Por Asise Fernándezpresidenta de la Asociación de Dispositivos Médicos de Chile (ADIMECH)   A solo unas semanas de la segunda vuelta presidencial, las candidaturas están buscando consolidar y ampliar sus programas de gobierno.  En este periodo, la salud seguramente será, como lo fue antes de la primera vuelta, un aspecto central de sus relatos de campaña, debido a la demanda de la ciudadanía por acceder a atenciones de salud de calidad, seguras y oportunas. Una de las condiciones fundamentales para llevar a cabo dichas atenciones, como cirugías, tratamientos especializados o procedimientos diagnósticos, es que los profesionales de la salud cuenten con la tecnología médica adecuada. Así, los dispositivos médicos están presentes en todo el viaje del paciente y son vitales para que la población acceda a mayor y mejor salud. De este modo, la innovación en salud debiera estar también en el radar de los candidatos Kast y Boric en este balotaje. Recordemos que, previo a la primera vuelta presidencial, nuestra asociación organizó un conversatorio sobre la innovación como agente de transformación del sistema de salud, donde estuvieron presentes representantes de los candidatos Boric, Kast, Sichel y Provoste. En general, ambos comandos – el de Boric y Kast – coincidieron en la necesidad de relevar la tecnología en salud, en un marco regulatorio que, junto con velar por la calidad de los dispositivos médicos, también facilite su acceso oportuno a los centros de salud. La diferencia, probablemente, estará en cómo llevar a cabo este proceso, desafío que tendrá el próximo gobierno. En este contexto, dar acceso a dispositivos médicos seguros y confiables es el objetivo básico de las buenas prácticas regulatorias a nivel mundial. En nuestro país, la regulación de dispositivos médicos se incorporó al proyecto de Ley de Fármacos II, aún en proceso legislativo, y se creó la Agencia Nacional de Dispositivos Médicos, Investigación y Desarrollo (ANDID). Como asociación gremial, creemos que el acceso oportuno a tecnología de calidad colabora con el abordaje integral a las diferentes patologías, en especial a las de mayor relevancia para la salud pública. Las soluciones tecnológicas permiten mejores diagnósticos, tratamientos y rehabilitación de las personas, ayudando a disminuir, por ejemplo, las listas de espera GES y No GES. Para ello es fundamental buscar modelos, mecanismos y políticas públicas que favorezcan el acceso de todos a las mejores tecnologías en salud. Es decir, es momento de visibilizar el cómo hacerlo. Estamos convencidos del poder de la tecnología y sus avances para cambiar y mejorar la vida de miles de personas. Por ello es vital que el siguiente gobierno continúe con el diálogo público-privado, de modo seguir dando respuesta a los usuarios de la salud en Chile. En definitiva, como ecosistema de salud, integrado por actores públicos y privados, tenemos que seguir trabajando de manera colaborativa para que las innovaciones lleguen de manera oportuna, efectiva y segura al paciente. Por Asise Fernández, presidenta de la Asociación de Dispositivos Médicos de Chile (ADIMECH) Santiago de Chile, 29 de noviembre 2021 Crónica Digital

Como los nazis al fin de la guerra, sus vástagos criollos han desatado una contraofensiva relámpago contra los pueblos de Chile. Ha logrado algunos éxitos iniciales pero fracasará. Gabriel Boric será el próximo Presidente de la República. Para continuar abriendo cauce a lo iniciado el 18-O.  Contraofensiva A partir del 18 de octubre del año 2021 la derecha ha desplegado todo su considerable poderío económico, mediático y político. En una contraofensiva que intenta frenar la arrolladora irrupción popular y democrática que se viene desplegando desde el 18-O.  Al igual que sucedió en el plebiscito y elección de Convencionales, la conducción de la derecha fue asumida por su fracción más reaccionaria. Con inusitada facilidad que revela la influencia de padrinos poderosos. El denominado “frente del rechazo” de indisimulada estrategia golpista, aparece ahora encabezado por un nazi de tomo y lomo, oriundo de la localidad de Paine, donde su familia estuvo involucrada en crímenes y desapariciones tras el golpe. Como en la contraofensiva nazi de las Ardenas en diciembre de 1945, sus émulos locales han movilizado todos los efectivos que aún controlan, instituciones, partidos, brigadistas, medios, publicistas, bots. ideólogos, opinólogos y de un cuanto hay. Así se han logrado rearmarse y conseguir algunos éxitos iniciales significativos. El principal es que la derecha ha logrado reducir a un mínimo sus pérdidas en la elección parlamentaria.  