Le Grand K, el cilindro de platino e iridio que desde hace 126 años define al kilogramo, ubicado en una bóveda de alta seguridad en las afueras de París, será reemplazado con una definición basada en constantes matemáticas.
Según David Newell, físico del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, en Gaithersburg, Estados Unidos, se trata de la culminación de intensos esfuerzos realizados por investigadores de todo el mundo.
El kilogramo es la única unidad del Sistema Internacional que aún está basada en un objeto físico. Los experimentos que lo definieron en términos de constantes fundamentales se describieron en la década de 1970.
La redefinición no hará que el kilogramo sea más preciso, pero sí más estable, pues un objeto físico puede perder o ganar átomos con el tiempo o ser destruido, pero las constantes no cambian.
El avance llega a tiempo para que el kilogramo se incluya en una redefinición más amplia de unidades -con el amperio, el mol y el kelvin- prevista para 2018.
Washington, 19 octubre 2015
Crónica Digital / PL