En el conflicto de Ucrania se conjugan factores como la pretensión de debilitamiento o destrucción de Rusia por parte de potencias occidentales encabezadas por Estados Unidos, que quieren mantener un imposible mundo unipolar, la extensión de la OTAN hasta los confines del este de Europa, y también elementos de tipo económico y ganancial. Por José R. Oro, ingeniero cubano residente en EEUU, colaborador de Prensa Latina Dentro del campo de la rapiña económica, dos componentes importantes son el continuar dedicando inmensas cuantías de dinero al Complejo Militar Industrial; y el otro que se vuelve cada día más evidente en las incesantes amenazas de la administración de Joe Biden a Rusia, el deseo de los productores de energía estadounidenses de invadir los mercados europeos con gas natural de fracking. Los medios canallas saturan al mundo de especulaciones sobre la intención rusa de anexar Ucrania y especulan de la forma más ridícula sobre el supuesto deseo de Moscú de congelar Europa cortando el suministro de gas, pero muy pocos reporteros en los medios corporativos preguntan quién se beneficiará económicamente del enfrentamiento en el este de Europa. Porque la respuesta a esta pregunta revela claramente que la fuente del conflicto no es Rusia. Al ensamblar algunas piezas del rompecabezas, comienzan a surgir algunos ganadores claros en la crisis de Ucrania, haya un conflicto limitado u “operación especial” como hasta ahora o una guerra real a gran escala: las corporaciones multinacionales de gas y petróleo. Y parecería que esta industria encontró al vocero más poderoso del mundo para representar sus intereses: el gobierno de los Estados Unidos y el seráfico presidente Biden, cuyo hijo Hunter Biden y Burisma Holdings (el mayor productor ucraniano de gas), son como decimos en Cuba “uña y carne”. Chevron, ExxonMobil, Shell y varias más, junto a cientos de contratistas de perforación y suplidores de equipos que trabajan con ellos, quieren aumentar enormemente las exportaciones a una Europa sedienta de gas, pero Rusia y su empresa estatal Gazprom se interponen en el camino. Actualmente, el gas natural ruso representa más del 30 por ciento de todas las importaciones a la Unión Europea. Las principales potencias de la UE, Alemania y Francia, obtienen el 40 por ciento de su gas de Rusia, mientras que otros países, como la República Checa y Rumanía, utilizan únicamente el de la nación euroasiática. Para desalojar a la competencia y hacerse con una mayor o total cuota de mercado, las multinacionales necesitan frenar el abastecimiento de gas procedente del este. El mercado ¿libre? Los precios del mercado mundial del petróleo y del gas natural se dispararon en los últimos meses y sobre todo recientes días, impulsados por varios factores: demanda récord en Europa y Asia a medida que la industria manufacturera se va recuperando un poco de la pandemia, oferta limitada, ya que algunas de estas instalaciones solo comienzan a volver a funcionar. Reservas de los productos almacenados bastante agotadas debido a un largo y frío invierno de 2020 y ahora 2021-22, y el alejamiento de […]

La historia de Rusia y Ucrania se remonta a la Edad Media, pues ambos países eran parte del estado eslavo antiguo desde finales del siglo IX hasta mediados del XIII. Aunque los destinos de ambas naciones tomaron rumbos diferentes y surgieron dos idiomas y culturas, Ucrania formó parte del Imperio ruso y más tarde de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas hasta diciembre de 1991. El último capítulo en las relaciones diplomáticas de estos países se abrió tras la actividad de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa del Este. La organización aumentó la presencia de sus fuerzas en la región y actualmente dispone de 13 mil soldados, 200 tanques, 400 vehículos blindados y tres docenas de aviones y helicópteros estacionados. De igual forma, en Ucrania mantiene 10 mil «instructores». A principios de diciembre de 2021, el puerto griego de Alexandroupolis recibió el mayor cargamento de equipo militar estadounidense de su historia, incluidos helicópteros, vehículos aéreos no tripulados, tanques de combate de infantería (IFV) y artillería para el ejercicio anual de la OTAN Atlantic Resolve. Prensa Latina ofrece a continuación una cronología de los principales acontecimientos de los últimos meses. 