y creación de milicias o grupos paramilitares, supuestamente espontáneos, bajo el pretexto de imponer el orden y algo así como “el vacío de poder” del Estado. Incluso han pretendido comprometer a autoridades militares a cargo del Estado de Emergencia, exigiendo ser reconocidos como autoridades paralelas a las autoridades gubernamentales, provocando reuniones, y tratando de involucrarlos en su deliberada estrategia provocativa, peligrosa, y francamente subversiva. Por ello resultan por lo menos aventuradas declaraciones como las que El Mercurio atribuyó al Jefe de la Defensa en la Séptima Región, general Javier Iturriaga, tras una reunión con  autoridades locales y el Ministro de Defensa, donde hace un llamado muy parecido a los que conocimos en 1973: ”Lo mejor es que la gente ayude a delatar a los inescrupulosos que pueden estar generando incendios” aunque advierte- por suerte- que “no tomen la justicia en sus propias manos”. Pero los que echan leña y bencina a la hoguera, recibieron en los últimos días un reforzamiento en esta línea de confrontación con el gobierno, y de creación de un estado de inseguridad, temor, sicosis colectivo y de crispación social, a través de declaraciones hechas a Radio Agricultura y difundidas, claro, por El Mercurio, del ex Comandante en Jefe de la Armada, y ex senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Jorge Arancibia, que por lo visto no está en retiro de su pinochetismo furibundo y militante. En la línea de la supuesta “intencionalidad” de los incendios y de las acusaciones mentecatas a las FARC de Colombia, al Estado Islámico y a mapuches y otros  “terroristas”, Arancibia se permitió afirmar que el Gobierno sabe “quienes son y donde están” los que provocan estos siniestros, y que “no existe la voluntad política de enfrentar a estos grupos concertados que provocan tanto daño”. Uno podría esperar un mayor equilibrio y responsabilidad e los juicios de un Almirante, en correspondencia con su rango, y respecto a su institución, por lo que es razonable que se le convoque a los tribunales para dar cuenta de sus afirmaciones y no dejarse llevar por una imaginación enfermiza que lo hace parecer estar viviendo los tiempos de la “guerra interna“ de la dictadura de Pinochet y permanecer en el pasado, como dicen algunos predicadores del olvido de los crímenes de la dictadura. Pero hay otro ejemplo en este mismo esquema de la mentira y la desinformación deliberada, o de la guerra sucia contra el gobierno y que constata que la Derecha busca seguir […]

Resulta encomiable, y hasta un signo de solidaridad legitimo, el que entidades privadas, algunas de nombre reconocido y otras que surgen espontáneamente  en medio de la coyuntura trágica para colaborar con el salvataje de victimas y en la lucha contra el fuego. Pero lo que no es aceptable y merece el repudio ciudadano es la utilización polìtiquera y miserable de la tragedia en busca de dividendos electorales, como la campaña desatada por el candidato presidencial de la Derecha, Sebastián Piñera, atacando y ofendiendo a la Presidenta Michelle Bachelet, al gobierno y a las instituciones que han estado a la cabeza del esfuerzo nacional contra los incendios, y que incluso han pagado ya con mártires su dedicación y sacrificio. Con una clara – y aviesa- intención de  establecer una especie de acción paralela y un instrumento paralelo de ayuda a los damnificados, (¿un gobierno paralelo, como el que anuncio en 2014?)y en confrontación a los canales oficiales del Gobierno propuso a través de su cuenta de twitter la creación de una entidad denominada por sus asesores publicitarios, “Alcaldes Unidos frente a la Emergencia”, El texto de su mensaje, y el sentido de su acción política electoral, es claro:”Alcaldes Unidos frente a la Emergencia” irá en ayuda por los incendios a regiones del Libertador y Maule. Chile necesita solidaridad por eso he llamado a alcaldes para que nos coordinemos con ayuda a zonas afectadas”.   La voz de orden, dada por Piñera fue seguida de manera coordinada por sus voceros, sus ex ministros y ex altos funcionarios, los políticos de la Derecha, algunas autoridades locales, que alimentando la desconfianza en los esfuerzos del gobierno, y en su capacidad de gestión  han buscado generar una sensación de desamparo, aprovechándose de la desesperación de las personas afectadas. La verdad es que ningún interés subalterno justifica el aprovechamiento del dolor de la gente, la fragilidad emocional de quienes en la práctica han perdido todo. Como lo enfatizo la presidenta Bachelet, es la hora de la unidad nacional, de la solidaridad, del apoyo mutuo, y no-de ninguna manera- la de los cálculos subalternos y del socavar la seguridad, la confianza pública. Esto es sabotaje. Y esto es además, la respuesta noble que se ha demostrado con la movilización de miles de voluntarios, jóvenes, trabajadores, vecinos, que han concurrido a combatir el fuego, a apoyar a sus compatriotas en desgracia, a ponerse de pie, y “sin bajar los brazos”, como señaló Bachelet. Dijo la presidenta:”Nada afecta más nuestra capacidad para proteger la vida de nuestros ciudadanos que el intento de sacar pequeñas ventajas políticas o sembrar falsedades”. Esto porque el otro componente de esta operación de la guerra sucia de la derecha contra el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, es la propaganda negra, en lo cual la Derecha ha demostrado históricamente tener expertos, es la siembra de mentiras, a través de declaraciones irresponsables, afirmaciones sin fundamento, acusaciones a la bandada y que hace la caja de resonancia, o se retroalimentan con las palabras agresivas  de personeros  […]

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Un café en una plaza con historia....

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