En la Cámara, la derecha disminuyó 16 mil votos y logró poco más de un tercio del total nacional, y perdió 4 diputados, pero logró mantener cerca del 44 por ciento de los elegidos. La coalición de izquierda logró allí un gran avance, subiendo cerca de medio millón de votos hasta casi igualar la votación de la derecha, y su representación en 10 diputados, quedando como la segunda bancada más numerosa. El Partido Comunista  fue el que más creció, casi duplicando su votación y subiendo su representación a 12 diputados, la más numerosa en esa coalición. Pero los partidos de la exConcertación perdieron más de 600 mil  votos y 12 diputados, siendo la Democracia Cristiana la más afectada. En el Senado, que aumentó el número de sus miembros de 43 a 50, la derecha tuvo más suerte. Aunque la oposición la superó por un 50% en votos y eligió 14 senadores, la derecha logró elegir 13, y esa diferencia resultó menor a la que había entre los que hacen dejación del cargo, quedando finalmente las fuerzas en equilibrio. Los comunistas lograron regresar al Senado tras medio siglo de exclusión,  eligiendo 2 senadores. Ha llamado la atención, asimismo, que otras candidaturas de dudosa naturaleza lograron ahora una presencia electoral significativa y con el nuevo sistema proporcional lograron elegir algunos diputados. Sin embargo, ello no constituye novedad, puesto que fenómenos similares sedujeron a alrededor de un quinto del electorado en todas las elecciones desde el retorno de la democracia, misma proporción que sumaron el mismo par de candidatos, el año 2013 y ahora.  En la batalla principal, la ultraderecha logró que su candidato presidencial pase a segunda vuelta en primer […]

Por Iván Ljubetic Vargas, historiador delCentro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER   EL MOVIMIENTO PRO-EMANCIPACIÓN DE LAS MUJERES DE CHILE, MENCH              Elena Caffarena                      Olga Poblete El 11 de mayo de 1935 nació el Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH). Una organización no gubernamental, creada para contribuir a la igualdad de derechos de las mujeres en la sociedad, el fortalecimiento y articulación del movimiento de las mujeres chilenas e impulsar el ejercicio de su ciudadanía.  Pronto el MENCH  logró expandirse en distintos sectores del país como Antofagasta, Tocopilla, Valparaíso, San Antonio, Concepción, Temuco y Valdivia, entre otros puntos. Esta capacidad para desarrollar  importantes actividades no sólo en Santiago, sino  también en diversas  provincias,  le permitió  al MENCH expandir sus ideales y proyectos a través de todo el territorio en una época caracterizada por un de fuerte centralismo político. Fue ésta una de sus características  más relevantes del MEMCH y de otras organizaciones feministas de esa época.   El MEMCH  estuvo presente en las distintas etapas de la historia de la lucha de las mujeres chilenas por alcanzar sus derechos. Sus fundadoras fueron mujeres avanzadas chilenas, entre ellas profesoras, otras profesionales y obreras. La mayoría comunistas (militantes o simpatizantes): Elena Caffarena, Olga Poblete, María Marchant, Gabriela Mandujano, Felisa Vergara, Marta Vergara, Eulogia Román, Domitila Ulloa, Flora Heredia, Evangelina Matte,  Aída Parada, María Ramírez, Clara Williams y Norma Contreras.  El MEMCH permaneció activo durante dieciocho años y jugó un protagónico papel en las luchas que libraron las mujeres de esa época. El MENCH publicó  “La Mujer Nueva”, entre los años 1935 y 1941. Este periódico, junto con estimular campañas por derechos sociales y políticos igualitarios entre hombres y mujeres, también concentró sus esfuerzos en denunciar las deterioradas condiciones en que vivían las familias pobres urbanas, particularmente mujeres y niños, e impulsó un movimiento social en torno a demandas pacifistas. El MENCH realizó Congresos Nacionales en 1937, 1940 y 1944.   Se disolvió en 1953. LA  FEDERACIÓN CHILENA DE INSTITUCIONES DEFENINAS En 1944 tuvo lugar  el Primer Congreso Nacional de Mujeres. De él surgió la Federación Chilena de Instituciones Femeninas (FECHIF), presidida por Amanda Labarca y Julieta Campusano, que tenía como principal objetivo la obtención de  derechos políticos para las mujeres. Su rechazo al fascismo como ideología política y la cercanía ideológica de sus integrantes a la izquierda chilena, en particular al Partido Comunista, vinculó estrechamente al MENCH con el Frente Popular. LA LUCHA POR EL SUFRAGIO UNIVERSAL PARA LA MUJER Las abogadas Elena Caffarena y Flor Heredia presentaron un proyecto al presidente Pedro Aguirre Cerda en 1941. Fue rechazado por el Senado con mayoría de derecha. Ello no detuvo las acciones de las  organizaciones feministas. La presión de ellas siguió  creciendo. En la vanguardia estaban el Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH) y  la Federación Chilena de Instituciones Femeninas (FECHIF), con la radical Amanda Labarca y la comunista  Julieta Campusano a la cabeza.  . EN LA LUCHA CALLEJERA La muerte […]