21 de diciembre de 2021 El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, informó que 120 mercenarios estadounidenses recibieron entregas de armas químicas en las ciudades de Avdeevka y Krasny Liman, bajo control de Ucrania, para utilizarlas en un posible ataque del que se podría culpar a Rusia. 10 de enero de 2022 En Ginebra, Suiza, tuvieron lugar negociaciones Rusia-Estados Unidos, en las que Washington dejó sobre la mesa unas posibles medidas coercitivas contra Moscú. 12 de enero de 2022 Comenzó en Bruselas, Bélgica, el Consejo entre Rusia y los países integrantes de la OTAN para analizar las preocupaciones mutuas sobre la seguridad en Europa. 12 de enero de 2022 Rusia dejó claro lo esencial que resulta para el país obtener garantías legalmente vinculantes de la no expansión de la OTAN y contra el despliegue cerca de sus fronteras de fuerzas de ataque que podrían alcanzar objetivos en su territorio. Aseguró que se realizarían ejercicios militares como es práctica habitual de todas las Fuerzas Armadas. 13 de enero de 2022 Concluyó el último de los encuentros sobre las propuestas de garantías de seguridad con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Viena, Austria. 14 de enero de 2022 La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, y el portavoz del Pentágono, John Kirby, acusaron a Rusia, sin presentar prueba alguna, de preparar una operación como pretexto para una eventual invasión a Ucrania. 16 de enero de 2022 Moscú reiteró que no hay personal militar ruso en la región de Donbass, ni en Ucrania en general, y aclaró que las fuerzas solo se localizan en su propio territorio. 19 de enero de 2022 Rusia argumentó que es inaceptable la ampliación de la OTAN en la región. Así lo expresó su vicecanciller, Serguéi Riabkov, quien añadió que su país necesita garantías jurídicas en […]

Juan Pablo Cárdenas S. Absorta como está la política chilena en el devenir de su Convención Constituyente como en los preparativos para la asunción de un nuevo gobierno, el país no le asigna a la información internacional la cobertura que siempre debiera merecer. Menos aun cuando arrecia la pandemia y la delincuencia ataca tan severamente a millones de personas y hogares. Sin embargo. La tensa situación entre Rusia y Ucrania o las intenciones de China de imponer su soberanía sobre Taiwán son fenómenos que muy luego van a obligar a nuestra Cancillería a asumir posiciones al respecto. Difícil va a ser mantener neutralidad, pero todavía más hacernos eco de los intereses estadounidenses en estas materias y tantas otras que pueden comprometer la aparente paz que creemos estar disfrutando todavía en el mundo. Expresiones del propio Presidente Electo respecto de la situación de Venezuela, Nicaragua, Cuba y otros países nos hacen temer que su Gobierno pudiera dejarse influir por los dictados de Washington y hasta en materia regional sigamos comportándonos como el gobierno de Piñera que felizmente ya culmina. Quien llegara al extremo de ofrecer la estrella soberana de nuestra bandera al pabellón del imperio, allí en el mismo Salón Oval de la Casa Blanca., en que otros jefes de estado han cometido bullados latrocinios. Son muchos los acontecimientos de las últimas décadas las que nos convencen que Chile y quienes hasta aquí se han comportado como miembros del “patio trasero” de Estados Unidos debieran recuperar dignidad e independencia y ubicarse moral y pragmáticamente en una realidad internacional que felizmente vuelve a reconocer otros grandes actores que sirven de contrapeso al hegemonismo norteamericano. Más allá de los reparos que puedan también provocarnos las pretensiones chinas, rusas y de la propia comunidad europea. Aunque lo soslayan nuestros grandes medios de comunicación, confundidos por la ignorancia de sus editores y el soborno de las grandes cadenas informativas, lo que queda claro es que desde la Casa Blanca se instruyen los grandes crímenes de lesa humanidad, la más descarada política intervencionista y la codicia más desvergonzada para hacerse de las riquezas y reservas naturales de todo el orbe. Un propósito sostenido a sangre y fuego por sus multimillonarios presupuestos de guerra, el pingüe negocio de las armas y la embestida militar en todos los continentes. Sin temor a exagerar, cae por su propio peso que para ser Presidente de los Estados Unidos hay que ser asesino e inescrupuloso. Si en el pasado, algunos de sus mandatarios le dieron al mundo la esperanza de contribuir al respeto y la armonía entre los pueblos, ya hemos comprobado que ninguno de ellos varió mucho su política en relación a los anteriores. Al propio Kennedy le faltó tiempo para cometer más intervenciones en América Latina, así como posteriormente Barack Obama terminara con ejecutar las más espeluznantes agresiones en el Asia, completando la tarea de acribillar a los vietnamitas, a los libios, a los sirios, afganos, iraquíes y otros en beneficio de los intereses de sus compañías petroleras, como […]

