El colectivo de activistas informáticos conocido como Anonymous confirmó hoy una campaña internacional de tres días en solidaridad con presos en huelga de hambre en la cárcel estadounidense de Guantánamo.
Anonymous, el foro Code Pink y otros grupos de acción política en Estados Unidos y Reino Unido explicaron que la movilización es para marcar los 100 días de protestas de los reclusos, encerrados por Washington sin mediación de juicios y del debido proceso penal.
La campaña global intenta atraer la atención del mundo hacia las violaciones de derechos humanos cometidas por los delegados del Pentágono en el reclusorio, erigido en un territorio arbitrariamente ocupado en la isla de Cuba. «Sin esperanza de justicia y después de haber sido torturados durante años, más de 100 hombres iniciaron una huelga de hambre, un compromiso ético que cumple este 18 de mayo un centenar de días,» remarcó un comunicado del grupo Anonymous.
Las organizaciones solidarias piden que activistas de todo el mundo envíen cartas y correos electrónicos de protestas a la Casa Blanca, al Departamento de Defensa, a la Jefatura del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y al Congreso federal.
Estados Unidos recortó gastos sociales y despidió a miles de trabajadores para mantener a flote su economía, sin embargo tiene en la base naval de Guantánamo una prisión que cuesta anualmente 903 mil 614 dólares por recluso, comentan analistas políticos.
La cárcel -considerada por expertos como la más cara del planeta- fue abierta dentro de un territorio ocupado a Cuba hace más de un siglo, para encerrar allí a cualquier persona considerada sospechosa de terrorismo.
Su presupuesto está muy por encima del asignado a los penales estadounidenses de máxima seguridad, los cuales gastan al año alrededor de 70 mil dólares por cada interno mientras los centros de menor rigor mantienen a los detenidos con un promedio de 35 mil dólares.
Según datos del Departamento de Defensa, el complejo carcelario de Guantánamo tiene una nómina de mil 300 soldados y personas que trabajan como intérpretes, cocineros, asesores culturales y psiquiatras.
La principal tarea de los 848 oficiales es controlar a los presos cada tres minutos como mínimo y solo por eso cobran un sueldo promedio de dos mil 900 dólares al mes.
El Pentágono destina al menos 177 millones de dólares al año en operar el centro de detención y el sistema judicial marcial de la base naval, y asignó recientemente otros 50 millones para modernizar los campamentos militares, construir un comedor y más dormitorios.
Tras la radicalización de una huelga de hambre de al menos 130 de los 166 internos, el presidente Barack Obama retomó en abril pasado su promesa incumplida de intentar cerrar el reclusorio.
Empero Obama culpa a la bancada republicana en el Congreso de obstaculizar la clausura definitiva del penal, pero tampoco ha dado curso al traslado de 86 yemeníes que siguen retenidos aunque desde hace tres años recibieron el autorizo de traslado a su país de origen.
Washington, 18 mayo 2013
PL