Por Mario Maroros El 19 de diciembre, quince millones de chilenos y chilenas están convocados a las urnas para elegir al sucesor del conservador Sebastián Piñera en La Moneda el próximo 11 de marzo: el pinochetista José Antonio Kast o el izquierdista Gabriel Boric, candidato del Frente Amplio y del Partido Comunista. Con casi el 28% de los votos, Kast venció en la primera vuelta celebrada el 21 de noviembre, con un margen sobre Boric (25,8%) inferior a los 150.000 sufragios y una participación en torno al 47% del censo. Por primera vez desde las elecciones presidenciales de 1989, la derecha y el centro-izquierda han quedado fuera del ballotage, hito que rubrica el acta de defunción de un sistema de partidos que imperó durante tres décadas y que ha abierto paso a una atomización extrema del ecosistema político, plagado de una sopa de siglas. Y por primera vez desde el histórico triunfo de Salvador Allende el 4 de septiembre de 1970, que abrió paso a la “vía chilena al socialismo”, la izquierda disputará la presidencia de la República. El triunfo de Kast en la primera vuelta, inimaginable hace apenas unos meses pero vaticinado ya por las últimas encuestas al concentrar el apoyo de la derecha, obedece al estrepitoso fracaso de la segunda administración de Piñera, marcada para siempre por la brutal represión de las movilizaciones que sacudieron el país en el último trimestre de 2019 y lograron abrir paso al actual proceso constituyente. Fabiola Campillai, una de las cerca de quinientas personas que entonces perdió la visión ocular producto de la violencia policial, ha sido elegida senadora por la Región Metropolitana, con la votación más elevada del conjunto del país. Kast, joven cachorro pinochetista en los años 80 y hermano de uno de los ministros civiles más connotados del tirano (Miguel Kast), actual aliado de Vox en su cruzada americana, reivindica abiertamente la dictadura militar y es un defensor acérrimo del modelo neoliberal. Con un programa que promete también mano dura frente a las protestas sociales y la inmigración, ha logrado desplazar de la carrera presidencial al delfín de Piñera, Sebastián Sichel, quien apenas logró el 12,75% de los votos. Con un discurso fundado en la consigna “libertad o comunismo” (importada de la Puerta del Sol), aspira a sumar los votos de Sichel y de otro candidato derechista, Franco Parisi (12,8%), para preservar el timón político del país en manos de los sectores más reaccionarios. Por su parte, Gabriel Boric (35 años, expresidente de la emblemática Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile y diputado por la región austral de Magallanes) enarbola un discurso que se propone convocar a todos los demócratas a ganar la presidencia para enfrentar la gran tarea pendiente: la superación del modelo neoliberal. “No nos olvidaremos que nos declararon la guerra, nosotros les vamos a declarar la esperanza”, proclamó la noche del 21 de noviembre, en alusión a aquella declaración de Piñera en los primeros días de la rebelión de 2019: “Estamos en guerra contra un enemigo […]

Por Luis Beatón* La Habana, (Prensa Latina) El cerrojo informativo sobre el asesinato del trigésimoquinto presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, impede que el pueblo estadounidense conozca la verdad sobre los sucesos de Dallas, Texas, y amenaza con prolongarse en el tiempo.   A 58 años del suceso, la Casa Blanca mantiene el velo que cubre la información sobre quienes conmocionaron al mundo al protagonizar ese hecho y en especial de los estadounidenses, pese a la promesa de la actual administración de desclasificar la información que está bajo varios “candados” en el Archivo Nacional. El 21 de enero de 1961, Kennedy, con 43 años de edad, se convirtió en el candidato a la presidencia más joven de la historia de Estados Unidos y arrastró tras de sí a una entusiasmada mayoría de estadounidenses. Sin embargo, el 22 de noviembre de 1963, el mandatario demócrata fue abatido por disparos que la versión oficial achacó a Lee Harvey Oswald, algo puesto en dudas por otras investigaciones que sugieren una conspiración con connotaciones insospechables, entre ellas la CIA, Israel, los grupos terroristas cubanoamericanos de Florida y la mafia, entre otros. En octubre, el presidente Joe Biden mantuvo a buen recaudo los archivos sobre el asesinato y volvió a retrasar la publicación de miles de secretos gubernamentales que