La presencia militar en las dinámicas políticas, económicas y sociales es una condición sine qua non en América Latina y el Caribe desde los tiempos de la independencia en el siglo XIX. Por: Alain Valdés Sierra Jefe de la Redacción Centroamérica, Caribe y Sudamérica El XX confirmó lo anterior y sus abanderados indiscutibles fueron durante la segunda mitad de la centuria las dictaduras castrenses de Augusto Pinochet (Chile), Alfredo Stroessner (Paraguay), Hugo Banzer (Bolivia) y Jorge Rafael Videla (Argentina), entre otros. Sin embargo, el fin de estas formas de gobierno, asociado a cambios de orden mundial como la caída del campo socialista europeo, y con ello, el fin de la “amenaza del comunismo”, apartó a los militares del foco de atención. Pero sería ingenuo pensar que este “desplazamiento”  significó que su poder se viera menguado, pues los uniformados como representantes de una manera de ejercer el poder, el militarismo, se adecuaron a los nuevos tiempos. Más una utopía que un hecho concreto En enero de 2014 jefes de Estado y de Gobierno reunidos en La Habana, Cuba, a propósito de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, proclamaron la región como Zona de Paz. Entonces apostaron por el “compromiso permanente con la solución pacífica de controversias, a fin de desterrar para siempre el uso y la amenaza del uso de la fuerza de nuestra región”. Sin embargo, no pocos coinciden en que el militarismo mantiene su constante presencia en el subcontinente. Para el experto en temas militares y de seguridad Santiago Espinosa, especialista del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI), adscrito a la Cancillería de Cuba, lo de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, “es más una utopía que un hecho concreto”. El militarismo en nuestra región, opina, es un fenómeno complejo sobre el que varios autores discrepan debido a la cantidad de variables a tener en cuenta para abordar el tema con la mayor precisión posible.   La acepción más empleada la enuncia el politólogo alemán Dieter Senghaas, quien lo considera como “la unión de lo político con lo militar, más concretamente, con el predominio de este último sobre el primero”. Cuando hablamos sobre el tema en el siglo XXI, asegura Espinosa a Prensa Latina, no solo hacemos referencia a aspectos puramente militares, sino a una visión más amplia que tiene como fin afianzar mecanismos de dominación a diferentes escalas. Debemos destacar que el militarismo hoy trata también sobre el uso de la tecnología, el nivel de acceso de los poderes hegemónicos (en especial Estados Unidos) a recursos de todo tipo que abundan en América Latina y el Caribe, y la búsqueda del control sobre gobiernos contestatarios, asegura. Pobreza versus presupuestos de defensa La región de Latinoamérica y el Caribe es una de las más abundantes del planeta en cuanto a riquezas naturales, pero registra una de las peores distribuciones. Sin embargo, en materia de defensa los gastos se mantienen con poca variación a pesar de la crisis económica mundial y […]

Por José Campusano Alarcón. El sarcasmo es una forma de burlarse o manifestar desagrado, expresando lo contrario a lo que se quiere decir. También se puede referir a una figura retorica que se emplea como una especie de ironía.​  Este concepto ha sido proverbialmente descrito como «La forma más baja de humor, pero la más alta expresión de ingenio», frase que se atribuye a Oscar Wilde, aunque realmente se desconoce su verdadera procedencia. Según un artículo científico que distribuye la BBC, indica que los psicólogos y los neurocientíficos argumentan que «el sarcasmo requiere que el cerebro supere numerosas dificultades para llegar a una interpretación correcta, para lo que se necesita más capacidad intelectual que para las declaraciones literales». En el caso de los adolecentes, la ciencia nos dice que el sarcasmo puede ser la forma usual de responder al stress, hablando sobre las acrobacias mentales detrás de una frase irónica. El artículo en cuestión también indica, que este comportamiento lingüístico no es solo cosas de adolecentes, el sarcasmo es en realidad una prueba de madurez, ya que el cerebro en desarrollo de un niño tarda años en comprenderlo y dominarlo por completo. Ya nadie podrá discutir que los que usan habitualmente el sarcasmo, pueden ser más inteligentes o más o menos maduros.  