Por fin apareció el tango en el Mundial de fútbol, Argentina superó sus miedos, se despojó de la «Messidependencia» y venció 1-0 a Bélgica para incluirse entre los cuatro mejores por primera vez en los últimos 24 años.
Inobjetablemente el mejor partido de Argentina en el Mundial, dijo Alejandro Sabella al concluir las hostilidades en el estadio Mané Garrincha de Brasilia, donde miles y miles de torcedores argentinos vivieron, sufrieron y cantaron el triunfo de la celeste y blanca.
Argentina brilló en el primer tiempo, su juego colectivo anuló a los Diablos Rojos, la pizarra de Sabella fulminó a la táctica rival, los centrocampistas ejecutaron con gran prestancia su trabajo, y entonces estaba Gonzalo Higuaín en estado de gracia.
Sin duda el Hombre del Partido, Higuaín exhibió sus mejores maneras, atacó, gambeteó, defendió, se sacrificó y encontró recompensa, por fin sacó premio.
Corría apenas el minuto ocho del choque, Messi roba el balón en el centro del campo, regatea a varios rivales, cede el balón a Ángel Di María, y éste, lúcido, pasa al Pipa, quien, tras recibir la esférica de rebote, destrozó las redes de Thibaut Courtois con un remate quirúrgico, de elevado nivel de complejidad.
Vamos a disfrutar de este triunfo y seguir trabajando. Estoy emocionado. Lo dije desde el primer partido del Mundial. El gol iba a llegar y llegó en el momento más importante. Logramos clasificarnos para la semifinal, que hacía mucho que no se lograba. Ahora hay que ir a por la final, expresó Higuaín.
Como hicieron Alemania y Brasil en los otros duelos de cuartos de final, Argentina tomó el control de las acciones con un gol tempranero, que proporcionó tranquilidad al equipo y enfrió al joven y talentoso seleccionado belga.
Pero Argentina es un equipo redestinado a sufrir, nada les llega fácil, todo deben ganarlo con sangre y sudor, in extremis.
Todo el retroceso del juego argentino estuvo marcado por una fatal lesión de Di María en el minuto 32. El crack del Real Madrid corrió 30 metros para llegar con ventaja a un pase excepcional de Messi -posiblemente el mejor del Mundial-, y cuando realizó el disparo se lesionó de manera fortuita el muslo derecho, al parecer por el gran esfuerzo.
Esta baja condicionó sobremanera las salidas de Argentina, que a partir de ahí retrasó la batalla al centro del campo, donde Javier Mascherano y Lucas Biglia impusieron su ley, al extremo que Bélgica fue incapaz de crear jugadas de peligro en esa zona de la cancha, sus incursiones ofensivas se redujeron exclusivamente a centros desde las bandas, repelidos todos por la seria defensa albiceleste.
Messi, aunque siempre está presente en las jugadas clave, cumplió su actuación más discreta en el Mundial, e incluso un narrador argentino llegó a preguntarse si había salido al terreno en el segundo tiempo.
Argentina mostró una actitud futbolística importante y sobre todo mucho carácter en los momentos agónicos del partido, cuando Bélgica cercó su área e intensificó sus ataques, siempre estériles por la solvencia en la zaga de Ezequiel Garay y Martín Demichelis.
Primero Higuaín con un balón al travesaño en el minuto 55 y luego Messi en el 94, pudieron sentenciar el choque, este último solo contra Courtois, pero el arquero belga realizó una atajada de lujo y ahogó el grito de gol al mejor jugador del mundo.
No tenía piernas, cuando me planté frente a Courtois el cansancio me venció, sentenció el 10 argentino, quien no bate al portero belga desde 2012 (ambos juegan en la Liga española, Messi con el Barcelona y el meta belga con el Atlético de Madrid).
Con ese triunfo, concretado ante 68 mil 551 espectadores, la selección suramericana colocó 2-1 el enfrentamiento histórico contra Bélgica en copas mundiales, y de paso se metió en semifinales, etapa en la cual aguarda por el ganador del duelo Costa Rica-Holanda.
Además, Argentina igualó su récord de cinco victorias consecutivas en Copa Mundial, la última vez que lo hizo fue en México-1986, un torneo en el que se proclamaron campeones con Diego Armando Maradona de líder.
La otra semifinal correrá a cargo de Alemania y Brasil, verdugos en cuartos de final de Francia y Colombia, respectivamente.
Por Yasiel Cancio Vilar, enviado especial
Río de Janeiro, 5 julio 2014
Crónica Digital / PL