podrían arrojar luz sobre el hecho. «El aplazamiento temporal es necesario para proteger la defensa militar, las operaciones de inteligencia, la aplicación de la ley o la conducción de las relaciones exteriores, de tal gravedad que supera el interés público de la divulgación inmediata», escribió Biden en un memorando presidencial. La decisión significa que los académicos y el público tendrán que esperar aún más tiempo para aceder a los archivos del gobierno sobre uno de los mayores misterios políticos del siglo XX. Un comité especial de la Cámara de Representantes concluyó en 1978, «sobre la base de las pruebas disponibles, que el 35 mandatario fue probablemente asesinado como resultado de una conspiración», y muchos se sienten engañados con la afirmación de que el autor material fue Lee Harvey Oswald. Cuando el presidente Biden aceptó publicar los registros del 11-S, dijo que 20 años eran suficientes. ¿Qué tal 58 años?, preguntó el diario Politico en referencia al cerrojo informativo. Varias elucubraciones durante años originaron nuevas sospechas de la existencia de um complot del “poder profundo” en Estados Unidos, donde la CIA, terroristas del exilio cubano en Florida, agentes israelíes- luego devenidos en primeros ministros- en particular, Menachem Begin, un especialista en terrorismo de falsa bandera-, estuvieron detrás de los disparos mortales. El rastro israelí en el asesinato de Kennedy fue sofocado y quienquiera que lo mencionó fue inmediatamente excluido. Empero, de todas las teorias conspirativas esa conexión sigue siendo una de las más intrigantes. Se supo que el ultimado mandatario quiso frenar el proyecto de desarrollo nuclear de Tel Aviv y cometió el pecado de amenazar con cortar el multimillonario apoyo de Washington al sionismo. Su asesinato es uno de los secretos mejor guardados en Estados […]

Este domingo 21 de noviembre se realizarán las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales más importante de los últimos años. Se enfrentan dos modelos de sociedad; así como también, dos modos de hacer política. Por un lado, el camino corto, la solución fácil, es el extremo que representa una tesis identitaria en donde no existen matices y, si existen, solo buscan matizar mediante alguna ventaja electoral para recaudar más votos cuando así lo requiere el escenario político. Lo que importa en este camino es hablarle a los convencidos, a los que vitorean cualquier acierto o error en las cifras, condescendientes con los errores y eufóricos con las victorias. Por otro lado, tenemos el camino largo. La tesis de la transformación real y permanente que representa un programa de gobierno que busca hacer posible lo que se propone. Como decían por ahí, “las palabras y las promesas se las lleva el viento”, y más aún en un escenario de cambio, de expectativas altas y de falta de confianza. Los “cantinfleos” y las altas expectativas pueden ser fatales para una transformación real en nuestro país. El camino largo también busca la unidad más amplia, junto a santos y pecadores. En los últimos años, con la irrupción de nuevos movimientos y partidos políticos se ha utilizado mucho la tesis de los buenos y los malos, los corruptos y los incorruptibles, los pecadores y los puros. Vemos que en realidad no existen buenos y malos, pues en política –el arte de hacer posible lo que se piensa y propone– se necesitan grandes acuerdos y capacidad de persuasión, para justamente cambiar nuestra realidad. Son muchos los antecedentes que hoy tenemos acerca de que los mismos que apuntaban con el dedo al del frente, hoy están enlodados por financiamiento ilegal de la política, altos sueldos en pago por trabajos en campañas políticas y malas prácticas dentro y fuera de sus partidos políticos. Este domingo se deciden los destinos del Nuevo Chile y es imprescindible que los jóvenes y los nuevos votantes entiendan su rol clave en esta elección. Este domingo se decide quienes pasaran al balotaje de segunda vuelta. En esta elección no estamos eligiendo al más simpático, al mejor compañero o al más “buena onda”. Este domingo elegimos quien conducirá al país en uno de los momentos tal vez más complejos de la historia de nuestro país. Luego de una revuelta y un levantamiento social, una crisis sanitaria y una pandemia mundial, el o la próxima Presidenta de Chile deberá enfrentar una crisis económica y social sin precedentes, donde los cambios urgen, y la estabilidad y el orden político e institucional son demandas sentidas por los chilenos y chilenas. Por Patricio Medina Johnson. El autor es Ingeniero Comercial, Magíster en Economía Financiera y ex presidente de la FEUSACH. Santiago, 20 noviembre 2021. Crónica Digital.