Podemos decir que en nuestra idiosincrasia no valora la crítica directa, por lo que el sarcasmo reina y se usa como crítica velada, lo que en subsidio permite, si el emisor es confrontado, desdecirse rápidamente manifestando los dichos como broma, para de esa manera no confrontar el problema. En nuestro tiempo, se aprecia como un recurso político, permitiendo a sus emisores expresar desacuerdos y críticas, que mirados como grupo de influencia que redacta colectivamente una carta, representan claramente el comportamiento de adolecentes que enfrentan el enorme stress de su paso de niño a adulto, producto del cambio de signo de la historia de estos más de 40 años de jolgorio neoliberal. Las abundantes reacciones a la ya famosa carta de Los Amarillos por Chile donde exponen sus argumentos, más que por su contenido, sus redactores no han pasado inadvertidos, principalmente porque fueron por demasiados y largos años los mismos «preferidos y regalones» de los “dueños del país”, ejecutando y “legitimando” el modelo neoliberal que fue instalado a mansalva en nuestro sufrido país. Por muchas de estas razones es interesante mirar la carta, que producto del alto nivel político y ciudadano que ha permitido este Momentum Constituyente, permite más fácilmente descifrar sus claves lingüísticas y políticas, donde estos operadores (hoy de segunda), intentan afectar la imagen y el prestigio del instrumento más esencial que se han dado los pueblos de Chile para dejar atrás tanto abuso cometido. El stress que les ha generado la refundación de un nuevo Chile y la demolición del modelo neoliberal que ellos «brillantemente» administraron hasta la fecha, este vehículo lingüístico les ha ayudado a ventilar sus emociones negativas por lo que acontece en la Convención. ¿Pero cuáles son estos sarcasmos detectados en este manifiesto? Veamos: 1. «…nosotros los amarillos sentimos la […]

  Combatientes Iraníes en la Defensa Sagrada   Por Pablo Jofré Leal* En la primera parte de este trabajo, señalé que este hecho histórico, llamado Revolución Islámica de Irán, nos ha mostrado un proceso distinto a otros procesos revolucionarios, que se concreta en momentos en que el mundo se dividía en dos bloques ideológicos, políticos, económicos y militares muy distintos. Una revolución islámica que llegó para quedarse, a partir de romper con un pasado monárquico, sometido a Occidente y, sobre todo, una revolución decidida a apoyar a los pueblos en sus procesos de autodeterminación y consolidación de sus soberanías, sobre todo bajo el asedio estadounidense. El líder religioso de la nación persa, Seyed Ali Jamenei afirma que “antes de la Revolución Islámica, los Estados unidos usaban al ejército de Irán, para reprimir a otros pueblos” haciendo referencia a la utilización de fuerzas militares iraníes incluso en la agresión a Vietnam en la década del sesenta en el siglo XX. Aviones de la nación persa que bombardearon a la población civil vietnamita, que servían a los intereses de la monarquía presidida por Mohammad Reza Pahlavi, que en esencia eran los intereses hegemónicos de Estados Unidos y sus aliados, principalmente el sionista, expresado en la desestabilización del panarabismo en la zona de Asia Occidental (1) La presencia de la embajada estadounidense en Irán: el “nido de espionaje” era la expresión del intervencionismo en los asuntos internos de la nación persa. La presencia de asesores norteamericanos, agentes de inteligencia involucrados en la política de espionaje contra el mundo opositor, asesores de la Savka, maestros en las acciones de tortura contra aquellos que se levantaban contra el Sha. La nación norteamericana y su política hegemónica era, por tanto, una presencia indeseable y los estudiantes iraníes supieron combatir dicha presencia (2) Ese talante deshonroso tuvo al menos tres décadas y media de presencia activa, antes de salir con la cola entre las piernas, derrotados y humillados por una revolución, que desde el inicio les dejó claro que no necesitaban su presencia en suelo persa. Efectivamente, tras el término de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno estadounidense, ebrio de triunfalismo, decidió, que en el marco del enfrentamiento entre su país y la ex Unión Soviética, denominada en el argot de la política internacional como conflicto este-oeste y posteriormente como Guerra Fría, la nación persa sería una pieza clave en la contención de los afanes en política exterior de esa otra superpotencia surgida tras el fin de la SGM, que fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. “Se consolidó así un doble pivote reaccionario y con características de gendarme de los intereses de occidente en Asia Occidental:  el Irán Monárquico y la creación artificiosa de la entidad sionista el año 1948. A la par de dar sustento a la conformación del régimen criminal sionista en tierras palestinas, Estados Unidos desarrolló una cercana relación con Mohammad Reza Pahlavi” (3) Las acciones desestabilizadoras contra Irán tuvieron su primera acción golpista ante la decisión del primer ministro Mohamed Mossadeq, el […]

Luis Cifuentes Seves Antes de hablar de las “almas de la izquierda”, convendría señalar qué entiendo por izquierda, y afortunadamente me he referido a este tema en detalle: https://www.cronicadigital.cl/2020/07/28/la-izquierda-reflexiones-en-torno-al-articulo-de-jorge-arrate/ La definición más tradicional sostiene que es de izquierda quien cuestiona el dominio, abusos y corrupción de las ínfimas minorías que, históricamente y a nivel mundial, concentraron el poder económico, militar y comunicacional, impidiendo la participación de las grandes mayorías en los procesos de toma de decisiones trascendentes a nivel global, nacional, regional y local. El contexto en que opera hoy la izquierda se caracteriza por un proceso de globalización dominado por los mega consorcios en alianza con las oligarquías locales, todo lo cual conduce a la desaparición del poder de los estados nacionales (ej. TTP11), al debilitamiento de las instituciones y al desvanecimiento de las certezas culturales del pasado (posmodernidad, Lyotard; modernidad líquida, Bauman). En estas circunstancias se ha dicho que, si ayer «ser de izquierda» era cuestionar el dominio de los poderosos, hoy, en un mundo en que las certezas se derrumban, «ser de izquierda» significa cuestionarlo todo, incluidas las propias convicciones, las propias obsesiones, los propios tribalismos. A lo largo del tiempo, la izquierda a nivel mundial se ha expresado en partidos, movimientos y asociaciones de diverso tipo y estimo que uno de sus más importantes puntos en común ha sido el carácter nacional e internacional de sus anclajes y objetivos, lo que podemos llamar sus dos “almas”. Me permito proponer que la primera alma se sustenta sobre la historia y cultura nacionales, con todas sus peculiaridades (factuales o mitológicas), incluidas las arquetípicas, geográficas y étnicas. La segunda alma proviene de la creencia/convicción de que las metas esenciales de la izquierda son compartidas por otros pueblos en toda la extensión del planeta. En el caso de Chile, el alma nacional de la izquierda, en particular de su partido más antiguo, el PC, surgió de la tradición personificada por Luis Emilio Recabarren y sus compañeros de lucha. En un artículo reciente (Ramis, 2022), esta ha sido caracterizada como la creación de: “Un mundo asociativo, ‘paralelo’, autónomo, construido por los obreros y para los obreros: periódicos, clubes deportivos, asociaciones culturales y artísticas, escuelas, cajas de montepío y de asistencia sanitaria, las primeras mutuales de seguridad, colonias de veraneo, y más adelante radios, revistas, asociaciones de fomento productivo, artesanal, etc. Un entramado social que acompañaba desde la cuna hasta la tumba, basado en la autogestión (…)”. La segunda alma ha encontrado expresión orgánica en las agrupaciones conocidas como “Internacionales”, desde la primera (Marx, Engels, Bakunin, 1864), la segunda (Bernstein, Kautsky, Hilferding, 1889), la tercera (Lenin, Stalin, Bujarin, 1919) hasta la cuarta (Trotski, 1938). Me he referido a estos temas en varios artículos en torno a Lenin, Trotski, Bujarin y la Komintern. Los componentes nacional e internacional no siempre han coincidido, generando conflictos de variados grados de complejidad. En el caso de los partidos de la Segunda Internacional, la primera guerra mundial (1914-18) los hizo enfrentarse a la alternativa de apoyar a […]