Roland Barthes se ocupó de reflexionar sobre la fotografía y entre muchos otros aportes introdujo el concepto de studium como la parte de la fotografía que el autor de la misma ha planificado o buscado, y hasta diríamos que “conscientemente ha percibido”. Por otro lado danza el punctum, lo diferente y extraño, esa cualidad que está fuera del control consciente del autor, eso que nos “flecha”, nos “pincha” y nos atrapa. Ese toque que parece llamarnos a sentir más allá de lo físico, el pellizco que sentimos en el “alma” cuando vemos una “imagen viva”. No lo podemos explicar, pero aporta una dimensión extra a la imagen, aquello que la completa y que le faltaba antes de ser vista. En este viaje de imágenes, en esa fotografía, podemos insertar la casa, el barrio, la plaza y el colegio, entre otros lugares comunes que han sido y son parte de nuestro vivir cotidiano. Y es así como studium y punctum se proyectan más allá de la fotografía, llegando hasta las imágenes no concebidas ni soñadas. Y es en la escuela donde el studium se adueña de las mentes, cuando ese “fotógrafo” que conscientemente e intencionadamente planifica y desarrolla una clase. Donde se plasma el deseo más íntimo del docente, sus memorias, sus emociones, sus conocimientos y por que no decirlo, sus sueños. Lo que el docente desea crear… Por otro lado, encontramos el aprendizaje, el punctum. Eso personal, que juega más en el terreno del inconsciente, no intencionado, que depende del estudiante en su totalidad. Es en él donde “ese azar despunta y surge como una flecha que viene a clavarse”. Así, el punctum puede corresponder a toda la escena (la sala de clases, el patio, los compañeros, los sonidos y los colores… y los docentes)… aunque muy a menudo solo es una parte de ella, un detalle que deviene algo proustiano: algo íntimo y a menudo innombrable. Por ello, el aprendizaje y el punctum vendrían dados por la fascinación, por la emoción que genera una respuesta, eso que provoca al estudiante, como si se corriese una cortina para dejar entrar la luz que alumbrará el interior, una luciérnaga placentera … Algo que no se busca sino que evoca y sale para “pinchar”con delicadeza. Mauricio Hidalgo: Biólogo PhD. Investigador Independiente. Intereses: Neurociencias, neuroepigenética, aprendizaje y epigenética biopsicosocial. Aprendiz en esto del vivir. Divulgador y Escritor. Autor de los libros: Ayurveda en una era post-genómica (2018). Epigenética: (Re)pensar el aprendizaje y la educación (2018). Neurociencias, Aprendizaje y Bienestar (2019). Santiago de Chile, 19 de noviembre 2021 Crónica Digital

La publicación en el año 2018 de la compilación de testimonios “Cuando sobrevivir fue una victoria. Relato de prisioneros políticos del campo de concentración Chacabuco”. Es un esfuerzo de reunión de memorias -diecinueve testimonios- que se suma a una larga bibliografía de historias y reflexiones chacabucanas. A cargo de la producción edición estuvo Ángel Arias y fue publicado por nuestra Corporación que así inaugura un sello editorial. Gran iniciativa. Para mí, hacer esa recopilación fue una hermosa forma participación con lo que me gusta hacer: leer y escribir, valorar el testimonio de quienes compartimos una experiencia común. Puesto a seleccionar se hace evidente la dispersión y la cantidad de trabajos que merecen divulgación. Hay tantas historias como prisioneros estuvimos en ese campo y en las estaciones anteriores y posteriores de nuestra itinerancia. La Editorial Chacabuco –y esta misma publicación que tenemos ante los ojos- son iniciativas donde ha sido fundamental el trabajo en equipo de la directiva que ha mantenida encendida la mameoria y esa esperanza que –como dice un poema chacabucano- “hierve día a día en el choquero de la historia”. Luego de esa experiencia –la compilación para el libro de la Editorial Chacabuco-, vale la pena consignar que se recuerda a Chacabuco desde diversos lenguajes y situaciones, todos pertinentes y evocadores: el dibujo, la música, la escritura, la fotografía, el teatro rememoran –y a veces resignifican- Chacabuco aportando cada expresión una pieza que va completando, complementando, la memoria de la antigua oficina salitrera, campo de prisioneros y pueblo fantasma abandonado en el desierto. El dibujante Mico, hijo del chacabucano Luis Henríquez a quien recordamos también como Ho Chi Minh, dibuja una viñeta humorística para El Chacabucano. El personaje se llama “Óscar Nitrato” evocando a Oscar Vega y quizás al Profesor Nitrato –el Gato Gamboa- que firmaba el chacotero consultorio sentimental del diario mural “Chacabuco ‘74”. En el dibujo está la icónica torre de vigilancia para reconocer inequívocamente el campo de prisioneros. En una de las paredes de una casa pampina –a modo del “muera el roto Quezada” de Condorito- un rayado grita “Muera Minoletti” recordándonos principalmente a Chacaletti (como le decía Mariano Requena) que nos recibió cuando se “inauguró” el campo y nos humilló a todos, con especial encono a Mario Céspedes y Ángel Parra. El mismo Minoletti que estuvo implicado en la “caravana de la muerte”. Mucha historia en un dibujo humorístico, pero no frívolo. Según me aclara Ángel Arias, la transmisión de las características chacabucanas del personaje fue un trabajo de la directiva, en conjunto. El dibujante las plasmó magníficamente. Mico, que se llama Luis Henríquez como su padre, representa a las generaciones que toman la antorcha –o la brocha- de sus antepasados. Por alguna razón el vandalismo fascistoide ha destruido varios de los murales que Mico ha realizado con su brigada. Y tiene toda nuestra solidaridad y cariño. En la primavera del 2020, en Vallenar, Jacqueline Castro, hija del chacabucano Nahum Castro, grabó la “Cantata Chacabuco, 40 años, memoria viva”. La obra fue estrenada en […]

“Muchos políticos son férreos opositores al capitalismo, porque es el único sistema que deja en evidencia lo inútiles que son, ya que buscan su beneficio personal poniendo como excusa el interés superior en los demás. Viven gracias al pago de nuestros impuestos, que además utilizan para financiar sus promesas sociales, que la mayoría de las veces no cumplen ni se esfuerzan en cumplir, ya que ese dinero no sale de sus bolsillos”. J. Milei, economista Son amantes del colectivismo y el keynesianismo, que tiene sus raíces en el comunismo de Marx (quien nunca se esforzó en practicarlo), aunque no lo saben ni por asomo. Algunos prefieren que los llamen progresistas del siglo XXI, aunque aún los seducen las ideas socialistas del siglo XIX. Ven la intervención del Estado como LA herramienta por excelencia para poner fin de las desigualdades sociales, ya que desconfían profundamente del mercado, al que consideran inhumano, frío e insensible, razón sobre la cual fundamentan una dudosa superioridad moral, basada en mitos y leyendas que abrazan como verdades absolutas. Adoctrinados casi religiosamente, muchos han llegado a la obsoleta y arcaica conclusión de que el Estado benefactor fuerte y poderoso es la única fórmula de solución a los problemas y necesidades de la población. Lo más grave, desconociendo por completo la abundante evidencia empírica que señala todo lo contrario y en sus propias narices, en Europa, en Asia y, por cierto, en América. Aún así, pontifican en sus nobles campañas dirigidas al pueblo, acerca del Estado de bienestar y los modelos de Finlandia, Noruega, Nueva Zelanda e incluso Suiza, como un claro ejemplo del socialismo moderno, inclusivo y de calidad. Cual pecado capital la riqueza es señalada como signo de inmoralidad (avaricia) y al empresario, sea grande, mediano o pequeño, como una especie de mercenario (un mandaloriano a los ojos de la franquicia Star Wars), restándole todo valor a su dedicación y empuje, como base de cualquier sistema exitoso, ignorando que la condición secular del ser humano ha sido la pobreza y que solo la creación de una empresa y, por consiguiente, de fuentes laborales y productos-servicios, derivan en el crecimiento que posibilita el desarrollo, donde el