Por Marcel Garcés Muñoz En un momento histórico en que Chile- con el cambio  de su gobierno, el 11 de marzo próximo, inicia un proyecto político y social de esperanza, de desafíos históricos e inéditos, de profundización del carácter democrático y representativo de su institucionalidad, conviene meditar sobre  el panorama  que se avizora, tener en cuenta las fuerzas que se contraponen en un escenario complejo por la confrontación de modelos económicos, sociales, políticos y valóricos, de lucha de poder, de confrontación de intereses en juego La asunción a la presidencia de Gabriel Boric,  y al gobierno de una generación joven, es mucho más que un triunfo generacional, de superar a las elites y oligarquías económicas, políticas, sociales y culturales- que en un sentido no solo metafórico, sino que real y cruel, mancharon sus manos con la sangre de los demócratas, que condujeron al país al Golpe de Estado de septiembre de 1973 y el terrorismo de Estado subsiguiente. Así resulta ser una ironía escalofriante de la historia y una pésima señal cívica, democrática, que quienes se asumen como defensores y nostálgicos, en realidad retoños uniformados, y  muchas veces con Mando, formados en la ideología de la “guerra interna”, generales y altos oficiales en retiro de las Fuerzas Armadas ( y algunos en “servicio activo”), tengan tribuna periodística- y oficial-, para amenazar- e intenten amedrentar- a los ciudadanos y a la institucionalidad democrática en desarrollo en el país. En fin, no deja de ser impresentable, que hoy reclamen supuestos derechos de una minoría cuando han sido acorralados por la contundencia de una mayoría popular, expresada por ejemplo en la Convención Constituyente, lo cual por supuesto no significa, ni puede ser argumento para eliminarlos del dialogo, impedirles la expresión de sus opiniones, y del derecho a una confrontación respetuosa pero firme de la realidad de la validez de sus opiniones ´y la validación de sus propuestas en un ámbito democrático, en el nuevo escenario representativo y participativo, que se está construyendo. Esto implica un gesto de  consideración, de respeto a principios democráticos profundos, de respeto de acuerdo a los fundamentos de futuro por un nuevo Chile, sobre la base de un respeto a los más amplios derechos humanos a la vida, la organización, el trabajo, la opinión, la salud, la educación, el progreso, la seguridad personal y social, la cultura, la felicidad, el amor. Es obvio que la derecha pinochetista, los grandes empresarios y los poderes que ven amenazados  sus intereses ya han anunciado – y está en desarrollo- su estrategia y acción política, social y la puesta en marcha de su ofensiva conspirativa, sediciosa, de boicot económico, de chantaje  de violencia, de terrorismo. Y como es legitimo, las fuerzas democráticas, renovadoras deberán desarrollar una potente, creadora, masiva estrategia  que impida esos propósitos antipatriotas, antipopulares,  sediciones y quizás hasta golpista. Para ello es claro que la movilización social y popular, la participación protagónica del movimiento popular, (no hay que  temer hablar de “la calle”, de los jóvenes, de los trabajadores, del movimiento […]

Las principales ciudades de Estados Unidos registran un alza sostenida de violencia armada y crímenes de odio, aquellos que se cometen por motivos raciales, de color, sexualidad, religión y procedencia, de acuerdo con fuentes oficiales. Catorce territorios del país, entre los que se encuentran la capital -Washington D.C.-, Los Ángeles y San Francisco, reportaron más de dos mil asesinatos en 2021, lo que representa un salto de 46 por ciento con respecto a 2020 y el número mayor en más de 12 años. Según un análisis preliminar del Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo de la Universidad Estatal de California, los estadounidenses negros se mantienen como el grupo más atacado a nivel nacional. Recientemente ocurrieron varios sucesos que captaron la atención de los agentes del orden público: por lo menos 17 universidades fundadas para afroestadounidenses recibieron amenazas de bomba. Los incidentes están siendo analizados por el Buró Federal de Investigaciones, que los calificó como crímenes de odio y aseguró que algunos de los jóvenes sospechosos pertenecen a una organización neonazi. Más atrás en el tiempo, en diciembre pasado, una exagente de policía de Minnesota fue declarada culpable de homicidio por disparar en abril contra el automovilista negro Daunte Wright. Las autoridades federales también señalan de “dramático” el incremento de ataques contra asiático-estadounidenses, un fenómeno alentado por los discursos de odio del expresidente Donald Trump (2017-2021) tras el surgimiento de la Covid-19. Stop AAPI Hate, organización defensora de los derechos de esa comunidad, contabilizó por lo menos 10 300 incidentes violentos de marzo de 2020 a septiembre de 2021. Según el movimiento, ocho de cada 10 residentes de ascendencia asiática perciben que las amenazas en su contra se están incrementando. Los políticos ultraconservadores -Trump incluido- intentan hacer ver que esto ocurre a la inversa, o sea, que es la comunidad blanca la más atacada. Utilizan ese argumento para impedir que se creen reformas en favor de la igualdad racial. También se oponen a regular la tenencia de armas, única vía para frenar la violencia que sacude al país desde hace décadas y que se agravó durante la pandemia. Aunque la mayoría de los estadounidenses exigen que se creen leyes más restrictivas sobre el uso de esos artefactos, la Asociación Nacional del Rifle ha impedido que la administración aplique normas que afecten sus intereses. Mientras la Casa Blanca no toma decisión alguna sobre este aspecto, las estadísticas muestran que los números de asesinatos con armas de fuego crecen por año. (Tomado de Orbe) La Habana, 13 de febrero 2022 Crónica Digital/PL

Por Alain Valdés Sierra* Cuando el 11 de marzo Gabriel Boric jure como presidente de Chile asumirá el reto de propugnar solución a varios de los problemas más urgentes de cuantos ha vivido ese país desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). El primero y más desafiante será el de conciliar un nuevo pacto social para una nación fracturada como resultado de décadas de políticas neoliberales, meta posible con el apoyo al proceso constituyente que dará vida a una nueva Carta Magna, inclusiva y respetuosa del derecho y la voluntad de todos los chilenos. El detonante lo activó la juventud del país austral cuando en octubre de 2019 salió a las calles de Santiago de Chile a protestar contra el alza de la tarifa del metro. El reclamo popular Sin embargo, el carácter de la demanda fue evolucionando para exponer una vez más los problemas urgentes de una sociedad muy desigual como resultado de las prácticas neoliberales. Entonces el gobierno del presidente Sebastián Piñera reprimió con dureza lo que las multitudes defendieron como un justo reclamo. Cerca de 30 muertos, miles de heridos y 460 personas con daños oculares fue el saldo de los disparos con perdigones o bombas lacrimógenas de los Carabineros y la movilización del Ejercito decretada por el mandatario. Uno de los principales reclamos de los manifestantes fue cambiar la actual Constitución, heredada de la época de la dictadura Pinochet, y fortalecer el papel del Estado en la provisión de los servicios básicos. El llamado a la creación de una Convención Constituyente fue una de las grandes victorias que dejaron las jornadas de protestas, una instancia elegida por voto popular que redacta en estos momentos la nueva ley fundamental, que deberá entrar en vigor tras ser sometida a referendo en la segunda mitad del año. Posiciones del presidente electo Al respecto Boric ha sido bien claro: «Quiero que sepan que cuentan con nuestro total respaldo (…). Estoy tremendamente orgulloso del trabajo que están haciendo», dijo el presidente electo a la titular de la Convención, Elisa Loncon. El joven político, quien alcanzó relevancia nacional como uno de los líderes estudiantiles de las manifestaciones de 2019, insistió en la importancia de la competencia de ese órgano y recordó que la nueva constitución deberá ser aprobada por los chilenos en plebiscito previsto para 2022. «No me cabe duda que se actuará con sabiduría en el mejor sentido y pensando en lo mejor para todos los chilenos, y en la estabilidad y continuidad de nuestra república y país que queremos tanto», opinó el político de izquierda de 35 años de edad, vencedor de las elecciones como candidato de la alianza Apruebo Dignidad. Otro gran reto para el nuevo gobierno, que tendrá 14 carteras dirigidas por mujeres, incluidas Defensa y Relaciones Exteriores, será el de fortalecer el papel del Estado como ente regulador de las dinámicas nacionales, sobre todo en la económica, en defensa de los intereses de la sociedad por sobre los privados. En ese ámbito, el mandatario electo también deberá […]

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