Estado evidentemente puede y para muchos “debe” jugar un rol promotor y regulador, es decir, estratégico. Lo anterior, a menudo se confunde con el Estado mercantilista y las políticas meramente asistencialistas, que junto con los vicios y privilegios de cierta elite, se transforman en un conocido sistema pernicioso y endémico (criticado con toda razón, pero que no es el capitalismo), ya que daña profundamente las libertades individuales y constituye la piedra angular de los abusos, no solo en Chile, sino que en gran parte de nuestra región y del mundo subdesarrollado, testigos de permanentes revueltas y estallidos, ya que el mercado debe estar al servicio de las personas y no al revés, promoviendo a los “empresaurios”, calificativo que le otorgan por ahí a los comerciantes abusivos con los cuales el Estado muchas veces se colude a través de la política. Aun […]

No nos engañemos: el fascismo está otra vez a las puertas de La Moneda. Ahora con traje civil, lenguaje persuasivo y certificado del Tribunal Calificador de Elecciones. No le echemos la culpa al empedrado. Nosotros somos responsables de esta vergonzosa situación. Cálculos políticos miserables de la miscelánea partidaria han impedido construir la unidad del pueblo. Llegamos a esta coyuntura aun sin una brújula social y política que organice y conduzca a las fuerzas del cambio. Hemos perdido más de 30 años de democracia simplona -pero democracia al fin- que permitían retomar el hilo histórico del avance democrático que se rompió en 1973. El pueblo anhela cambios pero no está organizado para las batallas sociales y políticas que se interponen. La conciencia de lucha, asimismo, está erosionada en muchos sectores. Los mecanismos hedonistas del consumismo han creado “paraísos” artificiales para ciudadanos reconvertidos en consumidores. Llegaremos al 21 de noviembre dispersos y amedrentados. Los cuentos de camino del fascismo y la increíble insensibilidad de partidos que aseguran servir al pueblo, le brindan en bandeja una oportunidad a la cuadrilla más reaccionaria de la política. El fascismo no hace en Chile nada novedoso. Repite su estrategia de siempre: sembrar el miedo. Miedo al desorden callejero, a los asaltantes, al crimen y al reinado de la droga. Su carta de presentación electoral es la mano dura que extirpará esos males sin contemplación. Pero en realidad acude al rescate de la institucionalidad que se derrumba. Las instituciones civiles, militares y policiales –y por añadidura las religiosas- están hundidas hasta el pescuezo en el pantano de la corrupción. Sus cimientos carcomidos no resistirían ni un bufido revolucionario lo cual estuvo a punto de ocurrir en octubre del 2019. La casta política, sin embargo, salvó la situación pergeñando la madrugada del 15 de noviembre una “salida institucional”. Sus representantes, los de siempre (más los nuevos), firmaron un acuerdo para mantener a raya a las fuerzas del cambio y desviar su torrente hacia sus propios canales. El fascismo encuentra así terreno abonado por el desgaste de un sistema corroído por la injusticia y la corrupción. Las “democracias” de alfeñique que mantuvieron en pie el modelo neoliberal, profundizaron la desigualdad y segregación social que heredaron de la dictadura. En las entrañas de Chile, sin embargo, hay un ejército social todavía desorganizado que necesita unidad para echar las bases de una sociedad diferente. La dispersión le hace ir a los tumbos, de reventón en reventón, sin cuajar la alternativa que potenciará sus fuerzas. Los votos decidirán esta semana si la democracia es víctima de su propia estulticia y cae redonda en brazos del fascismo. O si en un acto de suprema lucidez logra alcanzar la unidad para conformar un gobierno que garantice el tránsito a la nueva Constitución Política. MANUEL CABIESES DONOSO Santiago de Chile, 15 de noviembre 2021 Crónica Digital

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Un café en una plaza con historia....

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